Posted on Leave a comment

“Multipolaridad rugiente” Por: Leonid Savin (Rusia)

El equilibrio de poder en el tablero geopolítico mundial comenzó a cambiar rápidamente tras el inicio de la Operación Militar Especial

Twitter VK Odnoklassniki Blogger LiveJournal  Email Print Compartir

27.11.2024

Leonid Savin

El equilibrio de poder en el tablero geopolítico mundial comenzó a cambiar rápidamente tras el inicio de la Operación Militar Especial

No es el primer año que se habla del declive de la hegemonía unipolar de Estados Unidos y del establecimiento de un orden mundial multipolar. En 2003, cuando Estados Unidos inició su ocupación de Irak, la negativa de los socios europeos de Washington a apoyar esta aventura suscitó opiniones radicalmente opuestas. Mientras los críticos de la política estadounidense hablaban de la formación de nuevos lazos y del desacuerdo con las acciones de la Casa Blanca, los apologistas de la dominación mundial bajo la bandera de las barras y estrellas sostenían lo contrario.

Charles Krauthammer, autor del concepto del «momento unipolar» esbozado en un artículo del mismo nombre en 1990, está produciendo una secuela titulada «El momento unipolar de nuevo», donde afirma que todo va bien con el poder estadounidense, y la expedición a Irak es una prueba directa de esa postura.

“El nuevo unilateralismo está explícita y descaradamente dirigido a preservar la unipolaridad para mantener un dominio sin rival en el futuro previsible… El futuro de la era unipolar depende de quienes gobiernen América y deseen preservar, mejorar y utilizar la unipolaridad para avanzar no sólo en los objetivos americanos sino también en los globales, o de si América será gobernada por quienes deseen abandonarla, ya sea condenando la unipolaridad a la desintegración en la retirada a la Fortaleza América o tomando el camino del cambio gradual de poder hacia la multisectorialidad».

Sin embargo, a pesar de esta retórica de la comunidad politológica al servicio de los intereses estadounidenses, 2003 sirvió como claro detonante de una transición progresiva hacia la multipolaridad[2]. En primer lugar, del proceso de denuncia de la propia unipolaridad. Unos años más tarde, en febrero de 2007, el presidente ruso Vladimir Putin, en un discurso pronunciado en Múnich en una conferencia sobre seguridad, afirmó que «para el mundo moderno, el modelo unipolar no sólo es inaceptable, sino imposible en absoluto». En ello se vislumbraba un futuro enfrentamiento abierto entre Rusia, por un lado, y Estados Unidos y sus satélites de la OTAN, por otro.

En agosto de 2008, durante la operación para forzar a Georgia a la paz, Moscú demostró que no iba a estar a la defensiva cuando otros Estados trataran de desestabilizar sus fronteras y desencadenar conflictos. Este gesto y la posterior declaración del presidente ruso, Dmitri Medvédev, sobre la zona de intereses geopolíticos especiales de Rusia tuvieron lugar en el contexto de una serie de revoluciones de colores que Estados Unidos ha escenificado en el espacio postsoviético. Aunque el golpe de Estado en Ucrania en 2014 demostró la victoria del atlantismo en las históricas tierras rusas, la reacción subsiguiente se tradujo en la devolución de Crimea a Rusia.

Sin embargo, los propios Estados Unidos son los culpables de la pérdida de su poder. Justin Logan en su artículo «Unipolarity at Twilight» en 2021 señaló que EEUU ha utilizado su inmenso poder de forma imprudente, a pesar de que entró en el tercer milenio como una de las naciones más poderosas de la historia mundial.

“Entre 2001 y 2021, Estados Unidos destruyó órdenes políticos en Irak y Libia, prolongó guerras civiles en Afganistán y Siria, y se tambaleó al borde de la guerra con Irán. Durante el mismo período, según sus propios cálculos, sus políticas comerciales crearon un monstruo en la forma de la mucho más poderosa República Popular China… Las guerras han envenenado a Estados Unidos, desde sus políticas hasta su vigilancia policial, pasando por la forma en que el gobierno vigila a los estadounidenses. Nadie ha rendido cuentas por los fracasos de la época», resume desesperadamente el autor[3].

En mayo de 2022, el Instituto Canadiense de Asuntos Mundiales publicó un análisis en el que esbozaba una serie de acontecimientos que han provocado cambios tectónicos en los asuntos mundiales[4].

En primer lugar, en la primera década del siglo XXI se produjo el ascenso económico de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que crearon un nuevo contrapunto al poder estadounidense. Así lo predijo Vladimir Putin en su discurso de 2007 en la Cumbre de Múnich, donde señaló: »…el PIB de los países BRIC -Brasil, Rusia, India y China- supera el PIB combinado de la UE.

Y, según los expertos, esta diferencia no hará sino aumentar en el futuro. No hay razón para dudar de que el potencial económico de los nuevos centros de crecimiento económico mundial se transformará inevitablemente en influencia política y reforzará la multipolaridad». Cabe destacar que todos los países BRICS se abstuvieron de condenar las acciones de Rusia en Ucrania.

En segundo lugar, la entrada de China tanto en una economía basada en el conocimiento (unos 30 años por detrás de Estados Unidos) como en una economía basada en los datos (al mismo tiempo que Estados Unidos) en la segunda década del siglo XXI permitió a China competir de tú a tú en la carrera armamentística tecnológica por el dominio mundial. Aunque las tensiones geoeconómicas se intensificaron gradualmente a lo largo de la década de 2010, el «momento satélite» de Estados Unidos llegó con la constatación, a principios de 2018, de que la china Huawei había asumido una posición dominante en la tecnología de telecomunicaciones de quinta generación (5G).

Esto desencadenó una ofensiva a gran escala por parte de la administración Trump para socavar el progreso tecnológico de China utilizando un conjunto de herramientas unilaterales no utilizadas anteriormente en la era de la OMC.

En tercer lugar, Estados Unidos ha dilapidado las enormes ventajas de que disfrutaba cuando alcanzó su posición unipolar mediante una mala gestión económica (en particular, la crisis crediticia de baja calidad) y el uso gratuito de su poderío militar en guerras interminables, al tiempo que descuidaba su infraestructura económica en ruinas y su cohesión interna. Esto ha socavado su poder blando o, como dijo con delicadeza The Economist , «al violar y destruir [los principios del orden internacional basado en normas] durante 20 años, Estados Unidos ha socavado su credibilidad, así como la suya propia». Su falta de disciplina también la ha llevado a la bancarrota, con enormes déficits externos y presupuestarios… Ha socavado su capacidad para sostener el nuevo orden económico -e incluso para sostener el antiguo, como demuestra su retirada de varias instituciones multilaterales bajo la administración Trump (y su regreso más bien tibio, de hecho casi nominal, bajo la administración Biden).

En cuarto lugar, la división de Occidente en torno al Brexit y las crecientes divisiones internas en Estados Unidos, agudizadas tras el asalto al Capitolio el 6 de enero, han debilitado su cohesión.

El investigador español Federico Aznar Fernández-Montesinos añade que «el desarrollo del Sur Global, que por cierto forma parte de la narrativa rusa, comenzó en el nuevo milenio y se materializó en el surgimiento de grupos de Estados como los BRICS (Brasil, Rusia, India, (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y el IBSA (India, Brasil y Sudáfrica), que buscan la cooperación económica y desarrollan el comercio entre sí, y representan un orden internacional alternativo o «posamericano», así como un modo de cooperación Sur-Sur”[5].

La economía mundial es cada vez más multipolar y, en consecuencia, el dominio y la capacidad de influencia de Occidente han disminuido.

En Occidente también se cree que la cada vez menor dependencia del dólar estadounidense se debe a las diversas aspiraciones de la RPC como gran potencia económica y financiera, cuyos dirigentes consideran el momento histórico actual como uno en el que Estados Unidos se encuentra en una posición crítica de declive. Por ello, Pekín asume con naturalidad que el dólar tiene los días contados y que el yuan será su sucesor natural. No es de extrañar, por tanto, que a la RPC le gustaría que el yuan se utilizara más ampliamente en las finanzas internacionales y en las transacciones comerciales, aunque ciertamente no parece tener prisa en hacerlo, y por buenas razones[6].

Al mismo tiempo, la postura occidental sobre la transformación global es más articulada. Así, se dice que “la invasión rusa de Ucrania sugiere una cosa en particular: el orden liberal global está amenazado y los múltiples centros de poder han creado interdependencias vulnerables. Esto plantea la cuestión de si la multipolaridad está intrínsecamente ligada a la capacidad de generar conflictos, y si el multilateralismo ha conducido en última instancia a su creciente prevalencia”[7].

De estos múltiples centros de poder, EEUU identifica grandes potencias que considera hostiles a EEUU. Se trata de Rusia y China.

Y si antes se le negaba este estatus a Rusia, después de febrero de 2022 no hay nada que discutirle, porque, como escribió Kenneth Waltz, autor del libro «Teoría de la política internacional» y fundador del neorrealismo en la teoría de las relaciones internacionales : «Las grandes potencias deben ser capaces no sólo de garantizar su seguridad, sino también de mantener esta capacidad de defensa a lo largo del tiempo. Esto requiere un territorio que pueda defenderse, una economía capaz de cubrir los gastos militares y otros gastos públicos importantes, una población que dote de personal al sector privado y se ocupe de la defensa nacional, y la estabilidad política y la competencia para que todo funcione”[8]. Rusia lo ha demostrado en los dos últimos años.

Por supuesto, existen otros criterios. Jack Levy ha señalado que las grandes potencias «definen sus intereses nacionales para incluir los intereses sistémicos y, por tanto, se preocupan por mantener el orden en el sistema internacional». El estatus de gran potencia, argumenta, también depende de cómo perciben a un Estado sus pares y de si es tratado como «relativamente igual en términos de atención común, respeto, protocolo, negociación, acuerdos de alianza, etc.». Por ejemplo, la entrada de países de alto estatus como el Reino Unido en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras liderado por China en 2015 confirma la percepción de China como gran potencia. Una gran potencia debe tener capacidad de acción internacional, pero también debe verse a sí misma como un Estado influyente con intereses globales, y este papel e influencia deben verse reflejados por sus pares.

Washington ha sido capaz de forjar una coalición antirrusa, pero no de hacer tambalear el papel y el prestigio de Rusia. Incluso al contrario, la confrontación actual ha provocado la aprobación directa, indirecta o encubierta de las acciones de Moscú y el rechazo de la estrategia de Washington y sus satélites.

Aunque Estados Unidos sienta pánico ante los riesgos asociados a la competencia entre grandes potencias, el actual cambio en el equilibrio de poder está llevando a un nuevo nivel a las potencias medianas e incluso pequeñas, a las que se atribuyen nuevos papeles y no quieren renunciar a su participación en los asuntos mundiales. Las mismas acciones de los hutíes en Yemen demuestran claramente cómo un actor pequeño (en comparación con las grandes alianzas militares) puede influir en la política y la economía de los Estados industrializados. En este caso, la situación geoestratégica de Yemen juega a favor de los hutíes. Pero muchos otros países del mundo tienen las mismas bazas.

En general, “en la literatura sobre relaciones internacionales, el concepto de potencias medias es bastante vago. Suele referirse a países que no son lo bastante fuertes como para ser considerados «grandes» potencias, pero que tienen una influencia y una importancia estratégica considerables. Por regla general, las potencias medias se caracterizan por un cierto grado de peso -económico, geográfico, demográfico o militar-, pero algunos Estados relativamente pequeños pueden entrar en esta categoría en función de su actividad e influencia internacional”[9].

Por ello, muchos países etiquetados arrogantemente como subdesarrollados o tercermundistas en Occidente desempeñan un papel a veces mayor en la dimensión global que Estados como Alemania, Canadá y Australia, que pertenecen al Occidente colectivo.

Y hay numerosos factores que apuntan a la importancia de estas potencias intermedias. Vietnam, por ejemplo, posee la segunda reserva mundial de metales probados de tierras raras, con 22 millones de toneladas métricas (frente a sólo 1,5 millones de Estados Unidos).

Y ahora estas potencias intermedias siguen a Rusia (aunque no abiertamente) en su desafío a Estados Unidos y al Occidente colectivo. Arabia Saudí no ha secundado a la administración Biden negándose a bajar los precios del petróleo, Turquía ha retrasado la candidatura sueca a la OTAN, Indonesia se ha negado a prohibir la entrada de delegados rusos en la cumbre del G20 de 2022, India sigue desarrollando la cooperación económica y técnico-militar con Rusia, y los EAU y Tailandia prohíben a los opositores rusos fugitivos celebrar actos públicos, aunque sean espectáculos musicales.

Para Occidente, esto plantea el riesgo de que los Estados se retiren del «sistema basado en normas», ya que las ambiciones y los nuevos papeles de estos países se enfrentarán al sistema neoliberal alineado que incluye los acuerdos de Bretton Woods y otras actitudes occidentales. La jerarquía mundial ya no está centrada en Occidente, y el Sur Global trata de llenar este vacío. En consecuencia, el creciente activismo de las potencias medias y pequeñas puede contribuir a la estabilidad proporcionando fuentes adicionales de equilibrio y diplomacia.

Aunque en Occidente esto se retratará como un aumento de las crisis y una propagación de los conflictos en las esferas política, económica e ideológica en medio de una falta de consenso entre las grandes potencias. La constatación de que dicho consenso ya no existirá, al menos entre Occidente y los restantes grandes actores como Rusia y China, está obligando a las potencias medianas y pequeñas a actuar en nuevos escenarios, evitando compromisos duros o entrar en grandes alianzas. Aunque el ejemplo de Burkina Faso, Malí y Níger demuestra que se siguen creando agrupaciones regionales. Y ya no son creaciones occidentales.

En el Sudeste Asiático, en pleno auge económico y donde numerosos Estados están interesados en preservar su propia identidad, se favorece una estrategia diversificada de aseguramiento de los riesgos, lo que implica una reevaluación de la teoría de la elección racional y del papel de los factores externos, como las amenazas a la seguridad y los beneficios económicos, en la configuración de las opciones de los Estados[10]. Anteriormente, Estados Unidos solía utilizar esta estrategia, ofreciendo algunos programas económicos y un paraguas militar a cambio de lealtad geopolítica. Ahora, los Estados intentan adoptar una postura más neutral y se niegan a ver a China como una amenaza, tal y como intentan imponer desde Washington.

El hecho es que la creciente competencia entre Estados Unidos y China está obligando a los países más pequeños a buscar oportunidades de maniobra. Nadie quiere atarse con compromisos unilaterales e ir de frente a pesar de los posibles incentivos económicos. Probablemente también porque Estados Unidos se presenta cada vez más como un socio poco fiable, y hay muchas más oportunidades de cooperación económica abierta que en el sistema occidental.

Existe la opinión de que “todos los Estados asiáticos, incluida China, son conscientes de que algunos Estados son más poderosos que otros, de que las grandes potencias tienen una influencia desproporcionada en las normas e instituciones internacionales y de que estas potencias pueden ser peligrosas. En consecuencia, hay que temer a los poderosos (y a veces utilizarlos como protectores), pero no hay que obedecerles siempre. Dado que la mayoría de los Estados asiáticos han sufrido el colonialismo, no es sorprendente que no busquen la jerarquía”[11]. Y los intentos occidentales de restablecer su influencia serán percibidos (incluso en otras partes del mundo) nada menos que como neocolonialismo

Asistimos, pues, al tránsito del poder a escala mundial.

Mientras tanto, en la ciencia política occidental, la teoría del tránsito (o transición) de poder es una teoría de las causas de las grandes guerras interestatales. Hace hincapié en los cambios de poder relativo entre los Estados dominantes como principal catalizador de los conflictos. La guerra hegemónica y las teorías del equilibrio de poder están directamente relacionadas con ella. Esto explica las afirmaciones que escuchamos de los politólogos occidentales de que la multipolaridad es peligrosa, impredecible y está plagada de diversos riesgos para todos los Estados. Pero, ¿es esto cierto? Aparte del hecho de que Occidente simplemente tiene miedo de perder su posición dominante, ¿quizás las directrices científicas originales estaban equivocadas?

Los autores estadounidenses de los años sesenta fueron los primeros en introducir el término «multipolaridad» en la ciencia política. Richard Rosekrantz dijo en 1963 de forma simplista que un polo es un determinado bloque o actor político. Puede haber uno, dos o muchos.

Karl Deutsch y David Stinger expresaron un año después la opinión de que más actores que en un sistema bipolar conducirían a una mayor estabilidad y sostenibilidad. Por consiguiente, no todos en Occidente asociaban la multipolaridad con mayores riesgos y caos. Surgieron entonces las teorías de la multipolaridad nuclear (tantas potencias nucleares como polos), la multipolaridad en racimo (cuando el poder de los Estados en un determinado espacio geográfico se reparte uniformemente) y la multipolaridad equilibrada y desequilibrada. El autor de estos dos últimos conceptos es el ahora profesor John Mearsheimer, caído en desgracia en Estados Unidos por sus críticas a las acciones contra Rusia. En su opinión, la multipolaridad desequilibrada es una configuración de poder que genera miedo y en la que persiste un hegemón potencial.

Aparentemente, con la actual posición de EE.UU. y la propagación de fobias sobre China, Rusia, Irán, Corea del Norte (y la búsqueda de otros enemigos), nos encontramos en un modelo de este tipo. Pero la multipolaridad se equilibrará cuando haya asimetría de poder entre los polos del sistema y no haya un único hegemón[12].

Parece que Rusia, China y muchos otros países se esfuerzan por conseguir precisamente esa forma de multipolaridad, en la que no habrá dictadura de nadie. En respuesta, el hegemón debilitado afirma que Rusia es una potencia revisionista y que China está desafiando a Estados Unidos y a la estabilidad en la región Indo-Pacífica y más allá en todo el mundo.

Sin embargo, hay otro matiz importante. Se trata de la interpretación del propio polo. Inicialmente, Occidente adoptó una versión positivista ligada a la ciencia física. Es decir, se trata de dos polos opuestos entre sí. De ahí el antagonismo inherente – más y menos – que enfatizaba el enfrentamiento geopolítico entre los bloques socialista y capitalista de la época de la Guerra Fría. Desgraciadamente, siguiendo a los politólogos occidentales, este enfoque también fue compartido por los nacionales, especialmente entre los internacionalistas del MGIMO y la RIAC. Pero, ¿por qué seguir el camino de los autores occidentales con sus actitudes de racismo epistemológico cuando es posible replantearse radicalmente este concepto?

A este respecto, Martin Heidegger en su libro «Parménides» hizo una interesante observación sobre el término griego «polis», que está directamente relacionado con el polo.

“Pero, ¿qué es πόλις? Si logramos adoptar la perspectiva esencial correcta, que todo lo explica, de la esencia del ser y de la verdad entendida en griego, esta palabra indica directamente su significado. Πόλις es πόλος, es decir, un polo: el lugar en torno al cual gira en un círculo peculiar todo lo que a los griegos les parece ser. El polo es el lugar en torno al cual gira todo ser, y de tal manera que en este lugar se descubre cuál es el caso de este girar y cuál es su carácter.

Siendo tal lugar, el polo permite al ser manifestarse en su ser en la plenitud del «giro» correspondiente. El polo no crea, no crea al ser en su ser, sino que, siendo polo, aparece como centro de la inconcreción del ser en su totalidad. Πόλις es la esencia del lugar o localidad para la estancia histórica de los griegos. Puesto que πόλις hace posible que la totalidad del ser se manifieste de un modo u otro y que entre en la inconcreción de su «momento de rotación», ella, es decir, πόλις, está esencialmente conectada con el ser del ser del ser. Entre πόλις y «ser» reina una relación originaria“[13].

Así pues, es posible una interpretación alternativa del polo, así como versiones alternativas del sistema de relaciones internacionales y de la política mundial en general. Y en esto debemos apresurarnos a establecer una estructura de relaciones internacionales que no pueda ser destruida ni revertida por el Occidente colectivo.

La presión para elegir bando puede ser ejercida por Occidente tanto a través de contactos políticos y diplomáticos como a través del sector financiero. La subida de los tipos de interés en Estados Unidos y la eurozona podría desencadenar una nueva ronda de crisis de la deuda soberana, empujando a algunos países muy endeudados al impago. Sin embargo, la ayuda del FMI, dominado por Occidente, viene acompañada de condiciones políticas vinculantes. Además, como demuestra el régimen de sanciones contra Rusia, Occidente ha usurpado el derecho a expulsar a los Estados que considera hostiles de los mercados financieros, del acceso al crédito o a los sistemas de pago (SWIFT) e incluso a congelar las reservas de divisas[14].

Las sanciones estadounidenses contra Irán y Rusia también obligan a terceros países a cooperar o arriesgarse a perder el acceso al mercado estadounidense. Esto está impulsando los esfuerzos de China y otros países por desdolarizarse. Aunque hasta ahora el comercio en divisas locales, el mantenimiento de reservas de una cesta de divisas, la internacionalización del renminbi y los sistemas de pagos financieros como el Sistema de Mensajería Financiera de Rusia (SPFS) o el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos de China (CIPS) no ofrecen una alternativa real al dólar estadounidense. Pero las economías en dificultades pueden verse obligadas a elegir entre sistemas financieros competidores en el futuro.

El ejemplo australiano muestra cómo Estados Unidos puede atrapar a un país en su órbita a través de un conjunto de alianzas como ANZUS, Quad y Quad Plus, pero también a través de la asociación estratégica ampliada AUKUS, que complementa la red de relaciones que Washington ha construido para contener el creciente crecimiento económico de China.

De ahí los intentos de Occidente de controlar el Sur Global, que también avanza hacia la multipolaridad. En particular, este vector se reafirmó en la última cumbre del Movimiento de Países No Alineados, celebrada en enero de 2024 en Kampala (Uganda). La declaración final reflejaba puntos como la construcción de un mundo multipolar con una ONU reformada como piedra angular, haciendo hincapié en la solidaridad Sur-Sur y luchando por un orden mundial más justo. De hecho, inmediatamente después de la cumbre del Movimiento de Países No Alineados, el mayor Grupo de los 77 del mundo (a pesar del nombre, en realidad está formado por 134 Estados) se reunió allí para continuar la línea estratégica de años anteriores de condena de las acciones de Occidente.

El Sur Global es nuestro aliado y socio potencial. Amitav Acharya, uno de los defensores de una nueva teoría de las relaciones internacionales más allá de los modelos centrados en Occidente, señala que “la mayoría de los países del Sur Global cree que el actual orden mundial, creado por Occidente y aún gobernado por Estados Unidos, es poco pacífico, injusto, antidemocrático y poco favorable a sus intereses económicos y medioambientales. Y está fracasando”[15].

Acharya llegó a proponer su propio concepto para el Sur Global, denominado orden mundial multidimensional o multiplex. Como comparación, utilizó la metáfora de una sala de cine (sistema político mundial) donde se proyectan diferentes películas en múltiples salas de cine.

El ideal de un orden así:

  • no tiene hegemonía por parte de una sola potencia o bloque;
     
  • es desarrollado por una multitud de actores, no sólo grandes potencias o corporaciones, sino también organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales
     
  • respeta la diversidad cultural, el multiculturalismo y rechaza la idea de un choque de civilizaciones
     
  • está vinculada por intercambios económicos y de otro tipo que no son de Occidente sino del resto del mundo; y
     
  • tiene un sistema de gobernanza multinivel en el que el regionalismo desempeña un papel central.

Discrepemos sobre el multiculturalismo, ya que es un concepto neoliberal que ha sido un completo fracaso. Tampoco sobre las organizaciones sociales y las empresas, que pueden ser caballos de Troya de fuerzas externas dedicadas a la destrucción de la soberanía. Como mínimo, los movimientos sociales deberían ser creíbles tanto interna como externamente, y no ser agentes de empresas multinacionales u oligarcas como Bill Gates y George Soros.

En todos los demás aspectos, la propuesta de Acharya está en consonancia con las aspiraciones estratégicas de Rusia y se adapta bien al futuro orden mundial tal y como lo vemos.

Notas:

Traducción al español para Geopolitika.ru

por el Dr. Enrique Refoyo

Fuente: https://izborsk-club.ru

Posted on Leave a comment

Rusia no está aislada y tiene futuro

 

Por Christian Lamesa Destacado Analista Internacional (Argentina) Y colaborador del C REI

El pasado 20 de noviembre me tocó ser uno de los disertantes en el Foro “Diálogo sobre fake news”, en la ciudad de Moscú, organizado por Lapsha Media y Dialog Regiony.

A dicho encuentro concurrieron personalidades de numerosos países, como España, Corea del sur, Australia, EEUU, Perú, Suiza, Venezuela, Irlanda y Argentina, entre otros.

Los participantes pudimos compartir interesantes puntos de vista sobre el gran problema que significa la propagación de las noticias falsas y la manipulación de la información que se hace, especialmente, desde los grandes medios de comunicación en complicidad con los gobiernos occidentales. Fue importante también pensar las posibles estrategias para enfrentar esta guerra comunicacional por la verdad y por el dominio del sentido común de los pueblos.

La concurrencia internacional a este foro, del mismo modo que sucede en cada oportunidad que se organizan este tipo de encuentros en Rusia, muestra de manera clara como, lejos de haber aislado al gigante euroasiático con sus políticas sancionatorias, el llamado occidente colectivo, se ha ganado, una vez más, la desconfianza de la mayoría global y la Federación Rusa junto a China lideran al mundo multipolar, como quedó plasmado hace tan solo algunas semanas atrás, en la ciudad de Kazán, en la cumbre de los BRICS.

Es curioso comprobar como Europa y los EEUU viven en un mundo ficticio, en el cual Rusia vive enormes penurias económicas y sus ciudadanos sufren los efectos de las sanciones ilegales impuestas desde occidente. Esto es lo que quieren mostrar al mundo Washington, Londres y Bruselas, a través de sus comentaristas en los grandes medios de comunicación. Sin embargo, es muy diferente la realidad con la que uno se encuentra al visitar la Federación Rusa. Moscú es una ciudad deslumbrante que no para de crecer y embellecer su paisaje urbano, evidenciando el buen nivel de vida de los moscovitas. Sin embargo, esta realidad no se limita solo a la capital rusa. En este último viaje con motivo del foro sobre fake news, del que he regresado hace apenas unos días, pude visitar por primera vez la ciudad de Ekaterimburgo, invitado por la Sociedad rusa Znanie, para una charla con estudiantes de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Federal de los Urales. Está experiencia me dejó varias impresiones, primero encontrarme con una ciudad, que muestra al visitante, una belleza y un esplendor dignos de asombro, evidenciando una pujanza económica que envidiarían muchas capitales europeas. Por otro lado, dejaron en mí una gran impresión los estudiantes durante la charla, mostrando un gran interés, inteligencia y conocimientos, a través de sus preguntas acerca de la geopolítica en general y de la actualidad latinoamericana en particular. También podía apreciarse el interés que los jóvenes rusos tienen por el futuro de su país y las relaciones de este con el resto del mundo en el marco de la multipolaridad, así como un gran sentimiento de patriotismo.

Sin duda todo esto es una pésima noticia para el occidente decadente que pretende perpetuar un orden unipolar injusto y acabado, mientras que para Rusia no es ni más ni menos que, a mi modo de ver, la confirmación de que, no solo que no está aislada, sino que es un país líder a nivel global y que, además, tiene un gran futuro por delante.

Christian Lamesa, nacido en la ciudad de Buenos Aires en 1971.

Analista geopolítico, fotógrafo y escritor. Autor del libro “La paternidad del mal – Los cómplices de Hitler”.

Nominado al premio de la Sociedad Rusa “Znanie” (Российское общество «Знание») como “Educador extranjero del año 2023”

Embajador en la República Argentina de la Sociedad Rusa “Znanie” (Российское общество «Знание»)

En YouTube: La verdadera política con Christian Lamesa

Posted on Leave a comment

Выступление С.Лаврова: «Украинский кризис. Глобальное информационное пространство» (2)

Окончание

Давайте вспомним ситуацию с Дж.Ассанжем. Она является растянувшейся на долгие годы травлей. Это могли видеть все. Эту правду скрыть не удалось. Она стала яркой иллюстрацией того, что уготовано идейным оппонентам Запада. Урок всем несогласным. Показательно, что несмотря на многие разногласия с мнением Дж.Ассанжа как журналиста-расследователя, Россия чуть ли не единственная страна, которая последовательно возвышала голос в его защиту. В то время, как все поборники свободы слова, «правозащитники» ни единого слова за него не замолвили.

Такие структуры, как ЮНЕСКО, ОБСЕ, Совет Европы обязаны в соответствии со своими уставными документами обеспечивать порядок в сфере защиты как прав человека в целом, так и безопасности журналистов. За последние годы они доказали свою полную беспринципность и недееспособность. Их молчание и бездействие, а по сути потворство преступному киевскому режиму приводит к новым человеческим жертвам.

Наше министерство регулярно выпускает доклады о преступлениях киевского режима. Убежден, что Вы можете с ними ознакомиться и проинформировать соответствующим образом свои столицы о содержащихся в них фактах.

Беспокоит ситуация в международных организациях, чьи секретариаты по сути дела приватизированы Западом. Посмотрите на ситуацию в Секретариате ООН. Все ведущие должности, включая Генерального секретаря, его заместителей по политическим вопросам, миротворчеству, безопасности занимают страны-члены НАТО.

Мы не раз ставили вопрос о том, чтобы страны Мирового большинства получили более справедливую представленность во всех международных организациях. Это касается и ООН, и МВФ, и Всемирного банка. Но пока ситуация весьма плачевная.

Никакие информационные войны, ложь и «фейки» не помогут неонацистскому киевскому режиму. Цели и задачи специальной военной операции будут реализованы. Президент России В.В.Путин неоднократно подчеркивал, что мы неизменно отдаем предпочтение мирным, политико-дипломатическим средствам. Но любое урегулирование украинского конфликта не будет прочным и долговременным, если не удастся устранить его первопричины. К ним, прежде всего, относятся: создание долговременных угроз безопасности России на западном направлении путем расширения НАТО, попытки поглотить Украину Североатлантическим альянсом, систематические действия киевского режима по истреблению прав русских и русскоязычных граждан собственной страны путем законодательного запрета образования на русском языке на всех стадиях (начиная с начального и завершая высшим), запрета средств массовой информации, вещающих на русском языке, запрета культурных мероприятий на Украине, как и в гитлеровской Германии, из библиотек выкидывают книги на русском языке и сдают их в макулатуру.

Говоря о первопричинах, хотел бы привлечь внимание к инициативе Председателя КНР Си Цзиньпина о глобальной безопасности. Она была выдвинута в феврале 2023 г. и посвящена принципам, которые необходимо соблюдать при подходе к любым конфликтам.

Один из главных принципов этой глобальной инициативы в области безопасности заключается в том, что в любом конфликте усилия должны быть направлены на выявление и устранение его первопричин.

Обращаюсь с призывом ко всем нашим друзьям, представленным здесь. Когда продвигаются инициативы, связанные с добрыми намерениями, со стремлением положить конец военной конфронтации вокруг Украины, просьба учитывать в полной мере это мудрое требование инициативы о глобальной безопасности, которую выдвинул Председатель КНР.

Убеждены, что в любой ситуации необходимо действовать строго на основе международного права. В этой связи хочу обратить внимание, что множество идей, которые рассказываются в том числе и на Западе, содержат требования урегулировать конфликт на основе международного права и обеспечения территориальной целостности. Такой же позиции придерживается и Генеральный секретарь ООН А.Гутерреш.

Но если мы говорим о международном праве, Уставе ООН и содержащихся в нем принципах, то там упомянута не только одна территориальная целостность. Еще есть право наций на самоопределение. Именно оно стало международно-правовой основой процесса деколонизации, прежде всего, Африканского континента. Так же, как в колониальную эпоху народы Африки не хотели жить под началом колонизаторов, не представлявших их интересы. Точно так же нынешний киевский режим не представляет интересы большого количества граждан Украины и территорий, воссоединившихся с Российской Федерацией путем референдума.

Этого забывать не надо. Потому что тот же Генеральный секретарь ООН А.Гутерреш призывает руководствоваться Уставом ООН и резолюциями Генеральной Ассамблеи, которые Запад, «выламывая руки» многим странам, путем голосования протащил в пользу украинского режима, оправдывая его преступления, включая государственный переворот десять лет назад. Но если Генсек ООН предлагает руководствоваться в том числе резолюциями Генеральной Ассамблеи, то есть и та, которая была принята консенсусом. Она называется Декларация о принципах международного права, касающихся дружественных отношений и сотрудничества между государствами в соответствии с Уставом Организации Объединенных НацийЭто большой документ, подробно разбирающий принципы Устава ООН. Там прямо сказано, что все обязаны уважать территориальную целостность государств, чьи правительства уважают право нации на самоопределение и в силу этого представляют все население, проживающее на соответствующей территории.

Кто может пытаться доказывать, что киевский режим представляет интересы русских и русскоязычных граждан Украины? Вспомните, как осенью 2021 г. еще до начала специальной военной операции В.А.Зеленский в интервью на вопрос, что он думает в контексте Минских договоренностей о людях по ту сторону линии соприкосновения, ответил, что «бывают люди, а бывают существа». В другой раз он посоветовал тем, кто живет на Украине и ощущает себя причастными к русской культуре, ради будущего своих детей и внуков убираться в Россию. Что это? Это говорит президент, претендующий на представительство всего населения той Украины, которая была в границах в 1991 г.? Нет, конечно.

Самое главное, в Уставе ООН до того, как упомянуто право наций на самоопределение, территориальная целостность и необходимость все это уважать, в первой статье содержится требование уважать права человека. Вы хоть раз слышали, чтобы наши западные коллеги, говоря об Украине, принимая «кучу» документов в «Группе семи», в Евросоюзе и в альянсах упомянули про права человека? А в Уставе ООН прямо сказано, что необходимо уважать права человека независимо от расы, пола, языка и религии.

Про язык я уже сказал. Русский язык запрещен законодательно. И все молчат. Запад по поводу и без в любой другой ситуации во главу угла ставит права человека. А тут просто молчит, как у нас говорят, «как рыба».

Право на религию киевским режимом тоже растоптано. Недавно принят закон, запрещающий каноническую Украинскую православную церковь.

Когда наши друзья из самых добрых побуждений выступают с инициативами урегулировать конфликт на основе международного права и Устава ООН, мы просим, чтобы это предполагало не какой-то один, а все принципы во всей их полноте и взаимосвязи. Тогда это будет по-честному и покажет всем, что мы хотим разбираться с первопричинами конфликта.

https://nnils.livejournal.com/5722886.html

Posted on Leave a comment

Tras el triunfo de Trump, Daniel orienta¡ A mantenernos alertas y unidos!

https://www.visionsandinista.net/2024/11/20/a-mantenernos-alertas-y-unidos

sandinista — 20 noviembre, 2024 

Tras el triunfo de Trump, Daniel orienta¡A mantenernos alertas y unidos!

Mạnuel S. Espinozạ 2. (*)

En sus discursos mas recientes desde julio a noviembre de este año, el comandante Daniel Ortega ha mantenido una postura correcta de fuerte crítica hacia la política exterior de Estados Unidos, especialmente en torno a su influencia y participación directa en los conflictos internacionales actuales, lo que nos dice que debemos de estar siempre atentos a su conducta internacional.

El 19 de julio de 2024, el presidente Ortega acusó a EEUU de continuar con prácticas imperialistas, condenando tanto su apoyo militar en Ucrania como su respaldo a Israel en su guerra de exterminio contra el pueblo palestino. Daniel aclaró que estas intervenciones son ejemplos de cómo EEUU y sus aliados europeos usan recursos públicos para fomentar guerras en lugar de apoyar las necesidades de sus propios pueblos.

En esa ocasión, denunció a Estados Unidos de actuar como “imperialista” al intentar desestabilizar gobiernos en la región que no se alinean con sus intereses. Destacó que Nicaragua y otros países como Cuba y Venezuela continúan resistiendo las presiones de Washington, y afirmó que “la verdadera libertad y soberanía de los pueblos latinoamericanos están siendo atacadas” debido a la intromisión de EEUU en sus políticas internas y el uso de sanciones para influir en sus decisiones.

El 26 de agosto de 2024, durante la 11ava reunión extraordinaria del ALBA-TCP, el presidente Ortega reiteró que Nicolás Maduro es el presidente legítimo de Venezuela, haciendo un llamado a respetar los resultados de las elecciones de julio. En este evento también subrayó la unidad de los países de la ALBA en su rechazo a las “imposiciones de intereses extranjeros”, destacando la importancia de la defensa de la soberanía y estabilidad de la región frente a lo que denominó una reaparición del fascismo en América Latina.

El 2 de septiembre de 2024, durante la conmemoración del aniversario de fundación del Ejército nicaragüense, criticó nuevamente a Washington, subrayando cómo sus políticas de “doble estándar” apoyan a supuestas democracias solo cuando favorecen a sus intereses geopolíticos. Mencionó que el tráfico de drogas en América Latina es una consecuencia directa del consumo del mercado estadounidense, sugiriendo que la demanda de drogas en EEUU es una causa central de los problemas en la región.

El 3 de septiembre 2024, de igual manera en un evento en apoyo a Venezuela, el comandante Ortega reforzó su postura al condenar lo que considera una “política de dominación” por parte de la Casa Blanca en América Latina. Destacó cómo el gobierno de EEUU, en su opinión, busca manipular y sancionar a países soberanos que no se pliegan a sus intereses, y reconoció los esfuerzos de resistencia de gobiernos como el de Venezuela frente a lo que describió como una “guerra económica”.

Permanentemente Daniel comparte su visión global enfatizando que los esfuerzos de EEUU por contrarrestar a potencias emergentes, como China, son un intento de pretender mantener un dominio global. Contrapuso el rol de China en el desarrollo pacífico y económico de regiones como América Latina y África con la política de amenazas y bases militares que EEUU ha desplegado en todo hemisferio.

El Presidente de la República explicó que esta expansión militar amenaza la paz regional y mundial, y demuestra un intento de “bloquear” a países que desafían su hegemonía. Estas declaraciones destacan la siempre preocupación del comandante Ortega, sobre las acciones peligrosas de EEUU en zonas de conflicto y por todo el planeta en general.

Con esta visión global, Daniel busca fortalecer nuestra capacidad de resistencia frente a todo tipo de amenazas y acciones de presión internacional. Los últimos 8 años de política exterior USA hacia Nicaragua (2017-2021) y (2021- 2024) explican por si solo qué tipo de política exterior seguirá Donald Trump después del su triunfo en las elecciones presidenciales recién pasadas.

Administración Trump (2017- 2021)

En base a su tradicional política de intromisión en los asuntos internos del país, amparados por la Doctrina Monroe y con la excusa intervencionista de doble moral, la política exterior de Donald Trump hacia Nicaragua durante su administración estuvo marcada por una postura agresiva en contra del gobierno nicaragüense que preside el comandante Daniel Ortega. Esta política se enfocó en: sanciones económicas, restricciones diplomáticas y condenas públicas.

1. Sanciones financieras

Esta administración aplicó una serie de sanciones económicas contra altos funcionarios nicaragüenses, incluida miembros de la familia del presidente Ortega como la vice presidente de la República, compañera Rosario Murillo. Estas sanciones se implementaron en base de la Ley USA “Global Magnitsky”, que permite a Estados Unidos sancionar a personas que a ellos se les antoje en acusar de estar involucradas en corrupción y abusos contra los derechos humanos en cualquier parte del planeta.

Las sanciones incluyeron el congelamiento de ac t ivos y la p rohibic ión de realizar transacciones con entidades estadounidenses. Una serie de medidas económicas y restricciones sobre altos funcionarios del gobierno de Nicaragua buscaban presionar al gobierno sandinista para que no respondiera al intento de golpe de Estado del 2018, y buscara y tomara medidas hacia el reforzamiento de la democracia popular. Entre las sanciones claves aplicadas podemos destacar las siguientes:

*   Noviembre de 2018: Trump firmó la Orden Ejecutiva 13851, que bloqueaba los activos en EEUU de nicaragüenses. Esto incluyó a funcionarios de alto rango del gobierno.

*    Diciembre de 2018: Se aprobó en el congreso yanqui la “Ley NICA Act” (Nicaragua Human Rights and Anticorruption Act), la cual limitó el acceso de Nicaragua a financiamiento de instituciones internacionales, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

*    Marzo de 2019: Nuevas sanciones se em itieron contra miem bros clave del gobierno, congelando en EEUU y prohibiendo a ciudadanos estadounidenses realizar transacciones con ellos.

*   Noviembre de 2019: El Departamento del Tesoro designó a varias entidades financieras de Nicaragua bajo la Orden Ejecutiva 13851, bloqueando sus fondos y limitando su acceso a los mercados financieros internacionales, lo que afectó a importantes instituciones financieras nicaragüenses.

*    Diciembre de 2020: Sanciones adicionales se dirigieron hacia el círculo cercano del presidente Ortega, incluyendo a familiares directos y asesores políticos, como respuesta a un mayor proceso de reordenamiento juridico en Nicaragua, que le cortaba el accionar intervencionista a la Casa Blanca, a lo que la política USA deliberadamente califica como continua represión y falta de reformas democráticas en el país.

La política exterior de Estados Unidos hacia Nicaragua en este periodo, se centró en aplicar una “estrategia de presión máxima” orientada a debilitar el rendimiento del gobierno que preside el comandante Ortega Saavedra. Sobre todo, ante la respuesta gubernamental gradual y creciente después del intento fallido de golpe de Estado del 2018, que fue dirigido y financiado por agencias de asistencia gubernamentales norteamericanas un año después de la llegada de Trump a la Casa Blanca.

Bajo esta “estrategia de presión máxima”, el gobierno de Trump adoptó una serie de sanciones económicas dirigidas a altos funcionarios y entidades del gobierno nicaragüense. Estas sanciones, respaldadas por la Ley NICA-Act y ejecutadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), buscaban aislar económicamente al gobierno nicaragüense, restringir el acceso al financiamiento internacional y dificultar las operaciones financieras.

Con dichas sanciones, el objetivo final era que se le permitiera a su quinta y sexta columna mantenerse intactas en la política nacional para procurar al final la desestabilización y derrocamiento del gobierno sandinista, y así poner al gobernante que la administración Trump quisiera.

Administración Biden (2021- 2025)

Para presionar al gobierno nicaragüense, a través de medidas conjuntas y declaraciones diplomáticas, la administración Biden también impulsó la Ley imperial RENACER en 2021, que endureció las restricciones económicas contra el país. Ambas administraciones compartieron el objetivo de, como paladines de la libertad global, restaurar la democracia en el país, aunque con enfoques diferentes en la implementación y alcance de su política agresiva.

La Ley RENACER también exige una mayor cooperación del Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro con instituciones financieras internacionales, para restringir el acceso de Nicaragua a préstamos y financiamiento. Aprobada en noviembre de 2021 (Ley Pública No. 117-54), esta ley autoriza al presidente a imponer, imperialmente y fuera del derecho internacional, sanciones sobre sectores específicos de la economía nicaragüense.

Durante este periodo Washington ha mantenido un curso de postura agresiva crítica hacia el gobierno de Nicaragua, con una estrategia de presión más coordinada con sus aliados internacionales. Biden continuó aplicando sanciones económicas, poniendo mayor énfasis en acciones de ataque en la diplomacia multilateral, trabajando en conjunto con la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE).

La política exterior de la administración de Joe Biden hacia Nicaragua se ha enfocado hasta hoy en intensificar las sanciones y medidas restrictivas, a través de órdenes ejecutivas y acciones del Departamento del Tesoro. Con estas los Estados Unidos han implementado sanciones sobre sectores claves de la economía nicaragüense, como el oro, y ha ampliado la posibilidad de sanciones adicionales en otros sectores si ellos consideran imperialmente que fuera necesario.

Además, arbitrariamente se han impuesto restricciones de visado a cientos de funcionarios del gobierno nicaragüense, incluyendo personal militar, judicial y universitarios.

Otra área importante del accionar de la administración Biden, ha sido la presión sobre la cooperación entre Nicaragua y Rusia. En el contexto de la guerra en Ucrania, Estados Unidos ha expresado su preocupación por presencia militar rusa en Nicaragua y las votaciones a favor de Rusia en la ONU. A nivel migratorio, el gobierno de Biden también ha tratado de vincular al gobierno en el tráfico de migrantes.

Un desglose detallado de las principales acciones de política exterior de la administración Biden hacia Nicaragua integra:

1. Órdenes ejecutivas y leyes específicas

La Orden Ejecutiva 13851, emitida por primera vez en 2018 con Trump, fue reforzada en 2021 con Biden. Esta orden se utilizó para bloquear los activos de nicaragüenses y entidades del gobierno nicaraguense. Bajo esta orden, el Departamento del Tesoro expandió las sanciones para incluir a los más altos funcionarios del gobierno.

2. Sanciones del Departamento del Tesoro

Octubre 2022. Sancionó a empresas claves en el sector del oro, como la “Empresa Nicaragüense de Minas” (Eniminas). Estas sanciones buscan limitar los ingresos del gobierno sandinista provenientes del oro, uno de los productos de exportación más lucrativos del país.

Mayo 2023. Centro de entrenamiento militar ruso en Managua. El Tesoro designó este centro como una entidad sancionada, debido a su papel en el entrenamiento de la Policía Nacional de Nicaragua. Este centro es considerado un instrumento que también afecta la seguridad regional.

3. Medidas migratorias

Restricciones de visado. En un esfuerzo continuo desde 2021, el Departamento de Estado ha restringido visados para más de 1,400 personas relacionadas con el gobierno nicaragüense, incluyendo jueces, militares, policías y familiares de altos funcionarios.

Estas acciones descritas anteriormente reflejan la intención de la administración Biden de limitar tanto el poder económico como la capacidad operativa del gobierno nicaraguense mediante sanciones, presión diplomática y restricciones en los sectores económicos y de seguridad. A través de estas medidas, EEUU busca respaldar a su base de apoyo de la oposición política en Nicaragua que promueve sus intereses de política exterior y que, eufemísticamente, la denomina “la sociedad civil” que debe derrocar al gobierno.

Si Kamala Harris habría triunfado, veríamos un continuismo en la política implementada por Joe Biden, pues le sirvió como vice presidente. Desde luego, habrán nuevas acciones agresivas según la coyuntura internacional y electoral en Nicaragua en el 2025.

Con Donald Trump tras las elecciones de 2024, es mas que probable que su política exterior hacia Nicaragua siga una línea de dureza similar a la que implementó durante su primera administración, y manteniendo y haciendo mas duras las acciones que queden en vigencia de la administración Biden.

Las proyecciones para una política exterior de Trump hacia Nicaragua podrían incluir los siguientes elementos clave:

1. Incremento de sanciones económicas

Sanciones más amplias en sectores económicos estratégicos. Trump podría endurecer las sanciones económicas, especialmente en sectores como la minería (oro y otros recursos), el petróleo y los servicios financieros. Durante su administración previa, Trump ya había impuesto sanciones contra altos funcionarios y entidades vinculadas al gobierno nica, y su política en 2025 podría extender esas sanciones para bloquear cualquier apoyo económico internacional.

Reducción del financiamiento externo. Trump también podría buscar presionar aún más a las instituciones financieras in t ernacionales, par a c ortar el financiamiento a Nicaragua. Esto podría significar esfuerzos adicionales para que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos suspendan préstamos a Nicaragua.

2. Fortalecimiento de la alianza en seguridad regional

Despliegue de una postura más agresiva contra las relaciones con Rusia y China. En el contexto de la cooperación militar entre Nicaragua y Rusia y que ésta pueda ampliarse con China, Trump probablemente consideraría estas alianzas como una amenaza para la estabilidad regional y un punto de presión en su política exterior. Trump podría a presionar a otros países en América Latina para que reduzcan sus lazos con Nicaragua, especialmente en asuntos de seguridad.

Aumento de restricciones a funcionarios nicaragüenses. Trump, al igual que Biden, podría expandir las restricciones de visado y sanciones personales, ampliando la lista de funcionarios del Estado. Esto incluiría a jueces, militares, oficiales de policía y otros, en un esfuerzo por aislar y bloquear el acceso a recursos fuera de Nicaragua.

3. Apoyo directo a la oposición

Financiamiento y apoyo diplomático a la oposición. Trump podría restablecer e incrementar programas de ayuda a la oposición, quinta y sexta columna nicaragüense, bajo la premisa de promover la democracia y los derechos humanos. Esto podría traducirse en más recursos destinados a ONGs que monitorean los derechos humanos, y medios de desinformacion masiva en las redes sociales con bases fuera del país y dentro de los EEUU.

Visibilidad y condena a nivel internacional. Con un enfoque más directo en el tema sobre los derechos humanos, Trump podría intensificar las críticas al gobierno en foros internacionales, buscando formar alianzas con otros gobiernos de América Latina y Europa, para coordinar medidas agresivas intervensionistas en conjunto.

Restricciones migratorias

Enfoque en la migración y seguridad fronteriza. La Casa Blanca con Trump probablemente intensificaría las medidas migratorias y de control fronterizo, más estrictos para los ciudadanos nicaragüenses, así como la amenaza o expulsion masiva de nicas desde los EEUU.

En general, la nueva administración de Trump será probablemente aún más dura con Nicaragua, priorizando una política de aislamiento económico, político y fortalecer mediante sanciones y alianzas estratégicas con otros países en la región.

El comandante Daniel Ortega nos advierte siempre sobre una realidad cruda que gane uno u otro la Casa Blanca, ¡la amenaza imperial siempre estará latente!

(*) Director del Centro Regional de Estudios Internacionales CREI.

Posted on Leave a comment

La partición del Sahara Occidental ¿solución realista del conflicto?

– 

Por: Jorge Saponaro (Argentina) Distinguido analista Internacional colaborador del CREI

https://estrategiaydefensadelsigloxxi.blogspot.com/2024/11/la-particion-del-sahara-occidental.html?spref=fb&fbclid=IwY2xjawGeDsRleHRuA2FlbQIxMQABHUUDA_VAoirP06tNzZSHintgH6YodSy63IglLYinbQzGHSNV23xpfocgNA_aem_sqs9VuRJOJq4aaIpo4xyJw&m=1

El Enviado del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sahara, Staffan de Mistura, en una sesión a puerta cerrada en el Consejo de Seguridad, planteó la idea de la partición del Sahara Occidental como propuesta de solución del conflicto. Rápidamente el Frente Polisario mostró su oposición a la idea. Esto no es algo nuevo, en 2002, durante la gestión de Koffi Annan como Secretario General de Naciones Unidas.

Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Director de Diario El Minuto para Argentina

Las Naciones Unidas intentaron aplicar la “receta” de la partición, en el caso del Mandato de Palestina. La resolución 181 de 1947, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, dio paso al denominado “Plan de Partición con Unión Económica”.  En su momento fue creada la UNSCOP, el Comité Especial para Palestina, compuesto por once países, donde las grandes potencias no estaban representadas, con el objetivo de dar el mayor marco de neutralidad.  El resultado fue la propuesta de crear en el territorio del Mandato Británico de Palestina, dos estados (árabe y judío) y un territorio bajo administración internacional (Jerusalén).  El plan fracasó por la oposición de la Liga Árabe y del propio Reino Unido que por razones políticas no quería asumir el costo de implementar el plan. Sin entrar en debate, el proyecto naufragó por la falta de consenso entre los actores involucrados.

El proceso de paz del Sahara Occidental murió formalmente luego de los incidentes de Guerguerat en 2020, cuando Marruecos violó abiertamente el denominado Acuerdo Militar Nro. 1 en el marco del Plan de Arreglo de 1991. El desalojo violento de manifestantes saharauis por parte de fuerzas marroquíes, sepultaron definitivamente un plan de paz que solo existe en el papel. Rabat se ha negado sistemáticamente a cumplir con lo acordado en materia de realizar el censo para el referéndum de autodeterminación; la reducción de la presencia militar en las zonas ocupadas; la posibilidad que los saharauis puedan visitar sus familiares en los territorios ocupados; el silencio ante el reclamo por los prisioneros de guerra saharauis desaparecidos en manos marroquíes. Este comportamiento ha sido tolerado por Francia, principal aliado de Rabat; Estados Unidos; y España, que para Naciones Unidas es la potencia administradora de iure.  El conflicto quedó congelado por décadas, a pesar de las flagrantes violaciones a los derechos humanos por parte de la potencia ocupante, el veto francés ha impedido que la misión de las Naciones Unidas en el terreno – MINURSO – tuviera facultades en materia de derechos humanos, un hecho excepcional si lo comparamos con otras misiones de paz.

De Mistura. Enviado personal del SG de la ONU para el Sahara Occidental 

La farsa del Plan de Autonomía

En 2003 el gobierno marroquí presentó el Plan de Autonomía como única salida al conflicto. Tanto España como Francia fueron funcionales a un proyecto, ilegal, desde el punto de vista del derecho internacional. El fundamento que negaba a los saharauis elegir su propio destino y “legalizar” la anexión del Sahara Occidental.

Marruecos es potencia ocupante en los términos del Derecho Internacional Humanitario y por ende tiene la obligación de aplicar el derecho previo a la invasión (art. 43 del Reglamento de La Haya y 64 de la IV Convención de Ginebra). Las únicas normas que puede dictar es a los efectos de mantener el orden e impedir abusos hacia la población civil. Desde la invasión marroquí al Sahara Occidental, las instituciones y legislación existente, fueron reemplazadas por normas impuestas por Rabat. Asimismo, la llegada de colonos, es una flagrante violación al artículo 49 de la IV de los Convenios de Ginebra

La anexión marroquí del territorio saharaui, está en contravención art. 43 del Reglamento de La Haya de 1907, y 64 del IV Convenio de Ginebra. Por lo tanto, es abiertamente ilegal aceptar el Plan de Autonomía en los términos fijados por Rabat, no es más que legitimar o avalar la violación del derecho internacional, además de los derechos humanos de los saharauis.

La vaguedad de la propuesta marroquí sobre el “plan de autonomía” llevó al propio De Mistura a cuestionarlo al señalar: “ya es hora de que Marruecos explique su plan de autonomía”. Esto pone en evidencia que estamos ante una de las tantas maniobras dilatorias del régimen marroquí para vulnerar el derecho internacional y llevar a cabo su proceso de asimilación de las zonas ocupadas.

España rehén de la política del majzén, no hace más que ceder a las presiones, posiblemente para evitar un conflicto de mayores proporciones que pongan en riesgo las ciudades españolas de Ceuta, Melilla y las plazas de soberanía. Esta política de contención, desde la perspectiva de Madrid, no es más que una claudicación, donde se ve comprometidos sus intereses nacionales.

De Mistura (ONU), Bourita (Marruecos) y Bechraya al Bashir (Polisario)

El derecho está del lado de los saharauis.

La Corte Internacional de Justicia, en noviembre de 1975, fue contundente al señalar en su dictamen – pedido por Marruecos y Mauritania – que el Sahara Occidental, nunca fue parte de dichos países.

El dictamen del Secretario General Adjunto para Asuntos Jurídicos de las Naciones Unidas, en 2001, Hans Correll, fue clave en materia de la cuestión de los recursos naturales, donde señaló que la titularidad de estos, es el pueblo saharaui.  El Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea en una serie de fallos que podemos denominar “históricos” fue claro al señalar que el Sahara Occidental es una entidad distinta de Marruecos, y por ende no le pertenece. Ratificando que el pueblo saharaui es el titular de los derechos sobre los recursos naturales existentes en su territorio como el espacio marítimo circundante.

La realpolitik se impone y los fallos judiciales, como las resoluciones de las Naciones Unidas donde claramente dejan en claro el estatus del Sahara Occidental. No obstante, la Unión Europea mira hacia otro lado ante las violaciones de derechos humanos contra el pueblo saharaui; Estados Unidos sigue siendo un proveedor de armamento avanzado junto a Francia; España avala el plan de autonomía que busca imponer Rabat.

En este contexto encontramos a la República Árabe Saharaui Democrática, proclamada en febrero de 1976. Tiene todos los elementos para ser considerado un estado: gobierno, territorio y población (más allá que gran parte vive exiliada); es reconocida por ochenta países y es miembro fundador de la Unión Africana.  Esto nos lleva a reflexionar que estamos ante la realidad de un estado que tiene gran parte de su territorio ocupado por otro actor.

Las contradicciones en el plano jurídico de Marruecos en lo atinente al Sahara Occidental, no se agota solo en el tratado con Mauritania de 1976, desconocer el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de 1975, sino al incorporarse a la Unión Africana en 2017, Rabat aceptó las condiciones de ingreso, entre otras cosas de aceptar la integridad territorial de los estados miembros (entre ellos la República Saharaui).

Desde diferentes perspectivas, sea el Sahara Occidental como Territorio No Autónomo o como Estado, estamos ante una ocupación ilegal. La falta de consensos por parte de determinados actores de la escena internacional, impide lo que dice claramente el derecho, sea respetado.

La partición del Sahara ¿ficción o realidad?

La propuesta de la partición del territorio, no es nueva, debemos remontarnos durante la gestión de Koffi Annan como Secretario General de las Naciones Unidas en 2002.  Marruecos se opuso de plano y por medio de una política de intransigencia absoluta, busca desgastar políticamente al Frente Polisario, bloquearlo a través de maniobras diplomáticas, todo ello acompañado por una campaña de represión en las zonas ocupadas y una asimilación acelerada a través de la llegada de colonos.

Marruecos aceptó la partición del territorio en su momento, cuando firmó el Tratado de Delimitación de las Fronteras Estatales en abril de 1976, con Mauritania dividiéndose el Sahara Occidental. La derrota mauritana frente a las fuerzas saharauis y la evacuación del Río de Oro, los marroquíes, ocuparon la región y el tratado suscripto se transformó en letra muerta.  Este hecho fue condenado por las Naciones Unidas, por medio de la resolución 34/37 de 1979.

Adherimos a la opinión dada en su momento por el reconocido académico experto en el conflicto del Sahara Occidental, Dr. Carlos Ruiz Miguel, que la partición podría ser una solución, donde ambas partes tienen que hacer concesiones recíprocas. Nadie sale ganando. Políticamente para Marruecos puede seguir con su “relato” sobre la “marroquinidad” del Sahara para su frente interno, para el caso saharaui dar por finalizado el conflicto y recuperar parte del territorio ocupado.  España se vería beneficiaria, al haber dos actores con frente marítimo frente a Canarias, lo que facilitaría la cuestión de la delimitación de la plataforma continental, acuerdos pesqueros, control de migraciones. Cabe destacar en el caso de la República Saharaui, Madrid tendrá un vecino sin aspiraciones expansionistas. En el ámbito regional, generaría mayor nivel de seguridad para Mauritania y Argelia, al existir un estado “tapón”, el estado saharaui.

La propuesta de partición, en el marco de nueva edición impulsada por De Mistura, obliga a la Moncloa, aceptarla, en atención que el titular español de exteriores, Albares y el mismo jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, manifestaron públicamente que apoyaban los esfuerzos del Enviado Personal. Vale la pena recordar, que España apoya abiertamente la solución de dos estados para el conflicto palestino israelí (por lo tanto, aceptar la partición del territorio en disputa), no apoyar una solución de este tipo para el caso del Sahara Occidental, es una verdadera incongruencia.

Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, señaló que respalda la labor del Enviado Personal del Secretario General de la ONU, De Mistura. Por lo tanto, dicho país no puede permanecer ajeno a la propuesta de partición y es una suerte de “seguro” ante una posible reedición de la propuesta de Trump de reconocer la ocupación marroquí. 

El camino para alcanzar un acuerdo, que implique la división de las zonas ocupadas entre Marruecos y la República Saharaui, solo es factible, si Rabat reconoce como actor al Frente Polisario/República Saharaui, y con participación activa de actores regionales (Argelia y Mauritania) como fuera de ella (España y los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU). Alcanzar este tipo de consensos, dado el panorama internacional, es poco probable en el corto plazo.

El creciente enfrentamiento de Estados Unidos y sus aliados frente a Rusia y China, paraliza al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, institución clave para hacer cumplir las resoluciones aplicables al Sahara Occidental. Creemos que el camino a seguir en este panorama tan complejo, es avanzar en el reconocimiento de la República Saharaui como estado observador de la ONU, movilizando la opinión del Sur Global. Desde el punto de vista político, la opinión pública internacional, tomaría nota que la situación del Sahara Occidental, es la de un estado ocupado y por ende, cualquier proceso de negociación y/o propuesta de solución de la conflicto, debe tener al gobierno saharaui como parte de ella y garantizando la existencia de la República Saharaui como estado.