Posted on Leave a comment

Macedonia del Norte ¿nuevo socio de la Unión Europea? Por: Jorge Alejandro Suárez Saponaro (Argentina) DAC-CREI

Distinguido Analista Internacional del CREI

Imagen de portada

​En julio de 2022, el gobierno de Macedonia del Norte y la Unión Europea, firmaron una serie de acuerdos, que abre el proceso para que dicho país se integre como socio de la UE. Macedonia del Norte es candidato oficial a ingresar al bloque europeo desde 2005. El camino que exige Bruselas implica cambios en la Constitución, limar algunas asperezas con Bulgaria, además de llevar a cabo reformas en materia de calidad institucional y económica

La historia de Macedonia del Norte está vinculada a la región griega de Macedonia. En el siglo VI, el país estaba en manos bizantinas, y fue poblada por tribus eslavas, que, junto con avaros y búlgaros, participaron en saqueos y ataques fronterizos. Macedonia fue objeto de disputas y cambio de manos muchas veces. Destacándose la formación del primer imperio búlgaro, hacia mediados del siglo IX. Los búlgaros se eslavizaron en lengua y cultura, agregándose la presencia de San Cirilo y San Metodio, que introdujeron el alfabeto cirílico difundido en varios países eslavos. El monasterio de Ohrid fue un centro religioso de suma importancia. Los bizantinos regresaron a la región en el siglo XI. Bizantinos, búlgaros y serbios se disputaron las tierras macedonias. Skopje, capital del país, fue también la del imperio serbio, lo ha sigo argumento de los nacionalistas de Belgrado de reclamar Macedonia del Norte. La disolución del imperio serbio en el siglo XIII, Macedonia del Norte estuvo gobernada por dinastías serbias. El sector occidental del país estuvo controlado por familias nobles albanesas. Los príncipes albaneses se opusieron tenazmente a la invasión otomana. En territorio macedonio se libraron importantes batallas hasta que el país quedó en manos otomanas. En el sector oriental, gobernaba el príncipe Marko, vasallo de los turcos, pero que conservó cierto grado de autonomía hasta su muerte en la batalla de Rovine en 1395.

Macedonia del Norte formó parte del imperio otomano por cinco siglos. La creación de una identidad nacional fue tardía, dado que los viajeros que recorrían el país a fines del siglo XIX, consideraban a sus habitantes “búlgaros” dado que desde el punto de vista del idioma y cultural, tienen puntos en común. Gran parte de la población era campesina, sometida a terratenientes turcos o de aquellas familias que adoptaron el islam, por mero oportunismo, a fin de evitar pagar impuestos. El valle del río Vardar, centro del país, fue liberado por la guerra ruso turca de 1877-78, y quedó en manos de Bulgaria. El despertar nacionalista fue tardío, a fines del siglo XIX, fue creado el Comité Revolucionario Búlgaro Macedonia-Adrianópolis, fundado en 1893 y más tarde transformado en SMORO. En 1903 fue conocido como IMORO, dado que el Comité se transformó en Sociedad Secreta. Esta organización en dicho año, creó la efímera república Kruševo. La experiencia fue ahogada brutalmente por tropas otomanas. En 1908 la política de los Jóvenes Turcos de promover la inmigración de musulmanes desde Bosnia a Macedonia, la mayor represión cultural y la represión y los abusos, abrieron las puertas para un auge de un sentir nacionalista mucho más vigoroso. Macedonia del Norte fue conquistada por Serbia en la Primera Guerra Balcánica en 1912. El sector ocupado por los griegos, durante la década del 20 sería sometido un proceso de helenización, con la llegada de millares de refugiados griegos que huían de Asia, luego del acuerdo de Lausana, tras la derrota griega en la guerra con Turquía. Los búlgaros ocuparon el país en la Segunda Guerra Balcánica y en la Primera Guerra Mundial, dado que esta última contienda, eran aliados de las Potencias Centrales, lideradas por Alemania.

En 1918, con el fin de la llamada Gran Guerra, Macedonia del Norte, quedó integrada al Reino de Serbios, Croatas, y Eslovenos, después llamado Yugoslavia. Los territorios macedonios fueron administrados directamente por Belgrado. Las escuelas rumanas, búlgaras, y griegas fueron cerradas. Se impuso el serbio como idioma oficial. En 1934, el rey Alejandro que gobernó de manera dictatorial, fue asesinado por un grupo radicalizado macedonio, la Organización Revolucionaria del Interior de Macedonia. La Segunda Guerra Mundial impuso nuevos cambios. Tropas italianas anexaron distritos del oeste, poblados por albaneses, que se incorporaron al antiguo reino de Albania, ahora en manos de Italia. El resto del país fue ocupado por tropas búlgaras, con fuerte participación local.

En 1944 había sido proclamada el estado de Macedonia Federal Democrática. Las tropas búlgaras, a instancias de la Unión Soviética participaron de la expulsión de las tropas alemanas, junto a partisanos macedonios, que formaron en Skopie un gobierno provisional. Al adherirse a la recién creada República Federal Popular de Yugoslavia, bajo el liderazgo del mariscal Tito, aquellos considerados pro búlgaros – en verdad nacionalistas – fueron asesinados. Se estima que en 1945 miles fueron ejecutados en la sangrienta purga a instancias del Partido Comunista. El nuevo régimen promovió la creación de una identidad local, reformando el idioma macedonio. Las tensiones con Grecia estuvieron marcadas por la guerra civil 1944-49, donde macedonios étnicos participaron del lado comunista en dicho país.

En 1991, Macedonia se proclamó independiente. Las tensiones pronto se hicieron visibles, especialmente con los albaneses que son un cuarto de la población del país. en el plano externo, Bulgaria y Grecia, fueron otros focos de conflicto. El gobierno de Sofía, reconocía la república balcánica como entidad independiente, pero a sus habitantes como búlgaros. La postura de Atenas fue más dura, exigió el cambio del nombre del país y de su bandera, al ser coincidente sus símbolos con los de la región griega homónima. El discurso griego fue mucho más duro, consideró que la nación macedonia era una invención de los comunistas y que adoptaría diversos medios para bloquear el reconocimiento internacional del nuevo país. En 1993, Macedonia ingresó como estado parte de Naciones Unidas bajo la denominación de “Antigua República Yugoslava de Macedonia”. El gobierno de Skopie, a fin de reducir tensiones, modificó la Constitución, donde establecía el deber del gobierno de defender a los macedonios fuera de las fronteras nacionales – para evitar malos entendidos con los habitantes de Macedonia griega – cambio de bandera, pero en cuanto a la denominación del país, la postura de Atenas fue inamovible. Los políticos griegos consideraban que había un falseamiento de la historia, y detrás de las intenciones de Skopie, se escondían viejos reclamos territoriales, en su momento utilizados por Tito, que llegó a reclamar la creación de una Macedonia independiente con capital en Salónica.

En 2001, el llamado Ejército de Liberación Nacional, hizo su aparición, exigiendo derechos para la población albanesa. La crisis se centró en las regiones lindantes con Kosovo, que estaba ocupado por una fuerza de la OTAN, luego de los gravísimos crímenes cometidos por el gobierno serbio al combatir la insurgencia local. Los gobiernos macedonios impusieron una serie de restricciones al uso de la bandera albanesa en edificios públicos, también se buscó extender el uso del idioma macedonio en las escuelas de mayoría albanesa. Mientras el sentimiento nacionalista albanés crecía, la OTAN se oponía a la venta de armas por parte de Ucrania a Macedonia. Este país había heredado un arsenal obsoleto, con tanques T-34 de la Segunda Guerra Mundial y algunos T-55. Solo la ayuda búlgara mejoro en algo. Kiev aceptó vender equipo militar en 1999, pero por presión de Estados Unidos, los envíos se cortaron en 2001. Estados Unidos avaló de alguna forma los reclamos albaneses e incluso políticos de esta etnia, querían proclamar una república separada, posiblemente en el marco de llevar a cabo el sueño de determinados nacionalistas albaneses de crear la Gran Albania, incluyendo a Kosovo, territorios de Macedonia, además de la propia Albania. La crisis de Kosovo, trajo aparejado la llegada de 360.000 refugiados. Las sanciones internacionales a Yugoslavia, afectaron a Macedonia, que era su principal mercado. El cierre de fábricas y el alto desempleo, generaron más problemas. Las guerrillas albanokosovares se infiltraron en Macedonia y pronto hubo decomisos de armas y detenciones. El llamado Ejército de Liberación Nacional o ELN atacó puestos policiales y militares ocasionando las primeras víctimas.

​La presión de las fuerzas de la OTAN en Kosovo, permitió reducir el contrabando de armas hacia Macedonia. En marzo de 2001, combatientes del Ejército de Liberación Nacional ingresaron a Tetovo, una ciudad mayoritariamente albanesa en tensión, luego que padre e hijo murieran en un control policial. El gobierno macedonio criticó duramente a los gobiernos de Alemania y Estados Unidos por no tomar acciones más concretas contra la agresión de las guerrillas albanesas a Macedonia. La policía y el ejército macedonios llevaron a cabo una ofensiva en marzo de 2001, expulsando al ELN. En abril los combates reanudaron, la muerte de soldados y policías en varias emboscadas, generaron disturbios en el país contra la población albanesa. El primer ministro Georgievski, anunció la movilización general y el estado de guerra. Estados Unidos se opuso a semejante medida contra el ELN. Las guerrillas inclusive llegaron a estar cerca de la capital. El conflicto escaló. En junio de 2001 finalmente se impuso el alto el fuego, luego que los macedonios llevaron a cabo una ofensiva a gran escala con medios aéreos y unidades blindadas. A pesar del alto el fuego con supervisión de la OTAN y la OSCE, las guerrillas del ELN violaron constantemente dicha disposición, atacando la población civil, con serios incidentes, incluso con torturas y maltratos. El acuerdo de Ohrid, entre los partidos políticos albaneses y el gobierno macedonio puso fin al conflicto. El ELN entregó las armas a la OTAN. El acuerdo alcanzado significó reconocer el albanés como segundo idioma, abrir mayores posibilidades para los albano–macedonios en la administración pública, la policía y el ejército. Los incidentes con elementos terroristas continuaron de manera aislada, siendo los últimos en 2015.

El 26 de febrero de 2004, el presidente Boris Trajkovski, quien lideró la gestión de la crisis con el ELN, murió en un accidente aéreo. En ese mismo año, el país se postuló para ingresar a la Unión Europea, vetada en parte por Grecia en su reclamo para que el país cambiara el nombre. El veto de Atenas, fue un verdadero condicionante para la política exterior del país, zanjado en 2018, cuando finalmente las partes llegaron a un arreglo, y la “Antigua República Yugoslava de Macedonia” se convirtió en Macedonia del Norte. En materia de política exterior, la crisis de Kosovo, abrió las puertas para la cooperación con la OTAN, que tuvo un rol importante en el proceso de paz de Ohrid. Dicha crisis retrasó el ingreso a la Alianza. El gobierno macedonio llevo a cabo reformas en la seguridad del país. En la denominada guerra contra el terrorismo, tropas macedonias, se integraron al contingente internacional en Afganistán bajo el paraguas de la ISAF. En 2003, Skpie apoyó la aventura de Washington en Irak, incluso con una modesta presencia militar. El giro pro occidental de la política macedonia era más que evidente, y el acercamiento con un actor como Estados Unidos, respondía a neutralizar de alguna manera cualquier acción perjudicial por parte de Serbia, Grecia y Bulgaria, que, a pesar de no reconocerlo abiertamente, tienen viejos reclamos sobre Macedonia. En 2022, el parlamento búlgaro abrió las puertas para que Macedonia del Norte siga su camino para ser parte de la UE. Pero todavía quedan temas pendientes que irritan las relaciones bilaterales., especialmente al considerar a los macedonios como “búlgaros” que hablan un dialecto, y que la idea de un “pueblo macedonio” es una construcción de la Yugoslavia de Tito, para romper con cualquier reclamo de Sofia. Asimismo, dicho gobierno exige a Macedonia del Norte, modificar la historia oficial, al mostrar la ocupación búlgara de 1941, como una invasión fascista. Es indudable que ciertos rasgos de irredentismo posiblemente subsista en la política búlgara, mientras que Skopie busca construir un relato que permita dar legitimidad a la idea de una “Nación Macedonia”.

Rebeldes albaneses patrullan la aldea de Radusa. Créditos: Fehim Demir/EPA/Shutterstock

En 2008 bajo la batuta del primer ministro Nikola Gruevski, de tendencia nacionalista, el país se embarcó una activa política de diplomacia económica, con el objetivo de atraer inversiones. Esto incluyó medidas como reformas en la ciudad de Skopie, para que sea más atractiva para los visitantes. Se inauguraron monumentos, algunos recordando la figura de Alejandro Magno, con una suerte de búsqueda de conexión de la historia del país, con el antiguo rey helénico. Esto desató la ira de Grecia nuevamente. En la idea de reforzar la identidad del país, generó tensiones con las minorías nacionales que son el 36% del censo del país (albaneses, serbios, roma, y turcos). Las inversiones realizadas en la capital, no exento de cuestionamientos por corrupción, generó críticas dentro y fuera del país, dado que, en 2014, el 27% de los macedonios eran pobres y el desempleo trepaba el 26%.

En 2019 el país inició la etapa de incorporarse a la OTAN, luego de superar el veto griego, formalizado en 2022. Skopie, sin ninguna duda al incorporarse a la Alianza del Atlántico, convierte sus competidores geopolíticos como son Bulgaria y Grecia, en socios. La situación con la población albanesa, más allá del Acuerdo de Obrid, no impide que el “virus” del nacionalismo vuelva a activarse, dado que los dirigentes de Kosovo, no ocultan la idea de una Gran Albania. Por otro lado, el ingreso de Macedonia del Norte a la OTAN, permite a Estados Unidos consolidar su influencia en un área de alto valor estratégico como son los Balcanes. Esta región, es objetivo de intereses chinos y rusos. En el caso de Pekín, tiene un rol importante en el marco de la Ruta de la Seda. No en vano han realizado fuertes inversiones en Serbia y su influencia en Montenegro también es creciente.

El 27 de marzo de 2020 Macedonia del Norte entra en la OTAN.

En enero de 2022, el parlamento eligió como nuevo primer ministro al socialdemócrata Dimitar Kovacevski, un ex viceministro de Finanzas, quien reemplazo a Zorav Zoev, quién había perdido las elecciones municipales de 2021, unido con el desgaste sufrido por los escándalos de corrupción. En 2019, el puntaje asignado por Transparencia Internacional era de 39, ubicándose en el puesto 87 de 180 países relevados. Si quieren ser parte de la UE, en esta materia, les queda un largo camino. Otro serio problema, es la base étnica de los partidos políticos, que obliga a la formación de gobiernos de coalición, evitando crear tensiones o la interpretación del dominio de los eslavos sobre los albaneses, la principal minoría nacional. En materia religiosa también hubo tensiones, especialmente con la iglesia serbia. Desde 1967, la iglesia macedonia es autocéfala, seguramente en consonancia con la idea de la construcción de una identidad macedonia separada, no solo de Bulgaria, sino también de Serbia. Recién en 2022, hubo un tímido acercamiento con la iglesia serbia.

​Macedonia del Norte, enfrenta una crisis derivada del éxodo de población joven. En 2019, una encuesta reveló que el 70% de los jóvenes macedonios veían su futuro fuera del país. Estamos ante uno de los países más pobres de Europa, con un salario medio inferior a 400 euros (465 dólares), y una tasa de desempleo de entre el 20 y el 25%, que afecta mucho a los jóvenes (se estima el, 46%). El Banco Mundial señala que los últimos años emigraron de Macedonia más de medio millón de personas. Estamos hablando de un país, pequeño de 25.710 Km2, de 2.1 millones de habitantes. Las reformas económicas, la política de bajos impuestos, tuvieron su impacto en el crecimiento de la economía, mayores inversiones industriales, pero no han solucionado los problemas de fondo.

Albania y Macedonia del Norte, iniciaron hace unos meses el camino para integrarse a la Unión Europea. Es altamente probable que esta maniobra, tiene un aspecto geopolítico. Dichos países tienen todavía muchos temas pendientes, pero están ubicados en una región de alto valor estratégico. Su integración en el plano militar a través de la OTAN, tendrá sin ninguna duda su correlato en lo político y económico.

Foto de portada: Soldado de Macedonia del Norte patrullan las calles de Kabul, Afganistán, octubre 2008. Créditos John Scott Rafoss.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *