Posted on Leave a comment

USA: Estados Divididos de Norteamérica

Manuel S. Espinoza Jarquín (*)

Más de 30 mil soldados del ejército USA, centenares de oficiales de los órganos de seguridad e inteligencia y policías resguardaron la capital norteamericana tratando de impedir hechos violentos y una confrontación armada que pudiera impedir el acto de juramentación del nuevo presidente electo Joe Biden el 20 de enero. Ni en el 9/11 del 2001 se protegió tanto a Washington D.C. ¿por qué?

En realidad en los medios de comunicación hay muchas ESPECULACIONES sobre que toda esa cantidad de tropas más bien jugarían un papel a favor de Trump muy contrario al que se suponía debían cumplir para asegurar el acto. O que esa enorme cantidad de tropas combatiría a las unidades especiales del mismo ejército que intentaran impedir la juramentación. Las teorías de conspiración y la paranoia demócrata están en su punto. Eso le ha dado mucho rédito político.

Aun se esperan más brotes de violencia aun después que Trump se marche en muchas ciudades por todo el país sobre todo donde las organizaciones pro Trump tienen supremacía sobre las minorías étnicas. Y que aun cuando Biden se logre juramentar las cosas no volverán a ser mejor que antes.

El ruido es mucho y las expectativas de un show que aún no termina se incrementan cada día que pasa. La realidad es que estamos presenciando el cierre y traslape de otra etapa en la instauración de las elites de poder económica-financiera sobre el pueblo norteamericano con el uso de los dos partidos principales en ese país como actores principales del drama político.

La militancia sandinista tiene que estar clara de un proceso inevitable e irreversible de desgaste, división y confrontación interna en los EE.UU en la coyuntura progresiva internacional. No solo se trata de creer o no si habrá guerra civil. Se trata de entender que las causas de su desgaste e infuncionabilidad de su sistema político no se superan y muy al contrario se profundizan con mayor rapidez.

Andrei Amalrik, un disidente soviético presentó en 1970 un ensayo titulado “Sobrevivirá la Unión Soviética a 1984?” Nadie le tomó en serio, pero la URSS colapsó siete años después en 1991. Solo con ese ejemplo no es difícil entender que como están las cosas en los EE.UU hoy día no es imposible que pasen de la Guerra Política Electoral a la Guerra Civil.

Thomas W. Chittum Un escritor norteamericano publicó en 1997 su libro: Civil War II : The Coming Breakup of América (La Guerra Civil II: La Próxima Ruptura de Norteamérica). Ha servido como base para el seguimiento de indicadores claves para comprobar su posibilidad.

Chittum fundamentó su obra en las causas diversas de la guerra civil en EE.UU (1861 a 1865) y con su experiencias como mercenario en la guerras de Vietnam, Rodesia y Croacia. Sobre todo en las últimas dos donde el factor étnico-racial es uno de los causales mayores.

Él pudo comprobar como un país como la Yugoslavia socialista había crecido y desarrollado una unidad multicultural e interétnica y de enorme prosperidad económica envidiable para Europa entera. Sin embargo las fuerzas centrifugas y centrípetas tiene su peso que conllevaron a resultados inimaginables.

En el pronosticó con elementos irrefutables la posibilidad de esta guerra para el año (pasado) 2020. En 1997 era una especie de locura pronosticar una situación así en los EE.UU porque apenas había triunfado en la guerra Fría y se erigía como potencia mundial sin adversarios capaces de desafiar su hegemonía y supremacía global. Hoy es más que creíble. Pero si vemos que siete años de error fue la predicción de Andrei Amalrik en el caso del derrumbe de la URSS, merece pues flexibilizar los esquemas y aceptar la posibilidad del colapso yanqui.

El Rastro de la Contienda Electoral 2020.

En abril 2020, como un ejercicio de lo que ocurriría más tarde en caso de perder las elecciones en noviembre, Trump alentó protestas de derecha contra las restricciones impuestas por gobernadores para bajar la curva de contagio de coronavirus llamando por Twitter a “liberar” diferentes Estados. Cientos de manifestantes bien armados, entraron días después al capitolio de Michigan, (conocido como uno de los Estados tradicionales en disputa electoral) para reclamar la reapertura de la economía.

24 de mayo del 2020 Trump tuiteó “Estados Unidos no puede tener todas las votaciones por correo. Será la Elección Amañada más grande de la historia…están intentando usar el Covid-19 para esta estafa”. Trump sabía, que la pandemia ya no estaba bajo el control de su gobierno, sino que la industria farmacéutica estaba bien metida en esta trama.

25 de mayo del 2020 se asesinó al afroamericano George Floyd en la ciudad de Mineápolis, Minesota. Las protestas de corte racial en varios Estados y ciudades y la respuesta de la ultra derecha blanca supremacista generaron un incremento de la división y confrontación racial, en ese país. Prácticamente se vio con claridad otro nivel de contienda política.

Por eso se debe de entender que el choque interracial con todas las características de “Golpe Suave”, que provocaron y condujeron los demócratas con el asesinato de George Floyd y otros afroamericanos más, fue para garantizar a su favor al electorado de las minorías étnicas (latinos, negros y asiáticos) en las elecciones de noviembre del 2020. Hoy la suma de estos y otros factores nos da a entender más sobre el sonar de los tambores de guerra en ese país.

30 de julio del 2020 Trump insinuó retrasar las elecciones. “Con el voto por correo universal (no el voto por ausencia, que es bueno), 2020 será la elección más INEXACTA y FRAUDULENTA en la historia. Sería una gran vergüenza para Estados Unidos. ¿¿¿Retrasar las elecciones hasta que la gente puede votar adecuadamente, con seguridad???

En este mes además en dos ocasiones Trump dejó entre dicho, que no entregaría el poder y podría no ser pacífico el resultado de las elecciones. Biden aseguró públicamente que Trump se quería robar las elecciones y Bernie Sanders expresó, que Trump no entregaría el poder. Esa fue la tónica general hasta septiembre.

18 de septiembre de 2020 como en cualquier serie de Netflix como “House of Cards”, “Scandal” o “Designated Survivor”, que tratan sobre intrigas de poder en el gobierno norteamericano, el “repentino fallecimiento” de la jueza Ruth Bader Ginsburg puso en seria disputa el control de la Corte Suprema a favor de cualquiera de los partidos demócrata o republicano que lograra que su candidato denominado la sustituyera. En la estrategia de Trump la corte suprema jugaría un papel decisivo para revertir el triunfo de electoral de Joe Biden.

26 de octubre, el Senado confirmó a Amy Coney Barrett a la Corte Suprema por una votación de 52 a 48. Barrett la denominada por Trump quien sustituyó a la fallecida jueza Ruth Bader proporcionaba la correlación de fuerza a favor de Trump de 5 a 4 votos en la Corte Suprema que necesitaría. Ahí debería ir la disputa electoral en caso de perder contra Biden.

En esta primera etapa, que terminaba, Trump se “anticipó a la derrota segura”. Trump estaba más que claro, que el mal manejo de la Pandemia, el aumento del desempleo entre otros males lo llevarían a la derrota. Por eso se aseguró en anunciar de antemano las posibilidades de un fraude masivo vía el voto anticipado, el correo electrónico, los brotes de violencia que podrían darse en el país si el fraude se consumaba en las elecciones presidenciales. De ahí que una de las estrategias de campaña de Trump fuera instruir y propiciar el voto masivo solamente el día de las elecciones.

La Derrota Electoral

04 noviembre, tras ser derrotados por el partido demócrata con 306 votos del colegio electoral a favor de Joe Biden contra los 232 votos obtenidos por los republicanos, Donald Trump inmediatamente anunció con firmeza, que los resultados anunciados por los medios de comunicación masiva opositores a su gobierno “eran parte de un proceso demasiado amañado” y que por lo tanto desconocía la victoria de su rival demócrata.

Trump “Detuvo la celebración de Victoria a favor de Biden”. Trump no hizo más que oficializar la existencia del fraude masivo durante los comicios y el no reconocimiento de los resultados hasta que el último voto no se recontara. Trump aseguró que había ganado con 74 millones de votantes y la impugnación en varios Estados debía de hacerse. Para eso un ejército de abogados y especialistas en sistemas de votación se dispuso a suspender la certificación de los resultados a favor de Biden.

2 de diciembre Trump expresó un discurso denunciando el fraude electoral: “…… estoy decidido a proteger nuestro sistema electoral, que ahora se encuentra bajo asalto y asedio coordinados”. Basta con mencionar el uso de sistemas y programas de cómputos que se mencionan involucrados en el fraude nos permiten entender lo que es la guerra cibernética. Red Hummer, Dominium y ScoreCard, SolarWind entre otros que van desde el espionaje de candidatos hasta la manipulación de la cantidad de votos y el bloque de su transmisión al público y jackeo electrónico.

Inclusive como en los clásicos de Tom Clancy, se habla de soldados norteamericanos caídos en combate contra oficiales de la CIA en una operación de recuperación de servidores en un país europeo.

También sobre el nexo de los Clinton con empresas administradoras de estos programas, que a su vez tienen relación con China. Todos estos programas están siendo auditados y no terminará este proceso aun a largo plazo excepto que renuncien a este tipo de pruebas.

7 de diciembre Trump anunció que algo grande sucedería. Ese mismo día Lyle Biedermann, legislador republicano del estado de Texas presentó una legislación que permita un referéndum para que los votantes emitan sus votos sobre si se “separan de Estados Unidos”.

“El gobierno federal está fuera de control y no representa los valores de los tejanos. Es por eso que me comprometo a presentar una legislación en esta sesión que permitirá un referéndum para dar a los tejanos un voto para que el estado de Texas reafirme su estatus como nación independiente.”

9 de diciembre Trump solicitó a su correligionario Ted Cruz que presente ante la Corte de Texas una demanda de 39 páginas como Estado por parte del juez general republicano de Texas Ken Paxton para invalidar las elecciones en varios Estados en disputa como son Pensilvania, Georgia, Michigan y Wisconsin. La base de esta demanda es que las leyes electorales fueron modificadas en esos Estados no por la Constitución sino por una situación de emergencia como la pandemia del Covid – 19; lo que les facilito el fraude a los demócratas.

En la demanda de Texas ante la corte suprema Trump estableció, “que la división resultante entre los estadounidenses es comparable al clima en los Estados Unidos en vísperas de la Guerra Civil”.

10 de diciembre. 17 Estados y más de 100 miembros de la cámara republicana firmaron en apoyo a la demanda de Texas en función de revertir los conocidos resultados electorales. Siguiendo la estrategia de Trump, el nefasto senador republicano, Marco Rubio de la Florida expresó: “Un asunto de esta magnitud, es mejor que la Corte Suprema tome una decisión sobre si tomará o no el caso basándose en la Constitución”.

El 13 de diciembre Trump inició la distribución masiva a nivel nacional de la vacuna contra el COVID-19. Era lógica la razón de beneficio político a corto, mediano plazo para ganar apoyo de la opinión pública en su lucha post electoral. También es una acción a favor de la rama de la industria farmacéutica del Deep State que con 1.4 trillones de dólares que se discutía en el congreso aun ya que se invertirán para el alivio de la pandemia y que bien pasan por desapercibidos gracias al escándalo y la crisis electoral.

Al 14 de diciembre se debía haber avanzado en “procurar revertir la votación del colegio electoral el 14 de diciembre”, ya que muchas acciones fueron implementadas por los republicanos como: Interponer demandas por la vía civil en las cortes estatales y continuar la revisión de equipos y programas utilizados aun cuando en muchos de los estados impugnados se logren certificar. No prosperando ninguna, faltaba entonces subir la presión.

01 enero 2021. Trump convocó por tweeter a una marcha a la capital para detener el robo electoral.

05 enero 2021. Los republicanos pierden en segunda vuelta las elecciones por el senado en Georgia uno de los estados en disputa electoral, perdiendo la mayoría en el senado. De nuevo la fórmula de utilización de la carta afroamericana y judía les dio resultados electorales positivos a los demócratas.

6 de enero se logró Impedir que el congreso certificara la votación del colegio electoral solo por unas horas con la demostración de manifestantes en la capital y la incursión al capitolio donde sesiona el congreso. Pero no importa si el colegio electoral falló a favor de Biden o si otras tácticas no se dieron, como la solicitud de una investigación extensa y una auditoria de 10 días más tuvieran lugar; la victoria de Trump ha sido políticamente importante.

A.- Logró constituirse como una fuerza política importante dentro del mismo partido republicano con más de 140 congresistas que apoyaron la anulación de los resultados electorales en Arizona y Pensilvania ese 6 de enero.

B.- Demostró una capacidad de movilización racial de blancos dispuestos a defender los resultados electorales republicanos y hasta “defender la Constitución”.

C.- Mantiene una presión psicológica social-racial que amenaza a futuro la unidad y la estabilidad política de los EE. UU a largo plazo, que los lleve a un enfrentamiento militar.

Para muchos su destino está consumado, pero en la estrategia de Trump ésto es apenas la apertura de una nueva etapa destinada a impedir la transición de poder presidencial, de debilitar al gobierno de Biden en los próximos cuatro años y hasta de lograr su retorno en las elecciones del 2024. En su despedida como presidente prometió “regresar de alguna forma”. Trump no perdió, sino los republicanos.

08 Enero. Como rama del “Gobierno Profundo”, Tweeter se dio el lujo de cerrarle de manera permanente la cuenta a Trump, al presidente de los EE.UU demostrándole que el Deep State gobierna sobre los políticos norteamericanos, sobre la constitución y sus libertades.

12 enero, los republicanos comienzan a unificar más sus posiciones alrededor de Trump. Ante la insistencia de los demócratas, Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos rechazó activar la 25ª enmienda de la Constitución para apartar a Donald Trump de la presidencia antes de que expire su mandato. En una carta remitida a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelossi, Pence declaró: “No creo que ese curso de acción sea en el mejor interés de nuestra nación o consistente con nuestra Constitución”.

13 enero La Cámara de Representantes aprobó por 232 votos frente a 197 la resolución para acusar al presidente de “incitación a la insurrección” por los violentos sucesos de la semana pasada en el Capitolio. De igual manera fue notable la cantidad de miembros republicanos de la cámara de representantes que no aceptaban la resolución de impeachment lo que denota que la batalla futura de los republicanos está asegurada y ya no será por Trump, sino por la sobrevivencia del mismo partido.

Desde ese día la situación política, interracial y de amenaza militar a lo interno de los EE. UU se ha disparado. Sobre todo, muchos entienden, que el 20 de enero día de la toma de posesión de Joe Biden como presidente electo la trama electoral no terminará sino que se extenderá a una nueva etapa. Aún más peligrosa. Ya se pronostica la muerte repentina de Trump por castigo o la Biden para que el grupo de Hillary Clinton y Soros asuman el gobierno de los EE.UU con Kamala Harrys de peón.

Hay que admitirlo, independientemente de que la estrategia de Trump fracasó y que todas las especulaciones no se cumplieron, estas elecciones han marcado el aceleramiento de las profundas contradicciones internas en los EE.UU que tarde o temprano los lleve a un mayor enfrentamiento militar a lo interno. Trump no asistió al acto de juramentación de Joe Biden como presidente de los EE.UU. Con esto REAFIRMA EL FRAUDE en otros términos.

“En todo caso hay que permanentemente recordarles a TRUMP y su denuncia de Fraude Electoral todo el tiempo que los gringos quieran dárselas de los demócratas”

Corresponde pues continuar el seguimiento a una estrategia que tiene desinformado tanto a norteamericanos como extranjeros mientras Biden forma su gabinete en una trama que o los hará más fuertes o más débiles ante las nuevas realidades globales. Corresponde estar vigilante porque los que conforman el gobierno de Biden ahora son los mismos que estuvieron durante la administración Obama y el mundo sufrió demasiado con su política exterior de agresión y despojo.

En todo caso para nosotros es importante sobre todo este año electoral dejar bien claro y siempre subrayar, que no hay tal democracia en los EE.UU. como explicaba en su Mensaje del Presidente-Comandante Daniel a las familias nicaragüenses el 11 de Enero del corriente.

“En los Estado Unidos tienen sus contradicciones y hemos visto cómo se ha polarizado la Sociedad norteamericana con las últimas Elecciones. Y nosotros podríamos decir, pareciera, por lo que está pasando en los Estados Unidos, que el Sistema Electoral de los Estados Unidos demanda de Reformas profundas”.

“Han vendido la idea de la “perfecta Democracia”, cuando realmente es una Dictadura bipartidista que está determinada por el Poder Económico, por el Poder de las grandes Empresas que son las que se encargan de fabricar cañones, medios aéreos, todo en función de la carrera armamentista”.

(*) Manuel Salvador Espinoza Jarquín. Especialista en Relaciones Internacionales.

Posted on Leave a comment

¿Qué podemos esperar de quien gane las elecciones en EEUU? Por: Manuel Espinoza J.

https://radiolaprimerisima.com/opinion/que-podemos-esperar-de-quien-gane-las-elecciones-en-eeuu/

El oligopolio mediático global en manos de las élites de poder mundial bombardea e inunda al planeta entero con noticias y análisis como si estas elecciones fueran las más importantes para toda la humanidad. La forma en que se presenta la información sobre la campaña electoral y los datos que arrojan es para atraer la atención y generar la sensación que, tras sus resultados, la vida de todas las naciones cambiará.

En cambio, sí se puede hablar hasta la saciedad sobre los indicadores permanentes que facilitan la proyección de posible triunfo de los dos partidos monopólicos de la seudo-democracia norteamericana en cada uno de los 50 estados.

Perfil del votante según indicadores principales

También se pueden abordar otros factores que en su conjunto facilitan una más fácil comprensión general de todo el desarrollo de la campaña electoral a nivel nacional. Me refiero al perfil del votante estadounidense en el marco de sus de sus desigualdades sociales y raciales:

  • Nivel educativo (secundaria incompleta, secundaria terminada, universitarios y de postgrado o superiores), por su nivel de ingresos familiares, el factor demográfico, grupos etarios, las minorías étnicas (blancos no latinos, afroamericanos, los latinos, asiáticos). Por ejemplo, los latinos constituyen la primera minoría étnica de EEUU, pues con más de 60 millones equivalen a un 18% de la población; de ellos, más de 30 millones podrán votar en noviembre, lo cual los convierte en la primera minoría electoral.
  • Las leyes electorales en cada Estado, la capacidad de cada partido de movilizar a las urnas a sus electores, los fondos recaudados.
  • Otros factores menos fáciles de analizar, como el comportamiento de los estados batalla (battle ground) o de los estados oscilantes (swing states, que históricamente no están marcados por el favoritismo mayoritario a uno de los dos partidos), o el factor redes sociales y hasta el clima el propio día de las elecciones.

Estos factores e indicadores base sirven para desarrollar toda una serie de análisis comparativos de la actual campaña electoral con las anteriores o por lo menos con la más reciente, la de 2016. Y aunque es muy temprano para fijar cifras terminadas las diferencias entre una y otra elección no siempre son tan abismales.

1) Estados Unidos presenta los índices más bajos de participación electoral ciudadana. En 2016, votó el 55.4% de los ciudadanos en edad de hacerlo.

2) La diferencia la marca la juventud entrando a votar y aquellas situaciones de carácter extraordinario que impacten en la población votante.

3) Hay mucha variación en las tasas de participación de un estado a otro.

4) La abstención es otro factor y sobre todo en los llamados estados oscilantes.

5) Son cada vez menos los que cambian de bando entre una elección y otra.

Sin embargo, a pesar de que cada partido lucha por atraer a los votantes independientes o reacios a votar, al final no es el voto popular el que definirá al ganador sino los famosos votos electorales. De cualquier forma, los datos de población total del país y los electores inscritos son el punto de partida de cualquier proyección analítica.

Aunque según el promedio de encuestas el candidato demócrata Joe Biden (ex vicepresidente de Barack Obama) tiene una amplia ventaja nacional y lidera en la mayoría de los estados, de los cuatro estados de los Grandes Lagos en donde Trump cambió a su favor en 2016, hasta un día antes de las votaciones Michigan, Pensilvania y Wisconsin se inclinan fuertemente hacia Biden. Hasta finales de septiembre no se creía que ningún Estado cambiara.

Trump necesitaría ganar en los estados restantes aún en disputa y voltear al menos uno de los estados de inclinación demócrata para reelegirse y todo por el famoso sistema del Colegio Electoral.

El Colegio Electoral

Este es otro nivel de análisis si realmente de manera técnica se desean entender las elecciones de EEUU. El Colegio Electoral está constituido por 538 electores. En nombre de los votantes, ese grupo debe elegir al presidente y vicepresidente una vez concluida la votación. Lo que ocurre es que los ciudadanos votan por esos electores, que se han comprometido a votar en sus respectivos estados a favor del candidato presidencial y vicepresidencial de sus partidos favoritos.

Ese método convierte prácticamente en indirecta elección presidencial. El candidato a la Casa Blanca gana con 270 votos de los 538 de los electores, sin importar si la cantidad de ciudadanos que votaron por cada contrincante.

Por ejemplo, en las elecciones de 2016 Hillary Clinton (demócrata) obtuvo 65 millones 853 mil 514 votos y Donald Trump consiguió 62 millones 984 mil 828 votos. Sin embargo, con casi 3 millones de votos menos que Clinton, Trump logró 304 votos del colegio electoral a su favor vs los 227 que consiguió su rival y esto lo hizo ganador.

En el 2000 ocurrió algo similar, con el gran robo a favor de George W. Bush para impedir que el demócrata Al Gore, vicepresidente de Bill Clinton, se hiciera inquilino de la Casa Blanca.

Por la alta probabilidad de ese tipo de resultados ilógicos y sorprendentemente antidemocráticos para toda la población votante, es que el objetivo de las estrategias de campaña electoral presidencial de cada partido es ganar el voto popular en una serie de Estados que arrojen una mayor cantidad de votos de los electores, en vez de tratar de ganar el mayor número de votos de la población a nivel nacional.

Mayoritariamente, los miembros del Colegio Electoral se designan y eligen bajo las leyes estatales. Es un sistema donde “The winner takes it all” (Todo se lo lleva el ganador). Los votantes eligen entre las listas de los electores del estado para que voten por el candidato a la presidencia y a la vicepresidencia y así, el candidato que recibe la mayoría de los votos del estado “gana” todos los votos emitidos por los ciudadanos de ese estado. De ahí la importancia de los llamados estados oscilantes o indecisos (swing states) y también la enorme abstención de los votantes inscritos por no creer en ese tipo de sistema electoral.

Desde luego que existen más formas tanto por la cámara de representantes como por el senado de elegir a los candidatos a presidente o vicepresidente en caso de que ninguno logre una mayoría de los votos electorales. Aunque eso ya es más técnico y eventual tampoco se debe desconocer porque así cómo está la disputa actual por la presidencia no se descarta tampoco que tenga un desenlace bastante reñido. El no reconocimiento del triunfo del adversario está sobre el tapete de las posibilidades.

¿De qué democracia se ufanan los gringos?

Lo importante es destacar lo lesivo a la democracia real del papel que juega el colegio electoral bajo la tónica de un sistema federal. Ninguna enmienda para abolir el colegio electoral y que la votación sea directa, ha visto ni la luz del día ni siquiera las puertas abiertas del congreso. Ha sido imposible que llegue hasta ese nivel de discusión. ¿Por qué? Porque probablemente surgirían nuevos partidos políticos y sus estrategias ya no sería ganar en Estados indecisos sino en los más poblados y la participación general de los votantes probablemente sería mayor de lo que es hoy.

Al final de cuentas el Colegio Electoral es otra cara de la corrupción política, pues los miembros son libres de escoger a los candidatos a la silla presidencial, aunque no sea el que ganó en el estado que representa, e inclinar su voto al otro lado de la balanza. Entonces, ¿de qué democracia hablan los gringos?

La ventaja de Biden ha venido disminuyendo en cada estado y en el total de la sumatoria desde un 17 hasta 9 puntos porcentuales, según el promedio de encuestas. Pero la tendencia electoral a favor del candidato demócrata se mantiene hasta el momento. La lógica general supone que Biden debería ser el ganador. Pero el sistema corrupto de la política norteamericana, organizado tras bastidores, puede dar la sorpresa haciendo por magia que gane de nuevo Trump un segundo mandato.

La razón principal de la ventaja de Biden sobre Trump es simplemente porque las condiciones de 2016 no son las de este año, aun a pesar que hasta inicios del 2020 la administración republicana había realizado una buena gestión económica de base, sobre todo a largo plazo para fortalecer la industria y otras esferas competitivas económicas y comerciales de Estados Unidos. Esa es la estrategia base del famoso MAGA, “Make America Great Againg”.

Los estorbos de Trump

Pero varios estorbos impredecibles se le atravesaron a Trump este año:

  • El Covid-19 y su pésima respuesta, lo tiene contra las cuerdas y con pocas esperanzas. Los demócratas lograron hacer viral las comparecencias de Trump diciéndole al pueblo norteamericano que todo estaba bajo control, lo cual contrasta con la prolongada cuarentena, el aumento permanente de fallecidos hasta unos 237 mil y los infectados superando los 9 millones.
  • El racismo de Trump que le inspira su claro apoyo a la supremacía blanca es la segunda razón más tangible que pueda llevar a la victoria a Biden. Los demócratas han jugado bien la carta afroamericana como en una réplica de “Golpe Suave” tras los asesinatos de muchos negros después de la muerte de George Floyd. La orden de uso de la fuerza y represión policial continúa para controlar los levantamientos.
  • La deteriorada economía norteamericana, que junto a la pandemia y las protestas masivas han empobrecido más al país y elevado la deuda pública, el desempleo, la reducción del PIB y las dificultades del mercado internacional son elementos claves que le restaran sin duda votos a Trump.
  • A mediados de octubre pasado, el Departamento del Tesoro reportó que el déficit presupuestario de Estados Unidos alcanzó un récord de 3,132 billones de dólares durante el año fiscal 2020, más del triple del déficit de 2019, como resultado del enorme gasto de rescate a la economía debido al coronavirus. La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) también espera que el déficit presupuestario federal alcance los $ 3.7 billones para fines del año fiscal 2020 y la deuda nacional ya superó los $26 billones un record histórico.

En cualquier país realmente democrático con todo este caudal de elementos negativos en desfavor de una administración presidencial no dejaría ni un solo espacio de duda que este pueda perder. El voto temprano de los demócratas con amplia superioridad entre los más de 80 millones ya efectuados antes de las elecciones y la enorme diferencia en la recaudación a favor de los demócratas, no son más que más caldo a la lógica derrota de Trump.

En fin de cuentas, no solo es que tan democráticas son las elecciones en Estados Unidos, sino que más importante es entender qué le depara al planeta entero y, sobre todo, a nuestra región y países como el nuestro, en un contexto de declive internacional y serias fisuras estructurales a lo interno en Estados Unidos, que día a día profundizan su debilitamiento como potencia.

No en balde, políticamente se dice que si Estados Unidos se resfría, la región contrae pulmonía y es esa dependencia aun vigente en términos económicos y políticos lo que obliga a vigilar con lupa los procesos electorales de los dos partidos políticos únicos que ostentan el poder en ese país.

En América latina cada miembro de la elite de poder tiene a su propio gringo y por eso los resultados electorales trastocan las estructuras de poder político y económico regional.

Biden no es mejor que Trump

Es un error garrafal pensar que es mejor que pierda Trump y gane Biden para nosotros o lo contrario. Sandinistas y no sandinistas debemos estar claro que es lo mismo o será siempre peor. De los gobiernos norteamericanos jamás debes esperar nada bueno más que su clara intención de dominio y control por cualquier medio. Lamentablemente hay muchos que creen y sueñan que con ellos se puede negociar y hasta ganar y llegar a ser parte de ellos. Vean el claro ejemplo de lo que ocurrió en Libia con Gadafi, y eso fue con un gobierno demócrata en Washington.

Pero en términos de progreso y bienestar, para los pueblos del continente que continúe Trump o que llegue Biden, no implicara mayores cosas. El cambio será intervencionismo descarado, vulgar y crudo de Trump versus el cosmético discursivo de especialistas diplomáticos de Biden desde el Departamento de Estado. Latinoamérica continuará tan relegada como hasta ahora. No es una región prioritaria en la confrontación geopolítica mayor con Euro-Asia. En el plano de las ligas mayores jugara la futura relación EEUU con potencias regionales como:

México, con mucha cercanía geográfica, tiene muchos problemas en su amplia relación con EEUU y con posibilidades que se profundicen a medida que López Obrador radicalice su posición nacionalista.

Brasil, aunque dócil por ahora con Bolsonaro pero que en próximas elecciones podrá de nuevo virar a un cuadro más cercano de izquierda continental anti-hegemónico, tras el mal manejo de la economía y la pandemia. Bolsonaro no se lleva del todo con Biden, por el tema climático; sin embargo, los intereses estadounidenses en Brasil van más allá del fascista de Bolsonaro. Los cinco países del llamado BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), Venezuela, Argentina, China son temas de mayor interés para la política exterior EEUU donde Brasil es un aliado importante.

Colombia hoy es muy importante por la guerra contra Venezuela, más que por la lucha contra el narcotráfico o las guerrillas. Trump o Biden seguirán cerrando los ojos a tanto crimen y asesinato a diario de los líderes sociales y de indígenas y creando un símil de Israel en el hemisferio. Ni el tema de derechos humanos o el de fumigar los cultivos de coca con glifosato serán de mayor peso del interés yanqui como la prioridad imperialista de acabar con Venezuela con el apoyo colombiano.

EEUU desprecia a América Latina

Seguirán viendo a la región con desprecio por sus niveles de pobreza, corrupción, crimen organizado, narcotráfico, atraso en los niveles educacionales y de salud sobre todo en el periodo de post pandemia con mayores problemas de endeudamiento, desempleo y criminalidad impune a la que ellos han venido cerrando los ojos y callando a más no poder. Son las diásporas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, nuestros recursos estratégicos de petróleo, gas, agua y otros y la posición geográfica que ocupan nuestros tres países en el mapa caribe continental, lo que verdaderamente les preocupa.

Y sobre todo, la presencia de China y Rusia en la región en términos de finanzas, comercio y asistencia militar, ya probada en la lucha por recuperar sin éxito a Cuba, Venezuela y Nicaragua y las proyecciones geopolíticas que han hecho hacia México, Bolivia, Argentina, Chile, y Brasil.

El dilema para nuestros pueblos en las relaciones de EEUU con la región es que su preocupación nos resulta más cara que el abandono. Mientras tanto, China y Rusia están utilizando otro tipo de diplomacia que interactúa en función de minimizar las fracturas y la división entre los países de la región que crea y organiza la diplomacia norteamericana.

El nivel de enfrentamiento geopolítico entre China y Rusia supera el vivido en los 80 a nivel centroamericano entre la URSS y Estados Unidos Ahora es por toda Latinoamérica y sin contenido ideológico que lo sustente como en el periodo de la Guerra Fría. El detonante no solo es el supuesto abandono sino el fracaso de su estrategia de hegemonía global neoliberal como aseguran estudiosos como Stephen M. Walt.

Los acuerdos de libre comercio como el NAFTA y el DR-CAFTA, y sus sistemas de crédito financiero y programas de asistencia no han sacado al continente adelante. Más bien lo han empobrecido. Es ilógico que la relación de cercanía geográfica de América Latina con Estados Unidos desde inicios del siglo pasado no haya situado a todo el hemisferio en un lugar de mayor competitividad como lo han hecho con sus socios en Asia o Europa.

China en América Latina

Los financiamientos otorgados por China superan a todos los créditos juntos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y la Corporación Andina de Fomento (CAF). El intercambio comercial con los chinos es de unos 300 mil millones de dólares; la inversión directa es de más de 75 mil millones. China es el primer socio comercial de los grandes productores de materias primas (commodities) como Argentina, Brasil, Chile y Perú.

De 2000 a 2017 se desarrollaron 69 proyectos de infraestructura de China en América Latina, con monto de US$56.1 millones de dólares que generaron 400 mil 104 empleos directos e indirectos. Muchos otros más integran la lista de lo que podemos ver en el futuro como es la inversión para un ferrocarril en México, o lo que harán en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil.

Es correcto que el análisis de la futura interrelación de Estados Unidos (demócrata o republicano) tras las elecciones de noviembre con Latinoamérica debe verse en el contexto de haber colocado a China como el primer adversario global para Estados Unidos, sobre todo ahora que Trump ha descargado toda la culpa de la pandemia a los gobernantes chinos. Ay de aquellos países que amplíen más sus relaciones con China o con Rusia. Las únicas transacciones que les pueden permitir son aquellas que desgasten económicamente a China.

De ahí que la retórica de la política exterior (discursos, enfoques, expresiones, alusiones, mensajes y tonos) estará en función de la recuperación de la imagen de EEUU en la región, lo cual le urgiría más a Trump que a Biden.

Pero dado su discurso para ganar los votos de las diásporas cubana, venezolana y nicaragüense en la Florida, la visión neo-imperial de Trump quedará intacta en un eventual segundo término. Casualmente es lo que le podrá dar 29 de los 270 votos electorales que necesita de ese swing state (estado oscilante).

En general América Latina no ha pintado nada en los debates presidenciales. La mayor información sobre el análisis a futuro de la política exterior EEUU hacia la región se describe en los medios de información masiva y los famosos Think Tanks (centros de ideas y propuestas) donde los especialistas de la élite de la política exterior de EEUU (el conocido BLOB) están afilando los cuchillos una vez que haya cambio de administración.

La continuidad de la política exterior demócrata basada en el MAGA republicano “Hacer a EEUU de nuevo más” y contra el liderazgo chino en producción de todo tipo de mercancía y capacidad de comercio es “la producción y la innovación en EEUU”. Los lemas de campaña “Compre en América”, “Fabrique en América”, “Invierta en América”.

No habrá cambios, sino retoques cosméticos

Hacia Nicaragua, una administración demócrata en la Casa Blanca continuaría con su política anti-sandinista, cerrando los ojos a todos los problemas profundos estructurales que afrontan nuestros vecinos centroamericanos, con el único fin de cercarnos en una alianza intervencionista regional en nuestros asuntos. Los temas migratorios, corrupción, violación de los derechos humanos, la desigualdad socio económica, pasan a un segundo plano con la condición de plegarse a su política imperial.

El reforzamiento del multilateralismo de los demócratas o un mayor desprecio republicano después de las elecciones de Trump, solo serían un retoque de enfoque pero que en lo básico la OEA y otros formatos regionales seguirán usándose como punta de lanza contra nuestros países anti hegemónicos.

En vano se alegran unos u otros con la victoria presidencial de Trump o Biden pues no les preocupamos para nada excepto que estamos vivos y con plena conciencia histórica de soberanía y con aliados muy cercanos aun cuando la distancia geopolítica es enorme.

La única elección que nos debe importar y sobre todo en asegurar el triunfo electoral sandinista es la de noviembre del 2021. ¡Adelante, que la victoria es nuestra!

Posted on Leave a comment

Octubre Victorioso de 1986: No solo se derribó a Hasenfus, sino también al gobierno yanqui

Manuel S. Espinoza J. (*)

Cada año en octubre conmemoramos unas de las efemérides de la historia de nuestro país en su lucha por su soberanía, que por sí sola marca un hito de victoria sandinista en la guerra impuesta por la administración de Ronald Reagan en la década de los 80.

El 5 de octubre de 1986, en la zona del Tule, unos 30 kilómetros de la Ciudad de San Carlos en el Departamento Río San Juan, colindante con costa Rica, se derribó un avión tipo C-123K, procedente de la base de Ilopango en El Salvador y que transportaba pertrechos militares para abastecer a las tropas contrarrevolucionarias del Comando Regional Jorge Salazar #2, que operaban en ese momento al sur de Nicaragua bajo el mando de Israel Galeano Cornejo, alias “Franklin”. La tripulación se componía de cuatro tripulantes. Tres de ellos norteamericanos y un nicaragüense. Como resultado del derribo dos norteamericanos y el nicaragüense murieron.

William Cooper (piloto), Wallace Blane Sawyer (copiloto), Eugene Hasenfus (estibador) y el nicaragüense Fredy Vílchez, (radio-operador de la contra). Los norteamericanos eran mercenarios contratados por la CIA a través de una red de empresas privadas clandestinas, que ya le habían servido en operaciones similares en el sudeste asiático sobre todo en el periodo de la guerra en Vietnam.

Hasenfus saltó antes del impacto y logró sobrevivir. Posteriormente fue encontrado y capturado en una choza abandonada al día siguiente por tropas del Ejército Popular Sandinista, destacándose el recluta Raúl Antonio Acevedo del Servicio Militar Patriótico (SMP), que al verlo le grito:
– Rendíte gringo o te volamos verga!!!

En vano trataban de evitar a los radares sandinistas a unos 700 o más metros de altura. Los cohetes anti-aéreos tierra-aire C2M de fabricación soviética o “flechas” como en la tropa se le denominaba. Estas podían colimar y abatir blancos aéreos a mayor altura. Fue el flechero José Fernando Canales y Byron Montiel, quien tras recibir la orden de disparar sus «flechas» logra dar en la nave de fabricación norteamericana. El avión transportaba 13 mil libras de armas, 100 mil cartuchos para fusiles AK-47, 60 AK-47 plegables, 60 RPG-7 y 150 pares de botas marca «jungla».

Esta es la parte que más se conoce de este capítulo de la guerra de la administración Reagan contra la Revolución Sandinista en la década de los 80. En todo caso las imágenes de un yanqui mercenario, capturado, conducido atado y con los tres cachorros del SMP, que se destacaron en esta acción heroica es la que por décadas ha recorrido el mundo como muestra de la heroicidad del pueblo nicaragüense ante la intervención yanqui como la demostración viva que marcó Sandino, que son y serán siempre vencidos por nuestro pueblo en nuestro territorio nacional.

Muy poco se desconoce sobre muchos antecedentes importantes y muchos otros después del derribo, que hacen que ese flechazo estremeciera al gobierno norteamericano a su más alto nivel y derrotara a los directores intelectuales principales de la guerra sangrienta contra nuestro país. La emboscada anti-aérea colocada con exactitud tuvo resultados más complejos que la simple interrupción del abastecimiento a las fuerzas contrarrevolucionarias, la captura del gringo, la cantidad de armas recuperadas y la destrucción de un medio aéreo enemigo.

Inmediatamente tras el derribo del avión de Hasenfus , William Casey, Director de la Agencia Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) llamó al Coronel Oliver North alto funcionario del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) quien estaba a cargo de realizar junto con oficiales de la CIA dos operaciones secretas de Política Exterior del gobierno USA contra Nicaragua. Casey le sugirió que las terminara inmediatamente y limpiara todo rastro de ellas.

EL Director de la CIA entendió que los documentos, que se presentaron en la conferencia de Prensa en Managua tras la revisión del avión de nuevo involucrarían a los EE. UU en su guerra secreta contra Nicaragua y esta vez con una gran posibilidad de develar dos operaciones macros ultra-secretas a la espalda del congreso norteamericano. La primera era mantener el financiamiento económico a la “Contra”, que el congreso había suspendido. La segunda la liberación de los rehenes norteamericanos en Beirut. Ambas operaciones estaban interconectadas entre sí.

La develación de estas operaciones venía a aumentar los enormes problemas que ya tenía la administración Reagan tras el reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en de la Haya el 27 de junio de ese mismo año. La Haya falló declarando culpable a los EE.UU por la guerra directa de desgaste económico impuesta a nuestra nación y sentenciándolos a pagar 17 mil millones de dólares por acciones de terrorismo de Estado como la producción del manual de operaciones psicológicas elaborado por expertos de la CIA (léase operaciones de terror contra el pueblo de Nicaragua) así como por las voladuras de los tanques de petróleo y el minado en varios puertos de Nicaragua y otras acciones más que se detallan en el documento del fallo. Si las partes no alcanzaban acuerdos al respecto, la Corte misma determinaría el monto correspondiente.

Lógicamente que este fallo no cortaba ni finalizaba la guerra yanqui contra nuestra revolución y que la desvergüenza imperial norteamericana violatoria permanente del Derecho Internacional no se acabaría. Las señales eran evidentes, pues antes de concluir el fallo el embajador yanqui abandonó la sala de la corte. Posteriormente el Gobierno USA declaró que la Corte no tenía jurisdicción sobre los EE.UU y la oprobiosa embajadora estadounidense ante la ONU, Jeanne Kirk Patrick, descalificó a la HAYA como un «cuerpo medio legal, medio jurídico y medio político que las naciones a veces aceptan y a veces no.

Ante tal actitud y con el siempre objetivo de frenar la guerra sangrienta contra nuestro pueblo, seguir evidenciando el nivel de involucramiento del gobierno de Reagan y someterlo a la presión jurídica y moral internacional es que la operación del derribo de un avión con tripulación norteamericana se hacía necesaria. Es un error colosal pensar y afirmar, que el derribo del C-123K en el que viajaba Hasenfus fue tan solo un golpe de suerte del EPS.

Hay que darle lugar a una serie de acciones conspirativas de los órganos de inteligencia sandinistas, que fueron echadas a andar para llegar a este resultado e iniciar una nueva etapa en la develación internacional de la agresión norteamericana.

Escribe Glenn Garvin en su libro “The CIA and the Contras”, que todo esto coincidió con que hacía ya muchos meses atrás la CIA ya había alertado sobre las dudas de enorme infiltración de la inteligencia sandinista en los altos círculos de mando de la Contra. Unas de estas señales recaían sobre la amante del contra en Honduras Armando López, conocido como Policía López o L-26, un ex teniente de la guardia Nacional (GN) de Somoza. A quien le recomendaron alejarse de ella por ser informante sandinista. Por eso se le trasladó a la Base de Ilopango en El Salvador para desde ahí coordinara con Richard Secord, un general en retiro contratado por Oliver North para dirigir vuelos con fachada de compañías privadas de transporte de carga, pero que en realidad eran de abastecimiento a las fuerzas contrarrevolucionarias que operaban a lo interno de Nicaragua. El L-26, desobedeciendo la advertencia de la CIA logró llevársela posteriormente a la base aérea. Ese preciso día su amante conocida como “Estrella” al ver que eran norteamericanos los que ese día volarían hacia Nicaragua activó su canal de comunicación secreto y avisó a Managua.

Como no siempre los pilotos norteamericanos hacían esos vuelos de abastecimientos la señal sobre la presencia de pilotos gringos a bordo de la nave es captada en Managua y se pone en función de su derribamiento después de varias veces que las emboscadas anti-aéreas con los C2M que desde hacía meses se habían instalado y que inclusive varias veces aun cuando otros vuelos fueron colimados a tal punto de poderlos bajar, no se recibía la orden de disparo.

Desde luego que lo anterior descrito es apenas un resumen de varias docenas de juegos operativos (operaciones) de la inteligencia y contrainteligencia sandinista en función de los vuelos de abastecimiento a la Contra.

No pasó mucho tiempo cuando se revelaron que parte de los documentos encontrados en el avión sacaban a la luz una triangulación de venta de armas para inyectar fondos a la “Contra” entre los EE.UU, Israel e Irán a espaldas del congreso norteamericano y violando las ya mencionadas enmiendas Bolands, que establecía la prohibición de utilización de cualquier tipo de gastos para derrocar al gobierno en Nicaragua (1982) y las acciones de cualquier agencia en actividades de inteligencia para derrocar al gobierno nicaragüense (1984).

Inmediatamente tras el derribo del C-123K y la conferencia de prensa en Managua en todos los medios de comunicación USA, la respuesta de la Administración Reagan en la voz del entonces sub-secretario de Estado para los asuntos interamericanos, el triste y celebre Elliot Abrams (actual inquisidor en los asuntos de Venezuela) fue que el gobierno norteamericano no tenía relación alguna con esos vuelos. Tal falsedad le costaría a Abrams cinco años de investigación por parte del congreso, diversas comisiones y jueces de corte en busca de su propio involucramiento en este tipo de actividad ilícita.

El 10 de octubre, tan solo cinco días después del derribo del avión de Hasenfus, Elliott Abrams era llamado a testificar sobre lo ocurrido. Ni siquiera se daba cuenta, que la inteligencia soviética según el libro “La Estación en Washington”, que escribe Yuri Shvets un ex – oficial de ese servicio ya poseía información sobre:

ventas de armamento a Irán para poder financiar a la Contra.

Favorecer el ingreso del tráfico de drogas del cartel de Medellín para igual financiar a la Contra.

Que parte del excedente de la venta de armas quedaba en manos de los oficiales que conducían la operación.

Que era cuestión de echarle carnita a esa info de inteligencia para que el ejército de periodistas en los EE. UU hicieran explotar una bomba mediática colosal .

Shvets describe que además de lo encontrado en los restos del avión por la parte nicaragüense también habían documentos bien cocinados por el Departamento de Medidas Activas (El Servicio – A) de la inteligencia de política exterior soviética. El propósito para los soviets era crear las premisas para un escándalo mediático en contra de Reagan quien seis días después debería encontrarse con Mijaíl Gorbachov en la cumbre de Reikiavik.

En medio del escándalo mediático que se armó entre el 5 y el 11 de octubre, Reagan necesitaría una especie de victoria mediática en esa cumbre con Gorbachov y este último a su vez usaría esa información a su favor contra Reagan. Al transmitirle Gorbachov, que tenía toda la información que vinculaba a su administración en acciones ilícitas
clandestinas pero que no la usaría en su contra, como muestra de buenas intenciones. Así el 14 de octubre los voceros oficiales norteamericanos aseguraron que la cumbre había sido todo un éxito en la generación de confianza y credibilidad entre ambos gobernantes.

Sin embargo, el 3 de noviembre la revista Al- Shiraa en el Líbano devela la operación de ventas secretas de armas a Irán con la intermediación de Israel para liberar a cambio los rehenes norteamericanos. Ese mismo día la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución para presionar al Gobierno de Estados Unidos a pagar la multa fallada por la HAYA. Únicamente El Salvador e Israel votaron en contra de esta resolución.

El 19 de noviembre producto de la presión mediática que ya había echado raíces a nivel político interno, Reagan se equivocó en una conferencia de prensa al mencionar la cantidad de armamento y los países involucrados en esta operación lo que generó mayor rumor de la prensa.

El 21 de noviembre, el Director de la CIA William Casey comparece ante el Comité de Inteligencia del senado y la cámara de Representantes. Ese día tras escuchar que durante la comparecencia, el procurador general Edwin Meese 3ro expresó que el presidente Reagan le sugirió conducir una investigación, Oliver North comienza a triturar documentos en su oficina.

El 23 de noviembre Oliver North comparece ante el procurador general Meese y aborda de manera incompleta el desvío de fondos a la Contra.

25 de noviembre Temerosos que el escándalo se generara en un nuevo Watergate provocando la destitución del Presidente Reagan, este aparece junto a Meese en una rueda de prensa negando todo conocimiento de esta operación. Además, anuncia que producto de esto el Almirante John Poindexter, consejero de Seguridad Nacional ha puesto su renuncia y que el coronel Oliver North funcionario del Consejo de Seguridad Nacional ha sido relegado de sus funciones.

Meese reconoció que en el marco de la operación de transferencia de armamento a Israel y este país a Irán cierta cantidad de dinero del excedente había sido enviado a la Contra nicaragüense. Así dio origen a uno de los escándalos más agudos de crisis política en la historia de los Estados Unidos conocidos como el Irán – Contra.

El 26 de febrero de 1987, la comisión Tower entregó su informe donde se detalla había interrogado a 80 testigos, incluyendo al propio presidente Ronald Reagan, y a dos de los intermediarios del comercio de armas: Manucher Ghorbanifar y Adnan Khashoggi. En él se ponían en tela de juicio las acciones de John Poindexter (Consejero de Seguridad Nacional 1985-1986), del Coronel Oliver North (del Consejo de Seguridad Nacional y Enlace con la Contra) Gaspar Weinberger (Secretario de defensa 1981-1987) y otros. La comisión determinó que Ronald Reagan no tenía conocimiento detallado del programa y en especial sobre la financiación con esos fondos a los Contras nicaragüenses. Una tremenda mentira al estilo norteamericano.

En sus memorias “Bajo Fuego” Oliver North describe con amargura y enojo que al final Reagan logró escaparse, pero muchos funcionarios del ejecutivo no. Desde el derribo del avión de Hasenfus y todavía cinco años después la investigación a lo interno del gobierno norteamericano prosiguió logrando inculpar a finales de 1991 a otro tanto de funcionarios.

Así el 16 de marzo de 1988 Oliver North y John Poindexter del NSC fueron acusados de múltiples cargos. En 1990, Poindexter fue condenado de varios cargos de conspiración, por mentirle al Congreso de los EE. UU, obstrucción a la justicia, y alterar o destruir documentos relativos a la investigación. Caspar Weinberger fue condenado por mentirle al consejero independiente de Estados Unidos, Lawrence E. Walsh,

Muchos de los otros funcionarios condenados son personajes renombrados. Elliott Abrams (Sub Secretario de Estado para Asuntos Interamericanos) se le encontró culpable de dos acusaciones de uso de información privilegiada. Otto Reich (jefe de la Oficina de Diplomacia Pública para América Latina y el Caribe). John Negroponte (Embajador en Honduras). Clair George (Jefe de Operaciones de la CIA) Duane R. Clarridge (Jefe de la División para L.A de la CIA). Alan Fiers (Jefe de la Fuerza de Tarea Centro América dentro de la División para L.A de la CIA). Robert McFarlane (Consejero de Seguridad Nacional 1981- 1983)

Para mayor de su desgracia y amargura Ronald Reagan se negó a darles el indulto y no fue hasta 1992, que el nuevo presidente George H. W. Bush perdonó a los seis altos funcionarios de la administración Reagan, Elliott Abrams, Alan Fiers, Clair George, Robert McFarlane, y Caspar Weinberger.

Sin duda alguna el estremecedor y demoledor impacto que derribó ese avión de Hasenfus sigue en su sonido ensordecedor a la espera de más filibusteros que se atrevan a ensangrentar a nuestro país y con la capacidad de explotar en el corazón de los autores intelectuales de atentar contra nuestra libertad y soberanía.

(*) Manuel Salvador Espinoza Jarquín. Especialista en Relaciones Internacionales

Posted on Leave a comment

Red Internacional y Métodos de Financiamiento Encubierto electoral USA a la Oposición anti-sandinista

Manuel S. Espinoza J. (*)

Septiembre en nuestro país es el mes del Espíritu Independentista, libertario y anti-imperialista. EL acto heroico de los indios flecheros de Matagalpa y la pedrada de Andrés Castro al filibustero gringo se inmortalizaron en nuestra lucha anti esclavista y anti hegemónica contra los gobernantes de EE. UU de Norteamérica.

A lo largo de la historia y soberanía nicaragüense, la Batalla de San Jacinto se ha repetido en cientos de formas y una de estas es la intervención electoral USA en nuestras elecciones presidenciales. A la fecha, muy pocos compatriotas conocen de los métodos que fueron empleados por los EE. UU en la campaña electoral de 1990, en contra de la Revolución Popular Sandinista.

En la cruda realidad fue contra todo el país. Reagan le dio la orden al Jefe de la CIA: “regrésemelos a la edad de piedra”. Hoy estamos claros de estos propósitos y de sus estrategias de siempre. En esta coyuntura pre electoral es urgente crear una catedra abierta y extensa sobre sistemas de desestabilización contra Nicaragua que, de manera sencilla, clara y con información científica llegue a nuestra militancia y al pueblo en general.

Es inverosímil, que, a estas alturas de nuestra historia, miles de universitarios además que desconocen casi por completo sobre la sangrienta guerra de agresión USA en los años 80, no puedan explicar qué sucedió en abril del 2018 y lo antipatriótico del financiamiento externo a una gansteril y malinchista cúpula de la mal llamada “Sociedad Civil”. Si esto resulta difícil, entonces está más que clara la imposibilidad de que puedan ver lo intangible de la agresión por la vía del financiamiento clandestino de las agencias norteamericanas para derrocar al gobierno actual.

El detalle del financiamiento abierto de las agencias norteamericanas en las elecciones del 90 y para la promoción del Golpe Suave en el 2018, ha abierto una seria discusión sobre que si se debe volver a permitir esto como muestra de un proceso democrático, o se debe cerrar por completo su flujo en términos de soberanía e independencia.

Aun cuando existen muchos críticos a la decisión del gobierno sandinista de los 80 de aceptar el financiamiento abierto USA vía la National Endowment for Democracy (NED) en las elecciones de 1990 a la oposición anti-sandinista, pasando esta por el Banco Central (BCN) y el Consejo Supremo Electoral (CSE) bajo las leyes de Nicaragua; no se puede comparar toda la situación de los 80 con la actual ya que las realidades en curso y la visión de futuro marcan el contrapeso en la decisión.

Se debe de entender siempre de manera transversal a la hora de criticar la historia, que la lucha y el anhelo de alcanzar la paz por nuestro pueblo y expresado en todos los discursos del Cmte. Daniel Ortega es la máxima ecuación que subordinara a muchas tácticas y estrategias de todos los tiempos para nuestro país.

Mentiras made in the White House.

En aquel entonces, para septiembre de 1989 Jimmy Carter sirvió de enviado especial del Gobierno de George Bush padre, quien aseguraba que a cambio de permitir el financiamiento abierto a la oposición anti-sandinista vía la (NED) no se realizaría ningún tipo de financiamiento encubierto que influenciaría el resultado de las elecciones.

Desde luego que mintieron.

En agosto de ese mismo año $ 9 millones de dólares habían sido aprobados por el congreso norteamericano para el financiamiento electoral a la oposición en Nicaragua. En general, para esa fecha ya circulaba una supuesta cifra para ese propósito. Variaba un tanto porque provenían de dosfuentes diferentes: el Carmen Group y la NED. Se hablaba de un presupuesto entre unos $ 4 millones 297, 500 dólares y $ 4 millones 453, 732 dólares. (ver imagen 2).

De manera ingenua se dice que el Congreso estadounidense cayó de nuevo en la trampa republicana del “proyecto contra”. Si la primera vez, en 1980-1981, la Casa Blanca le aseguró que no crearían ninguna fuerza militar para desestabilizar al gobierno nicaragüense, sino que solo se armaría a 500 hombres para impedir el tráfico de armas a El Salvador; esta vez, el cuento era que los 9 millones serían el único financiamiento abierto que la oposición recibiría.

Al final, la NED utilizó $7.7 millones de dólares (de los $ 9 millones autorizados por el Congreso) y, por su parte la Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) canalizó $ 11 millones de dólares en financiamiento encubierto. De las cifras públicas que ellos mismos admiten, un total de $ 18.7 millones de dólares es lo que fue invertido en la campaña electoral antisandinista, haciendo en mucho incontrolables las diversas operaciones de carácter político – electoral dirigidas por la CIA.

Lo importante no es si los yanquis desde el Congreso o desde el ejecutivo incumplieron su promesa de no influenciar el proceso electoral con el uso del financiamiento clandestino a la oposición a lo interno de Nicaragua. Lo importante es conocer los métodos y formas utilizadas en aquel entonces para tener una clara idea de su accionar actual. Ellos jamás mudarán la piel. Ellos actualizarán esa aplicación.

Tras la nueva realidad política y de la guerra misma después de los acuerdos de Esquipulas, la nueva estrategia política-electoral de la CIA se montó en toda una red de organizaciones ya existentes para el apoyo al “proyecto Contra” dentro de los EE. UU; sobre todo operando desde Miami y otras ciudades en varios países de la región como Costa Rica y Venezuela, así como en Europa. Sobre este financiamiento encubierto no informaron al gobierno sandinista.

Por ejemplo, los $ 5 millones de dólares para sufragar todos los gastos posibles de infraestructura, movilización, equipos y muebles, así como salarios a los líderes opositores que, desde abril hasta septiembre del 1989, se realizaban bajo un programa especial.

Otro fondo no tan ventilado, fueron los $ 6 millones de dólares que Bush padre pidió días después de haberse aprobado los 9 millones por parte del congreso norteamericano. Con esto se pagaría a periodistas extranjeros por todo el mundo, publicitando acciones de propaganda electoral armada de la Contra dentro del territorio nicaragüense y otras acciones más que violaban por completo todo el compromiso adquirido con el gobierno sandinista.

Otra operación en curso y con fondos clandestinos de la CIA era la procuración del retorno a Nicaragua de por lo menos unos 100 altos jefes y líderes de la Contra, para que se integraran de lleno a la lucha política electoral. Entre estos estaban Alfonso Róbelo, Adolfo Calero, Bosco Matamoros, Azucena Ferrey, Alfredo Cesar, Antonio Ibarra vinculado a la Freedom House y al instituto para la religión y la Democracia (IRD). Unos $ 600.000 dólares serían utilizados para este plan especial denominado “Programa para el retorno del Exilio Nicaragüense” (NERP).

Ya en enero de 1990 de nuevo Bush vuelve a romper su supuesta promesa al solicitarle a republicanos y demócratas la ayuda económica para facilitar el triunfo de la UNO ya que los fondos de la NED eran insuficientes.

Tampoco se integran los $ 67 millones de dólares que a finales de abril del 1989 del 88 fueron aprobados por el congreso y estaban siendo utilizados para el financiamiento de la Contra para mantener intacta a sus fuerzas y su capacidad de guerra durante todo el proceso electoral y procurar la no desmovilización a pesar de los acuerdos presidenciales de Esquipulas IV (1987) como en Costa del Sol en El Salvador (1989), Tela Honduras (1989),) y San Isidro de Coronado (1989) también en Costa Rica. y los de Sapoá entre Contras y sandinistas en Nicaragua (1988).

Esos $67 millones incluían $49.75 en ayuda humanitaria, $7.7 en transportación de todo tipo. $ 4.16 millones en asistencia médica y $ 5 millones en costos administrativos. “Democratización antes de la Desmovilización” era la estrategia central de Washington. Esta le permitiría influenciar en toda la región montañosa del país donde se libraba la guerra. Un 25% del electorado vivía en esa zona.

Para lograr su estrategia en agosto del 89 la “Resistencia” anunció una movilización jamás dada de unos 6,000 hombres a lo interior del país completada en octubre. La cantidad de combates se estimaba en unos 300 por mes. Prácticamente el triple de inicios del año y veces más comparado con los ocurridos en 1988.

Eso les permitió realizar el programa de “acciones de propaganda electoral armada de la Contra dentro del territorio nicaragüense” entre las que se destacaba: Distribución de propaganda política a favor de la UNO.

Amenazas al campesinado de regresar después de febrero del 90 y vengarse si no votaban por la UNO. Que no había tal desmovilización alguna. Al contrario, habría Contra para rato.

Dejar claro que de no ganar la UNO, la guerra continuaría junto con la penuria de 10 años en el campo. Campaña de terror y asesinatos a los colaboradores sandinistas. Esto psicológicamente fue tan letal como la misma invasión a Panamá en el 89 ya que le sirvió de oportunidad a la UNO de expresar que si ellos ganabas jamás los EE. UU atacarían a Nicaragua.

La Red Local desde EE. UU

Desde Miami la organización recolectora y canalizadora de los fondos era El Carmen Group, fundado en 1982. Este jugó un papel importante en la promoción de la “guerra Contra” desde su inicio. No era para menos pues uno de sus fundadores fue Max Hugel ex director de las operaciones clandestinas de la CIA tras la victoria de Reagan en las elecciones del 80.

Siempre usando el método de crear organizaciones que sirvan de tapadera a la participación intervencionista norteamericana se procedió a crear y escoger finalmente a una organización que tuviera la cara nicaragüense. Entre estas figuraron la Fundación Nacional Nicaragüense Norteamericana (FNNN) de Adolfo Calero, Bosco Matamoros y Álvaro Rizo, la Fuerza de tarea Civil de Nicaragua (FTCN) de Antonio Alvarado, la que posteriormente la CIA convirtió en el Comité para las Elecciones Libres y la Democracia en Nicaragua (CELDN) o mejor conocido como el Comité de Miami.

A esta última organización le crearon un consejo directivo honorifico con Jef Bush, quien brindó la oficina donde estaría ubicada y Donald Trump entre otros ya conocidos. Se inició financiando al Comité reduciendo los gastos de mantenimiento de las oficinas de la resistencia en Washington y Miami. La Contra estaba ya en otro plano.

El Carmen Group se dedicó a la recaudación de fondos paralelos a los dados por el congreso. Estos fondos provenían de un sinnúmero de actividades de relaciones públicas dentro de los EE.UU. Desde tours políticos para la Violeta Barrios de Chamorro hasta la organización de cenas y banquetes que costaban desde $1,000 hasta $ 5,000 la entrada, pasando por donaciones desde $10,000 y hasta $145,000 dólares por congresistas y millonarios estadounidenses. Se estipula, que entre $600.000 y un millón de dólares fueron recolectados y utilizados para el financiamiento electoral sin que pasara por el CSE o en BCN.

Ya ni se diga las recolectas paralelas que desde la UNO en Managua se orientaba realizar de manera independiente a varios delegados nicaragüenses que tampoco fueron reportados. Decenas de miles lograron recolectar en campañas de radio y televisión, conferencias simposios que de igual manera no enteraron a las autoridades nicaragüenses.

La Red Tica.

Desde Costa Rica operaba otro enjambre de organizaciones norteamericanas y ticas con el mismo fin anti-sandinista. La NED operaba a través de la American Development Foundation (ADF) que desde Esquipulas comenzó a recibir fondos para la “Promoción de la Democracia” trasladando una parte al Centro de Asesoría para la Democracia (CAD) de origen tico. Unos $ 250.000 fueron usados para el programa de “Entrenamiento y Educación Cívica” a los líderes de la oposición anti-sandinista, y creando una macro estructura política opositora. Desde el CAD se accionaria con el Grupo Delphi que a su vez asistía al Centro de Formación Juvenil (CEFOJ) y al periódico La Prensa. la Federación Internacional de Sistemas Electorales (IFES) y el Instituto de Sindicatos Libres (FTUI).

Por su parte el Instituto Republicano para las Relaciones internacionales, (NRI) fundó en 1986 en Costa Rica la Asociación para la Defensa de la Libertad y la Democracia (ADLD) del Partido Social Cristiano Unido (PSCU). A esta le destinaria unos $500.000 dólares de no ser por las protestas del Partido Liberal Nacional (PLN) de Oscar Áreas, quien sintió en carne propia el intervencionismo político USA. Pero que no le importaba cooperar en contra de la Revolución Sandinista. Como siempre la doble moral de la Política exterior de Costa Rica.

El Centro de Asistencia para la Promoción Electoral (CAPEL) era financiada por la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) lo que hoy se conoce como USAID. Creada en 1984 con $ 3.1 millones de dólares. Sus objetivos macros eran coordinar la asistencia técnica y financiera en los procesos electorales en C.A y el Caribe.

CAPEL coordinó con Nicaragua unos $150,000 dólares para el proceso electoral a través del CSE. Pero no coordinó los $ 500.000 dólares que le dio la AID para el mismo proceso. Eso le facilitó a CAPEL financiar a la Federación Internacional de Sistemas Electorales (IFES) en su momento creado por la NED. IFES creó en Nicaragua la “Vía Cívica” y los registros de votos que junto con los equipos de CAPEL distribuidos por toda Nicaragua entrenaron a los miembros de la UNO por todo el país.

La embajada tica también era un puesto de apoyo a la oposición anti-sandinista dado al militantismo de su propio embajador Farid Ayales, quien daba todo tipo de cenas y reuniones a los opositores. Para ese tipo de menesteres tenía asignado un presupuesto de $ 5,000 dólares mensual. Negoció a favor de la reapertura del diario La Prensa y hasta publicaba artículos y editoriales en contra del gobierno sandinista.

Radio Impacto ubicada en Costa Rica fue otra fuente receptora de fondos para unirse en la campaña mediática en contra del gobierno y la revolución sandinista.

Posteriormente entre 1988 y 1989 crearon la Academia Centroamericana de Entrenamiento (ACE) con bases en cada capital del istmo. El monto asignado eran unos $ 226.000 dólares. Su labor principal era organizar comités y grupos políticos que apoyaran la política exterior norteamericana inclusive en caso de una intervención militar directa contra Nicaragua. Entre otras tareas estaba canalizar fondos a la UNO a través de cuentas abiertas en Miami a diversos centros y organizaciones creados por ellos mismos y con las mismas características como el Centro de Estudios Económicos, Políticos y Sociales (CEEPS), el Instituto para la Promoción y la Capacitación Electoral (IPCE) etc.

La Red Venezolana.

Desde las diversas agencias de financiamiento desde Washington se manejaban otra red de organizaciones venezolanas en función de la desestabilización del proyecto revolucionario y la facilitación de la victoria electoral antisandinista en las elecciones del 90.

Desde Venezuela funcionaban la Fundación Nacional Democrática (FND) y la Fundación Rómulo Gallegos y se costeaban con los 200 mil dólares mensuales que servían para mantener la oficina de la Contra en Miami. Estas eran parte de un esquema que desde 1988 el Departamento de Estado por medio del Secretario de Planificación Política para América latina Luigi Enaudi había creado para el apoyo de la oposición nicaragüense. Posteriormente este llegó a ser el embajador USA en la OEA.

EL esquema era el mismo solo que usando de enlace al cardenal Obando y Bravo y a otros miembros de la UNO para poder generar asistencia técnica y económica a la oposición. Los miembros del FND se inscribieron como observadores electorales ante el CSE lo que les permitiría el contacto directo con la oposición. Entre estos observadores estaba Tor Halversen hombre convocado por la CIA y que desde el inicio de la guerra Contra en 1981 financió un viaje a Caracas al directorio de la Contra para crear campañas anti sandinistas a través de los Comité de defensa de la Democracia en Nicaragua. No había pues tales observadores imparciales mucho menos independientes.

Desde luego que para la inteligencia y seguridad sandinista este era el pan de cada día y el lector entenderá lo harto difícil de lidiar con este tipo de acciones y sus modalidades. Hoy día el accionar es el mismo solo que muchas organizaciones han mudado su nombre y en las próximas entregas las compartiremos.

Aprovechando la coyuntura electoral nacional, el caso del financiamiento encubierto de las agencias norteamericanas y sus métodos en las elecciones del 90 sirve como cartilla para nuestro pueblo en función de que se mantenga el firme convencimiento de que como se ataca a Nicaragua, como se lesiona su soberanía, quienes y como lo hacen y quienes en Nicaragua se lucran permitiéndoselo al yanqui intervencionista.

Lo anterior es muy importante si logramos generar conocimiento y conciencia en el pueblo trabajador, en el nicaragüense humilde y honrado. El campesino, el zapatero, el barbero, la vivandera, el albañil, el carpintero, el busero, los estudiantes y los docentes deben de saber dimensionar el nivel de lucro, la cantidad de dinero que ganan los malos nicaragüenses que reciben dinero del financiamiento yanqui. Como deben entender el dominio y el saqueo a los que nos someten las estrategias norteamericanas.

Es este tipo de traslado de información, a través de la cátedra sobre sistemas de desestabilización propuesta e impartida en cada centro universitario, hará que miles de Andrés Castro se reproduzcan en el devenir histórico de Nicaragua. ¡Arroja de nuevo la piedra Andrés!

(*) Manuel Salvador Espinoza Jarquín. Especialista en Relaciones Internacionales

Posted on Leave a comment

La Guerra Política Electoral USA contra el FSLN (1823-2021)

Por Manuel S. Espinoza J.

A medida que se acercan las elecciones presidenciales en nuestro país el intervencionismo norteamericano en forma de guerra política electoral se hace más claro por su desfachatez e impunidad. Éste ha iniciado abiertamente con clara urgencia de realizar “las acciones necesarias” financiadas por parte de los Estados Unidos para evitar a toda costa, que el FSLN gane en las elecciones del 2021.

Ningún partido en Centroamérica puede compararse con el partido rojo y negro. Con su nivel de apoyo popular. Con su grado de organización y disciplina. Ningún partido como el FSLN ha dado la batalla anti-imperialista en la región como el partido de A. C. Sandino y de Carlos Fonseca. Ningún partido en la región lucha por décadas contra el intervencionismo gringo como el FSLN.

Antecedentes delIntervencionismo Político USA.

Las premisas de la intervención yanqui en nuestro país siguen siendo las mismas que se establecieron en 1823 con la doctrina Monroe.

La presencia extra continental en nuestro hemisferio por parte de otras potencias de turno. Llámense España, Inglaterra, Portugal, Francia, Alemania, en aquel periodo o la URSS en tiempos de la Guerra Fría o Irán, Rusia o la República Popular China de estos tiempos.

2. La ruta canalera descubierta tras la fiebre del oro en 1848 y su deseo firme de no permitir la construcción de un canal interoceánico que no sea el de Panamá u otro construido, controlado y administrado exclusivamente por ellos.

3. El resto de dinámicas que la geografía y el territorio nicaragüense por sí mismo generan y que se pueden entender a través de la geopolítica y las acciones de política exterior norteamericana hacia nuestro país.

William Walker el 12 de julio de 1856 se proclamó presidente de Nicaragua después de asesinar a los liberales y conservadores. Después que decretó el inglés como idioma oficial y querer instalar el esclavismo; el gobierno en Washington lo reconoció inmediatamente como el presidente de Nicaragua.

1928, cuando los yanquis intervinieron por cuarta vez en Nicaragua, los norteamericanos además de organizar las elecciones fueron supervisadas por el General Frank R. McCoy. Este personaje encabezaba la Comisión Electoral Nacional, (el Consejo Supremo Electoral, que conocemos hoy) Esta estaba integrada por tres miembros: Uno del Partido

Conservador, uno del Partido Liberal y un estadounidense. Los tres, sin embargo, debían ser nominados por el presidente USA. Las urnas y centros de votación eran atendidos por infantes de la marina USA y estos al final contaban los votos. Así decidían ellos a quien instalarían en la silla presidencial del gobierno nicaragüense.

Instalaron a Somoza García como premio por haber asesinado al Generalde Hombres Libres Augusto C. Sandino. Posteriormente Somoza dió un golpe de Estado en 1934 y su dinastía se pasó a manos de su Hijo Anastasio Somoza y en forma de dictadura militar duróhasta ser derrocado por el FSLN en julio de 1979. Un régimen sangriento con las elecciones más viciadas de toda la historia nacional, pero nuncasancionado por Washington.

El poder gubernamental en Nicaragua se disputa desde 1961 entre el FSLN y el gobierno gringo de turno. Sobre todo, con el derrocamiento de la dictadura somocista en 1979 y con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista (RPS). Olvidémonos de cualquier oposición política local. La oposición local sin el apoyo injerencista yanqui no son nada. Simplemente son un producto más “made in USA”. Por mucho que la oposición quiera demostrar un origen nacional, una fortaleza popular no son más que el cúmulo del esfuerzo del poderío económico, paramilitar y psicológico yanqui contra la maquinaria política popular del FSLN.

El Intervencionismo Electoral en la Década de los 80.

Desde 1983 la Fundación Nacional para la Democracia (NED) por sus siglas en inglés comenzó a desarrollar una nueva forma de intromisión política abierta que en cierto modo sustituyera a la que venía realizando la Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) de forma encubierta.

Prácticamente las batallas electorales presidenciales a partir de 1984 se dan entre el candidato del FSLN y el nicaragüense seleccionado por la Casa Blanca. Ese año en medio de la guerra de agresión el pueblo votó masivamente por el FSLN y su candidato el Cmte. Daniel Ortega Saavedra.

Tras la firma de los acuerdos de Paz en la ciudad de Esquipulas en Guatemala el 7 de agosto de 1987 la NED inicia a desarrollar todo un programa de desestabilización política para Nicaragua. La causa principal es el serio revés que la administración Reagan sufre en su guerra de agresión al gobierno sandinista en lo que conocimos como el “Conflicto de Baja Intensidad”. El objetivo principal lograr generar el odio político entre los nicaragüenses.

Ante la sorpresa de la Casa Blanca y producto del anhelo de paz del pueblo nicaragüense, el gobierno sandinista firma los acuerdos de Paz mejor conocidos como Esquipulas II, lo que obliga a los EE. UU y sus aliados centroamericanos a comprometerse a cumplir con una serie de acuerdos, que prácticamente le cortan el brazo de la guerra a Reagan y que lo obliga a modificar su estrategia de agresión armada cardinalmente en una dirección política y no militar.

Prácticamente el FSLN había creado un sistema de defensa nacional de la Revolución Popular Sandinista (RPS) de todo el pueblo. El proyecto “Contra” estaba en las ruinas con serias sanciones de suspensión de las asignaciones de fondos por parte del Congreso norteamericano y tanto los Contras como Reagan eran mal vistos nacional e internacionalmente. El apoyo mundial hacia la RPS era casi total. La derrota de los EE. UU en la Corte Internacional de Justicia en la Haya por su guerra terrorista contra Nicaragua y el escándalo Irán-Contra le pusieron un sello de final infeliz al proyecto de la “Contra”, llamado por la CIA como el “proyecto Nicaragua”. Además, el juego de oposición de demócratas y republicanos estaba en su punto por las elecciones presidenciales venideras.

El final de la “Contra” fue lógico, un día después de finalizar la operación DANTO, la “Contra” se sentó a negociar el primer cese al fuego en la Ciudad de Sapoá en el departamento de Rivas al sur de Nicaragua. Su final había sido sellado.

Los norteamericanos estaban claros que tanto una victoria de la “Contra” o la invasión directa no resolvería el problema ya regionalizado. Si algo demostró la defensa de la revolución fue la posibilidad de extender el conflicto a nivel centroamericano. De ahí el cambio radical en su política exterior hacia Nicaragua, sobre todo en la forma de la guerra de agresión.

La triada diabólica del financiamiento abierto estaba compuesta por la Fundación Nacional para la Democracia (NED), el Instituto Nacional Demócrata para las relaciones internacionales (NDI), el Instituto Nacional Republicano para las relaciones exteriores (NRI) todos por sus siglas en ingles.

El papel de éstas sería construir una estrategia con acciones políticas, que logre el mismo objetivo que el proyecto “Contra” no logró; Derrocar al FSLN del gobierno a corto plazo, desmantelar a la RPS a mediano plazo y finalmente destruir como fuerza política al sandinismo a largo plazo. O sea, la continuación de la guerra en un frente mucho más amplio.

Objetivos, Métodos y Formas del Intervencionismo Electoral.

Tras la firma de Esquipulas, el NDI lanzó el llamado “Programa para el Desarrollo Democrático”. Su presidente Bryan Atwood estableció, “que se disponían a unificar a la oposición y a orientar sus actividades anti sandinistas”. Cabe destacar que el NDI por ser demócrata y por estar en la oposición de una administración republicana se oponía a la estrategia de “la Contra” de Reagan (republicano) y mantuvo relaciones con la oposición nicaragüense desde el inicio de la Revolución Sandinista. Su propuesta era crear un centro democrático o una tercera vía que se ubicara entre los extremos de “La Contra” y el FSLN.

En octubre de 1987 el NDI realizó una encuesta de la cual se generó un informe interno de 16 páginas que detalló la situación en Nicaragua y a al final elaboró toda una agenda concreta para las acciones de intervención política en el país.

En el informe se detalla que en Nicaragua había un ambiente favorable que favorecía a la oposición cívica. La Economía en ruinas. La pobreza y la desesperación era evidente. El mal manejo sandinista era notable a lo largo y ancho del país. El país se bañaba en sangre a diario y la oposición política no tenía la imagen de muerte de la “Contra”. Tampoco se le acusa por el mal manejo y la situación deplorable de la economía. Había pues que UNIFICARLOS y CONSTRUIR la organización o coalición por excelencia tal como se había creado a la “Contra” con mandos y liderazgos verticales.

El cuadro disperso de la oposición se podía entender con la existencia de varios partidos en pugna, como el partido liberal, conservador y demócrata cristiano con diversas facciones en cada uno y otros como el social demócrata, el comunista y el socialista. A estos se les sumaban dos facciones de la unión centroamericana,así como otras tres organizaciones políticas en el extranjero.

En general existían dos grupos de alianzas de centro derecha y centro izquierda enfrentadas entre sí, una alianza giraba en torno a la Coordinadora Democrática Nicaragüense (de extrema derecha) y otro alrededor de los partidos socialcristiano, liberales independientes, comunistas y socialistas. Ante ese cuadro de división, la estrategia era la UNIFICACION bajo un marco operacional que permitiera:

  • Crear organizaciones políticas gradualmente que pudieran enfrentar al FSLN por medio de su propia fortaleza y no por medio de la confrontación con éste.
  • Proveer a la oposición de una definición política que fuera más allá de la vaga retórica anti sandinista.
  • Acuerparlo de contenido político

La administración Reagan entendió la necesidad del cambio de estrategia e introdujo a su componente interventoral plan anti sandinista del NRI, que junto con el NDI y la NED ampliaran elprograma de acción hacia Nicaragua. Lafuente de financiamiento sería la NEDcon los primeros $ 600.000 dólares, que serían utilizados en:

  • Visitar a la oposición dentro y fuera del país.
  • Informar a los países en la región para lograr el respaldo regional.
  • Organizar diversos seminarios para la oposición dentro y fuera del país, que incluyeran los temas y entrenamiento en:
  • Formulación de estrategias organizacionales.
  • Planificación de tareas tácticas de las actividades opositoras.
  • Planificación partidaria.
  • Creación y organización de las circunscripciones electorales.
  • Formación de al ianzas y coaliciones.
  • Reclutamiento de adeptos.
  • Elaboración y transmisión de mensajes coherentes.
  • Identificación y expansión de la base de apoyo.
  • Técnicas de comunicación compatible con la cultura política del país.

En conclusión, PREPARACION, FINANCIAMIENTO con presión para que se unifiquen y ASESORAMIENTO. Para finales de 1987 los partidos políticos de oposición en Nicaragua comenzaron a agruparse alrededor tanto del DNI como del NRI. Estos dos grupos por separado se hacían llamar el grupo de los siete y el grupo de los ocho.

En una reunión clave en Washington entre funcionarios de Departamento de Estado y la NED establecieron que se debía de trabajar con el congreso para la ampliación del programa para Nicaragua y que al mismo tiempo cooptara a los demócratas. La medida estaba dirigida a lograr el apoyo del congreso que la administración Reagan no había logrado con el proyecto “Contra” desde su inicio en 1981.

Además, aun con todo el cuadro caótico que presentaba la situación en Nicaragua, por lo menos el 60% de la población se mostraba indecisa a votar a favor de la oposición. Urgía entonces la promoción de incentivos que atraerían el voto de los indecisos. Por eso se apresuraron a unificar a los cuadros de mayor y medio nivel de estos partidos en función de unificación de acciones en conjunto y unificación del objetivo final. ¡Un papel muy importante jugó el embajador norteamericano Richard Melton, quien promovía las acciones en las calles como marchas y caravanas al estilo Nandaime va!

Como principal receptor y canalizador de los fondos se seleccionó al Grupo Financiero Delphi. Un viejo contratista de la Agencia Norteamericana de Información (USIA), la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) y posteriormente de la NED, que había participado en una operación de plebiscito en Chile. Este grupo tendría por objetivo “Construir a la oposición” en base a la implementación del “Programa Amplio de Coalición Nacional”.

Como el núcleo político de partida seleccionaron a la Coordinadora Democrática Nacional (CDN de extrema derecha) Para eso a través de la concesión No. 88-524-P-039-57-2 se le entregaron $ 44.000 dólares en dospartidas. A fin de cumplir los objetivos, esta organización debía de:

  • Abandonar y deponer sus posiciones extremas.
  • Trabajar en pro de la unificación.
  • Crear la oposición cívica.
  • Promover cambios en la ley electoral.
  • Crear líneas de contacto con los sectores privados.

En su informe final el Grupo Delphi aseguró haber cumplido la misión. Para 1988 el NDI y el NRI lograron unir a la oposición nicaragüense en el grupo de los 14 partidos políticos.

Una vez alcanzado este nivel los nuevos objetivos eran:

  • Crear el apoyo internacional a la oposición nicaragüense.
  • Sobre todo, mediática y discursiva.
  • Crear un cuerpo político de líderes civiles.
  • Iniciar la creación del frente político.

Finalmente, de este grupo de 14 partidos surgió la Unión NacionalOpositora (UNO) la coalición contrincante del FSLN en las elecciones presidenciales del 25 de febrero de 1990.

Lo anterior es muy importante entender porque a partir de lo anterior descrito toda retorica electoral como “elecciones democráticas”, “elecciones libres”, “elecciones justas y transparentes” “elecciones con supervisión extranjera”, “temores de fraudes electorales”, “respeto al voto ciudadano” es mero ejercicio exógeno desde Washington y nada democrático, mucho menos nacionalista. Es un burdo disfraz de lo que persiguen tanto los yanquis como sus títeres peleles locales.

Para muestra un botón. Recordemos cuando en las elecciones presidenciales del 2001 el embajador norteamericano Oliver Garza hasta se metió dentro de las instalaciones del Consejo Electoral para supervisarlas y que con su influencia los magistrados del Consejo Supremo Electoral respetaran la decisión de Washington y ganara su candidato.

Analogía del Financiamiento en las Elecciones del 1990 y el 2021.

Actualmente los EE.UU. están interviniendo electoralmente de la misma forma que lo hicieron en los 80 para llevar al poder a la Violeta Barrios de Chamorro. No es ni exageración, ni fantasía política.

n febrero de este año Donald Trump declaró que Estados Unidos presupuestó más $ 10 millones de dólares en donación para Nicaragua para apoyar la lucha de la sociedad civil en materia de democracia parael año fiscal 2021. En otras palabras, para que de nuevo su candidato gane en las elecciones del 2021. El uso de esta asignación será a partir del 1 de octubre del 2020 al 30 de septiembre del 2021. Este monto deberá haber sidototalmente gastado faltando un mes para las elecciones presidenciales de noviembre del 2021.

En realidad, no solo es ese el monto que el gobierno USA viene asignando para la oposición anti-sandinista para este propósito. Ese monto aun no lo tocan. El que están usando es el del presupuesto para el año fiscal (octubre 2019 a septiembre 2020) que fue de $ 6 millones de dólares y para el año fiscal (octubre 2018 a septiembre 2019) fue de $ 11. 61 Millones de dólares. Mucho se especula sobre un monto mayor de más de 19 millones de dólares, que se han quedado los bolsillos de dirigentes de mayor voracidad de la oposición.

Ósea que en total desde octubre 2018 tras su fallida estrategia de derrocar al gobierno vía “El Golpe Suave” de Gene Sharp hasta noviembre del 2021, el gobierno norteamericano habrá invertido durante estos tres años $ 27.1 millones de dólares de manera abierta para procurar la derrota electoral del FSLN e instalar a su vasallo de turno.

El actual programa «Gobierno Justo y Democrático» con un financiamiento de U$4,065,179. comprende, los siguientes «componentes»:

  1. Programas de Liderazgo democrático – con U$ 970, 000 dólares.
  2. Partidos Políticos – con U$ 415, 179 dólares.
  3. Supervisión de la aplicación de losprogramas –U$ 102, 821 dólares.
  4. Participación Cívica/Gobiernos Municipales U$1, 500, 000 dólares.
  5. Construcción de capacidades para defensa de la Sociedad Civil – con U$ 600, 000 dólares.
  6. Programa de Fortalecimientopara la Prensa Independiente – con U$ 580, 000 dólares.
  7. Diseño de Programas para aprendizaje – con U$ 50, 000 dólares.
  8. Apoyo al Programa de Aprendizaje con U$ 102, 181 dólares.
  9. Promoción del Desarrollo Económico y Social / FUNIDES – con U$ 834, 421 dólares.
  10. El sitio web Confidencial, recibió donaciones de Open Society Foundations, la suma revelada es de U $175, 000 dólares.

Nicaragua ya experimentó una agresión política similar desde 1987 hasta 1990 con esa misma cantidad de financiamiento. En esos dos años y medio el gobierno norteamericano invirtió (según en su informe de octubre 16, de 1989, el Boston – based group Hemisferic Initiatives, que se inscribió como observador ante el Consejo Supremo electoral en las elecciones del 90), $ 26.5 millones de dólares en financiamiento abierto y clandestino que se invirtieron en las elecciones nicaragüenses. Otras fuentes aseguran que fueron unos 30 millonesde dólares.

Y no solo es el monto de los $30 millones que usaron para financiar las elecciones de 1990 lo que hace repugnante la acción de política exterior, sino la desfachatez con que el congreso durante semanas debatió sobre cuál sería la mejor estrategia para que a través de la Agencia para la Promoción de la Democracia (NED) y la Agencia internacional para el Desarrollo (AID) invirtieran $ 9 millones de dólares en la campaña electoral nicaragüense tras la solicitud que en septiembre de 1989 hiciera la administración Reagan. En todo caso no es la soberanía de Nicaragua lo que valoraban sino como eficazmente lograr su intervencionismo con el triunfo electoral sobre el gobierno sandinista

Ese monto se destinó para crear todo el andamiaje electoral para la oposición antisandinista. Unos $ 5 millones de dólares serian administrados por el Instituto Nacional Demócrata para las relaciones internacionales (NDI) y el Instituto Nacional Republicano para las relaciones internacionales (NRI). Unos $ 2.9 millones de dólares fueron utilizados a discreción por la NED y 1 millón de dólares para el pago a los grupos de observadores internacionales entre los más destacados como el Centro Carter y el Centro Allen Weinstein para la Democracia. La Freedom House con $ 358,000 dólares y la Delphi Internacional Group con otro tanto. Al final los EE. UU solo a través de la NED invirtieron $12.5 millones en las elecciones en Nicaragua.

La AID no se quedó atrás le entregó $ 4.166.000 millones de dólares a la iglesia proveniente de un fondo que estaba destinado a los “Contras” para ayudar a su desmovilización y gastos médicos y que fueron redirigidos a la iglesia para apoyar la elección de la Violeta Chamorro.

Lo importante de esa operación lesiva de nuestra soberanía era como enmascarar todo el flujo de dinero que recibirían los partidos y organizaciones cívicas y políticas de la oposición. Para tal propósito se creó el Instituto para la Promoción y la Capacitación Electoral (IPSE) con una junta de directores como Alfredo Cesar quien era consejero del jefe de campaña de la UNO, (yerno de Doña Violeta), Luis Sánchez (vocero oficial de la UNO) Guillermo Potoy, Silviano Matamoros (líder del PSD) y Adán Fletes (líder del PND) todos miembros de la coalición de la UNO.

Para que su junta quedara autorizada por la Casa Blanca fueron invitados a Washington D.C a un supuesto “Entrenamiento Internacional de Actividades Política-Electorales” donde la realidad era patentizar la firma que les convertiría en los receptores de los fondos del NDI y el NRI, que tanto la NED como la AID les entregarían durante la campaña electoral. Ese viaje fue financiado por la Freedom House con un monto de 10,900 dólares.

Era tanto el afán de controlar el financiamiento por parte de la elite, que estaba alrededor de Doña Violeta, que las escuadras de contadores de la empresa Price Water- House que vinieron desde Washington a verificar el movimiento y la entrega de los fondos no podían comprender cuando el dinero iba al IPSE o a los directivos de la UNO. Pero se hicieron de la vista gorda con tal de alcanzar el objetivo. Siempre hubo dinero para todos.

Una vez unificada la oposición en 14 partidos que integraban la Unión Nacional Opositora (UNO) con Doña Violeta Barrios de Chamorro como candidata escogida por el Departamento de Estado su vicepresidente, Virgilio Godoy tuvo que ser elegido en una reunión en la embajada norteamericana tras una serie de encuentros fallidos de los líderes de la oposición para ponerse de acuerdo si debería ser Enrique Bolaños o Godoy. Se asegura que en esa reunión cada líder de partido salió con $ 10 mil dólares para comprar las voluntades de aquellos que apoyaban la candidatura de Bolaños y aceptar a Godoy.

Lo escalofriante es que en esos 3 años (1987, 1988 y 1989) que antecedieron a las elecciones de 1990, el monto de $ 26.5 millones de dólares incluía el financiamiento abierto y el clandestino. La pregunta del millón ahora es cuál es el financiamiento clandestino ahora si hasta ahora el monto asignado de manera abierta (oficial) para el mismo propósito desde el 2018 hasta el 2021 será de 27.1 millones de dólares es casi igual que en los 80?

La agresión yanqui y las elecciones de 2021

En mayo de 2020 la Agencia Norteamericana para el Desarrollo Internacional (USAID y sucesora de la AID) elaboró el documento RFTOP No. 72052420R00004 sobre la “Asistencia Sensible en Nicaragua” (Responsive Asistance in Nicaragua – RAIN). Se ha difundido pública y masivamente la Sección “C” de este documento titulado “Declaración del trabajo”.

Ahí se describe bien sin ningún respeto a la soberanía nacional los pasos a seguir en el cumplimiento de la “Misión
del objetivo marco estratégico”, que no, es más, que la construcción de la unidad opositora que al igual que en los 80 se encuentra dispersa y dividida como fuerza política, la construcción y selección de su liderazgo político y los candidatos presidenciales y organizaciones que derroque al FSLN en noviembre del 2021.

Para este propósito el Programa RAIN contará con un financiamiento de $ 540 mil dólares que es parte de una suma total que se desconoce y está destinada a la desestabilización del país o lo que en el documento se menciona como “crear el AMBIENTE para la transición democrática”. “Para la creación de las CONDICIONES propicias” el RAIN proveerá de manera rápida, sensible y relevante la asistencia necesaria.

Lista de mentiras

El documento de la USAID en ningún momento incluye un escenario donde el FSLN gane por elecciones justas, libres y trasparentes con reformas a la ley electoral en acuerdo con la OEA. Solo brindan tres escenarios donde los únicos ganadores deben ser los opositores, de lo contrario serán invalidadas. Para cumplir con el plan inmediato del documento, la primeramentira es:

a) Crear la imagen de una enorme crisis que vive el país y que es agudizada por la pandemia del Covid-19, sobre la que los norteamericanos proponen a la oposición agarrarse como excusa central para iniciar el levantamiento que genere violencia y caos a nivel nacional y la presión internacional, donde la OEA, la Unión Europea y los países vecinos en la región jugarán un papel importante.

b) Que producto de la crisis creada la oposición tenga fuerza para demandar la renuncia del presidente y el desmantelamiento total del gobierno con la promesa de elecciones adelantadas.

Es muy peligroso para la estabilidad económica, social y política de todo el país, lo que en el penúltimo párrafo de la página 7 y el primero de la página 8 se anuncia. En general se habla de servir para “realizar cambios abruptos”, “tener la habilidad de responder rápidamente a las nuevas demandas” y “responder rápidamente en el periodo más cercanoa lo inmediato”. Será tan violento el “ambiente” que crearán en el periodo de elecciones que se avecinan, que visualizan varios escenarios caóticos que hasta incluye la necesidad posterior de reconciliación en todo el territorio nacional al final.

Según Ben Norton, periodista de Grayzone, ESTADOS UNIDOS INTENTARA OTRO GOLPE DE ESTADO EN NICARAGUA… … Norton anota, que el director de la USAID, John Barsa, es hijo de inmigrantes cubanos… en coordinación con el Secretario de Estado y el ex Director de la CIA MikePompeo, Barsa ha convertido a USAID en un arma de presiones e injerencias financiando abiertamente los esfuerzos de golpe contra los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua…

Su fin justifica sus medios de guerra

En la Revista Visión Sandinista del mes de mayo del 2020 No. 301 se publica un artículo del periodista Fabrizio Casari “Nicaragua y el virus del golpismo”, que aporta parte de la posible estrategia golpista. Sin embargo, a las luces de la urgencia de crear toda una situación de crisis a favor de la oposición se debe de partir que están en los planes de agresión acciones mucho más agresivas.

Cabe subrayar, que RAIN en inglés se traduce como lluvia y solo Dios sabe que lluvia de drones y cohetes atacarán objetivos claves políticos, como la Secretaría del FSLN en el Carmen, los cuarteles y casas de los mandos militares del Ejército y la Policía u objetivos económicos de infraestructura y comunicaciones (puertos, puentes, edificios hospitales nuevos) y religiosos (iglesias, imágenes religiosas, la vida de sacerdotes opositores) acciones de secuestro en fin, que logren incitar al levantamiento en función del derrocamiento del gobierno. Puede ser el incendio de todo un hospital o mercado completo, una planta eléctrica o de agua potable. Solo recordemos que para ellos “el fin justifica la forma y los medios”.

Veamos el caso de la explosión en Beirut, capital del Líbano, de 2,750 toneladas de nitrato de amonio que generó un cráter de 43 metros de profundidad y tuvo la misma intensidad que un sismo de magnitud 4.5 en la escala de Richter. Se compara con un 10% de la bomba en Hiroshima. Arrasó a barrios enteros dejando a más de 300 mil personas sin hogar y causó más de 200 muertos, 6 mil heridos y decenas de desaparecidos.

Hasta el más ingenuo sabe que eso fue un ataque provocado planificado y dirigido desde el exterior que al final logró que la oposición se agarrara de ese tema y lo capitalizara con protestas de calle a pesar del estado deplorable de la crisis económica y los daños de la explosión. Las protestas no cesaron hasta que lograron que el gobierno dimitiera. Para los que técnicamente asesoran las transiciones en función de cambios de régimen, ésta es una operación exitosa.

Recomendaciones de más guerra

Aunque se desconoce qué organización dirigirá el programa RAIN para la USAID, que se anuncia en el documento RFTOP, el American Enterprise Institute (AEI), ha estado publicando muchas recomendaciones nefastas de acciones de política exterior contra nuestro país en más de una docena de artículos escritos por Ryan C. Berg, Roger F. Noriega, Margatet Mccarthy y Jaime Daremblum los analistas sábelo todo encargados de Nicaragua.

El AEI es un centro de investigación neoconservador, creado en 1938 para defender al “capitalismo democrático, el gobierno limitado, la empresa privada” etc. (imagínense cuál es su credo). Entre su staff profesional de política exterior han sido parte los halcones como Jeane Kirkpatrick, Elliot Abrams, Dick Cheney, Jhon Bolton, Paul Wolfowitz de quienes los pueblos nada bueno deben esperar. El AEI tiene un presupuesto anual de más de $ 80 millones de dólares y está cerca de la embajada nicaragüense no muy largo del DuPon Circle en Washington DC.

Después del documento RAIN de mayo; el AEI publicó el 14 de julio aparece un artículo titulado “The US is confronting Nicaragua’s dictator(s) without a game plan” (EEUU está enfrentando la Nicaragua de los dictadores sin ningún Plan de Juego” y el 28 julio un nuevo documento de 35 páginas más agresivo y lesivo a nivel de “recomendaciones” fue publicado con el título de “Restaurando la Democracia en Nicaragua” – (Aumentando los esfuerzos contra el Régimen Ortega-Murillo):

  • más sanciones económicas bien elaboradas por el tesoro norteamericano y aprobadas por el congreso norteamericano,
  • p r e s i ó n i n t e r n a c i o n a l , instrucciones específicas a la OEA, una diplomacia USA más activa que genere alianza internacional contra el gobierno nicaragüense sobre todo de la Unión Europea,
  • la instalación de un representante especial para Nicaragua que coordine las acciones entre la oposición anti-sandinista y el Departamento de Estado,
  • el apoyo y presión especial a la iglesia y al COSEP para que se mantengan en la oposición
  • medidas de desmantelamiento de la policía nacional y el ejército nicaragüense.

En fin, unas elecciones con un gobierno made in Washington de lo contrario no será ni legitimo ni mucho menos democrático.

Para estos y más fines en agosto se reunió la delegación opositora con subsecretario de Estado de Estados Unidos, Michael Kozak. Trasladando como propios todos los temas y propuestas que recogen los documentos de la USAID.

¿Y si no son solo sanciones?

Está muy fresca la forma en que la OEA logró quitarle la victoria electoral a Evo Morales en Bolivia y en estos días la están aplicando igual en las actuales protestas en Bielorrusia tras las elecciones presidenciales a favor de presidente Lukashenko. Tienen el mismo fin que la oposición en Bolivia, Beirut, Hong-Kong, Venezuela o Nicaragua. El lunes 17 su método esta puesto en marcha en Argentina. Simplemente es un nuevo formato de guerra política que les funciona por todo el mundo.

Recordemos que en la Orden Ejecutiva 13851 emitida en noviembre de 2018, el presidente Trump declaró que “la situación en Nicaragua era una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos”. Y el nefasto John Bolton calificó nos incluye en “La troika de la tiranía” en el hemisferio occidental, Bolton prometió que: “El régimen nicaragüense, como Venezuela y Cuba, se sentirá plenamente peso del sólido régimen de sanciones de Estados Unidos”. ¿Y si no son solo sanciones?

En aquel entonces no conocíamos sus métodos y estrategias electorales. Ahora conocemos y estamos al tanto de las nuevas modalidades e instrumentos de guerra política. De sus planes y objetivos políticos y paramilitares.

En aquel entonces estábamos en zafarrancho de combate en la defensa militar de la Revolución. Hoy estamos dedicados al frente de lucha político por la victoria electoral sandinista por eso no podrán triunfar en el 2021.”¡contra la Intervención yanqui electoral, Frente Sandinista de Liberación Nacional!”.

(*) Manuel Salvador Espinoza Jarquín. Especialista en Relaciones Internacionales

Posted on Leave a comment

41años de Victorias Sandinistas contra la Guerra Encubierta USA

Por Manuel S. Espinoza J.

El triunfo de la Revolución Popular Sandinista (RPS) el 19 de julio de 1979 fue acogido con gran alegría y esperanza por todos los pueblos del planeta. La imagen de represión e impunidad dictatorial proyectada por la dictadura somocista por más de 40 años de dinastía había sido destruida. En Nicaragua había vencido la cohesión popular alrededor de un proyecto político–social de bienestar, progreso y futuro de paz vanguardizado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). La lucha costo más de 40 mil vidas y décadas de pobreza, injusticia, subdesarrollo bajo una de las más crueles tiranías cimentadas en la represión y muerte a su propio pueblo con el respaldo imperial por parte de los Estados Unidos de Norteamérica.

Una similar situación vivían muchos pueblos alrededor del mundo y de ahí, que la segunda verdadera revolución popular continental en Nicaragua después de la revolución cubana vendría a reavivar los ánimos de lucha por la liberación y los sueños de victoria de naciones y pueblos enteros.

41años de Victorias Sandinistas contra la Guerra Encubierta USA

En los primeros meses de la Revolución Sandinista el comandante Daniel Ortega Saavedra declaró el 28 de septiembre de 1979, desde el pódium de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que “fue inevitable la alegría de pueblos hermanos por el triunfo revolucionario. Y que este era un modesto aporte pero resonante triunfo también de los pueblos que luchan por una verdadera democracia y la paz”.

Si la Revolución Socialista de Octubre (1917) fue la chispa y la Revolución Cubana (1959) la llama continental; la Revolución Popular Sandinista se convirtió en el fuego y la hoguera que reencendería los corazones libertarios del planeta en su feroz lucha contra la dominación e injusticia capitalista y el imperialismo norteamericano.

Como estableció el Comandante Fidel Castro Ruz en su discurso el 26 de julio de 1979 “¿De qué hablar, de que otra cosa se podía hablar, que acontecimiento más extraordinario en estos tiempos, que hecho de mayor relevancia histórica de mayor significado y connotación ha ocurrido en estos últimos tiempos que la victoria sandinista en Nicaragua?”

Prácticamente la correlación de fuerzas a favor de la lucha popular continental había sido fortalecida con una nueva revolución genuina y progresista de izquierda en el corazón de América Latina; una región que torpe y vulgarmente ha sido denominada siempre por los EE.UU como “su patio trasero”.

No le gustó al gobierno de Reagan las aspiraciones de justicia, democracia paz, libertad y desarrollo de la Revolución Sandinista. No le gustó la nueva realidad política en la el país y en la región. Con temor vieron las nuevas relaciones internacionales de Nicaragua con países como la URSS, Cuba, Vietnam, Palestina, los países del campo socialista y el Movimiento de los Países no Alineados (NOAL). Tampoco les gustó el discurso solidario e inspirador a todos los pueblos del mundo en su lucha por la libertad en Centroamérica, América del Sur, África y Asia.

La Guerra Encubierta de Washington de 1979-1990

La inminente respuesta agresiva, revanchista y reaccionaria desde la Casa Blanca se hizo inmediata por parte de la administración de Ronald Reagan y sus vasallos en Centroamérica. Entendieron que sus pueblos veían como faro de libertad a la nueva Nicaragua revolucionaria y que inevitablemente sacudiría también el sistema de injusticia social y represión político militar en países como Guatemala, El Salvador y Honduras.

Tan solo una semana y media después del triunfo de la revolución sandinista en Washington comenzaron los planes contra Nicaragua. Nuevamente se abría una nueva etapa de la lucha antiimperialista como la que exitosamente libró el General de Hombres Libres Augusto C. Sandino (1927 – 1934) y que colocó a Nicaragua en el centro de la atención internacional.

Se le encargó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) dirigir su guerra clandestina contra la RPS. Desde 1980 junto con el gobierno argentino acordaron juntos atender el proyecto “Contra.” Este estaría compuesto por políticos y familiares ligados al somocismo y ex guardias somocistas (GN) derrotados que pululaban y delinquían en Centroamérica, lográndolos reclutar y reunirlos a todos en este plan macabro. Posteriormente iniciaron el entrenamiento militar en Argentina y Honduras.

El papel del apoyo argentino era encubrir el verdadero rol tras bastidores de la administración Reagan. Así los pueblos del mundo y de América Latina verían como un enfrentamiento entre los mismos latinoamericanos y no una guerra más de intervención norteamericana contra un país pequeño como la Nicaragua sandinista. Ocultaban que los EE.UU darían la plata.

El asesoramiento militar argentino estaba ligado a la Liga Mundial Anti- Comunista y el Batallón de Inteligencia 601, dos organizaciones muy conocidas por su participación en la tenebrosa “Operación Cóndor” en Sur América donde miles de sudamericanos fueron asesinados y desaparecidos por tener una visión política diferente. También terroristas cubano-gusanos reconocidos como Posada Carriles y otros que eran oficiales de la CIA misma que habían participado en operaciones terroristas contra Cuba.

Crearon e instalaron un sinnúmero de bases militares en Honduras a lo largo de la frontera con Nicaragua, así como toda una red de casas de seguridad y domicilio para la jefatura de la “Contra”. El apoyo de los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala lo venderían internacionalmente como que también Centroamérica desaprobaba al gobierno en Nicaragua porque se sentían amenazados y de igual manera los EE. UU no tenían nada que ver. Los “Contras” no esperaron mucho para repetir el horror que la GN hacía en tiempos del dictador Somoza.

Desde abigeo, asaltos y robos pasaron a asesinar a los brigadistas de alfabetización y a los campesinos que apoyaban la revolución. Bajo el financiamiento oficializado por el gobierno USA, realizaron el reclutamiento de campesinos bajo la modalidad de la desinformación y el desprestigio a la revolución obteniendo un incremento rápido de la fuerza contrarrevolucionaria de 500 a más de 3,000 en los dos primeros años.

Otro eje de engaño era hacer ver que se trataba de una guerra del campesinado resentido por las medidas de reforma agraria del gobierno sandinista, pero en realidad por lo menos unos 450 guardias somocistas integraron el escalón de mando de la fuerza contrarrevolucionaria. Todo su odio, rencor y resentimientos fueron los motores y valores que trasladaron en su enseñanza a la “Contra campesina” y que a lo la largo de la guerra implementarían en su actuar contrarrevolucionario. Para adoctrinar a los campesinos la CIA inventó la historia del Cmte. “Dimas” Pedro Joaquín González y lo bautizó como el padre de la “Contra campesina”, cuando en realidad este había sido un traidor del FSLN y del Ejército Popular Sandinista (EPS).

Desde escaramuzas fronterizas en 1980 y voladura de puentes en 1981 hasta las incursiones militares a lo interno del país en 1982, llevando el dolor y la muerte como al matrimonio Barreda de Estelí que se encontraban cortando café y quienes fueron secuestrados y torturados cruelmente en sus bases en Honduras o la masacre de 23 jóvenes de la Juventud Sandinista 19 de Julio en la comarca de San José de las Mulas en el departamento de Matagalpa y tantas barbaridades más a lo largo de toda una década.

Ese iba a ser el rostro dantesco de la guerra de agresión norteamericana en toda la década de los 80. Cuando los “paladines de la Libertad” como los llamó Reagan a los mejor conocidos como “Contras” no podían cumplir las misiones, los comandos de la CIA las ejecutarían con sus propias manos. El minado de los puertos, la voladura de los tanques de gasolina en Corinto y la elaboración del manual de operaciones psicológicas donde todo tipo de acciones de tortura y asesinato se recomendaba con los sandinistas capturados y los planes de asesinato a la dirigencia sandinista entre estos el intento de asesinato al canciller nicaragüense, Padre Miguel D’Escoto Brockmann.

También incluyeron a los terroristas cubano-norteamericanos gusanos reconocidos, como Posada Carriles y otros que eran oficiales de la CIA misma que habían participado en operaciones terroristas contra Cuba como la voladura de un avión repleto de deportistas cubanos o el asesinato del Che Guevara. Estos se harían cargo de las operaciones de abastecimiento aéreo y del tráfico de drogas y armas para buscar el financiamiento alterno a la “Contra” cuando el congreso de los EE.UU prohibió la asistencia económica vía las enmiendas Boland.

Nunca ningún país del continente había, ni ha enfrentado una guerra de ese nivel en su lucha contra el imperialismo norteamericano. Después de la guerra de la CIA contra la URSS en Afganistán, la guerra en Nicaragua era el segundo mayor proyecto de la Central de Inteligencia a finales de la Guerra Fría. Nicaragua llegó a ser tan importante, que el jefe de toda la División que atendía al continente entero en la CIA Duane Clarridge se ocupó personalmente de Nicaragua y Centroamérica y creó toda una fuerza de tarea con 500 oficiales de inteligencia en su cuartel general en
Langley, Virginia para que atendieran a Nicaragua. El resto de países de todo el continente lo atendería el vice jefe de la División.

La estación de la CIA más grande en todo el continente por alojar el mayor número de oficiales de la CIA estaba en Tegucigalpa y muchos más asesorando en las bases militares contrarrevolucionarias. Desde Guatemala, EL Salvador y Costa Rica la cantidad de oficiales CIA en función de Nicaragua en las embajadas USA también era numeroso. Al final lograron armar a más de 30 mil contrarrevolucionarios y financiar a más de un centenar de organizaciones públicas y privadas en toda la región, que enfilarían su ataque contra Nicaragua.

La Defensa Popular de la Revolución

El mundo volvería a comprobar la firme decisión de lucha y libertad del pueblo nicaragüense heredada del General Benjamín Zeledón, quien luchó contra los marines yaquis hasta morir, de las tropas del General Sandino que victoriosamente expulsaron a la intervención militar USA de nuestro territorio soberano, de los guerrilleros del comandante Carlos Fonseca Amador, que derrocaron a la dictadura somocista instalada por los EE.UU y de los miles de jóvenes cachorros de Sandino que desde 1979 hasta 1990 se levantaron en pie de lucha en defensa de la RPS y la búsqueda de la paz.

Desde su inicio la victoria del pueblo organizado en la defensa del proyecto revolucionario dio sus primeros resultados y la primera víctima de misma política yanqui fue el primer jefe de la CIA en Honduras, encargado de construir el “Proyecto contra” y quien secretamente preparaba la instalación de las futuras bases contrarrevolucionarias en Puerto Lempira. Este fue descubierto y develado en los medios internacionales, obligando a sus jefes en la CIA a ordenarle a no regresar nunca a ese país.

Cabe destacar el papel de Los órganos del pueblo de la Seguridad del Estado dentro del Ministerio del Interior (MINT) bajo la dirección del Cmte. Tomas Borge Martínez, (DGSE) Coronel Lenin Cerna Juárez, Dirección Quinta (DV) Cmte. Luis Guzmán A, Contra Inteligencia Militar (CIM) Omar Halleslevens, Glauco Robelo y la Inteligencia Militar (IM) Julio Ramos, entre otros jefes y oficiales, que jugaron un papel decisivo en cortar los planes de la CIA y las fuerzas contrarrevolucionarias y hacerles pagar por sus acciones criminales contra nuestro pueblo.

En ocasión del 30 aniversario de los Órganos de Seguridad Sandinista el padre Miguel D´ Escoto Brockmann canciller de la dignidad declaró “Sin los Órganos de Seguridad del Estado, la Revolución no hubiera podido sobrevivir”. Jamás pudieron organizar un frente interno, que junto con la guerra “Contra” y la amenaza de una invasión militar pudieran destruir a la revolución. Cabe subrayar el apoyo internacionalista de servicios amigos extranjeros de Cuba (G-2/DGI), la URSS (PGU del KGB, GRU) y la RDA (Stassi/ HVA) entre otros.

Se cortaron los planes de la CIA en abrir un segundo frente militar peligroso desde Costa Rica con la organización contrarrevolucionaria ARDE y que el Cmte. Edén Pastora figurara como el jefe máximo de todo el proyecto “Contra” incluyendo al FDN que habían creado en Honduras. Esta última táctica tenía por objetivo limpiarle la imagen de guardia somocista que tenía la “Contra” para engañar a la comunidad internacional y al movimiento revolucionario internacional sobre la supuesta desviación de los comandantes en la Dirigencia del FSLN de los verdaderos objetivos de la revolución y que los EE.UU como siempre solo apoyaban una nueva causa libertaria genuina para Nicaragua.

Prueba de la eficaz labor de los órganos arriba mencionados, en la segunda mitad de la guerra contrarrevolucionaria el mismo jefe de la División de Operaciones de toda la CIA Claire George y el jefe para Latinoamérica Duane Clarridge junto a varios altos funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional como Oliver North, su jefe John M. Poindexter y funcionarios del Departamento de Estado como el nefasto Elliott Abrams, que continua agrediendo a Venezuela hoy día, terminaron enjuiciados producto del escándalo Irán-Contra con multas arriba de los 100 mil dólares y casa por cárcel. Ni ellos mismos se pudieron explicar nunca las verdaderas causas de su debacle.

Bajo el eufemismo del Conflicto de Baja Intensidad, toda una década de guerra de agresión sangrienta imperial de las administraciones Reagan y Bush padre fue dirigida contra el pueblo nicaragüense. Más de 11 mil combates se registraron durante esa década. Una guerra de la cual parecía nunca acabaría para Nicaragua. El costo de la guerra financiada por Washington le costó al pueblo nicaragüense más de 50 mil vidas y un atraso económico total que nos trasladó a la nación más empobrecida del continente solo después de Haití.

Además del frente oculto y el militar, la batalla diplomática de la política exterior del gobierno sandinista desde 1979 fue uno de los frentes más importantes contra la agresión norteamericana. La primera estrategia de la revolución para lograr la paz tuvo como resultado el imposibilitar las intenciones de aislar a la RPS de la comunidad internacional. El bloqueo comercial, financiero, el aislamiento político, el minado de nuestros puestos por comandos de la CIA, las enormes campañas de desinformación y desprestigio contra la revolución no pudieron prevalecer.

La diplomacia sandinista abrió la posibilidad permanente, que diferentes expresiones continentales diplomáticas participaran en la búsqueda de la solución del conflicto en la región como el Grupo de Contadora obligando así a las administraciones yanquis a mantenerse en la negociación, los encuentros en Esquipulas y sus tratados, atándole así los deseos de lanzar la invasión final militar. La razón histórica de la lucha del pueblo nicaragüense y sandinista derrotó estos y otras muchas formas de agresión. El ejemplo más claro fue la sentencia de la Corte Internacional de Justicia en la Haya, que declaró culpable a los EE. UU de implementar una guerra abierta y de desgaste económico contra Nicaragua.

Bajo el liderazgo del FSLN el pueblo pudo enfrentar con sudor, sacrificio, hambre, desvelo, fuego y sangre el ataque de la Casa Blanca. Con la conducción del FSLN pudo desarmar en el campo internacional las intenciones norteamericanas. La comunidad internacional se vistió de rojo y negro sandinista y se prestó a brindar todo su apoyo solidario multiforme en función de la sobrevivencia del proyecto revolucionario y la derrota de la guerra yanqui. Hasta el último día del gobierno sandinista y aun después la comunidad internacional estuvo al lado del pueblo nicaragüense.

La estrategia política de conquistar la paz del gobierno sandinista en función de lograr la paz definitiva basada en la apertura de las pláticas con la “Contra” y su desarme definitivo a través de un proceso electoral transparente derrotó de nuevo la política yanqui y su estrategia militar y paramilitar fue llevada a su más mínima expresión. Lamentablemente la situación coyuntural global de cambio del balance de fuerzas con el proceso del derrumbe del campo socialista y el desgaste de 10 años de cruenta guerra condujo a la derrota electoral en 1990 pero de igual manera se logró la paz.

La guerra descubierta oficializada 1990-2007

Desde 1990 hasta el 2007 la política neoliberal USA se vio reflejada en los tipos de gobiernos que en esos 17 años imperaron en Nicaragua. El desempleo. El hambre y la pobreza se apoderaron del país entero. El Frente Sandinista mantuvo su bandera de lucha a favor de los más empobrecidos y marginados y se convirtió de nuevo en la esperanza del pueblo marginado. Por eso los planes de la política norteamericana para Nicaragua en ese periodo fueron encargados de conducirlos al Departamento de Estado y a la CIA desde su embajada en Managua.

Los nuevos esquemas encubierta de guerra 2007-2020.

Compañero Jacinto Suárez Espinoza (q.e.p.d.)
Compañero Jacinto Suárez Espinoza (q.e.p.d.)

Desde el 2007 hasta el 2018 el tono del accionar agresivo de esta red desestabilizadora de ONGs y Partidos Políticos (PP) de oposición estuvo en función de crear las bases informativas de desprestigio alrededor de las políticas gubernamentales, que incentivaran e incrementaran la oposición popular contra el (GRUN). Han intentado en revivir el “proyecto

Contra” en el campesinado; Planearon y organizaron en abril del 2018 el derrocamiento violento del gobierno por medio de un “GOLPE SUAVE” según los manuales de desestabilización a regímenes que se oponen a la voluntad de Washington y que ejecutaron en las mal llamadas “Revoluciones de Color” y “Primavera”.

De igual manera, esta macabra estratagema fue derrotada por el FSLN. Por su ambición de poder desmedido y el grado de horror y violencia con que pretendieron usurpar el poder del pueblo, fueron de nuevo derrotados por cuatro generaciones de sandinistas que a 41 años de revolución se han fundido en el traspaso generacional de los valores y los ideales revolucionarios una patria digna, soberana y una patria libre.

Hoy como plan inmediato continúan con las intenciones de repetir con mayor crudeza el golpe como plan “A” y como plan “B” a mediano plazo es ganarle al sandinismo en las elecciones del 2021. El Plan “C” de la CIA es en 5 años destruir al partido sandinista y en 10 al sandinismo como corriente de pensamiento imperante en la sociedad nicaragüense. Actualmente todas las ONGs y partidos golpistas continúan recibiendo un fuerte financiamiento abierto y clandestino, creando organizaciones dentro y fuera del país, agrupando a una oposición dividida en retazos y seleccionando al candidato que más le beneficie a la Casa Blanca tal y como lo hicieron para las elecciones de 1990.

41 años de guerra encubierta contra la Nicaragua sandinista es el vivo reflejo de una política de agresión permanente contra los pueblos en nuestro continente. Pero también las victorias del FSLN contra la guerra encubierta USA es prueba de que la Revolución Popular Sandinista es irreversible. La causa de miles y los sueños de millones de nicaragüenses que ofrendaron su vida por la Patria y la revolución no pueden ser borradas por mandato de Washington. Tampoco los millones de sandinistas vivos lo permitirán.

En Nicaragua esa posibilidad se terminó el 19 de julio de 1979. Al conmemorar el heroísmo del genera Sandino el 18 de Mayo del 2020, la Cra. Rosario Murillo vicepresidente de la República afirmó, en el 125 aniversario de su natalicio que “Glorioso el pueblo nicaragüense, que no sabe vender la patria, que ama a su patria y que vive desde amor con valentía el sentido de libertad y de humanidad de nuestra Nicaragua”… ”Somos libres y jamás volveremos a ser esclavos”!

Posted on Leave a comment

Contra la intervención yanqui electoral, Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Manuel Espinoza J.

En la historia de la confrontación política en las relaciones entre Nicaragua y los Estados Unidos de Norteamérica está más que claro que el poder gubernamental en Nicaragua se disputa desde 1961 entre el FSLN y el gobierno gringo de turno. Sobre todo, a partir de 1979 con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista (RPS). Olvidémonos de cualquier oposición política local. Ellos sin el apoyo injerencista yanqui no son nada. Simplemente son un producto “made in USA”.

Por mucho que la oposición quiera demostrar un origen nacional, una fortaleza popular, no son más que el cúmulo del esfuerzo del poderío económico, paramilitar y psicológico yanqui contra la maquinaria política popular del FSLN. Prácticamente las batallas electorales presidenciales, a partir de 1984 en Nicaragua, se dan entre el candidato del FSLN y el seleccionado por la Casa Blanca.

Esta dinámica en pugna tiene toda una historia de intervencionismo electoral, lo que hace fácil entender la confrontación política actual entre el FSLN y la administración de Donald Trump.

No es ni exageración ni fantasía política, Para muestra un botón. Recordemos cuando en las elecciones presidenciales del 2001, el embajador norteamericano Oliver Garza hasta se metió dentro de las instalaciones del Consejo Supremo Electoral para supervisarlas y que con su influencia los magistrados respetaran la decisión de Washington y ganara su candidato.

No es pues de extrañarse ni dudar que en las elecciones del 2021 la mano gringa participe directa o indirectamente. Sobre todo, porque las premisas de la intervención yanqui en nuestro país siguen siendo las mismas que se establecieron en 1823 con la doctrina Monroe.

1) La presencia extra continental en nuestro hemisferio por parte de otras potencias de turno. Llámense España, Inglaterra, Portugal, Francia, Alemania, la URSS, hoy Rusia o la República Popular China de estos tiempos.

2) La ruta canalera descubierta tras la fiebre del oro en 1848 y su deseo firme de no permitir la construcción de un canal interoceánico que no sea el de Panamá u otro construido, controlado y administrado exclusivamente por ellos.

Intervencionismo yanqui histórico

Ambos puntos fundamentan el intervencionismo yanqui y el resto de dinámicas que la geografía y el territorio nicaragüense por sí mismo generan y que se pueden entender a través de la geopolítica, y las acciones de intervención de política exterior norteamericanas hacia nuestro país.

¿Pero por qué asustarse? William Walker hasta se proclamó presidente de Nicaragua después de asesinar a los liberales y conservadores a cargo de la política nacional; después que decretó el inglés como idioma oficial y querer instalar el esclavismo, el gobierno en Washington lo reconoció como el presidente de Nicaragua.

¿Y por qué dudar del intervencionismo político de los Estados Unidos en nuestros asuntos internos electorales? Otro ejemplo claro de la historia del intervencionismo gringo es que, en 1928, cuando los yanquis intervinieron por cuarta vez en Nicaragua, los norteamericanos además de organizar las elecciones fueron supervisadas por el enviado especial norteamericano Henry Stimpson.

Este personaje encabezaba la Comisión Electoral Nacional, (el Consejo Electoral, que conocemos hoy). Las urnas y centros de votación eran atendidos por infantes de la marina USA y éstos al final contaban los votos Así decidían ellos a quién instalarían en la silla presidencial del gobierno nicaragüense.

Y qué del cinismo compartido de los yanquis que instalaron a Somoza García asesinando al General de Hombres Libres Augusto C. Sandino. Posteriormente este Somoza dio un golpe de Estado en 1934 y su dinastía se pasó a manos de su hijo Anastasio Somoza y en forma de dictadura militar duró hasta ser derrocado por el FSLN en julio de 1979. Un régimen sangriento con las elecciones más viciadas de toda la historia nacional, pero nunca sancionado por Washington.

Para 1987, cuando el FSLN estratégicamente logró destruir la estrategia de guerra mercenaria y sangrienta de la administración de Ronald Reagan vía la “Contra”, no tuvieron más remedio que maquiavélicamente crear todo un frente político con operaciones abiertas y clandestinas para hacer que su candidato presidencial ganara en las elecciones del 25 de febrero de 1990. Manteniendo siempre la guerra de la “Contra” y la amenaza de intervención directa.

Quieren reeditar campaña electoral del 90

Lo anterior es muy importante entender porque a partir de lo anterior descrito toda retorica electoral como “elecciones democráticas”, “elecciones libres”, “elecciones transparentes” “elecciones con supervisión extranjera”, “temores de fraudes electorales”, “respeto al voto ciudadano”, es mero ejercicio exógeno desde Washington y nada democrático, mucho menos nacionalista. Es un burdo disfraz de lo que persiguen tanto los yanquis como sus títeres peleles locales.

Actualmente están interviniendo electoralmente de la misma forma que lo hicieron en los 80 para llevar al poder a la Violeta Barrios de Chamorro. Hace un mes Donald Trump declaró que Estados Unidos presupuestó más 10 millones de dólares en donación para Nicaragua para apoyar la lucha de la sociedad civil en materia de democracia para el año fiscal 2021.

En otras palabras, para que de nuevo su candidato gane en las elecciones del 2021. El uso de esta asignación será a partir del 1 de octubre del 2020 al 30 de septiembre del 2021. Este monto deberá haber sido totalmente gastado faltando un mes para las elecciones presidenciales de noviembre del 2021.

En realidad, no solo es ese el monto que el gobierno USA viene asignando para la oposición anti-sandinista para este propósito. Ese monto aun no lo tocan. El presupuesto para el año fiscal (octubre 2019 a septiembre 2020) fue de 6 millones de dólares y para el año fiscal (octubre 2018 a septiembre 2019) fue de 11. 61 millones de dólares.

O sea que en total desde octubre 2018, tras su fallida estrategia de derrocar al gobierno vía “el Golpe Suave” de Gene Sharp hasta noviembre del 2021, el gobierno norteamericano habrá invertido durante estos tres años 27.1 millones de dólares de manera abierta para procurar la derrota electoral del FSLN e instalar a su vasallo de turno.

Nicaragua ya experimentó una agresión política similar desde 1987 hasta 1990 con esa misma cantidad de financiamiento. En esos dos años y medio el gobierno norteamericano invirtió (según en su informe de octubre 16 de 1989, el Boston – based group Hemisferic Initiatives, que se inscribió como observador ante el Consejo Supremo electoral en las elecciones del 90) 26.5 millones de dólares en financiamiento abierto y clandestino en las elecciones nicaragüenses. Otras fuentes aseguran que fueron unos 30 millones de dólares.

Política exterior USA cínica y repugnante

Y no solo es el monto de los 30 millones que usaron para financiar las elecciones de 1990 lo que hace repugnante la acción de política exterior, sino la desfachatez con que el congreso durante semanas debatió sobre cuál sería la mejor estrategia para, a través de la Agencia para la Promoción de la Democracia (NED) y la Agencia internacional para el Desarrollo (AID), invirtieran 9 millones de dólares en la campaña electoral nicaragüense tras la solicitud que en septiembre de 1989 hiciera la administración Reagan.

En todo caso no es la soberanía de Nicaragua lo que valoraban, sino cómo eficazmente lograr su intervencionismo con el triunfo electoral sobre el gobierno sandinista.

Ese monto se destinó para crear todo el andamiaje electoral para la oposición antisandinista. Unos 5 millones de dólares serían administrados por el Instituto Nacional Demócrata para las relaciones internacionales (NDI) y el Instituto Nacional Republicano para las relaciones internacionales (NRI).

Unos 2.9 millones de dólares fueron utilizados a discreción por la NED y 1 millón de dólares para el pago a los grupos de observadores internacionales entre los más destacados como el Centro Carter y el Centro Allen Weinstein para la Democracia.  La Freedom House con 358,000 dólares y la Delphi Internacional Group con otro tanto. Al final los EE. UU solo a través de la NED invirtieron 12.5 millones en las elecciones en Nicaragua.

La AID no se quedó atrás, le entregó 4.166.000 millones de dólares a la iglesia proveniente de un fondo que estaba destinado a los “Contras” y que ahora serían redirigidos a apoyar la elección de la Violeta con el apoyo de la iglesia.

Lo importante de esa operación lesiva a nuestra soberanía era cómo enmascarar todo el flujo de dinero que recibirían los partidos y organizaciones cívicas y políticas de la oposición. Para tal propósito, se creó el Instituto para la Promoción y la Capacitación Electoral (IPSE) con una junta de directores como Alfredo Cesar, quien era consejero del jefe de campaña de la UNO (yerno de Doña Violeta), Luis Sánchez (vocero oficial de la UNO), Guillermo Potoy, Silviano Matamoros (líder del PSD) y Adán Fletes (líder del PND), ¡todos miembros de la coalición de la UNO!

Para que su junta quedara autorizada por la Casa Blanca, fueron invitados a Washington D.C a un supuesto “Entrenamiento Internacional de Actividades Política-Electorales” donde la realidad era patentizar la firma que les convertiría en los receptores de los fondos del NDI y el NRI que tanto la NED como la AID les entregarían durante la campaña electoral. Ese viaje fue financiado por la Freedom House con un monto de 10,900 dólares.

Opciones para defender soberanía nacional

Era tanto el afán de controlar el financiamiento por parte de la élite que estaba alrededor de doña Violeta, que las escuadras de contadores de la empresa Price Water-House que vinieron desde Washington a verificar el movimiento y la entrega de los fondos no podían comprender cuando el dinero iba al IPSE o a los directivos de la UNO. Pero se hicieron de la vista gorda con tal de alcanzar el objetivo.

Siempre hubo dinero para todos. Una vez unificada la oposición en 14 partidos que integraban la Unión Nacional Opositora (UNO) con doña Violeta Barrios de Chamorro como candidata escogida por el Departamento de Estado, su vice-presidente Virgilio Godoy tuvo que ser elegido en una reunión en la embajada norteamericana tras una serie de encuentros fallidos de los líderes de la oposición para ponerse de acuerdo si debería ser Enrique Bolaños o Godoy. Se asegura que en esa reunión cada líder de partido salió con 10 mil dólares para comprar las voluntades de aquellos que apoyaban la candidatura de Bolaños y aceptar a Godoy.

Lo escalofriante es que en esos 3 años (1987, 1988 y 1989) que antecedieron a las elecciones de 1990, el monto de 26.5 millones de dólares incluía el financiamiento abierto y el clandestino. La pregunta del millón ahora es ¿cuál es el financiamiento clandestino si el hasta ahora monto asignado de manera abierta (oficial) para el mismo propósito -desde el 2018 hasta el 2021- es de 27.1 millones de dólares, casi igual que en los 80?

Según la oprobiosa conducta histórica de los EE. UU en materia de intervencionismo electoral hacia nuestro país, solo nos quedan tres opciones para defender la soberanía nacional, sobre todo ahora que tenemos el poder político desde el gobierno.

1. Cortar de una vez por todas todo tipo de injerencia política en el proceso electoral del 2021 y los que vendrán en el futuro. Usar todas las vías legales nacionales e internacionales que les ate las manos de su financiamiento por siempre.

La principal reforma electoral en el actual contexto debe ser el impedimento, a través de sanciones legales nacionales de todo tipo, al financiamiento norteamericano y de sus aliados que tenga como objetivo intervenir e influenciar en proceso electoral nacional para instalar a un candidato USA en el poder.

2) Establecer las normas del juego en función de nuestra soberanía, en función de relaciones normales de respeto mutuo entre nuestros países. (Algo imposible)

3) Develar tanta hipocresía disfrazada en términos de democracia y libertad que utiliza el discurso de la política exterior USA.

FSLN puede vencer la política imperial

Es mejor retarlos a que su próximo presidente electo en este año de campaña electoral USA, sea Trump o Byden o Sanders, el que compita con el candidato sandinista.

Si tan solo los nicaragüenses conociéramos bien nuestra historia, la tuviéramos tan clara y que la pudiéramos dimensionar hoy día, el intervencionismo norteamericano en nuestros asuntos seria erradicado de una vez por todas.

Claro, que sin sus vasallos nicas su intervencionismo sería más difícil. Y más cuando son éstos los que viajan hasta ese país y los invitan a entrometerse en la política interna nacional. Han sido muchos los nicaragüenses que con tal de que los norteamericanos les ayuden a acceder o mantenerse en el poder, han entregado en bandeja la soberanía nacional a los norteamericanos. Desde los que invitaron a William Walker hasta los que se arrastran hoy día no persiguen más que el beneficio propio.

Estamos en un momento histórico donde de nuevo el FSLN puede vencer a la política imperial norteamericana en las próximas elecciones presidenciales aun con todo y sus nefastas sanciones.

Ningún partido en Centroamérica puede compararse con el partido rojo y negro. Con su nivel de apoyo popular. Con su grado de organización y disciplina. Ningún partido como el FSLN ha dado la batalla anti-imperialista en la región como el partido de A. C. Sandino y de Carlos Fonseca. Ningún partido en la región lucha por décadas contra el intervencionismo gringo como el FSLN en la intensidad enfrentada por el FSLN desde 1961.

Por eso estamos más que claros que “Contra la intervención yanqui electoral, Frente Sandinista de Liberación Nacional”.