

Con Cristian Lamesa (Argentina) Destacado Analista Internacional Colaborador del CREI
Distinguido Analista Internacional (Argentina) Colaborador del CREI
En el marco de sus bravatas allá por 2019, el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planteó la compra de la isla de Groenlandia al gobierno de Dinamarca en una clara muestra de su profundo desconocimiento del derecho internacional. La preocupación de Trump: el avance de China en dicho territorio, agregándose la creciente competencia geopolítica por la región del Ártico, donde este territorio juega un rol importante para la seguridad de Estados Unidos. La exitosa serie Borgen en su última temporada producida por el gigante del streaming Netflix pone sobre la mesa el interés geopolítico de una isla que pertenece a Dinamarca pero atrae a las grandes potencias.
Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro
Especial para LA POLIS. Desde Buenos Aires
La presencia europea en Groenlandia data del siglo X, con la llegada de navegantes provenientes de Islandia y Noruega. Probablemente Erik El Rojo, llegó a dichas tierras y fueron creados algunos establecimientos que sobrevivieron por algunos siglos. Los historiadores hablan que unas 5.000 personas vivieron en la zona oriental de la isla. En cuanto a la población nativa, los inuit, su presencia tiene varios milenios. En el siglo XI, fue creada la primera iglesia y para 1261, los colonos aceptaron la soberanía noruega. Tras la llamada Unión de Kalmar, donde los países nórdicos quedaron unificados bajo la corona danesa, incluyendo las posesiones noruegas de Groenlandia.
En el siglo XV, la presencia europea desapareció, por el cambio climático y razones económicas. En 1500, los portugueses recorrieron las costas de Groenlandia, en busca de un paso interoceánico hacia Asia. El mar congelado frustró la intentona, pero se llevó a cabo un relevamiento detallado de la costa. El rey Cristian IV, envió entre 1605-07, una serie de expediciones a la costa oriental con el objetivo de ubicar los antiguos asentamientos de la Edad Media, sin éxito. En el siglo XVIII de la mano del misionero danés-noruego Hans Egede, fue fundada la ciudad de Godthab – actual Nuuk, capital del país – que fue el centro de la colonización. La isla quedo bajo el régimen de monopolio económico danés. En 1814, por el Tratado de Kiel, las antiguas posesiones noruegas, quedaron bajo la Corona de Dinamarca. El siglo XIX fue un tiempo de exploraciones, mientras que se llevaban a cabo algunos cambios institucionales, como crear consejos locales. El interés de Estados Unidos se hizo presente en 1867, cuando el Secretario de Estado, Sewart, propuso la idea de comprar la isla a Dinamarca. Pero el Congreso vetó la idea.
En 1905, Noruega se independizó de Suecia. Oslo reclamó derechos sobre la isla. Incluso apoyó que balleneros se instalaran en un sector de la isla, que motivó en 1931, que el caso fuera llevada a la Corte Internacional de Justicia. En 1933, la citada Corte, reconoció los derechos de Dinamarca sobre las tierras groenlandesas. En 1940, con la ocupación alemana de Dinamarca: Islandia, las islas Feroe, y Groenlandia, quedaron en manos de Estados Unidos y Gran Bretaña. La explotación de criolita en dicho territorio, impulsó la economía local. En 1945, Estados Unidos, que ocupaba la isla desde 1940, intentó comprársela a Dinamarca por US$ 100 millones, pero Copenhague no aceptó. Groenlandia, pronto recuperaría su valor estratégico en el marco de la Guerra Fría. Estados Unidos construyó una importante base en la localidad de Thule, en el lejano norte de la isla, donde fueron desplegados medios de vigilancia y bombarderos estratégicos con armas nucleares. En 1968, protagonizaron un accidente, que tiene consecuencias ambientales hasta el día de hoy.
En 1953, Groenlandia cambió su estatus, siendo considerada como parte integrante de Dinamarca, dejando de ser una colonia, recibiendo los pobladores los mismos beneficios sociales que el resto de la población del reino, bajo un desarrollado sistema de bienestar. La isla fue considerado un condado – equivalente a provincia – y la población fue objeto de un proceso de asimilación cultural, que generó resistencias, a tal punto que en los 70, creció un movimiento independentista. En 1979, la isla obtuvo pleno autogobierno a tal punto que logró salir de la Comunidad Económica Europea, de la cual era parte Dinamarca. Las rezones que impulsaron esta medida, fueron los intereses locales en materia de pesca y comercio de piel de foca, afectadas por las regulaciones comunitarias europeas. En 2009, la isla obtuvo el derecho de separarse de Dinamarca, ampliando sus competencias en materia de justicia, recursos naturales, policía. Solo la moneda, política internacional y seguridad quedaron en manos del gobierno dinamarqués. El gobierno local está en manos de un primer ministro, con su gabinete responsables ante un Parlamento de 31 diputados. La isla tiene dos diputados ante el Parlamento de Dinamarca. La reina Margarita II ocupa el rol de jefa de estado para la isla, pero con funciones netamente ceremoniales.
El escenario de autodeterminación ha quedado limitado por las características del país. Estamos ante un territorio de 2.1 millones de km2 y una población de 60.000 personas. La economía depende fuertemente de la pesca. Dinamarca subsidia al estado groenlandés, por varios cientos de millones de dólares por año, a los fines de garantizar el estándar de vida, salud y educación (tal cual como se muestra en la serie) . Pero con el cambio climático, lo que era una carga fiscal para Copenhague, puede ser una verdadera oportunidad. Asimismo, también lo puede ser para los políticos locales, siempre pro independentistas. Estos, conscientes de su vulnerabilidad ante los actores e intereses que hay en juego en torno a los recursos de la isla, son conscientes que al ser parte del Reino de Dinamarca, no solo les permite recibir ayuda economía, sino integrar un país miembro de la OTAN. Por ende, sus ambiciones de independencia se han moderado bastante.
Los cambios que están afectando a la naturaleza con el calentamiento global, harían factible la explotación de minerales de tierras raras, oro, carbón, zinc, cobre, hierro, uranio, diamantes, gas y petróleo. La falta de comunicaciones adecuadas, la geografía del país, en gran parte cubierta por hielo, limitan la explotación de valiosos recursos mineros. Esto genera el interés de tres actores internacionales que también aparecen en la serie pugnando por los recursos: China, Rusia y Estados Unidos.
El pasado año, el Gobierno danés de la primera ministra socialdemócrata, Mette Frederiksen, se vio en una situación incómoda ante la creciente influencia de Estados Unidos en Groenlandia, por las ayudas económicas que ofrece Washington, en competencia con los intereses chinos. En el seno del Parlamento danés, se desató la polémica por el acuerdo entre el gobierno de Groenlandia y Estados Unidos por US$ 12 millones, para programas de desarrollo minero, salud y educación. Esto fue visto como un avance hacia la unidad nacional de Dinamarca. Tanto la izquierda como la derecha, en el legislativo danés, estaban de acuerdo, que la Casa Blanca busca de alguna u otra manera atraerse a la población de la isla.
El gobierno de Groenlandia aspira a contar con tres aeropuertos internacionales, con el objetivo de reducir su aislamiento. Esto generó el interés de China de quedarse con los contratos. Algo que alarmó a Estados Unidos. Dinamarca pasó a la ofensiva y asumió el reto de construir los citados aeropuertos, por el temor de una creciente influencia de Pekín en Groenlandia.
En 2019, la isla fue puesta como una de las prioridades de seguridad nacional para Dinamarca, junto a la ciberseguridad y el terrorismo. La competencia por el Ártico es una realidad, donde Rusia y Estados Unidos refuerzan sus capacidades militares, incluso Canadá, reacio a grandes inversiones en defensa, ha puesto sus ojos en la región. En el marco de un escenario de posible independencia, los 60.000 isleños, no tienen la capacidad de gestionar y defender un espacio de 2.1 millones de km2, y precisarán de algún tipo de apoyo. La Casa Blanca apuesta a tener un rol clave en este escenario, que por supuesto Dinamarca busca impedir. China con su política de “soft power” de manera sigilosa ha buscado tener una mayor presencia económica y cierta influencia en la política local. Dinamarca ha incrementado discretamente su presencia militar con patrullas aéreas, terrestres, navales. Las fuerzas armadas daneses, desde el fin de la Guerra Fría, han perdido muchas capacidades y se han reducido drásticamente. La crisis de Ucrania llevó al Parlamento danés aprobar el objetivo del 2% PIB en materia de gasto de defensa. La necesidad de incrementar capacidades para proteger los intereses de Dinamarca en el Ártico, abrió las puertas para la recuperación de capacidades navales perdidas, como los submarinos, donde existe un consenso entre los políticos de los principales partidos para un nuevo programa de construcciones de este tipo de buques, junto con mayores inversiones para fortalecer capacidades de lucha antisubmarina, ante la amenaza rusa.
Diversos estudios pusieron en evidencia la existencia de nada menos que cientos de miles de toneladas de reserva de uranio, once millones de toneladas de óxido de tierras raras. La Unión Europea, instó al gobierno groenlandés, poner limitaciones a las ambiciones chinas sobre la explotación de tierras raras, como también sobre el uranio. En materia de recursos energéticos, el Servicio Geológico de Estados Unidos señaló que hay reservas por 7.500 millones de barriles de crudo sin descubrir y 148 billones de pies cúbicos de gas natural. En 2021, seguramente para impedir la creciente presión de poderosos intereses, el gobierno de izquierda del partido Inuit Ataqatigiit que dirige los destinos de Groenlandia, decidió suspender el otorgamiento de licencias de exploración petrolera y de uranio en el sur de la isla. El precio por ello es dejar de lado por un tiempo el anhelo de la independencia, algo que en el fondo es poco factible, dado que, en un territorio con tan escasa población, quedaría a merced de la voracidad de poderosas multinacionales y la competencia de Estados Unidos y China.
La guerra de Ucrania y el enfrentamiento entre Rusia y Occidente, transforman al Ártico en una zona de tensión como en tiempos de la Guerra Fría. El valor estratégico de Groenlandia se disparó, nos solo por las riquezas del subsuelo, sino por su posición geográfica, por las rutas marítimas que pueden abrirse con el cambio climático, como por la cercanía de Rusia, cuya presencia militar en la región ártica se ha incrementado sustancialmente, agregándose la aparición de un actor de peso, China. Quienes vieron la serie habrán notado que no pasó por alto para su director asociar el cambio climático a una «nueva ruta de la seda». Para muchos estrategas de los actores en pugna, Groenlandia puede ser la nueva isla del tesoro, para otros, dado los conflictos que pueden sobrevenir por su control, puede ser la isla de la perdición.
https://www.visionsandinista.net/2024/10/18/el-gran-reinicio
sandinista — 18 octubre, 2024 add comment
Manuel S. Espinoza Jarquín (*)
¡Un plan que tiene la fuerza potencial para transformar la vida en el planeta para siempre y que lo va a estar llevando a un futuro oscuro! ¡Por qué, para qué y por quién funcionará este plan? Comúnmente cometemos el error de centrarnos en el Estado profundo de los EEUU para tratar de explicar a la élite de poder global, mas no es cierta esa afirmación. Y hasta lo percibimos como una unidad de poder económico financiero monolítico, mas no lo es.
Las elecciones presidenciales del 4 de noviembre próximo en los Estados unidos; el desenlace de la guerra en el plano europeo en el cuadrante “Ucrania”; el aumento de las acciones genocidas de Israel no solo en Gaza, sino contra el Líbano y muy pronto contra Irán, son procesos bisagras, procesos traslapes con una situación de horror que se avecina a la humanidad.
No es que esa nueva coyuntura dantesca surja de la nada, ésta tiene décadas de estarse gestando, su función de asegurar el mantenimiento del control de la élite de poder global sobre todo el planeta. No importa si es unipolar o multipolar. Simplemente será el orden donde unos pocos, el 1%, logre el dominio, control y esclavitud del otro 99% por varios medios y por más siglos.
¡Para cumplir este propósito, el exterminio de un enorme porcentaje de la población debe asegurarse! Lo anterior aseguraría que la élite anglo-judía de los EEUU logre mantener un espacio de orden unipolar sobre el orden multipolar que se ubique en otros espacios del planeta. Parecerá ilógico pensar en un orden internacional (mundial) que existe, integre a su vez a otro al mismo tiempo.
Comúnmente lo vemos como separados en un proceso de cambio definitivo y al final separados, porque se supone que prevalecerá el orden multipolar a nivel mundial. Pero la élite verdadera de poder global, no solo se ha venido preparando para que sobreviva el orden unipolar, sino que hasta prevalezca en la contienda y al final. En todo caso la élite global puede no solo convivir con ambos órdenes, sino hasta situarse en el timón de su dirección.
Por eso muchas cosas han sucedido en las últimas tres décadas, que las vemos, las distinguimos por separado, mas no las vemos como parte del mismo plan de cientos de años basado en apropiación y dominio de todos los recursos del planeta, de mantener su fuerza de trabajo esclavizada por diversas vías, condiciones y procesos, su permanente exterminio bajo el caos controlado. Si revisamos bien, estos objetivos son constantes en la historia universal:
En nuestras latitudes, demasiado poco se domina muchos temas de incidencia de quiénes son y cómo se distingue la élite de poder global. Nos tratan de confundir hasta con el tema de la incidencia de extraterrestres en el devenir de la humanidad. Lo más a lo que nos llevan es a nivel de especulación y humor político, acusando a unos o a otros de reptilianos. Nos lo han vendido como algo de ficción, ocultismo, mitología y hasta esoterismo, pero la realidad es que no solo en esto nos mienten y nos despistan.
La mejor forma ha sido a través del formateo cultural histórico e ideológico y religioso, sobre todo occidental. Cuando entendemos que elementos y pasajes esenciales que describe la Biblia, ocurrieron miles de años antes que esta narrativa apareciera. La creación del cielo, la tierra, las aguas, el aire, la creación del hombre del barro y una costilla, el Jardín del Edén, el diluvio, todo eso ya se había contado en los pueblos de Mesopotamia, Babilonia, por los asirios y sumerios, etc.
Por eso nos hemos quedado con historias míticas de ciudades y continentes perdidos, pirámides, monumentos y jeroglíficos extraños pero con calendarios exactos; y mapas del sistema solar y de la tierra de tiempos aun cuando el hombre era omnímodo y hasta neandertal, a quienes se supone los dioses (extraterrestres), ángeles caídos o como deseen llamarlos, crearon al hombre de arcilla o lo modificaron genéticamente para mejorar su capacidad y rendimiento productivo a su favor, en el tiempo del esclavismo.
Pero no nos enseñaron a entenderlos desde razones de extracción y explotación de recursos estratégicos del planeta, de poder, dominio, control y exterminio, aún latente y oculto, hasta hoy día. Son muchas las teorías de continuismo de esos objetivos, ocultando siempre a los verdaderos poderosos, sean estos humanos o no. Y qué más da que sean unos u otros si lo importante ha sido la práctica de control y esclavitud milenaria.
Hoy, estructuras de poder sistémico global, con antecedentes similares en conducta y proceder, están tratando de implementar otra fase de todo un plan oscuro para el exterminio y control posterior de la humanidad. De ahí no solo la urgencia en el análisis estratégico sobre el choque colosal, que ya inició, por una redistribución del poder global que sin duda alguna pasará por la III Guerra Mundial.
A lo interno de los Estados Unidos hemos estado observando por varios años cómo los bancos, la Reserva Federal (la máquina de impresiones de dólares), las corporaciones, los centros financieros, las compañías tecnológicas (el syllicon valley), Wall Street, junto con el gobierno USA, están trabajando juntos para la construcción de una mayor dictadura corporativa local y global.
Para lograr lo anterior, junto con la Organización de Naciones Unidas y todo su enjambre de agencias de cobertura global y regional, a través de la diplomacia multilateral (organizaciones internacionales), más reuniones cumbre de la élite global, sea el G-7 o el Fórum Mundial Económico (FEM en Davos), están tratando de preservar el orden y sistema (modelo) económico hasta hoy imperante.
¿Cómo? A través de enormes programas gubernamentales que requieren gran cantidad de financiamiento y crédito por parte de la Reserva Federal. Como puede ser un próximo plan Marshall para la Europa que ellos mismos han destruido, las políticas globales de energía verde, la lucha contra el cambio climático vía la gobernanza o social ambiental (ESG, por sus abreviaturas en inglés).
O con enormes desembolsos para la mitigación de los estragos económicos que causó el ejercicio de control y encerramiento planetario del Covid-19, que transformó la forma y la rutina laboral, y destruyó millones de empleos; modificando, a tal medida. que perdías tu trabajo, el sustento propio y familiar por no querer ponerte la vacuna en lo que únicamente te pertenece: tu cuerpo y tu vida.
Los ejemplos son cientos ya. Como las cuantiosas asignaciones a la guerra de la OTAN contra Rusia, usando a Ucrania como carne de cañón, más de 250 mil millones de dólares, y la asignada antes del 2014 en función de crear el odio y una rusofobia efectiva, con la introducción del fascismo como ideología base del gobierno corrupto y mafioso de Volodimir Zelensky.
El progresismo de los globalistas, sobre todo los ligados a la cúspide de poder del Partido Demócrata, ¿cuánto no ha asignado a la desconstrucción de la identidad del individuo, de la conducta humana y social, (la transhumanización), despreciando miles de años de valores cristianos y fundamentos científicos, bilógicos del ser, a través del Wokismo y otras corrientes más?
Hoy hay seres, aun humanos, que prefieren que los saquen a las calles en Alemania a gatear encadenados como mascotas que aceptar su género único natural. La desconstrucción de la humanidad como hasta ahora le conocemos, está en marcha y acelerada. Solo vean las campañas de Walt Disney promoviendo leyes en el Estado de la Florida, que no les permiten a los maestros de tercer grado de primaria discutir a sus estudiantes sobre temas de sexualidad.
El futuro de horror del que estoy hablando lo estamos experimentando en todo lo que está ya demostrando el genocidio israelí en Medio Oriente, su impunidad internacional, su justificación desvergonzada, el apoyo de USA a su operación de la construcción del Gran Israel y la destrucción de por lo menos 6 países como Irán, Palestina, Yemen, Siria, Líbano, Iraq, y la cantidad de vidas que esto conllevará.
Vemos el financiamiento, protección y justificación de la Casa Blanca y sus vasallos occidentales a Israel. Esto apenas es el inicio del exterminio planeado por varias vías, como: nuevas pandemias, plagas, más guerras, desastres ambientales y climatológicos (HARP) etc. El 2030 no es la meta, este plan no tiene fecha de finalización, solo tiene objetivos a cumplir en un periodo de gran transformación tecnológica.
La élite global (anglo-judía) y sus vasallos localizados en la periferia, empoderados de la conducción de la revolución técnico- científica, en sus 4ta y 5ta etapa alterarán los pocos trozos de libertad a nivel global. Si no es así, entonces ¿a qué se deben todos los acontecimientos de cambio de orden y poder global en las últimas décadas?
La corrupción y el sometimiento del gobierno USA se está trasladando con rapidez a todos los actores tradicionales de las relaciones internacionales; no es y jamás será socialismo lo que impulsan los demócratas, ni son de izquierda o mucho menos comunistas. ¿Cómo un presidente y el congreso enjarana a las próximas 10 y 20 futuras generaciones de norteamericanos con los préstamos adquiridos para Israel, Ucrania y Taiwán, sin pensar en las propias penurias de su propio pueblo?
Tienen 40 millones de drogadictos, 20 millones de ultra pobres y más de la mitad de su población enferma y en completa dependencia de la industria farmacéutica, que es otro gigante componente de la élite de poder. La mitad de la población no puede comprar una vivienda o no puede pagar el pago del alquiler. Estos y muchos otros problemas están haciendo de los EEUU un lugar inhabitable.
Sólo entendiendo este plan macabro de transformación de la humanidad, podremos conocer a las fuerzas motrices detrás de los cambios profundos que están ocurriendo. Por eso, millones de millones de personas buscan no solo conocerlos, sino que cómo se les puede enfrentar en todos los planos, desde lo local periférico hasta en el centro del mal y, sobre todo, qué fuerza o actor internacional dará la batalla.
Cuando Xi’an Xi Ping, presidente de la República Popular de China, visitó a su homólogo el presidente de Rusia, Vladimir Putin, al despedirse se despidió públicamente con el siguiente mensaje: “Están ocurriendo cambios que no se dieron en los últimos 100 años. Ante estos estaremos juntos y empujaremos esos cambios. Cuídese por favor, estimado amigo”.
¿A qué cambios se refería el mandatario chino? ¿Qué tan profundos serán? En realidad, considero que no todos estamos conscientes de lo que está ocurriendo, pues en su mayoría vemos análisis aislados sobre situaciones y procesos que parecieran estar separados y que no son parte de un respectivo plan macabro de la élite global.
No es para menos. Los adelantos de la inteligencia artificial (IA), la tecnología de blockchain, la bioingeniería, el metaverso, la automatización (que ya produjo la mayor huelga de sindicatos portuarios en EEUU a inicio de este mes), la computación cuántica, la destrucción de los valores cristianos que por lógica abre nuevas puertas y ventanas a la aceptación y la fácil negación que lo que se cree por fe jamás existió.
Se abren nuevas puestas de aceptación de otros tipos de dioses y poderes terrenales o no de aquellos que ya se lo creen y están manipulando hasta el alma del individuo. Demostrando que la ciencia ficción de hace siglos hoy es realidad, y son ellos lo que la llevan a la realidad. Por eso, ellos deben de seguir controlando y conduciendo a la humanidad según sus planes.
Pero, ¿toda esta transformación basada en un plan trazado, no solo en las reuniones del Club Bildenderg, o el G-7 o el FME en Davos, traerá libertad o esclavitud? Por eso urge que nos demos el tiempo, y retroceder y entender por lo menos no solo desde cuándo y cómo se ha venido poniendo en marcha, sino qué se nos viene encima a todos y cuál es la salida, si es que la hay.
Una ruta es ver lo que hace unos cinco años se viene abriendo como la oportunidad tanto esperada, para lograr un reformateo global de la economía y las finanzas mundiales que establezcan el orden y modelo mundial que sobreviva al choque actual de las potencias que, sin duda, terminará en la victoria de unas y la desaparición paulatina de otras, por lo menos para varios siglos venideros.
El término sobre “El Gran Reinicio”, cada uno con un enfoque diferente y que tienen por objetivo primario despistarnos sobre sus verdaderos alcances, los hemos venido estudiando en textos como “Nuevas formas de vivir y trabajar que impulsan la prosperidad posterior a la crisis”, de Richard Florida, publicado en 2010. Este libro analiza cómo el desarrollo urbano y la crisis financiera de 2007-2008 han dado forma al futuro de las ciudades y las economías.
O lo expresado por Klaus Schwab, uno de los dioses del FEM, quien en junio del 2020 aseguró en un artículo que era el momento para un “Gran Reseteo”, para cambiar la economía global para todo este siglo XXI y más. El “Covid-19: El Gran Reinicio” de Klaus Schwab y Thierry Malleret, establecen cómo la pandemia de Covid-19 ha alterado los sistemas sociales, económicos y políticos globales, y propone formas de crear un mundo más inclusivo, resiliente y sostenible (léase para las élites de poder y no para el mundo).
Schwab escribe: “Hay buenas razones para estar preocupados. Ha iniciado una caída estrepitosa económica y que la estaremos enfrentando en la forma de una peor depresión que la vivida en 1930. El Gran Reinicio es su plan y asegura que todos los aspectos de las sociedades y economías no es un sueño imposible”. Solo una rápida situación del Covid-19 demostró qué tan rápido pueden llevarse a cabo cambios radicales a nuestros estilos de vida.
“La pandemia del Covid-19, en la opinión del rey Carlos, que para esa cumbre de Davos asistió en calidad aún de príncipe, había representado una gran oportunidad para introducir las reformas gracias a las ondas de choque, que había hecho a la gente más receptiva a grandes visiones de cambios”. Su visión de cambios va dirigida a instaurar un “capitalismo de accionistas”, pero no como hasta ahora lo conocemos.
El mismo Klaus Schwab escribe en su libro del 2021: “No podemos continuar con un sistema basado en esos valores como los de maximización de la ganancia en cortos plazos, la anulación de los impuestos y la regulación o solo hablando del daño ambiental. En vez de eso necesitamos una sociedad, una economía y una comunidad internacional designada a preocuparse por la gente y el planeta entero”.
Pero los pueblos deben de tener una clara lectura de este interés de diseñar “sociedades para el futuro”. ¿De qué tipo de sociedades pueden hablar los que asistieron a esta reunión en Davos? Solo una pequeña lista para tener una clara idea.
Bernard Looney, CEO de BP; Ajax Banga, CEO de Mastercard; Gina Gopinath, jefa economista del FMI; Kristalina Giorgeva, directora de manejo del FMI; el príncipe Carlos por Inglaterra; Antonio Guterrez, de la ONU; Larry Fink, CEO de Black Roc, la corporación más rica del planeta y la poseedora mayorista de las acciones en todas las corporaciones en EEUU.
El destino del mundo se decide en este tipo de foros, donde una enorme cantidad de millonarios y altos ejecutivos de las corporaciones de todo el planeta se reúnen para salvarlo, como suelen anunciar en sus entrevistas y obras escritas. Y ¿ustedes le creen? Más bien el diseño de sus sociedades poseen para el mundo un destino más oscuro y dictatorial de lo que nos imaginamos hoy día.
Pero el Gran Reinicio es casi ya una etapa superada, tras varios años de la conferencia de Davos, las cosas han cambiado drásticamente y cada día la élite de poder global se creen dioses para transformarlo todo, no importando las consecuencias. Cada vez que se reúnen y abordan temas de ingeniería social, reingeniería solar, transhumanismo y enemigos de la libertad y la democracia, debemos con urgencia pensar de manera crítica este tipo de discursos amañados.
Pero aún no es tiempo de asustarnos. Ahora no es el Gran Reinicio, sino la Gran Narrativa. La nueva etapa para la transformación global. Regresemos y veamos cómo el Gran Reinicio a la barbarie fascista que Ucrania, desde el 2014 hasta el 2022, implementó en las regiones del Dombass, donde más de 15 mil fueron asesinados por el régimen de Zelenskiy; y al genocidio sionista israelí en Gaza, Yemen, Siria y el Líbano, encabezado por Benjamín Netanyahu y a quien exactamente el Cmte. Daniel Ortega ha calificado de hijo de Hitler y que hace también unos cuatro años dijera que a ¡Netanyahu había que exorcizarlo!
Es necesario desde ya que los pueblos tomemos conciencia de lo que está amenazando a la humanidad, y que se deben tomar acciones serias, maduras, consecuentes con la vida y el derecho de las personas. No solo basta con ver desfilar a estadistas y oír sus bonitos discursos en el pódium de la ONU. Hay que tomar decisiones serias como las del GRUN, de romper relaciones diplomáticas con Israel. Solo así, desde la periferia se combate al progresismo globalista y sus mil máscaras demoniacas del mal, disfrazadas de revoluciones científicas y progreso para la humanidad.
(*) Director del Centro Regional de Estudios Internacionales CREI.