SAHARA OCCIDENTAL PLAN DE PAZ Y SITUACION JURÍDICA LIBRO GRATIS DESCARGA
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SAHARA OCCIDENTAL.PLAN DE PAZ Y SITUACION JURÍDICA, es una “introducción” al conflicto saharaui, desde el punto de vista jurídico.
La obra, luego de una breve referencia a la situación del conflicto saharaui, explica las misiones de paz y el caso particular de la MINURSO, régimen aplicable en materia de Derecho Internacional Humanitario, como de Derechos Humanos.
Se tocan casos comparados en materia de misiones de paz y procesos de descolonización: Timor Este, Namibia, Sudán del Sur. En este trabajo también están los argumentos para considerar a los saharauis como sujeto con derecho a la autodeterminación, la cuestión del expolio de los recursos naturales. Finalmente aborda la situación juridica: Territorio No Autónomo o Estado ocupado
El contenido de la obra:
Prólogo.
Capítulo I. Sahara Occidental El conflicto que Occidente calla. Esta parte introduce al lector al conflicto y su actual situación, los actores e intereses involucrados, desde una perspectiva geopolítica.
Capítulo II. Misiones e Paz. Conceptos Genrales: Explicamos al lector lo que significan las Misiones de Mantenimiento Paz, sus tipos, fundamentos juridicos, casos comparados. Esto permite conocer el contexto en que se desarrolla la MINURSO.
Capítulo III. Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos. El Sahara Occidental, es un territorio ocupado y esto impacta en el régimen jurídico aplicable. Planteamos que estamos ante una situación de ocupación militar, y las razones, por las cuáles la potencia ocupante comete crímenes de guerra, además de gravísimas infracciones a los Derechos Humanos. Todo ello apoyado por doctrina y casos prácticos.
Capítulo IV. Plan de Arreglo de 1991. Explicamos el Plan de Paz de 1991, sus características, los intentos de aplicación, las trabas puesta por Marruecos, hasta llegar a la crisis de Guerguerat en noviembre de 2020, que convirtió al plan de paz, en letra muerta.
Capítulo V. Situación Juridica de los Territorios Ocupados y la República Saharaui. El SAhara Occidental, presenta una peculiaridad. Naciones Unidas y un importante sector de la comunidad internacional, consideran al país como un “Territorio No Autónomo” sujeto a un proceso de descolonización, aún inconcluso, sujeto a la aplicación del Plan de Arreglo. Por otro lado, el 27 de febrero de 1976, fue proclamada la independencia de la República Árabe Sahiaraui Democrática, reconocida por 80 estados, además de ser miembto de la Unión Africana. En este capítulo se muestran distintas posturas y la que adhiere al autor – que lo considera un Estado ocupado – además de explicar el rol de España como potencia administradora de iure, sus responsabilidades y mostrar a Marruecos como potencia ocupante. Asimismo, incluye una brever referencia a la cuestión de los recursos naturales, cuya titularidad y dominio es del pueblo saharaui, como ha quedado bien en claro por sentencias de tribunales europeos, y desde las mimas Naciones Unidas.
La obra cierra con una Reflexión Final, donde el autor plantea que estamos ante la realidad de una ocupación militar, donde la potencia ocupante, Marruecos, ha sido y es responsable de graves crímenes. El Plan de Arreglo de 1991, es letra muerta, y demanda plantear un caminio bien distintos, a fin de garantizar que los saharauis elijan su propio destino. Una posibilidad, llegado el caso, es la Administración Internacional de las zonas ocupadas.
La obra es ideal para aquellos que no tienen conocimientos del conflicto, pero por otro lado, para los estudiosos del tema, tengan herramientas para conocer aspectos jurídicos del conflicto, especialmente en materia de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos, dejando en claro que estamos ante un país sometido a ocupación militar y que es escenario de graves crímenes, con la anuencia tácita de ciertos actores centrales de la Comunidad Internacional.
La adquisición de la obra, sin ánimos de lucro, como su difusión, es un granito de arena para romper la barrera de silencio impuesto al pueblo saharaui y denunciar la impunidad de los crímenes cometidos por la potencia ocupante, Agradecemos difundir, adquirir y compartir.
La obra puede adquirirse en formato papel, pedidos para América Latina:
En venta en España. Si se adquiere el libro en papel, viene junto al formato E Book gratis. También puede adquirirse por solo 3 (tres) euros en libro en E Book/PDF
“En el 2024 Europa estará demasiado debilitada. Desaparecerá el nombre de Ucrania. El conflicto en el Medio Oriente producirá situaciones nunca vistas que harán que nos olvidemos de Ucrania. Estamos hablando de la 3ra Guerra Mundial. Irán no es Vietnam ni Corea del Norte. ¡Aquí se darán los sucesos más horribles!”. Vladimir V. Zhirinovsky (marzo de 2022).
Vladímir Vólfovich Zhirinovski fue un político ultranacionalista ruso, muy repugnante, por cierto. Su conducta política como diputado en el parlamento ruso tras el derrumbe de la Unión Soviética dejaba mucho que decir. Se agarraba a golpes con diputados varones y mujeres. Luego lo llamaban eufemísticamente “Artista Popular” (equivalente a “payaso” sin eufemismo). Le recetó las amenazas a quien quiso en los tonos que le dio la gana.
A Polonia y a la República Checa les amenazó en dejarlos planos o a nivel de cráteres lunares a bombazos atómicos si intentaban instalar armamento nuclear norteamericano en sus países. A los EEUU les dijo que recuperaría Alaska, porque la “torpe” zarina de “Mala conducta con los varones” (eufemísticamente hablando), además de haberla mal vendido, los “sinvergüenzas” norteamericanos (eufemísticamente hablando) no completaron el pago.
Fue líder del Partido Liberal-Demócrata de Rusia (LDPR) desde 1992 hasta su fallecimiento en abril del 2022. Miembro de la Duma Estatal desde 1993 y líder del grupo parlamentario del LDPR de 1993 a 2000 y de 2011 a 2022. Junto con Yevgeny Primakov, ex jefe de la inteligencia rusa y ministro de Relaciones Exteriores y Yevgeny Satanovsky, presidente del Instituto del Medio Oriente, ha sido uno de los mejores especialistas rusos reconocidos en el Medio Oriente.
Hoy por hoy quienes entienden muy bien el idioma ruso, están releyendo con urgencia sus obras como: “Жестокая война. Ближний Восток в огне” (Una guerra brutal. Medio Oriente en llamas) sobre la geopolítica de esa región y su relación con sus predicciones sobre la Tercera Guerra Mundial, partiendo del resurgimiento de Rusia como potencia militar global.
Ucrania como nudo cardánico
Con la derrota de Ucrania, el profundo proceso de debilitamiento de Europa y la clara derrota de la OTAN, producto de la Operación Militar Rusa (OEM) en Ucrania, la situación ya dantesca que se está viviendo en el Medio Oriente nos dice que con gran acierto se están cumpliendo sus predicciones expuestas en el epígrafe o cita de V. Zhirinovsky que he utilizado para introducir el tema.
Lo sorprendente de la cita no solo es que la OEM inició el 24 de febrero del 2022 y Vladimir Zhirinovsky falleció a inicios de abril de ese mismo año. Para ese entonces, nadie podía hablar ni siquiera imaginar de la inminente derrota de Ucrania o la nube negra que venía sobre Europa, y que no parece desaparecer por ahora en todo el continente, y sobre el Medio Oriente.
Mucho menos de la humillación de la OTAN y sus armamentos “altamente sofisticados y efectivos” (eufemísticamente hablando) contra la técnica militar rusa destruidos en la línea de contacto de la Ucrania Oriental por el ejército ruso. Y de la urgencia de los EEUU por terminar el apoyo económico y militar al régimen del presidente -“Artista Popular”- (eufemísticamente hablando) Volodimir Zelensky y salirse de una guerra que ellos mismos provocaron.
Ucrania fracasó con sus tan anunciadas contraofensivas; con sus miles de miles de mercenarios extranjeros ya aniquilados sufrió una aplastante derrota. Ahora son más famosos los Wagner. Y Rusia, sin duda alguna, se tomará Odessa y hasta Jarkov llegará. Los 200 mil millones de dolares en ayuda occidental ya se gastaron en miles de vehículos blindados, cientos de piezas de artillería y los famosos MLRS. Ahora los EEUU demandan un plan de guerra o no habrá más financiamiento.
La extensa región del Dombás es un gigantesco cementerio de armamento y equipos estadounidenses, británicos, alemanes, franceses, suecos. Los leopardos alemanes no llegaron ni a gatitos caseros, los tanques Abrams M-1 norteamericanos o los drones turcos Bayraktars, los cohetes anti-tanques británicos Javelins y los Switchblades 300 o los de 600, parece que solo fueron parte de la galería de exhibición occidental.
Por culpa de Rusia los suministros y las reservas de occidente están agotadas, la producción no da abasto, aún no pueden movilizarla y los precios son altamente costosos y para alegría del Complejo Militar Industrial (CMI) se han cuadruplicado. Y Ucrania está en banca rota, no pagará ningún préstamo por el armamento recibido de occidente tal y como al inicio lo prometió. Se le agotan sus reservas monetarias para salarios y prestaciones sociales.
Tampoco le quedan reservas militares. Necesita que retornen por lo menos medio millón de ucranianos para enfrentar más tiempo a Rusia, a los que habrá que entrenar y equipar. Como proyecto geopolítico de occidente (EEUU e Inglaterra) no ha perdido su lógica, solo que ésta no funcionó según los marcos de réditos y ganancias que debía producir.
Se logró debilitar a Rusia, pero no como soñaron, tampoco se logró el golpe de Estado y el derrocamiento de Putin; tampoco se le sentó en el banquillo de los acusados en la Corte Internacional Penal (CPI) de la Haya. No recuperaron ni Crimea, ni las regiones de Donetsk y Lugansk. Pronto aseguran que todo caerá como castillo de arena, aunque Zelensky le diga al pueblo ucraniano que la victoria está cerca.
Sin embargo, se conocen por diversas fuentes un “plan B” de la OTAN para el verano del 2025, tras la derrota definitiva de Rusia. Entonces, comenzará un escalda con movimiento hasta de 300 mil tropas de la OTAN. Se cree que el corredor de Suwalki entre Bielorrusia y la región de Kaliningrado será el primer lugar de choque que incluye a los países bálticos.
Medio Oriente y la 3ra Guerra Mundial
Israel ha abierto las puertas del infierno por creerse que solo ellos son los únicos hijos de Dios y la Casa Blanca, y que pueden usar el armamento atómico a su disposición y en su estrategia de construir el “Gran Israel” con una expansión territorial que debe cercenar los territorios de Siria, Líbano e Irak y convertirlo en el mayor proveedor de gas y petróleo de la región, debilitando así a sus competidores mayores como Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes.
Pero si bien es cierto que ha logrado, en términos pírricos y tenebrosos, expulsar de sus hogares y tierras a 2 millones de palestinos de Gaza y asesinar a más de 23 mil de sus ciudadanos, entre los que cuentan más de 7 mil niños y mujeres, Sudáfrica ha denunciado a Israel por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia y varios países no solo apoyan dicha iniciativa jurídica, sino que han roto relaciones diplomáticas con el Estado sionista.
Líbano, Irak, Siria, Yemen e Irán, en respuesta a esta barbarie, ya están en guerra contra Israel y por ende también con los EEUU y los aliados de estos últimos. Yemen, la nación más distante con Israel, pero en plena solidaridad con el pueblo de Palestina, ha creado no solo la situación de cierre del Mar Rojo, el impedimento a buques sionistas y de otras nacionalidades que les apoyen y que trasladen todo tipo de mercancía desde o hacia Israel, sino tambien la condición a futuro del control geopolítico sobre el Canal de Suez.
Lo anterior en materia de geopolítica pesa. Ahora los hutíes bloquean el transporte marítimo occidental a través de este canal, lo que les aumenta en 3.000 millas náuticas más largas por el viaje alrededor de África y encarece la transportación de mercancías. Por eso, Inglaterra y EEUU comenzaron su propia guerra contra Yemen.
A pesar de ser Yemen una nación empobrecida con más de 200 mil muertos en los últimos años y el estado proxy (de Irán) que recibirá a lo inmediato el castigo más duro de Inglaterra, EEUU e Israel antes que Irán, logró hacer que la coalición que los EEUU organizaron contra ellos se desvaneciera atrayendo al Mar Rojo la mayor fuerza naval de occidente.
Pero Yemen no está solo. El 15 de enero del corriente, la base y el consulado estadounidense en la ciudad iraquí de Erbil fueron atacados con misiles balísticos por parte de Irán. Lo que mucho se preguntaron inmediatamente: ¿Ya inició la 3ra Guerra Mundial? En realidad no se espera, pero el terror pronosticado por Vladimir Zhirinovsky está tomando forma.
EEUU herido y peligroso
La carrera electoral 2025 ya inició. Eso los debilitará de manera prolongada, más a la sociedad norteamericana. El tema de la guerra civil continúa en la palestra. Texas apunta en esta línea y las contradicciones inter raciales por todo el país la fortalecen. Además, la posesión de armas en las manos de cada ciudadano norteamericano lo convierte en un polvorín con mecha encendida. Nadie asegura cuándo explotará, pero todos aseguran la explosión.
Lo económico internacional y el endeudamiento en incremento descomunal será la bomba que haga estallar y el primer muerto será el Estado. De ahí todos los jinetes del apocalipsis aparecerán. Le han dado 200 mil millones a Ucrania para la guerra contra Rusia y no a su pueblo para mejorar los niveles de vida de más de 40 millones de ciudadanos empobrecidos.
El dólar, como el arma más poderosa, pierde terreno en transacciones multimillonarias en África, Asia y América Latina. Despues del dólar solo queda el armamento. El poder blando USA ya no atrae como antes. La industria de Hollywood y las redes sociales pierden adeptos. La inteligencia artificial es un arma de doble filo.
Sus relaciones con Europa, África y los países árabes en el Medio Oriente van en picada. Su apoyo a Ucrania y a Israel es más que cuestionada, y tarde o temprano podrá ser denunciado como cómplice de la matanza de miles de ucranianos y la barbarie sionista para sentarlo ante los tribunales internacionales, aunque crean que estos no tienen potestad sobre ellos. Además, la destrucción a Libia y Siria aún está fresca en la memoria de los árabes.
Pero no puede renunciar al suministro de armamento y asistencia económica en conjunto con la OTAN a Israel. El nivel de repudio y amenaza que ha generado el Estado sionista en el mundo árabe, lo hace rehén y presa facil para otro frente de guerra de desgaste económico y político. Ya está en guerra contra Yemen, pero su afán es destruir Irán. No es secreto que tanto los EEUU como Israel preparan golpes tácticos nucleares sobre Siria, Líbano e Irak, Yemen e Irán.
La situación que se vive en el Medio Oriente es alarmante y altamente peligrosa. Pero recordemos que la recuperación del imperio está basada en las guerras. Mientras Yemen ataca a las embarcaciones de todo tipo de los occidentales, ataca las bases norteamericanas a diestra y siniestra. Qué tanto la unidad árabe sabrá enfrentar al Occidente colectivo, es la principal ecuación que definirá la hegemonía occidental en toda la región.
El mundo está cambiando, el sistema está bajo la recomposición de las potencias emergentes China y Rusia. El orden después de la IIGM está sufriendo serias modificaciones y el poderío USA lo siente en carne propia. Por eso su reacción no será tan suave como muchos creen. El águila está herida y algo debe hacer a lo inmediato. Tanto los EEUU como Joe Biden necesitan una victoria rápida.
Para contener a China y a Rusia en L.A ya hay tropas norteamericanas en Perú, Ecuador y pronto en Argentina. Además de las bases militares ya existentes en Brasil, Colombia, etc. La Jefe del Comando Sur lo dejó claro en su momento. Ahora vemos cómo intentan formatear su estrategia de dominio continental y saqueo de los recursos estratégicos. Contra México existe la amenaza de guerra también por razones del narcotráfico. Su control va desde el Río Bravo hasta la Patagonia con un títere como el ultraderechista Milei en Argentina.
En Centroamérica a Nicaragua la han declarado como amenaza a la seguridad nacional y es la que más ha avanzado en las relaciones con China en la región. A Cuba la tienen bien golpeada económicamente y a Venezuela le siguen robando una enorme cantidad en millones de dolares con la confiscación de sus empresas en EEUU; además, buscan cómo enfrentarla militarmente con Guayana. El objetivo principal es quedarse con el petróleo venezolano.
Contra China y Rusia no entrarán en guerra directa. La alianza de estos con Corea del Norte e Irán hace que los EEUU busquen conflictos menores con alta peligrosidad que puedan desgastar al Oso y al Dragón, y a ellos enriquecerlos. Ya los pronósticos que incluyen el uso de métodos matemáticos (estadísticos y probabilísticos) como dados han sido tirados, ahora solo se espera que terminen de rodar en la ruleta de la coyuntura internacional.
*Director del Centro Regional de Estudios Internacionales (CREI).
En Argentina hay una creciente preocupación desde la sociedad por el crecimiento del poder del narcotráfico. El caso de Rosario y los incidentes generados por las bandas que operan allí, es un verdadero toque de alarma. El crimen organizado, en muchos países, han logrado tal poder, logrando controlar directamente los resortes del Estado. Ejemplo de ello, es Guinea Bissau, antigua colonia portuguesa, que desde 2006, el narcotráfico es un actor que tiene una fuerte influencia en la política y economía de dicho país.
Por el Dr Jorge Alejandro Suárez Saponaro
Especial desde Buenos Aires. Especial para LA POLIS.
La antigua Guinea portuguesa, fue descubierta en 1446. Las poblaciones locales, formaron parte de los imperios de Ghana y Malí. En el siglo XVI., surgió el Reino de Gabú, mientras los portugueses se hacían fuertes en la costa, siendo la actividad principal de la colonia, la trata de esclavos. Los lusitanos, no se adentrarían en el territorio hasta el siglo XIX, permaneciendo este fuera de la injerencia europea, por lo menos directamente. En el siglo XVIII, la demanda de esclavos para ser enviados a Brasil, impulsó la expansión portuguesa hacia el interior del país. El territorio fue objeto de disputas con británicos y franceses, pero para 1870, el dominio portugués estaba plenamente reconocido por Francia y Gran Bretaña. El Reino de Gabú, había sido integrado bajo la órbita del dominio colonial de Lisboa. En 1879, el territorio dejó de depender del gobernador de Cabo Verde, para convertirse en una colonia separada con autoridades propias. En 1915, finalmente los portugueses lograron establecer el control completo del actual territorio de Guinea Bissau. En 1951, la dictadura salazarista le dio el status de provincia de ultramar. Todavía el movimiento nacionalista no era lo suficientemente fuerte, solo los procesos que ocurrirían en Senegal y Guinea Francesa influirán en la creación de un movimiento nacional contra la presencia portuguesa. Este estaría repartido en el Partido de la Independencia de Guinea y de Cabo Verde o PAIGC, con sede central en Conakry (Guinea ex francesa), comandado por el brillante cuadro Amílcar Cabral; el Frente de la Lucha por la Independencia de Guinea, de López Silva, con su sede en Dakar, y la Unión de los Prófugos de la Guinea Portuguesa, con su dirigente Benjamín Pinto Bul. Los primeros optaron por la vía armada. Lopez Silva, en cambio buscaba una salida negociada y tuvo contactos con el primer ministro y dictador portugués, Salazar, con quien mantuvo una serie de reuniones. Lisboa prometía autonomía interna, en el marco de un proceso de descolonización gradual. Pinto Bul era funcional a los portugueses, como quedó demostrado cuando su hermano fue designado secretario general en el gobierno colonial.
El PAIGC, surgió en los 50 como movimiento social, contra los abusos a los trabajadores de la empresa Unión Fabril. Su líder Amílcar Cabral, mulato, ingeniero agrónomo formado en Lisboa, convirtió a este grupo político, de predicamento limitado, en un verdadero movimiento de liberación nacional, con fuerte presencia en la población local. Sus cuadros políticos y militares, formados en Guinea y Senegal, articularon un poderoso movimiento guerrillero. El PAIGC fue reconocido en los 60, por Naciones Unidas como representante legítimo del pueblo de Guinea Portuguesa, lo que abrió las puertas para conseguir fondos de organizaciones internacionales y estados. En 1963 las guerrillas del PAIGC controlaban en sur y este del país. Los portugueses reaccionaron y lanzaron una contraofensiva, que llevó a tener desplegados hasta 30.000 efectivos para lidiar con 10.000 combatientes del PAIGC. A pesar del esfuerzo de guerra, para 1972, los nacionalistas controlaban tres cuartas partes del país. Cabral en circunstancias no aclaradas aún hoy, posiblemente con complicidad entre los regímenes del dictador guineano Touré y servicios portugueses, en Conakry, fue asesinado. Ello no impidió que en 1973, en las zonas liberadas fuera proclamara la independencia de Guinea Bissau, reconocida por la Asamblea General de Naciones Unidas, quién solicitó el retiro de las fuerzas armadas portuguesas. El gobierno de Caetano, sucesor de Salazar, se negó, pero en 1974, con la Revolución de los Claveles, Portugal, se retiró de África. El 10 de septiembre de 1974 se formalizaba la independencia de Guinea respecto de Lisboa, luego de los intentos del general Spínola, del nuevo gobierno portugués, de impulsar una federación entre Portugal y las antiguas colonias. Cabo Verde no se integró al nuevo estado, a pesar de los lazos entre los nacionalistas del continente y las islas citadas, sino que terminaría constituyendo un estado independiente.
La herencia colonial portuguesa, condicionó al país. El régimen salazarista poco y nada hizo por desarrollar sus “provincias de ultramar”. Guinea afectada por años de guerra, llevó a muchos campesinos a concentrarse en la ciudad capital, Bissau, alimentando los problemas sociales. La flamante república, era un país multiétnico, con escasa infraestructura y acusados niveles de subdesarrollo. La ayuda económica de los países nórdicos, limitó el proceso de radicalización del PAIGC, partido único y con una agenda socialista. El país adoptó una postura de no alineamiento. El proceso de acercamiento e integración con Cabo Verde quedó abortado con el golpe de Viera, héroe de la guerra de liberación en 1980. En 1984, el régimen dictó una nueva constitución que legitimó a Vieira en la presidencia. El país abandonó la vía socialista, y dado la situación económica hubo recortes en gastos sociales. En 1994 el país tuvo elecciones libres, pero la inestabilidad política reinó en el país, con golpes de estado, una guerra civil en 1998 que terminó de arruinar a Guinea.
Presidente Embalo de Guinea Bissau
Factores que convirtieron a Guinea Bissau en un país narco.
Guinea es uno de los países más pobres de la empobrecida África, con una superficie de 36 125 km2 y una población de 1.8 millones de habitantes, tiene acusados índices de subdesarrollo: serios problemas de abastecimiento energético por problemas de financiamiento, bajo presupuesto educativo – uno de los más bajos de África – altos índices de mortalidad, bajo presupuesto sanitario, y una esperanza de vida que ronda los 57 años. En este contexto de pobreza, inestabilidad institucional, corrupción, y una economía endeble, el narcotráfico desde 2006, empezó a utilizar a Guinea, cuando las vías por Panamá y Jamaica, por el incremento de los controles, obligaron a los jefes narco en Colombia, Perú y Bolivia, buscar caminos alternativos. En Guinea Bissau por su posesión geográfica y escasos controles, les permitió convertirlo en base de sus operaciones hacia Europa. Así poderosos jefes narco se instalaron en Bissau, tienen importantes propiedades en áreas rurales, y gastan fortunas en bebidas, autos de lujo y otras excentricidades, en un país, donde la miseria campa a sus anchas, donde una cuarta de los niños que nacen mueren antes de los cinco años y dos tercios del país, vive en la miseria.
Estos nuevos “inversores” provenientes del mundo del hampa., han comprado casi todos los negocios locales, industrias, depósitos e incluso el único casino del país. A título de curiosidad una tonelada de droga con destino a Europa desde Guinea, tenía en 2008 un precio de US$ 60 millones, equivalente al 6.5% del PIB local. En su momento fue requerida ayuda internacional por US$ 20 millones para la policía, construir una cárcel y el sistema de justicia. Los donantes internacionales, especialmente la UE, solo dieron US$ 6.5 millones. El país siguió siendo un problema en el tráfico internacional de drogas, donde beneficia a poderosos grupos terroristas que asolan Malí, Libia, Chad, Burkina y Nigeria. El destino es la rica Europa y el Próximo Oriente.
Pobreza infantil en Guinea Bissau
En 2009, en la versión digital del diario español El País, decía: hace tres semanas, cuando fueron asesinados, sucesivamente, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Batiste Tagmé na Waié, y el presidente de la República, Nino Vieira, en un aparente ajuste de cuentas no ajeno a los intereses del tráfico de drogas. Tras la muerte del jefe del Ejército, militares leales a éste mataron al presidente Vieira. La impunidad del poder narco quedó reflejando, cuando un avión que aterrizó en 2008, en Bissau, llegó con nada menos que con 500 kg de cocaínas, siendo detenidos varios mexicanos con pasaportes falsos y sus cómplices locales. La entones ministro de justicia, Carmelita Pires, llevó a cabo una investigación, a pesar de las amenazas y riesgos a su seguridad personal, que finalmente quedó en la nada en la justicia local. Desde Naciones Unidas han exigido la reforma de las fuerzas armadas y la policía, seriamente comprometidas con el narcotráfico, no en vano han sido asesinados tres jefes de estado mayor. En el asesinato general Tagmé, fue empleada una bomba construida en Tailandia, luego de haber descubierto un cargamento de más de 200 kg de cocaína en una instalación militar. A todas luces, un crimen por encargo.
La incapacidad del estado de ejercer el control territorial, permite que el archipiélago Bijagos, por el escaso control aviones arrojen los cargamentos de droga en las islas, siendo recogidas por embarcaciones que las llevan al continente para su transporte hacia Europa. En 2008, los ex jefes de la Fuerza Aérea, Ibraima Papa Camara, y de la Armada, José Américo Bubo Na Tchuto, han sido nombrados «capos de la droga” por parte de Estados Unidos, prohibiendo la entrada a dicho país de los personajes nombrados. Prueba del nivel de complicidad alcanzado, quedo en evidencia en 2007, cuando los habitantes de las islas Bijagos, señalaban que las bases de la minúscula marina guineana, eran empleadas no para controlar, sino para facilitar el tráfico de drogas. El espacio aéreo es otro colador, dado que los aviones heredados de tiempos de la ayuda soviética, están almacenados hace largo tiempo. Las pistas abandonadas, son empleadas para que aviones que transportan droga, las utilicen, y ha sido frecuente ver a soldados, descargando paquetes con drogas.
ex almirante Tchuto. Acusado de narcotráfico
En 2012, el New York Times, señaló que el golpe militar, estaba vinculado para permitir el paso de drogas por el país. Prueba de ello fue que el ingreso de narcóticos luego de la toma del poder por parte de los militares, se incrementó sustancialmente. Incluso todos apuntaba que el ex presidente João Bernardo “Nino” Vieira, tres veces jefe de estado, estrechamente vinculado al narcotráfico, quién contribuyó de alguna manera de abrir las puertas al tráfico de drogas. Su asesinato en 2009, estuvo ligado, según medios de Europa y Estados Unidos, por su complicidad con dicho fenómeno criminal. En 2016, se estimó que pasó por el país cargamentos anuales por 240 kg de cocaína, valuados en millones de dólares. La complicidad local, ha transformado a Guinea Bissau un actor clave para las actividades de poderosos narcotraficantes, especialmente colombianos. No solo Guinea Bissau es una plataforma ideal para el tráfico, sino también para la producción de drogas sintéticas. En un país, donde existe una verdadera cobertura desde el estado, genera las condiciones para expandir otras actividades vinculadas al tráfico ilícito de drogas.
Fuente Naciones Unidas
El ex jefe de las fuerzas armadas, en 2012, Antonio Indjai, estuvo involucrado en negociaciones con las FARC para proveer armas y facilitar el comercio de drogas, que dicha organización empleaba para financiar sus actividades. En 2013, los narcos brasileños se sumaron entre los que emplean la ruta Cabo Verde – Guinea Bissau para sus actividades. Venezuela es otro país, donde los narcotraficantes envían droga hacia Guinea. Son cuatro noches en barco o unas pocas horas de avión, para recorrer 5500 km que separan este país africano de las bases de embarque de los narcos en Sudamérica. La ubicación de Guinea, transformó al país, en una ruta ideal para enviar drogas a Europa. La existencia en la región de Sahara – Sahel, de una larga tradición de contrabando, facilita aún más las cosas, para que los criminales puedan emplear la aceitada red de rutas de los contrabandistas, para que la cocaína sudamericana llegue al Viejo Continente.
La lucha contra el narcotráfico tanto en Guinea como en la región del Sahara – Sahel, presenta una dificultad adicional. Estamos frente a clanes, no carteles, firmemente afincados, con siglos vinculados al contrabando, lo que dificulta aún más su desarticulación, por su inserción social, económica y política, donde incluso cuestiones de solidaridad étnica – tribal, genera un verdadero escudo protector, que impide actuar para desmantelar estas redes criminales. Esto dificulta seriamente la labor de las agencias de inteligencia y policiales occidentales para lidiar con este problema. Otro actor que se incorpora a este drama, son las organizaciones como al Qaeda en el Magreb Islámico y otros grupos yihadistas, que cuentan con traficantes propios, con el objetivo de financiar sus actividades, como pudieron de ver de cerca agentes infiltrados de la DEA que arrestaron, en su momento al almirante guineano Tchuto, ya reconocido jefe del narcotráfico guineano.
Intento de golpe y la larga sombra del crimen organizado.
En febrero de 2022, el actual presidente Umaro Sissoco Embalo, fue objeto de un fallido intento de golpe, siendo detenido el almirante José Américo Bubo Na Tchuto, acusado de estar detrás del golpe, además de ser reconocido jefe narco en el país (habiendo estado detenido cuatro años en Estados Unidos por tráfico). El jefe de estado que logró salir airoso de la intentona, acusó a sectores del narcotráfico que operan en el país, en ser partícipes de ello, ante los intentos del gobierno de hacer algo con el alto nivel de infiltración criminal que tiene el país. Emabalo, general de brigada, antiguo primer ministro, fue el candidato de la oposición en 2020 que logró hacerse con la presidencia, en un país, donde la política está dominada por el ejército, con frecuentes golpes de estado. Cabe destacar que los militares tienen nexos con el tráfico de cocaína. El jefe de estado mayor de las fuerzas armadas, Biague Na Ntam, ante el triunfo opositor, dijo que los soldados se quedarían en los cuarteles.
El intento para muchos observadores, tiene que ver con las tensas relaciones entre el presidente Embalo y su primer ministro, Nuno Gomes Nabiam, proveniente del PAIGC, que detenta el parlamento. En 2023 habrá elecciones parlamentarias, donde el PAIGC tiene asegurado el éxito y generará nuevas tensiones con un presidente debilitado. Pero la gran sombra que se cierne sobre el país es el poder narcotráfico, que ha infiltrado a sectores clave de la economía como de la política. Guinea Bissau, sin ninguna duda puede ser el “recuerdo del futuro” para muchos países de América latina, sino ponen freno a los niveles de subdesarrollo, desigualdad, corrupción y debilidad institucional.
Publicado por Dr. Suarez Saponaro – Distinguido Analista Internacional (Argentina) Colaborador del CREI
El Reino de Suazilandia, conocida por su nuevo nombre Esuatini, fue protagonistas de protestas y un verdadero clima de rebelión en 2021. Su rey Msuati III, personaje corrupto, se exilió por breve tiempo en Mozambique junto a su séquito de esposas. Coleccionistas de autos de lujo, dilapida millones de dólares en palacios, casas para sus esposas y concubinas. Además de comprar un avión para sus viajes personales, es el jefe de estado de un país, carente de libertades, pobreza, desempleo del 30%, el 25% de la población con HIV. Ha colmado la paciencia de la población que exige reformas, que han impulsado la intervención del gobierno sudafricano para una salida pacífica a la crisis.
Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro
Especial para LA POLIS. Desde Buenos Aires
El Reino de Esuatini, como se denomina actualmente la antigua Suazilandia, es un país de 17,360 km² con 1.26 millones de habitantes, sus fronteras lindan con Sudáfrica y Mozambique. Los antepasados de los suazis, fueron los ngonis, que habitaban en Mozambique. Las tribus swazi huyeron de su hogar original al valle del río Pongola en la actual provincia sudafricana de KwaZulu Natal en el siglo XIX como resultado de la presión interna. Los ataques de Ndwandwe luego obligaron a los swazi, gobernados por Sobhuza I de Dlamini, a trasladarse al valle de Ezulwini en el área que conocemos hoy como Swazilandia. Sobhuza era hijo de Ngwane III (1745-1780), a quien los swazi reconocen como su primer rey. La presencia suazi en el país está registrada desde el siglo XVII. La ocupación fue paulatina derivado de los conflictos con pueblos vecinos. En la etapa de evolución del sistema político, se estableció el peculiar sistema por el cual la madre del rey, sería la regente, en caso de minoridad del heredero. Este sistema rige hasta el día de hoy.
la reina regente junto al comisionado británico para Suazilandia
Los primeros tiempos del siglo XIX, fueron de lucha contra pueblos vecinos y el ascenso del reino zulú de la mano del legendario Shaka Zulu. El rey Sobuza I mantuvo una política de apaciguamiento con su belicoso vecino. Su sucesor Msuati II, en 1839, es reconocido como el monarca más importante. El reino suazi era mucho más grande que los actuales límites. Msuati II, llevó a cabo una reforma militar, mejoró sus tropas, expandió el reino y entró en contacto con los Boers, recién llegados a la zona de Transvaal, firmando una serie de concesiones en materia de tierras. A fines delo siglo XIX el país estuvo envuelto en las presiones ejercidas por los Boers y los británicos. En algún momento sobre la base de venta de tierras, el gobierno de Transvaal intentó anexar Suazilandia, sin resultado, dado que durante un tiempo cayó en manos británicas. El apoyo suazi en las guerras contra los zulúes garantizó la independencia del reino frente a las ambiciones británicas. La república de Transvaal impuso en 1894 un protectorado, que fue reemplazado por el británico en 1906. Las fronteras suazis habían sido reducidas al tamaño actual, por medio de la Convención de Pretoria.
Day 2: The groom presents gifts to King Mswati III. Historically, gifting happens on the final leg of the traditional Swazi wedding, which is a separate ceremony known as Umtsimba. In modern times, because of time for some important members of the families, gifting now happens at any of the traditional Swati wedding ceremonies at which key members are available, Ludzidzini Royal Residence, Lobamba, Swaziland, June 20, 2015. (Photo by: Majority World/Neo Ntsoma/Universal Images Group via Getty Images)
Los británicos respetaron la existencia de la monarquía suazi, pero la población fue relegada a reservas, quedando gran parte de la tierra en manos de europeos. Los intereses británicos estaban en manos de un comisionado, asistido con un consejo local electo por la población europea. En 1921 asumió, Sobhuza II como rey. Los suazis participaron en el frente del norte de África en unidades de las fuerzas británicas. El ascenso del régimen del apartheid en Sudáfrica, llevó a Londres a desechar la idea de anexar Suazilandia al poderoso vecino racista. En los años 60, en áreas urbanas aparecieron partidos políticos, mientras que Sobhuza II junto a jefes tradicionales en áreas rurales impulsaron el Movimiento Nacional Imbokodvo. Este ganó las elecciones parlamentarias de 1964. Los días de la presencia británica en Suazilandia estaban contados. En 1966 por medio de una conferencia constitucional fue aprobada una Constitución estableciendo un gobierno de corte parlamentario. En 1968 el país se independizó y el partido Imbokodvo, de base rural, se impuso con el 75% de los votos. Esto permitió al autoritario Sobhuza II derogar la constitución en 1973, e imponer un régimen autoritario. Los partidos políticos y sindicatos fueron prohibidos. Este personaje, mantuvo costumbres tribales, llegando a tener 70 esposas, 210 hijos entre 1920 y 1970. Alrededor de 180 niños sobrevivieron a la infancia, y se informó que 97 hijos e hijas vivían hasta el año 2000. A su muerte, tenía más de 1.000 nietos. Muerto Sobhuza II, lo sucedió el actual rey Msuati III, declarado mayor de edad, y en 1986 fue proclamado rey.
Sobhuza II
El régimen de Sobhuza permitió crear una elite que monopoliza el poder y es altamente corrupta. A pesar de todo, su liderazgo paternalista, le permitió que mantenga prestigio en gran parte de la población. Su sucesor el rey Msuati III a pesar de algunas concesiones, sigue viviendo a espaldas de su país. El crecimiento económico de los años 80, no beneficiaron a la población. Los años 90 hubo una profunda crisis, que, por la sequía, colocó al reino al borde de vivir una hambruna. Las exigencias de reformas degeneraron en violencia. El régimen se mantuvo firme en mantener instituciones anacrónicas, manteniendo el poder de los jefes tribales y el clan gobernante. En 2002 y 2004 hubo nuevas sequías, que demando la asistencia internacional bajo auspicios de Naciones Unidas. Ello no ha impedido que el pintoresco y corrupto rey suazi, mantuviera un estilo de vida con grandes lujos y siguiendo la tradición de su padre, manteniendo la costumbre de la poligamia. En mayo de 2021 en el medio de caos, las fuerzas del ejército y la policía dispararon a los manifestantes, causando muertos. El grueso de los manifestantes, son jóvenes, dado que estos padecen la pobreza y la falta de oportunidades. El diario español El PAIS, en su edición de 2021 señalaba 8 de mayo Thabani Nkomonye, de 25 años, un estudiante de Derecho, murió en condiciones extrañas y su cuerpo no apareció hasta cinco días después, con el argumento por parte de la policía de que había sufrido un accidente de coche. Lo que provocó importantes movilizaciones. El rey ordenó en el marco de esta crisis, el arresto de dos diputados pro democracia.
protestas suazis ante la embajada de Esuatini en Pretoria.
Esuatini es una monarquía, donde el rey conserva amplias atribuciones, apoyado por una serie de instituciones de carácter tribal. Designa al gobierno, jueces, altos mandos militares y de policía, parte de los diputados y senadores. Los partidos políticos están prohibidos, y la oposición política está dividida, lo que impide una estrategia común para presionar al régimen para un cambio. El principal grupo opositor es el Partido Comunista, seguido por el Comité Nacional de Liberación, que lidera una coalición opositora. Sus liderazgos están en el exilio.
El rey que gobierna un país con más del 60% de la población en la pobreza, el 40% está desempleado, agregándose el drama del VIH que afecta a más del 25% de la población y la esperanza de vida es de 58 años, ha gastado millones para una colección privada de 15 coches Rolls Royce, decenas de autos BMW para su extensa familia – tiene quince esposas y una treintena de hijos – además de un jet privado para sus traslados. En 2013, ante la llegada del DC9, el primer ministro del país primer ministro, Barnabas Dlamini, dio un peculiar argumento ante la llegada de dicha aeronave. «El avión lo usará la Reina Madre y nuestro monarca para ir a otros países a pedir fondos para nuestros súbditos«. Un verdadero insulto, en un país con las necesidades que tiene y como curiosidad, que el componente aéreo de las fuerzas armadas, precisa aeronaves para cometidos de transporte, búsqueda y rescate, etc.
En cuanto a las consortes reales, cada una de ellas viven con todo lujo a costa del presupuesto nacional. Se estima que este reyezuelo tiene más de US$ 100 millones en su fortuna personal. El clima de rebelión parece no importarle, a fuerza de represión, intenta mantener sus prerrogativas, como de la familia gobernante y sus allegados. En el aniversario 40 de la independencia, el país gastó US$ 2.5 millones en los festejos, lo que generó airadas críticas de los acreedores internacionales. En 2013, el país recurrió a los préstamos, para pagar a funcionarios y empleados del estado, lo que pone en evidencia como el gobierno despilfarra recursos. Sostener al rey, su familia y todo su séquito insume el 8% del presupuesto nacional.
Msuati III con una de sus tantas esposas.
Las denuncias contra el rey no solo abarcan escándalos de corrupción y su régimen autoritario, sino maltrato hacia sus esposas, como indicaba en su momento en una nota de diario Clarín: Una de las esposas del rey, Putsoana Huala, se vio obligada a valerse de pasaportes falsos para poder escapar del país en 2004. La séptima mujer, Septemi Masango, se suicidó en abril de 2018, una semana después de haber asistido al funeral de su hermana sin permiso del monarca. Zena Mahlangu –la décima esposa- tenía 18 años en 2002, cuando fue secuestrada en la escuela donde estudiaba. Pocos días después, la madre de la adolescente fue informada de que su hija estaba alojada en la residencia del rey y cumplía funciones oficiales. Otro caso llamativo vinculado con Mswati III es el de la ex Miss Teen Swaziland, Nothando Dube, que en 2005 fue forzada a casarse a sus 16 años con el rey.
Estamos ante un país que tiene una economía basada en la agricultura, especialmente la caña de azúcar, donde los trabajadores de las plantaciones, en manos de poderosa corporaciones privadas, carecen de derechos y hay denuncias de trabajo infantil. La explotación forestal también es importante, junto con la producción de cítricos para la exportación. La Confederación Internacional Sindical, ha señalado sobre las duras condiciones de los trabajadores rurales trabajos arduos e insalubres condiciones, salarios miserables y represión violenta de cualquier intento de sindicalización. La mano de obra barata, la falta de sindicatos legales, ha permitido que industrias como la textil prosperaran, favorecido por cuotas de exportación fijadas por Estados Unidos y la Unión Europea. Las tierras en manos de plantadores locales, se dedican a una actividad de subsistencia y no tienen acceso a los grandes mercados. La economía está estrechamente vinculada a Sudáfrica, país que además genera empleo para miles de expatriados suazis, que envían millones de dólares en remesas a sus familias, constituyendo otra fuente de ingresos para la economía del reino. La minería parece prometedora, especialmente en materia de carbón, hierro y asbesto, pero no existe una política de fomento, agregándose las limitaciones en materia de infraestructura.
El país vive ataques con armas incendiarias a puestos de policía, manifestaciones, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias. Sudáfrica actuó de manera limitada ante la crisis, al fin de cuentas no constituye un problema para su seguridad y los acontecimientos en Suazilandia o Esuatini como se denomina el país por decisión de Msuati III en 2018, no toca ningún interés poderoso, por ende, poco y nada ha hecho la comunidad internacional para impulsar algún tipo de cambio político en el reino de los suazis. Todavía la población no siente rechazo hacia la figura del rey, pero los cambios generacionales, están generando una revisión sobre la legitimidad del régimen monárquico y las exigencias de apertura política son cada vez mayores, en el reino, donde el negocio que prospera, es la corrupción.
Distinguido Analista Internacional (Argentina) Colaborador CREI
En noviembre de 1975, fueron firmados los tristemente célebres Acuerdos de Madrid. España potencia administradora del Sahara, que hasta ese momento lo consideraba una provincia más, cedía la administración, a los gobiernos de Marruecos y Mauritana, contrariando a la voluntad del pueblo saharaui y el Derecho Internacional, incluyendo el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de 1975. Todo ello a cambio de presuntas ventajas económicas. Horas antes de que expirara el plazo de la presencia española en el Sahara, en Bir Lelhú, el Frente Polisario, proclamó la República Árabe Saharaui Democrática, el 27 de febrero de 1975. Eran tiempos dramáticos. Por un lado España evacuaba la población civil y sus fuerzas militares, y por otro lado, las guerrillas del Frente POLISARIO libraban duros combates ante la invasión mauritano marroquí. La población civil saharaui, que huía en el desierto de la violenta ocupación de Rabat, sufrió ataques aéreos, ocasionando numerosas víctimas en los campos de refugiados de Tifariti y Um Draiga.
Naciones Unidas se pronunció contra la ocupación, en diversas resoluciones, a partir de 1976, destacándose las resoluciones. 34/37 RES/34/396 de 21 de noviembre de 1979 y la 35/19 de 11 de diciembre de 1980 que nos dice: Deplora profundamente la persistente ocupación del Sahara Occidental por Marruecos. Y por ello pide encarecidamente a Marruecos que ponga fin a la ocupación del Territorio del Sahara Occidental.
La Comunidad internacional nunca reconoció las fronteras que quiso hacer valer Marruecos y Mauritania (hasta su derrota en 1979). El Acuerdo de Paz entre el Frente POLISARIO y este último país, pone en evidencia que estamos ante una situación de conflicto armado internacional, donde un territorio jurídicamente distinto al de los países que intentan hacer valer sus presuntos derechos, estaba – y lo sigue estando – bajo el régimen de ocupación militar., con sus consecuencias jurídicas.
La complejidad del conflicto, no solo es político, sino jurídico. Dado que desde el 27 de febrero de 1975, el Sahara Occidental, es una república, que gradualmente logró el reconocimiento de más de medio centenar de Estados, incluyendo en más de un caso, la presencia de legaciones diplomáticas saharauis (Cuba, México, Argelia, Panamá, por citar algunos ejemplos). Estamos ante un Estado, que está en conflicto con otro, Marruecos, que detenta en gran parte su territorio nacional. En los años 80, la República Saharaui, fue integrada a la Organización de la Unidad Africana. Pero por otro lado, para Naciones Unidas y gran parte de la Comunidad Internacional, es un proceso de descolonización incompleto, donde el legítimo representante es el Frente POLISARIO, movimiento de liberación nacional, que a su vez es el partido gobernante en el Estado Saharaui. Estamos frente a un actor, que actúa por medio dos figuras jurídica, ello no impide, que la realidad, es una: la ocupación ilegal del Sahara, donde dicho actor Frente POLISARIO/ República Saharaui, reclama su soberanía.
En 1991, vino el Plan de Paz, donde las partes, Marruecos – Frente POLISARIO, acordaron una hoja de ruta, para poner fin al conflicto. El tan esperado referéndum de autodeterminación, que desde el principio estaba condenado a morir. Las partes nunca aceptarían un resultado contrario a sus intereses o pretensiones. Rabat fue el que puso más obstáculos, especialmente al intentar incorporar a miles de presuntos saharauis en el padrón electoral. Esto pone en evidencia que desde el primer momento sabía, que la idea de independencia, o mejor dicho de unificación del territorio ocupado con la República Saharaui, era un hecho.
El plan de 1991, paralizado por décadas, especialmente por la postura irreductible de Marruecos, incluso de partición del territorio, a instancias de Naciones Unidas en 2002, de la mano del secretario general Kofi Annan, que también naufragó. Que para más de un observador especializado, e incluso el mismo POLISARIO, lo consideraban como una salida “salomónica”. Pero Rabat siempre sube la apuesta, y lo que busca a largo plazo, es sin ninguna duda borrar cualquier rastro de cultura saharaui en la zona ocupada y convertir al POLISARIO en un actor marginal, sin voz, y ante el estancamiento del conflicto, impulsar su disolución. Todo ello con el aval de Francia.
La ocupación militar marroquí, significó la sistemática violación de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. En lo que respecta a este último, tomando los Reglamentos de La Haya sobre guerra terrestre como los Convenios de Ginebra, la potencia ocupante, ha implantado su legislación, reemplazado las instituciones locales, por las propias (la Asamblea General del Sahara fue disuelta en 1976), agregándose el traslado de colonos, algo expresamente prohibido por los Convenios de Ginebra. Estos son graves infracciones y crímenes de guerra. En cuanto a los prisioneros de guerra, Marruecos, solo dio cuenta de un puñado, quedando por saber el destino de 151 soldados. La República Saharaui, liberó en su momento los prisioneros que tenía en su poder como gesto de buena voluntad, mientras que su contraparte, guardó silencio, poniendo en evidencia que se han cometido crímenes de guerra. Incluso los sobrevivientes del sistema carcelario marroquí, que eran combatientes del Ejército saharaui, fuero víctimas de todo tipo de vejaciones y atropellos. Esto pone en evidencia, el comportamiento de uno de los actores en el conflicto, y porque es tan difícil alcanzar la paz.
El ingreso de Marruecos a la Unión Africana o UA, implica la aceptación de la Carta Fundacional de este organismo internacional, del cual forma parte de la República Saharaui. En dicha Carta, señala que los estados – parte, al ingresar a la UA, aceptan el respeto de las fronteras heredadas en tiempos de la colonización europea. Por ende, Marruecos está obligado a reconocer que el Sahara Occidental, no forma parte de su territorio, además de tomar nota de la existencia de la República Saharaui. Algo que por cierto no lo hace, por razones políticas.
El proceso de Paz está muerto, gracias al apoyo que ha recibido de alguna manera Marruecos, por parte de Estados Unidos y especialmente Francia. Estos actores con una visión de realpolitk, se han decantado por el que consideran el actor más relevante del conflicto, agregándose los beneficios derivados del expolio de recursos naturales, especialmente los fosfatos, y en el futuro, quizás hidrocarburos. No en vano Marruecos apuesta a incrementar su poder naval, con miras a extender sus espacios marítimos, proyectándose hacia Canarias.
La única salida hacia un proceso de paz, es poner fin a la ocupación militar y que el territorio disputado, quede en manos de una Autoridad Internacional, como actor imparcial. Este modelo fue empleado con éxito en procesos de paz, sumamente complejos, como Camboya y Timor Oriental, y que gracias a consensos internacionales, llegaron a buen puerto.
En este contexto tan complicado, los saharauis, deben replantear a fondo su estrategia. El proceso de descolonización, se llevó a cabo el 27 de febrero de 1975, cuando el legítimo representante del pueblo saharaui, proclamó la creación de la RASD. Resta saber la voluntad de los saharauis que viven en la zona ocupada, de querer integrarse a la República Saharaui o no. A todas luces es altamente probable que si, sino la oposición de Marruecos, a cualquier salida negociada, no seria tan terminante e irreductible. Es por ello que a nuestro entender, debemos hablar, ya no de poner fin a un proceso que se inició en la década del 70, trunco, por el abandono español y la invasión militar mauritano marroquí, sino de terminar con la ocupación militar marroquí, condición indispensable para alcanzar una paz duradera y el respeto a los derechos humanos, deuda pendiente con los saharauis desde hace décadas
Director del Diario El Minuto para Argentina (Destacado Analista Internacional Argentina) colaborador del CREI Para los Estudios de África y Asia.
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Namibia nació como estado independiente en 1990, luego de años de dominación extranjera. Primero colonia alemana, donde los pueblos nativos namibios fueron víctimas del primer genocidio del siglo XX. La Primera Guerra Mundial, trajo a los sudafricanos abriéndose un nuevo y terrible capítulo de la historia del país. Los años del apartheid, contribuyeron a moldear una conciencia nacional y dar inicio a la lucha anticolonial que se prolongaría por décadas. A pesar de los años oscuros, Namibia emergió como una democracia estable, con niveles más que aceptables de estabilidad económica y social, en comparación con la mayoría de los países de la región.
Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro
Director del Diario El Minuto para Argentina
Windhoek. la capital de Namibia
Namibia. Sus orígenes
El país fue poblado en su momento por diversas tribus de origen bantú, diversos estudios hablan de presencia de este grupo, desde el año 500, y hacia el siglo IX, comenzó una diferenciación lingüística entre los habitantes del sur y el norte del país. Los ovambos, establecidos en la región septentrional, organizaron una serie de reinos, mientras que en el resto del país, damaras, hereros, namas (llegados al país en el siglo XVII) y otros grupos se dedicaban a la ganadería y en determinadas áreas, a la agricultura. Los europeos visitaron las costas en el siglo XVI con el navegante portugués Bartolemeu Dias. Siglos más tarde la presión europea se hizo sentir por la colonia holandesa de El Cabo, desde allí, vinieron sucesivas migraciones, base del pueblo oorlam – rehobother, descendientes del mestizaje entre colonos europeos y poblaciones locales, que empleaban como lengua, el afrikáner. A mediados del siglo XIX, llegaron al país misioneros luteranos, que tuvieron una importante influencia en las poblaciones locales. La presencia europea se limitaba solo a comerciantes y cazadores, que intercambiaban generalmente metales y ganado, por armas, vestuario, etc. Las distintas poblaciones entraban en conflicto, por el control de recursos locales, consecuencia de un país que imponía serias limitaciones a la agricultura y la ganadería. Entre 1840-60, se desarrolló un reino en el sur, liderado por Jonker Afrikáner, que tuvieron un lugar importante por un tiempo, frente a otros grupos namibios, los oorlam, luego debilitados por las incursiones armadas de aventureros Boers, instalados en Sudáfrica. La historia namibia, reconoce un hecho importante, la construcción de una conciencia nacional, el Tratado de Hoachmas, en el cual jefes hereros, namas, rehobothers, formaron una Liga de las Naciones, con el objetivo de terminar con los conflictos, establecer reglas de arbitraje y controlar las concesiones mineras. Los baster, mestizos entre Boers y namas, llegaron al distrito de Rehoboth, donde organizaron una república, de existencia precaria, presionados por los conflictos entre los nama y hereros. En el norte los ovambos, organizados en doce tribus, de las cuales siete estaban en Namibia, tenían su centro político en Oshakati, organizaron diversos reinos, y se caracterizan por su elevado desarrollo cultural. El territorio de Ovambolandia, como lo denominaron los europeos, fue objeto de las ambiciones portuguesas, afincados en la vecina Angola. Temores a una reacción británica, dado que presencia en Walvis Bay, impidieron que fueran más allá, limitándose a incursiones y expediciones de rapiña.
La colonización alemana. El primer genocidio del siglo XX.
En 1885, la Conferencia de Berlín, asignó lo que hoy es Namibia, al Imperio Alemán, recibiendo la denominación de África del Sudoeste. El reclamo alemán se sustentó en la presencia de las misiones evangélicas, que desde 1864, en la localidad de Otijimbwe, fue izada la bandera de Prusia. En 1890, había casi una veintena de misiones funcionando en todo el país. En 1870, Adolf Lüderitz, comerciante y aventurero alemán, hizo acto de presencia en el sur del país, el hallazgo de diamantes en la zona de Griqualand, alimentó sus ambiciones. La falta de interés por parte del Reino Unido de ocupar el país, facilitó de alguna manera la penetración alemana. Esta fue formalizada en abril de 1884, pronto el país fue entregado a la explotación de empresas alemanas. El primer comisionado específico para el territorio, fue designado en 1886, y fue nada menos que el Dr. Heinrich Ernst Göring, padre del futuro mariscal del aire del Reich, Hermann Göring. Las relaciones entre los alemanes y la población local, fue deteriorándose rápidamente. La legislación impuesta por Göring era distinta para blancos y nativos, por ende se aplicó un concepto meramente racista.
La ocupación alemana no estuvo exenta de acciones armadas para imponer el dominio colonial. Ironías del destino, las armas que había sido objeto del lucrativo comercio de los europeos con los nativos, permitió que estos tuvieran herramientas para oponerse a la empresa colonial. Finalmente en 1904, estalló la rebelión de los hereros. La brutal respuesta alemana, en manos del general germano Von Trotta, terminó con un verdadero genocidio, que podemos decir, fue el primero del siglo XX. La orden era eliminar a cualquier herero, armado o no que se encontrara en la zona controlada por los alemanes. Derrotados los hereros en la batalla de Waterberg, no quedaba otra opción que huir. Aldeas enteras fueron destruidas y miles de niños, mujeres y hombres desarmados encerrados en campos de concentración, donde perdieron la vida por hambre y sed. Un anticipo de los horrores que viviría Europa durante el III Reich. Quienes sobrevivieron, terminaron confinados en el área desértica, que hoy es parte de la frontera entre Namibia y Botsuana. Samuel Maherero, líder de la rebelión se salvó, y refugiado en Walvis Bay, bajo control británico. De esta manera el mundo conoció el horror. Estimándose actualmente que los dos tercios o más de los hereros fueron exterminados. Los nama, fueron los siguientes en la lista de la política genocida germana. Jakob Morenga, venerado actualmente como líder nacional, encabezó la resistencia de los nama, incluso hereros sobrevivientes se unieron a Morenga. La rebelión, movilizó nada menos que 15.000 soldados alemanes. Esto generó un verdadero huracán en el Parlamento alemán.
prisionero herero de los Alemanes. Genocidio 1907-08
La política alemana combinó brutalidad con negociaciones, los jefes tribales, temerosos de terminar como los hereros, aceptaron las condiciones draconianas del ocupante. Morenga cruzo la frontera buscando protección británica, tal vez creyendo que la rivalidad anglo germana, sirviera para su causa Pero se equivocó, fue asesinado por los británicos, sabedores que era un peligro, la existencia de un jefe político, que había aglutinado a tribus distintas, que rompiendo con la influencia de jefes tribales, se unieran a la causa anticolonial. Agregándose su habilidad como jefe militar en materia de guerra de guerrillas. El Protectorado, régimen por el cual Alemania se había comprometido a proteger a las poblaciones locales, fue reemplazado por el de colonia. Los sobrevivientes a las rebeliones, se convirtieron en trabajadores forzados, bajo un estado policial. Las tierras antes ocupadas por los hereros y namas, estaban en manos de grandes haciendas blancas o compañías privadas. Namibia se convirtió en un gran negocio para las empresas alemanas, por las minas de diamante, cobre, la producción ganadera, garantizado por mano de obra forzada. 15.000 colonos alemanes, controlaban el país. El régimen era netamente autoritario, incluso para los alemanes, dado que el consejo territorial, solo podían estar representados los dueños de tierras.
Waterberg. Sitio del genocidio herero en manos alemanas.
Los dos mil trabajadores alemanes traídos para obras públicas y otras actividades, vivían con derechos limitados, pero no al nivel de los nativos. Era frecuente el uso del azote para imponer la disciplina. El régimen racista estaba consolidado por la legislación, donde claramente los blancos eran superiores a los nativos, quiénes debían obediencia. Los blancos no podían casarse con nativos, fue prohibido expresamente en 1905. Las iglesias evangélicas estaban separadas para blancos, mestizos y negros. Los pastores se negaban a ordenar líderes religiosos africanos. Quienes tenían ascendencia africana, eran expulsados de clubes y asociaciones, y considerados “negros” y por ende perdían sus derechos. Lo que Namibia vivió en manos alemanas, sería muy similar a los impondría el III Reich en Europa, por medio de leyes racistas, limpieza étnica, degradación de los individuos que no eran considerados “germánicos” a un papel de sub humano.
sobrevivientes del pueblo herero, víctimas del primer genocido del siglo XX
El dominio de Sudáfrica: Colonialismo, expolio y racismo.
En 1914, Namibia, o hasta ese entonces África del Sudoeste alemán, era una colonia próspera, las guerras contra los nativos, obligaron a construir ferrocarriles e infraestructura que permitió la explotación minera a escala, unido a la expansión del negocio ganadero. Los alemanes tenían grandes planes para el desarrollo del territorio, con planes de riego, colonización de nuevas áreas. El estallido de la Primera Guerra Mundial, frustró este proyecto. Los sudafricanos invadieron con 60.000 efectivos, su avance tuvo retrocesos, dado la resistencia alemana, a pesar de lo reducido de sus fuerzas. Finalmente en mayo de 1915, luego de cuatro meses de campaña, los alemanes, aislados del mundo exterior, y sin posibilidades de recibir apoyo alguno, además de la superioridad enemiga, se rindieron. Un pacto de caballeros permitió una honrosa rendición, los alemanes recuperaron su libertad, bajo el mando militar sudafricano. La idea de desalojar a los alemanes, fue descartada, dado que ello rompería con la supremacía blanca en materia económica. De los 15.000 alemanes, 8000 se quedaron, que junto con unos 10.000 colonos blancos sudafricanos, la mayoría de ellos, bóeres, se instalaron en las haciendas abandonadas por los antiguos propietarios germanos, continuarían siendo la minoría de privilegiados. Pronto el sentido de supervivencia ante una abrumadora mayoría negra, motivó que los blancos hicieran causa común, lo que facilitó de alguna manera el control sudafricano sobre el territorio. Cabe destacar que los alemanes eran minoría entre los colono blancos, pero su poder económico fue importante, retuvieron el 70% de la actividad económica, no en vano años después, Alemania Federal, tuvo un papel importante como inversor en Namibia bajo control sudafricano, como en el proceso de solución del conflicto namibio en los 70/80.
En 1921, fue formalizado el Mandato sudafricano, bajo supervisión de la Sociedad de las Naciones, en la categoría C, lo que implicaba el gobierno directo sobre el territorio. Pronto la Unión Sudafricana trasladó su legislación racista. Años antes, durante el régimen de ocupación en plena guerra, Sudáfrica impuso el orden en los reinos ovambos, eliminando a su rey Mandume, imponiendo sus propias reglas a los jefes tribales, que en muchos casos, serían cooptados y corrompidos, lo que facilitó también el control sudafricano. Las poblaciones nativas padecieron las leyes y decretos sobre vagancia, amos y siervos, pasaportes internos. Los africanos, que no tenían vivienda o trabajo, podían terminar bajo las rejas o con un trabajo impuesto por el juez, quienes violaban un contrato laboral, también podían sufrir prisión, como los que no tenían pasaporte o un pase especial para ir a trabajar o transitar zonas europeas. En los años 20, surgió la figura de Marcus Garvey, que luchó por un estado namibio, apoyándose en el ejemplo de Liberia. A lo largo de la historia, hubo distintos actos de resistencia, ahogados con dura represión, pero que sentaron las bases de un movimiento nacionalista, que tras la matanza de Windhoek de 1959, dio origen al SWAPO (Organización Popular del Sudoeste de África) en el exilio, de la mano del dirigente histórico Sam Nujoma, en Tanzania, entonces en manos del régimen revolucionario de Julius Nyrere. El régimen sudafricano, como el alemán, no tenía el más mínimo interés en mejorar la calidad de vida de los nativos. En la década del 30, el Administrador sudafricano del territorio, señaló que se habían invertido 100.000 libras en 30.000 escolares blandos y 12.000 libras en 200.000 escolares nativos. Realmente una política perversa.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, con la creación de las Naciones Unidas, el régimen de mandatos, pasó al sistema de administración fiduciaria. Sudáfrica, se negó de plano de cumplir con ello y en 1949, por medio de una ley, anexó ilegalmente el territorio, como una provincia más. El régimen del apartheid, impuesto por el partido Nacional en 1948, ya de manera abierta, fue impuesto en Namibia. En el plano económico unos 25.000 blancos controlaban 25 millones de hectáreas productivas. El desarrollo de la minería, especialmente del estratégico uranio, como de minerales metalíferos como el cobre, o los diamantes, atrajo a poderosas corporaciones. La pesca fue otro gran negocio, que depredó los caladeros, costando décadas en recuperarse. Las poblaciones africanas, siguiendo el modelo colonizador alemán, fueron confinadas, lejos de las áreas productivas. Los “expertos” sudafricanos en temas nativos, llevaron a cabo la ingeniería de los bantustanes, impuesto en Sudáfrica. Estos eran estados africanos, teóricamente con amplia autonomía, incluso independientes de facto, donde millones de ciudadanos sudafricanos de raza negra, se convertían en ciudadanos de estados o países ficticios. Los pueblos namibios, estaban en pleno proceso de cambio, especialmente dado que muchos habían combatido como voluntarios en las fuerzas sudafricanas en el norte de África, esto generó cambios en la mentalidad y se tradujo en un incremento de la lucha sindical, además de política. El ejemplo del Congreso Nacional Africano, como movimiento de resistencia anti apartheid, influenció a muchos estudiantes namibios que se encontraban en Sudáfrica. Las iglesias cristinas, tolerantes con el régimen colonial, comenzaron a tener un cambio de visión, para terminar la mayoría de ellas, excepto la holandesa reformada (calvinista), en canales de resistencia y lucha contra el régimen racista.
Namibia mapa de los Bantustanes.
Las Naciones Unidas tuvieron un interesante papel en el proceso de descolonización de Namibia, a pesar del revés legal en la Corte Internacional de Justicia, que no condenó la ocupación sudafricana, no impidió que en 1966, fuera creado el Consejo de Naciones Unidas para Namibia, denominación del territorio ocupado, con responsabilidad de administrar la colonia hasta su independencia. Este consejo trabajó activamente en la formación de cuadros para la futura administración independiente. La Asamblea General en octubre de 1966, revocó el mandato sudafricano, ratificado por el Consejo de Seguridad en 1969. En 1971, la Corte Internacional declara ilegal la presencia sudafricana y en 1973, la SWAPO, es declarada representante legítimo del pueblo namibio y por ende un movimiento de liberación nacional.
Tipicos carteles en tiempos del apartheid
La Guerra Fría, llegó a este lugar del África, los intereses de las grandes potencias, especialmente el de las poderosas corporaciones mineras y el temor que el valioso uranio, quedara en manos del bando contrario, toleró el régimen impresentable del apartheid sudafricano. Por la puerta de “atrás”, Pretoria, obtuvo armas y petróleo, gracias a la complicidad de Francia, Alemania Federal, Israel, Estados Unidos, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, y el Reino Unido (país que desconoció el fallo de la Corte Internacional de 1971 y el decreto del Consejo de Naciones Unidas sobre ilegalidad de la explotación de los recursos). La SWAPO, con su brazo armado el PLAN, libró una guerra de guerrillas, a escala limitada, dado los recursos humanos y las limitaciones políticas, que mejoraron con la independencia de Angola, que permitió contar con bases para atacar las poderosas fuerzas sudafricanas.
Los sudafricanos, ante la presión internacional, buscaron nuevos esquemas de dominio sobre Namibia. El régimen de bantustanes, permitió contar con complicidades locales, pero la inserción social de la SWAPO era notoria, la idea de unidad nacional era un hecho, frente al tribalismo explotado por el ocupante. El llamado “circo” Turnhalle, fue un intento de Sudáfrica de crear un gobierno controlado en Namibia. Entre 1971-1978, funcionó una Asamblea Constituyente, que sancionó una Constitución que mantuvo el régimen de bantustanes o “naciones étnicas”, una declaración de derechos sin garantías para su implementación, creando un andamiaje legal, que permitiera mantener el tribalismo y por ende dividir a los namibios, bajo la supremacía blanca. El gobierno interino, formado por la Alianza Democrática Turnhalle, surgido de elecciones fraudulentas, se mantuvo bajo la sombra del Administrador General sudafricano. En el nuevo esquema de control fueron creadas fuerzas armadas, la llamada Fuerza Territorial, bajo control de cuadros sudafricanos y la Policía de África del Sudoeste, que eran en verdad ramas del régimen racista. La represión intensa debilitó la estructura local de la SWAPO, tomando un rol importante, el Conejo de Iglesias Cristianas en la oposición al régimen racista y sus violaciones a los derechos humanos.
Soldados del PLAN. Brazo armado de la SWAPO.
La guerra de Angola tocaba su fin, teniendo entre sus actores clave, a Cuba. Fidel Castro, precisaba retirar a sus soldados (unos 50.000) de aquel atolladero, buscando una salida honrosa. Entre 1987-1988, se llevó a cabo la Operación Carlota, y en ese escenario se libró la batalla de Cuito Canavale, la mayor en África desde El Alamein, con participación de miles de combatientes y cientos de blindados. Los cubanos combatieron con distinción, desplegando potentes tanques T62, aviones Mig23, llegando a 20 km de la frontera común entre Angola y Namibia. El líder cubano, explotando la debilidad internacional de los sudafricanos, y ante la imposibilidad de estos de una victoria estratégica, fueron obligados a sentarse en la mesa de negociaciones. Esto abrió las puertas para la independencia. La SWAPO que atravesaba una crisis casi terminal, luego de las purgas sangrientas de los años 80, encontró en este proceso una segunda oportunidad. Es altamente probable que el comisario de seguridad, Salomon Hawala con su caza de brujas, fuera funcional a la inteligencia sudafricana, dado que estuvo detrás del ataque a los mejores cuadros de la SWAPO, incluso llegó arrestar a la esposa del líder de la organización Sam Nujoma. En estos años turbulentos se formaron también nuevos cuadros, que supieron convivir con la vieja guardia del partido, pero con formación liberal y democrática, que fueron los artífices de una nueva versión de la SWAPO, en un contexto democrático.
La transición e independencia
Los sudafricanos, tenían un frente interno complejo. El régimen racista se estaba desmoronando, los altos costos de la llamada “estrategia total” de acciones armadas en la región, era insostenible para la economía. Los aliados occidentales, ante los cambios devenidos por el fin de la Guerra Fría, no precisaban del impresentable régimen racista, que fue funcional a sus intereses durante el choque Este Oeste en África. Naciones Unidas desplegó la misión de paz para Namibia, conocida como UNTAG, que de 7500 efectivos previstos, quedó solo a 860 militares. 24 horas antes del día D, que estaba previsto el cese del fuego, combatientes del PLAN, rama militar de la SWAPO, cruzaron inocentemente la frontera. Sudáfrica, actuó en consecuencia, y eliminó a 278 soldados namibios. Pérez de Cuellar, tuvo una postura ambigua, dado que desde el punto de vista legal el cese del fuego no estaba vigente. Tropas sudafricanas fusilaron a todo aquel que se rendía. La idea la rama militar de la SWAPO era entregarse a la protección de la UNTAG, pero nadie se había tomado el trabajo de contactarlos. Las negociaciones de paz, nunca fueron bilaterales, la SWAPO negoció siempre por terceros actores, ya sea Cuba, Angola u otros países amigos.
Soldados sudafricano interroga a un lugareño en el nortte de Namibia en los 80
En un clima de intimidaciones, trabas impuestas por Sudáfrica (todavía con el régimen del apartheid agonizante), se llevaron a cabo las elecciones. La UNTAG tenía suficiente mandato para llevar a cabo el relevamiento de electores, establecer puestos de votación, intervenir ante abusos del ocupante. Martti Ahtisaari, político finlandés designado Representante Especial de Naciones Unidas, tuvo un importante papel, que se coronó con el éxito, de llevar a cabo elecciones, elegir una Asamblea que dictó una nueva Constitución. En materia de seguridad, la policía, ante el exilio de los mejores agentes que regresaban a Sudáfrica, quedó en manos de reclutas de baja calidad y antiguos miembros de la temible policía antiterrorista, conocida como Koevoet. Relativo al ámbito militar, los británicos, hicieron un brillante trabajo, al integrar al PLAN, rama militar de la SWAPO, con la Fuerza Territorial de África del Sudoeste, dando origen, a las Fuerzas de Defensa de Namibia, con un nivel profesional adecuado, y completamente subordinados al poder civil.
https://youtube.com/watch?v=IRwiWeTyB6g
La Constitución, donde participaron asesores legales sudafricanos, alemanes, estadounidenses y de Zimbabue, fue objeto de elogios. Estableció numerosos derechos y garantías, régimen pluripartidista, el inglés como idioma oficial, amplias atribuciones parlamentarias en el control del ejecutivo, un poder judicial independiente, defensoría del pueblo, obligatoriedad de la educación, ordenamiento territorial (erradicando el modelo de estados étnicos y áreas controladas por blancos) basado en un sistema unitario, pero con descentralización administrativa de las regiones y municipios. La Asamblea Constituyente, eligió el 21 de marzo de 1990, a Sam Nujoma como presidente y fue proclamada formalmente la independencia. El día era coincidente con el aniversario de la masacre de Sharpeville, símbolo de la lucha contra el apartheid. Presenciaron el acto, el Secretario General de Naciones Unidas, Pérez de Cuéllar, el presidente sudafricano Federick W. De Klerk, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, ministros de Exteriores de Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, además de veinte jefes de estado africanos. Terminaba así 75 años de ocupación sudafricana y más de un siglo de colonialismo brutal. El proceso de retiro sudafricano se coronó con la devolución del distrito de Walvis Bay en 1994, principal puerto exportador del país.
El gobierno de Nujoma, se caracterizó por impulsar un programa de reconciliación nacional, designó a ministros blandos, como el Dr. Herrigel, en Economía; también blancos fueron los ministros de agricultura, transportes y el Procurador General. Los primeros años fueron complejos, incluso no exentos de tensión, cuando el siniestro Hawala, responsable de las horribles purgas en Angola, fue designado al frente de las Fuerzas de Defensa. Nujoma tenía un delicado juego de equilibrios, ante un país, que la minoría blanca se quedaba con el 70% de la riqueza nacional, controlaba las mejores tierras, 50% de desempleo, la miseria en la periferia de Windhoek, el norte devastado por años de militarización. El país no tenía moneda propia, seguía siendo el rand sudafricano y las exportaciones se hacían por el puerto de Walvis Bay, controlado por los sudafricanos. Un siglo de políticas destinadas a condenar a la población africana a la miseria, el expolio y un diseño de infraestructura destinado a mantener dependiente a Namibia de Sudáfrica, eran, y siguen siendo una pesada carga. Las políticas moderadas, impidieron la esperada fuga de blancos, como paso en Zimbabue, que tuvo consecuencias catastróficas para su economía.
La nueva presidente de Nambia desde diciembre de 2024: Netumbo Nandi-Ndaitwah
En diciembre de 2024 fue electa presidente Netumbo Nandi-Ndaitwah, logró revitalizar el gobernante SWAPO, que sufría desgaste por años en el poder. Los grandes desafíos reconocida por NNN como es conocida popularmente la nueva jefa de estado, son la pobreza y el alto índice de desempleo. El país no ha logrado romper con una economía básicamente extractiva, que no genera suficientes empleos para una creciente población joven. Se unió a la SWAPO en el año 1966, en tiempos de la ocupación sudafricana y el régimen del apartheid, pasando parte de su vida en el exilio, antes de un breve período en la cárcel por razones políticas
El país se ha esforzado en que los grandes inversores se quedaran en el país. En diez años, la pobreza del 70% cayó al 30%, la pobreza extrema se redujo del 53% al 23%. Fue introducida una moneda nacional, mejoras en el sistema de salud, a tal punto que es frecuente desde la vecina Angola, busquen asistencia médica en el norte del país. En materia de Índice de Percepción de la Corrupción el país está en el puesto 59 de 180 países. Cabe destacar que supera a muchos países de América Latina. La prestigiosa ONG Freedom House, sitúa a Namibia como una de las democracias más sólidas de África con un puntaje de 77/100, con elevados índices de libertad de expresión y organización política. Las elecciones son justas y los informes de observadores extranjeros son buenas.
Ciudad de Luderitz, al sur de Namibia. Recuerdos de la presencia germana
En materia financiera se ha desarrollado un sólido sistema financiero, se impulsó la diversificación económica, y gracias a la estabilidad política y económica, agregándose los programas de preservación de la diversidad, hacen que un millón de turistas visiten el país para conocer la naturaleza espectacular de este país.
Paisaje del Parque Nacional Etosha. Importante atractivo turístico
En 2022, pozos de exploración de hidrocarburos en la denominada Cuenca de Orange, dieron informes alentadores de reservas potenciales de dos mil a tres mil millones de barriles de crudo, abriendo nuevas perspectivas para el desarrollo del país. No en vano, la nueva presidente electa, anunció un plan de desarrollo de varios millones de dólares para generar empleo, especialmente a sectores más jóvenes.
Nujoma jura como primer presidente de Namibia- 1990
Nujoma, no se perpetuó en el poder, a pesar que más de un observador pensaba que iba seguir los pasos de Mugabe, que de líder nacionalista y popular, referente de la lucha contra el racismo, terminó siendo un tirano que hundió al país en la miseria. Nujoma tuvo tres mandatos presidenciales. Las elecciones que siguieron se caracterizaron, por la fuerte presencia de la SWAPO como partido dominante, pero en un clima de libertad. Expertos internacionales han ponderado el proceso político namibio, donde no hubo intentos de controlar medios de prensa. Los derechos humanos son respetados, las tensiones internas han sido superadas. El sucesor de Nujoma, Hifikepunye Pohamba, un líder moderado, también fue ponderado por la estabilidad política, a pesar de los problemas que el país arrastra en materia de desigualdad social, desempleo juvenil y los problemas de corrupción, que son fuente de preocupación, no obstante tener índices de calidad institucional mejores que la vecina Sudáfrica y de otros países africanos, e incluso de muchos de América Latina. El sucesor de Pohama, ha sido Hage Geingob, doctorado en el Reino Unido, y ex primer ministro en el primer gobierno de Nujoma. Fue reelecto en 2019, por una amplia mayoría. Uno de los hechos de su presidencia, fue el reconocimiento alemán de las atrocidades en los tiempos coloniales. Ambos gobiernos están en el marco de conversaciones sobre reconciliación. Alemania se niega de plano de compensar económicamente a los descendientes de las víctimas, pero reconoce la posibilidad de un pedido de perdón y buscar mecanismos de reconciliación.
Namibia todavía tiene que romper con viejas cadenas del subdesarrollo, diversificar su economía, muy dependiente de la exportación de productos mineros, ganaderos y pesqueros, pero no cabe duda que es un ejemplo de transición exitosa, luego de un pasado terrible, superó con esfuerzo y gran tacto político las viejas heridas del pasado. En América Latina, donde las clases políticas están enfermas de sectarismo, no piensan en bienes superiores como la unidad y democracia, tienen una interesante experiencia, al otro lado del Atlántico, para poder superar males pasados y generar esperanza a las generaciones venideras.
Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro* / Especial para VSOA
Distinguido Analista Internacional (Argentina) Colaborador del CREI
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Ellos,
incubaron los huevos
de la serpiente de mil cabezas
y talaron los retoños de la inocencia.
Ellos desordenaron
el tablero de damas de arena
y ahuyentaron
las cabras del pobre pastor.
Ellos sembraron
La primera piedra
Para alzar el monumento a la desdicha
Y estrangularon
Con perfidia la razón
Una mañana de noviembre.
Ellos adulteraron
la leche de las camellas
con las lágrimas
de los caminos de la peregrinación.
Ellos,
desterraron el eco de nuestros pasos
hacia las mudas colinas de la muerte.
Mohamed Salem Abdelfatah (Ebnu).
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Pensamientos a cuarenta años de los fatídicos Acuerdos de Madrid
Fueron ellos los que durante años hicieron promesas de autonomía e independencia, e hicieron promesas de defender la tierra saharaui. Incluso un joven rey voló a El Aaiún, apenas muerto El Caudillo y asumió su compromiso de defender el derecho inalienable del pueblo saharaui a decidir sobre su destino. Pasaron cuarenta años y todavía esperamos saber que fue de aquella promesa….
Ellos defendieron con todos los elementos ante la Corte Internacional de Justicia para probar que el Sahara Español nunca fue parte de Marruecos ni Mauritania. Y así fue, la Corte en un dictamen histórico demostró que el pueblo saharaui nunca fue parte de Marruecos y de la “entidad” mauritana.
Ellos desde Rabat y Nuakchot mintieron a sus pueblos sobre lo que dijo la Justicia Internacional. El reclamo del Sahara en verdad era una maniobra de otros intereses, de los cuáles ellos eran simples títeres.
Ellos para conservar su poder, sus privilegios no dudaron en complicidad con aquellos intereses inconfesables en llevar a la guerra a sus pueblos, en vez de invertir en el desarrollo de sus pueblos, decidieron invertir llenar los bolsillos de los mercaderes de la muerte para embarcarse en una aventura militar, condenando a millares de jóvenes a la muerte y a sus países a la pobreza.
Ellos ocultaron la verdad de lo sucedido en el Sahara Español, mientras hacían promesas hasta el último minuto, estaban haciendo las maletas.
Ellos movilizaron a millares detrás de una mentira, montando un show conocida como “la Marcha Verde” para ocultar una invasión militar, violando el derecho internacional, con dinero prestado por otros, endeudando a sus países, hipotecando a generaciones enteras.
Ellos mintieron a las Naciones Unidas, hicieron promesas de llevar a cabo el referéndum. Hecho que no olvidaría el Secretario General de aquellos años turbulentos, Kurt Waldheim, que las Naciones Unidas estaban listas para asumir la administración del territorio y convocar el tan esperado referéndum. Sin ninguna duda otra hubiera sido la historia…..
Ellos un 14 de noviembre de 1975 sellaron el destino de toda una nación, sin consultarla, olvidándose de las promesas, de las obligaciones que impone el Derecho Internacional.
Ellos aquel 14 de noviembre en Madrid se olvidaron del derecho de los saharauis a decidir su propio destino, condenando a toda una nación a la catástrofe, al exilio y a la muerte.
Ellos aquel 14 de noviembre de 1975, a quienes consideraban como sus iguales, pasaron a ser extraños y se olvidaron completamente de ellos…como sin nunca hubieran existido.
Ellos miraron hacia otro lado con la brutal invasión y no hicieron nada ante el robo, las violaciones y las muertes sin razón.
Ellos que firmaron un documento donde reconocían el derecho de que los saharauis de ser oídos en la farsa de Madrid, no dudaron de olvidar todo y tratar de borrar a los saharauis de la faz de la tierra.
Ellos decidieron de la noche a la mañana borrar sus rastros y evacuaron todo lo que era prueba de su presencia: gobierno colonial, soldados, símbolos, colonos y hasta los cementerios fueron exhumados, en un intento de borrar la Historia.
Ellos que pensaron que la invasión sería un paseo no sabían que había todo un pueblo dispuesto a todo por la defensa de su dignidad nacional. Aquel “paseo” que habló el coronel marroquí Dlimi serían 16 años de guerra, la derrota y caída del régimen de Mauritania cuando sus militares vieron que el país estaba al borde del abismo, y la aceptación por parte de Marruecos de la intervención de las Naciones Unidas a fin de evitar la catástrofe y el fin de su régimen corrupto.
Ellos hace cuarenta años, fueron los responsables de los destinos de España, Marruecos y Mauritania y son los responsables de la tragedia colectiva que vivieron y que viven los saharauis. Son los responsables de la guerra y de traer tantas lágrimas a tantos hogares.
Ellos son los que deben rendir cuentas por tantos crímenes…
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*.ABOGADO. MAGÍSTER EN DEFENSA NACIONAL. PROF. INVITADO CÁTEDRA LIBRE DE ESTUDIOS SOBRE EL SAHARA OCCIDENTAL (IRI-UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA, ARGENTINA).
Destacado Analista Internacional (Argentina) Colaborador del CREI
En el Cuerno de África, un pequeño país, sin recursos naturales y con marcados niveles de subdesarrollo, es sede de bases militares de países de la OTAN, Japón y China. La razón es su posición geoestratégica que convierte a este estado en una pieza clave para la estrategia de seguridad de grandes actores.
Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro
Director de Diario El Minuto Argentina
Especial para LA POLIS. Desde Buenos Aires
El territorio del actual Yibuti estaba poblado por dos pueblos, los afar y los issas. En antigüedad formaba parte de la llamada Tierra de Punt, manteniendo contactos comerciales con Egipto faraónico. En el siglo VII el islam llegó al país. El territorio fue parte del sultanato de Ifat, que floreció hacia el siglo XIII, extendiéndose a los territorios de las actuales Somalia y Etiopía. El proceso de expansión fue frenado en 1332 por el emperador etíope Amda Seyon I. En 1415 surgió de las cenizas de Ifat, el Sultanato de Adal, de la mano de Sabr ad-Din I, formado por tribus somalíes. Esta entidad existió hasta 1577. Entre 1529 hasta 1543, Adal estuvo en conflicto con Abisinia – la actual Etiopía – que motivó en su momento la injerencia portuguesa, en apoyo a los abisinios y los otomanos, que apoyaron al sultán de Adal. Finalmente, sus tropas fueron derrotadas frente a los luso – abisinios, provocando el declive del sultanato, destruido por sus crisis internas y las incursiones de pueblos como los oromo.
Los egipcios, se instalaron en la región, pero su presencia fue precaria. La apertura del Canal de Suez en 1869, transformó el territorio del actual Yibuti, en un área de interés estratégico para Francia, y también Gran Bretaña. Los franceses habían explorado la región en 1842, de la mano del cónsul francés en Adén, Henri Lambert. En 1884, supieron de la presencia egipcia en la bahía de Tadjoura y la localidad de Obock que dado la presión tanto de París y Londres, los egipcios, decidieron retirarse. Entre 1883-84, los franceses firmaron una serie de tratados con los sultanes locales afar y somalíes, que gobernaban en el actual Yibuti. En 1889, el protectorado es una realidad y fue fundada la ciudad de Yibuti, y la trata de esclavos, comercio del cual se beneficiaban los gobernantes locales, fue abolido. En 1894, el territorio era conocido como Costa Francesa de los Somalíes. La construcción del ferrocarril entre el puerto de Yibuti y Etiopía, incrementó sustancialmente el comercio de la colonia francesa. En 1889 un aventurero llamado Nikolay Ivanov Achinov, se estableció en Sagallo, en la costa del actual Yibuti, con un grupo de colonos rusos, en un intento de crear una colonia africana para el zar de Rusia. Los franceses enviaron una cañonera y desalojaron por la fuerza a los recién llegados, que fueron deportados a Odesa.
La llamada Somalia Francesa, fue objeto de un proceso de asimilación, especialmente de los somalíes issa, quienes poblaron la ciudad de Yibuti, capital del protectorado desde 1896. Los afar, en el norte del país, mantuvieron su estilo de vida nómada. A pesar del proceso incipiente de urbanización, las estructuras de gobierno y administración quedaron reservadas a los franceses y la elite árabe local. Durante la Segunda Guerra Mundial, tropas italianas tuvieron choques con los franceses, pero se salvó de la ocupación, dado que, en 1940, el territorio quedó bajo el régimen de Vichy. En 1942, opositores al régimen de colaboracionista, apoyaron la ocupación británica de la colonia. En 1946, Somalia Francesa volvía al control efectivo del gobierno de París. Los cambios constitucionales, permitieron que se convirtiera en un Departamento de Ultramar y contara con un diputado en el Parlamento. Esta incipiente vida política impulsó el surgimiento de un movimiento nacional y con exigencias para atender problemas locales, y mayor grado de participación en la administración. El nacionalismo somalí impactó directamente en los issas, junto con el triunfo de la revolución egipcia de Nasser y la guerra de Argelia. En los cincuenta surgieron dos figuras de la política local Hassan Gouled y Mahmoud Harbi. La influencia de los issas prevaleció sobre los afars, especialmente cuando Harbi fue electo vicepresidente del Consejo Representativo en 1957.
Legión Extranjera francesa en tiempos coloniales
El control de Yibuti por parte de los franceses era de vital importancia, por diversos factores. Por una parte, era la vía de acceso al mar de Etiopía. A pesar de la anexión de Eritrea en 1952, la presencia de grupos guerrilleros y la ausencia de una infraestructura, mantuvieron Addis Abeba era dependiente de la colonia francesa para su comercio externo, y por otra, los franceses controlaban parte del estrecho del Bab el Mandeb, vía de acceso del intenso tráfico del Canal de Suez.
Las divisiones internas, entre afars e issas, de alguna manera impedía el surgimiento de un movimiento nacionalista homogéneo, agregándose la política de “divide y vencerás” propias de las potencias coloniales. Los franceses apoyaron el ascenso de los issas en el control de los asuntos locales, hasta 1958, cuando luego del referéndum impulsado por De Gaulle, para cambiar el estatus de los territorios ultramarinos en el marco de la Unión Francesa. A pesar del triunfo de la tesis de mantener los lazos con Francia, puso en evidencia una creciente corrientes de opinión favorable a la unión con Somalia. Incluso Mahmoud Harbi, favorable a la idea de la Gran Somalia, murió en circunstancias no aclaradas. Los franceses entones apoyaron a los afar, disolvieron la Asamblea local, ganando este grupo étnico el control de dicho órgano, en unas elecciones “orquestadas” por los gobernantes coloniales.
manifestaciones independentistas en 1967
En 1967 fue convocado un referéndum para decidir el destino de la colonia, en el marco de fuertes tensiones internas y cuestionamientos de los estados africanos ante las Naciones Unidas. Dicha organización tomó nota de ello y cuestionó el comportamiento francés. Los issas ligeramente superiores en número frente a los afars, fueron en gran parte expulsados o impedidos de participar en la votación. Árabes y europeos también participaron de la votación, que por obvias razones apoyaron la tesis de mantener lazos con Francia. Los afars, beneficiados en apariencia con la política francesa, se distanciaron por la política de la metrópoli, y surgió un sentir nacionalista favorable a la independencia. El resultado del referéndum trajo aparejado algunos cambios cosméticos. La Somalia Francesa, pasó a denominarse Territorio Francés de los Afars e Issas. El gobernador, fue denominado Alto Comisionado, se incrementó el número de miembros del Consejo de Gobierno y se amplió el margen de autogobierno. En ese tiempo se formó el Frente de Liberación de la Costa Somalí, con acciones armadas contra objetivos y personal europeo. A pesar del interés de Somalia por el actual Yibuti, esto no se tradujo en apoyo material importante como sí ocurrió con los movimientos armados somalíes en Etiopía, y Kenia. En el frente diplomático, Mogadiscio presionó por un referéndum de independencia con supervisión internacional, con el interés que dicho territorio optara por la incorporación a Somalia. En 1969 el gobierno de Egal en dicho país, tuvo una estrategia de apaciguamiento con sus vecinos, incluyendo el Territorio de los Afars e Issas. El golpe del general Siad Barre, resucitó la idea de la Gran Somalia, y el grupo guerrillero Frente de Liberación de la Costa Somalí mantuvo su actividad e incluso en 1975, secuestró al embajador francés en Somalia.
Etiopía era otro de los actores con intereses en Yibuti. Las razones más bien eran estratégicas como históricas. La salida al mar era algo de vital importancia. El emperador Haile Selassie apoyó el Movimiento de Liberación de Yibuti desde 1963, en un intento de generar presión sobre los franceses. La caída del imperio, de la mano de un golpe militar de corte marxista, en 1975, estableciendo el denominado régimen del Derg, dio por terminado los reclamos de Addis Abeba. Los franceses hábilmente retrasaron la independencia, con una política de dividir a los grupos étnicos del territorio, infundir temor a los afars sobre el expansionismo somalí y a los issas, sobre una eventual anexión a Etiopía. Francia por lo tanto era el garante natural de la seguridad del territorio. El retiro de los reclamos etíopes aceleró el proceso de independencia. La política expansionista somalí y el temor de Addis Abeba que el régimen de Barre ocupara Yibuti y bloqueara el acceso al Mar Rojo, convirtió a Etiopía en un garante de la seguridad del nuevo país, tras la retirada francesa.
En 1977 se llevó a cabo el referéndum de independencia que obtuvo una victoria aplastante. Uno de los elementos a considerar fue el acuerdo entre los distintos grupos, entre ellos el Frente de Liberación de la Costa Somalí, abandonar tesis irrendentista, facilitó el proceso de independencia de Francia. París mantuvo un destacamento de la Legión Extranjera Francesa. A los pocos meses de la independencia el político issa Hassan Gouled Aptidon, llegó a la presidencia, implantando un régimen autoritario y monopartidista, claramente por occidental. En los años 90, el régimen de partido único es abolido por las crecientes presiones y debe lidiar con la insurgencia de la guerrilla de los afar, Frente para la Restauración de la Unidad y la Democracia o FRUD. En 1994, el conflicto tocó su fin, al formarse un gobierno de coalición donde participó el citado grupo. En 1999 fueron celebradas las primeras elecciones libres desde 1977, que permitieron al sobrino del ex presidente Aptidun, Isamil Omar Guelleh, con apoyo del FRUD, llegar a la presidencia, permaneciendo en ella hasta el día de hoy.
La posición estratégica. La “riqueza de Yibuti”.
El sistema político reparte el poder entre issas – somalíes y los afars. En el caso de los primeros ocupan la presidencia del Estado, y tienen fuerte presencia en la administración pública. Los afars controlan el cargo de primer ministro y el ministerio de exteriores. Ello no impide que existan tensiones latentes, a pesar que el país está en manos de una coalición multipartidaria, que tiene ambos grupos étnicos en ella. La política local está basada, en el clientelismo y la ausencia de diálogo con partidos políticos opositores, con el ingrediente de altos niveles de corrupción. Esto no es de interés de los poderosos actores que tienen sus bases en el país, que solo les preocupa que haya estabilidad política y los líderes locales no interfieran en sus intereses.
Fuente Bloomberg
Estamos frente a un país de 23.200 km2, una población de un millón de habitantes, con el 32% de analfabetismo, y el Índice de Desarrollo Humano, lo coloca en el puesto 166, de 196 países relevados. El PIB per cápita es de 2300 dólares, estando en el puesto 133. Lo que pone en evidencia que estamos ante un país pobre y con elevados niveles de corrupción. El puntaje dado por Transparencia Internacional es de 30. El índice Doing Business para inversores, coloca al país en el puesto 99 de 190. Lo que pone en evidencia, que Yibuti, no es un lugar atractivo para invertir. Las desgracias de los habitantes no terminan ahí. Es un territorio con escasos recursos naturales y la generación de empleos depende de los servicios derivados de la actividad portuaria y también de las bases militares extranjeras, responsables del 80% del PIB. El desempleo juvenil tiene cifras elevadas, ronda el 60%, a pesar de una legislación laboral laxa, que por ejemplo el salario mínimo fue abolido en 2006. En el sector rural, el desempleo es del 80% y la pobreza afecta a la mitad de la población. El gobierno ha realizado en los últimos veinte años mejoras sanitarias, que repercutió en medidas de planificación familiar, reduciendo el índice de fertilidad de casi cinco hijos por mujer a dos, esfuerzos en materia de alfabetismo, pero las deudas sociales son inmensas todavía. Esto pone en evidencia que el país, precisa reformas importantes, especialmente políticas.
El valor estratégico está por la posición geográfica del país, frente el estrecho del Bab el Mandeb que conecta el Golfo de Adén y el Mar Rojo. Allí está el 30% del tráfico mercante mundial, que incluye el 90% del petróleo que consumen Europa y Japón. La actividad de la piratería en aguas del Índico, refuerzan el valor del país. Estados Unidos como resultado de la estrategia contra la Guerra Global contra el Terrorismo, instaló una base en Camp Lemonnier, en el Aeropuerto Internacional de Yibuti, donde se alojan 4.000 efectivos. La capacidad estimada es de 6.000, con el costo anual de US$ 65 millones por el alquiler de dichas instalaciones. Francia mantiene su presencia desde tiempos coloniales, pero con una fuerza de la Legión Extranjera con 1900 efectivos, incluyendo un destacamento con medios aéreos que incluyen una escuadrilla de aviones Mirage 2000. Italia tiene una base también, pero de menor entidad, vinculada a la Operación Atalanta, de lucha contra la piratería, protagonizada por países de la Unión Europea. Japón, con doscientos efectivos mantiene su presencia a los fines de proveer seguridad al transporte marítimo internacional, de vital importancia para los intereses de Tokio.
La presencia china
Arabia Saudita es otro actor interesado en este pequeño país del Cuerno de África. La guerra que tiene atascado a Riad en Yemen contra el régimen de los huzíes apoyados por Irán, ha impulsado a contar con una presencia militar discreta, para la seguridad de sus intereses en el Mar Rojo. Los saudíes han acompañado su presencia con la construcción de mezquitas y medidas de tipo cultural y religioso, una estrategia sutil, que le ha permitido incrementar su influencia en varios países islámicos. Emiratos Árabes Unidos, una potencia con un creciente rol en la región, intentó instalarse en Yibuti, pero el gobierno de este país, no lo aprobó, tal vez por las relaciones entre Emiratos y Eritrea, país con el cual hay una relación tensa desde 2008, donde incluso hubo intercambio de disparos en la frontera. El resultado ha sido la instalación de una base en Somalilandia, un país no reconocido internacionalmente, pero dado su posición geográfica, puede convertirse en un competidor para el puerto de Yibuti.
China ha desembarcado en Yibuti con importantes inversiones. Sus intereses no solo tienen que ver con la lucha contra la piratería solamente, sino por el creciente peso de Pekín en África Oriental, donde tiene un socio clave, que es Etiopía, los intereses petroleros en Sudán del Sur, además de la seguridad de las comunicaciones marítimas. Los chinos reconstruyeron la vieja vía férrea que conecta Addis Abeba con Yibuti. Asimismo, construyeron plantas de agua potable, una instalación de gas licuado, terminales portuarias, una zona de libre comercio y mejoras en el aeropuerto. La base militar de los chinos, implica para las arcas de Yibuti, una renta de US$ 100 millones. La base tiene unos 360.000 m2, instalaciones para el despliegue de helicópteros, tallares para blindados y facilidades para el despliegue de un importante número de efectivos. Su capacidad todavía es un secreto, pero alarmó a los estrategas del Pentágono. En la inauguración, en 2017, participaron unos 300 efectivos, pero se estima que la base es una verdadera plataforma para el despliegue de efectivos mucho mayores. Las inversiones en infraestructura portuaria y el aeropuerto, indican que los chinos buscan tener capacidades que van más allá del crecimiento del comercio, sino su eventual empleo para el despliegue de medios militares de magnitud.
El continente africano, es escenario de una creciente competencia, donde China parece llevar el primer puesto. Su política de soft power, se ve acompañado por otras acciones más concretas, como la instalación de bases militares. En Yibuti el mensaje de Pekín es claro, donde existe una clara apuesta para defender sus intereses en África Oriental y haciendo acto de presencia en el “cuello de botella” que es el Bab el Mandeb, donde atraviesan vitales líneas de comunicación marítima para Europa como también para países como Japón y países del Sudeste Asia.
El pequeño y empobrecido Yibuti, sin ninguna duda tarde o temprano, será rehén de la creciente competencia entre las potencias occidentales y China, convirtiéndose en un campo de batalla de la nueva Guerra Fría que vive el mundo, donde la teóricamente privilegiada posición geoestratégica pueda convertirse en su perdición.