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¿Quién dice que son democráticas?, Las elecciones más peligrosas de USA

Por> Manuel S. Espinoza J., Director del CREI

sandinista — 24 agosto, 2024 

https://www.visionsandinista.net/category/analisi/

Manuel Salvador Espinoza J. (*)

Como lo hemos declarado muchas veces ya, el gobierno de los Estados Unidos es el que critica los procesos electorales en nuestro continente y hasta se permite intervenir durante todo el proceso electoral desde antes de su inicio, seleccionando al candidato de su preferencia; durante la fase de campaña, financia y con el apoyo de los medios de comunicación promueve al candidato, y al final en desconocer o reconocer los resultados de los comicios independientemente donde éstos se realicen.

Y aunque ellos no se ven en un espejo, todos vemos cómo más de una centena de razones de acciones antidemocráticas electorales, se han venido percibiendo en las elecciones de Estados Unidos de Norteamérica en este primer cuarto del siglo XXI. Por lo menos unas veinte razones marcan claramente el declive moral y de la democracia USA, que desde ya ponen en riesgo las próximas elecciones presidenciales en noviembre de este año.

En la lucha por el poder y el triunfo electoral presidencial, tanto el Partido Republicano como el Partido Demócrata implementan diversas estrategias para consolidarse como el partido dominante o partido único, lo que vendría a no solo debilitar el sistema electoral y la democracia bipartidista USA, ya viciada por sí mismo, sino que a la constitución misma y todo derecho del electorado norteamericano.

Las elecciones, fuera de ser una fiesta cívica y democrática, es una acción de guerra política que al final tiene por lógica colocar a un grupo político de poder económico sobre el resto a nivel nacional o, en todo caso, lograr una mejor distribución del poder económico, militar a través de una victoria política electoral.

Estrategias de los republicanos

En este sentido, las estrategias del Partido Republicano han estado dirigidas a:

La masiva restricción al voto. Esto implementa leyes   de   identificación de votantes, reducción de lugares de votación y limitación del voto por correo en estados controlados por republicanos, y lo que desalienta e/o impide el voto en grupos que tienden a apoyar a los demócratas, como la minorías y jóvenes.

El Sitema Gerrymandering, que lo explicamos de manera extensa en la entrega de noviembre del 2020 en Visión Sandinista titulado “El Mega Fraude Electoral en las Elecciones USA” https://www.visionsandinista. net/2020/11/23/el-mega-fraude-electoral-en-las-elecciones-usa-y-el-nexo-con-el-estado-profundo-deep-state/. Bajo este sistema dibujan y redibujan los distritos electorales en estados claves para favorecer la representación republicana en el Congreso, asegurando que las áreas con mayoría republicana tengan más poder y se diluya el voto demócrata.

Movilización del electorado simpatizante, como los cristianos evangélicos y los conservadores rurales, a través de políticas y discursos retóricos que compaginen con sus valores, como la oposición al aborto y la defensa de la Segunda Enmienda, que facilita el derecho de los ciudadanos estadounidenses a poseer y portar armas, ratificada el 15 de diciembre de 1791 con la lógica de: “Siendo necesaria una Milicia bien regulada para la seguridad de un Estado libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”.

Una enmienda dañina y peligrosa a la seguridad ciudadana ante tantos tiroteos en las escuelas y lugares públicos que, a menudo con horror, vemos que ocurren en ese país. Demás está decir que esta enmienda ha sido objeto de amplios debates y controversias en el contexto de la legislación sobre el control de armas en los Estados Unidos y con poco éxito, ya que las empresas vendedoras de armas realizan todo tipo de lobby y sobornos a los congresistas para su no modificación.

Bloqueo de nombramientos judiciales, como ocurrió con la confirmación de la juez Amy Coney Barrett en 2020. Una jugada que les garantiza influencia a largo plazo con jueces en la Corte Suprema y tribunales federales, tanto que hoy esa acción aún facilita el posible retorno de Donald Trump a la presidencia.

Estrategias de los demócratas

Entre las estrategias del Partido Demócrata podemos distinguir varias acciones electorales como:

La expansión del voto, promoviendo leyes que amplíen el acceso al voto como la votación anticipada, el registro automático de votantes y la eliminación de restricciones de identificación, con el objetivo de aumentar la participación de grupos demográficos que tienden a apoyar a los demócratas.

Diversidad de alianzas con minorías étnicas, comunidades LGBTQ+, mujeres y jóvenes, ofreciendo políticas supuestas progresistas y globalista, que defienden necesidades y preocupaciones como los derechos civiles y la igualdad de género que con esa fachada de inclusivas son destructivas a la sociedad, el núcleo familiar, los valores ciudadanos y del individuo.

El control de los medios de comunicación, en manos, sobre todo, de judíos anglosajones que bien han aprovechado la influencia en los medios tradicionales y digitales de comunicación, promoviendo una narrativa y cobertura mediática sesgada para influir en la percepción pública contra los republicanos.

Presión y movilización social con el uso de movimientos y organizaciones sociales como Black Lives Matter o March for Our Lives, para presionar por cambios políticos y movilizar votantes en temas clave como la justicia racial y el control de armas, creando una base activista fuerte, pero sin llegar a las transformaciones necesarias que los afronorteamericanos, latinos y asiáticos realmente necesitan.

Estrategias similares de ambos

Ambos partidos conducen estrategias similares como:

Campañas de demonización y de desinformación. Enmarcan a los candidatos republicanos y sus políticas como extremistas o antidemocráticas, racistas y xenofóbicas, anti migratorias y dictatoriales para alienar a votantes moderados e indecisos. Por ejemplo, en la campaña del 2016 se anunciaba a Donald Trump como agente del Kremlin y en estas elecciones 2024 podemos ver la imagen que se está vendiendo como un psicópata, que se realizó un auto atentado y quien representa una seria amenaza para la democracia.

Mientras tanto los republicanos realizan campañas iguales hacia Kamala Harris, quien ya Trump la ha acusado de mentirosa e incapaz de gobernar. También desinforman con teorías de conspiración, de fraudes y noticias falsas para sembrar dudas sobre la legitimidad de los candidatos demócratas y el buen curso de las elecciones en general.

Control del financiamiento de campañas, para asegurarse el apoyo de grandes donantes y grupos de interés, lo que les permite financiar costosas campañas publicitarias y superar al rival en presencia mediática. El hecho más reciente: la recolección multimillonaria en cuestión de días de Kamala Harris como candidata demócrata.

Litigios electorales en tribunales para impugnar leyes electorales o resultados que consideran desfavorables, buscando anular o modificar elecciones a su favor.

Narrativa de miedo como herramienta política, advirtiendo que la victoria del adversario llevaría al país a la ruina económica, la pérdida de derechos fundamentales o la destrucción del orden social existente y logrado durante la administración en función.

Manipulación del sistema electoral. Ambos partidos son acusados de intentar influir en el diseño del sistema electoral, como la discusión sobre la abolición del Colegio Electoral por parte de algunos demócratas, lo que podría alterar significativamente la dinámica de las elecciones presidenciales.

Deslegitimación del adversario, desprestigiando a la administración o las elecciones ganadas por el adversario ya sea mediante investigaciones, audiencias o campañas de relaciones públicas que siembran dudas sobre la legitimidad del oponente.

Problemas específicos del país

Estas acciones tácticas electorales apenas reflejan una parte de la intensa competitividad entre ambos partidos norteamericanos, en su objetivo de consolidar el poder a largo plazo en el escenario político estadounidense. Pero existen problemas específicos que están transformando fundamentalmente a los Estados Unidos al reducir las libertades individuales, y poniendo en riesgo la seguridad del país a un plazo muy cercano.

Defensa de la Segunda Enmienda como la vista en el 2013, tras el tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook, en Connecticut, que obligó a proponer leyes para limitar la venta de armas de asalto y que no fueron aprobadas a nivel federal porque perjudicaba el comercio de armas a lo interno y los jugosos bonos que muchos miembros del congreso reciben para que nunca prosperen.

El Estado de vigilancia evidente en las revelaciones de Edward Snowden en 2013, que mostraron que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estaba realizando vigilancia masiva sobre ciudadanos   estadounidenses y extranjeros sin su conocimiento, incluyendo el monitoreo de llamadas telefónicas y correos electrónicos no solo de ciudadanos norteamericanos, sino hasta de mandatarios extranjeros.

Erosión de la libertad religiosa cuando en el 2014 la Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor de Hobby Lobby, una empresa cristiana que se oponía a proporcionar ciertos tipos de control de natalidad a sus empleados bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare). Este caso reflejó las crecientes tensiones entre la libertad religiosa y las políticas de salud pública.

El abusivo activismo judicial. En 2015 la Corte Suprema de EEUU, en el caso Obergefell vs. Hodges, legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país. Los críticos argumentaron que la Corte estaba imponiendo su ideología al país, en lugar de dejar que los estados decidieran este tema a nivel local.

La agenda globalista, promovida por los demócratas y vista en el acuerdo de París sobre el cambio climático, firmado en 2015, que obligó a los países a cumplir con ciertos objetivos de   reducción de emisiones bajo la estrategia de destrucción de las capacidades de comercialización internacional de sus recursos energéticos estratégicos como gas, petróleo y carbón. Críticos, como Donald Trump, argumentaron que el acuerdo ponía a Estados Unidos en desventaja económica en comparación con países como China e India.

Corrupción política, como se notó en el escándalo de los “Papeles de Panamá” en 2016 y que reveló cómo políticos y empresarios en todo el mundo, incluidos varios de América Latina, escondían dinero en paraísos fiscales para evadir impuestos. Este caso subrayó la corrupción y falta de transparencia en las altas esferas del poder.

La inmigración descontrolada que, desde el 2018 hasta todo lo que va del 2024, caravanas inmensas de migrantes que viajaban desde Centroamérica hacia Estados Unidos, ha provocado serios debates sobre la crisis en la frontera sur, especialmente en ciudades fronterizas republicanas como Tijuana, México y El Paso, Texas.

Estas, al ver sobrecargados sus sistemas de asilo y recursos locales, optaron por enviarlos a otros estados demócratas, inclusive a la capital. Con gran decepción se puede ver gigantescos asentamientos en calles y avenidas principales de Los Ángeles, San Francisco, New York, Washington D.C, etc.

La política de ambientalismo radical ampliada en 2019, cuando era claro que las políticas radicales propuestas, como el Green New Deal en Estados Unidos, dañarían la economía y las libertades personales con el aumento de la impresión del dólar en cantidades exorbitantes para este propósito.

La expansión del poder gubernamental expuesto durante el ejercicio de control global conocido ya como la pandemia del Covid-19 (2020); muchos gobiernos, incluyendo el de California bajo el gobernador Gavin Newsom, impusieron restricciones estrictas como   cierres de negocios y toques de queda. Esta demostración fue un claro ejemplo de cómo el gobierno puede ejercer demasiado control sobre la vida diaria de las personas.

Falsas políticas de identidad como fue el caso del movimiento Black Lives Matter, que ganó prominencia tras la muerte de George Floyd en 2020. Si bien muchos apoyan su lucha contra la injusticia racial, otros critican que el enfoque en la raza puede dividir a la sociedad y aumentar las tensiones raciales, sobre todo cuando su uso es meramente por cantidad de votos para llevar a los demócratas al poder y no por verdaderas reivindicaciones de los derechos de las minorías raciales.

Declive de los estándares educativos que a menudo se ve en claros ejemplos como en el 2020 en el Distrito Escolar Unificado de San Francisco, que decidió renombrar 44 escuelas que llevaban el nombre de figuras históricas como George Washington y Abraham Lincoln, alegando que eran símbolos de opresión. Está claro que solo se trata de una agenda política y no centrado en la educación y enseñanza de hechos históricos y habilidades esenciales.

Corrupción en los medios. Durante las elecciones presidenciales de 2020, el escándalo sobre la laptop de Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, fue cubierto de manera muy diferente por distintos medios como The New York Post, que publicó la historia ampliamente, mientras que otros como The New York Times fue acusado de minimizar o ignorar la historia, lo que llevó a acusaciones de parcialidad.

La falta de integridad electoral en las elecciones presidenciales de 2020, con serias acusaciones de fraude electoral, especialmente en estados claves como Georgia y Pennsylvania. Aunque los tribunales rechazaron la mayoría de las demandas, la controversia alimentó una profunda desconfianza en el proceso electoral entre muchos votantes que hasta hoy persisten en la discusión electoral actual.

La erosión de la libertad de expresión, se pudo ver en 2021  cuando Twitter y Facebook suspendieron permanentemente la cuenta del expresidente Donald Trump, obligándolo a abrir su propia red social. Lo anterior demuestra del poderío anglo-sionista de las grandes plataformas tecnológicas que están controlando todas aquellas voces anti sistémicas.

Los gastos militares en aumento década tras décadas en guerras proxy, sin fin y sin victorias más que el repudio y rechazo internacional. Desde Afganistán (desde el 2001) e Irán (2003), pasando por Libia, Siria (2011) hasta el financiamiento de más de 200 mil millones de dólares en financiamiento del régimen de Zelensky en Ucrania (2022-2024) han generado una conciencia anti bélica en el electorado en general.

Sistema de rechazo, malestar e implosión

Con elementos antes mencionados como la permisión de la inmigración ilegal, la represión racial y la impunidad policiaca contra las minorías afrodescendientes, la falta de asistencia social ante el desgaste por los gastos astronómicos militares viene generando un sistema de rechazo, malestar e implosión paulatina en la sociedad norteamericana, generando el rechazo al liderazgo político gubernamental.

Lo anterior se ejemplifica en la Militarización de las Disputas Políticas, vistas en las protestas tras la muerte de George Floyd en 2020, se convirtieron en disturbios en ciudades como Portland y Kenosha, donde se produjeron incendios, saqueos y enfrentamientos violentos destructivos a la moral y a la pérdida de la identidad nacional producto de la oleada migratoria no regulada. Otro claro ejemplo fue la toma del capitolio por parte de los simpatizantes de Trump en el 2020, después que declarara fraude electoral.

Técnicamente, tanto el perverso Colegio Electoral como los estados indecisos, hacen de la elecciones nada justas o democráticas. Si bien es cierto es hasta posible llegar a eliminar al Colegio Electoral, pero es harto difícil acertar la inclinación en cada elección de los estados indecisos, que son seis estados los que marcarán la victoria del próximo presidente USA.

Por ejemplo, los votos de Nueva York pueden no decidir nada. Ni la de los que viven y votan en California, que es el estado más grande del país. Es por la forma en que se elige al presidente, ya que hay estados que no marcan la diferencia. Pero Arizona, Georgia, Michigan, Wisconsin, Nevada y, especialmente, Pensilvania, la marcan. Es en estos seis estados donde se desarrolla esencialmente la campaña electoral presidencial.

Es que los votantes en estos estados están divididos casi por igual entre republicanos y demócratas. Cuando alguien gana una elección aquí, normalmente lo hace con un margen de unos pocos puntos porcentuales, ¡o incluso hasta una fracción de porcentaje! Eso es lo que sucedió en el 2016 a favor de Trump, o todo lo contrario como lo fue en el 2020 a favor de Biden.

En ambas elecciones los seis estados pasaron de un partido a otro. Nada raro. Hay estados rojos declarados (republicanos) y azules (demócratas). Pero es que estos seis estados son indecisos como Pensilvania, que ha generado la convicción de que quien gane en él, gana las elecciones a nivel nacional.

Con el atentado o auto atentado a Donald Trump, donde por milímetros casi pierde la vida, las elecciones en Estados Unidos se han tornado muy peligrosas y sobre todo en un periodo de su historia política donde el escenario de una segunda guerra civil no deja de salir en los medios informativos y analíticos. ¿Es este el último atentado a los candidatos a la Casa Blanca en estas elecciones?

Desde luego que ninguno de los partidos podrá alcanzar el nivel de partido único, pero sí se está claro que ésta será la única elección presidencial que pueda desatar una enorme fractura no solo política, sino hasta territorial, que hagan que posiblemente lleguen a ser las últimas elecciones en Norteamérica. Y esto sin incluir el declive generado por el accionar de factores externos que emanan de su enfrentamiento contra China, Rusia, Irán y Corea del Norte o por la consolidación de los BRICS.

Por lo tanto, no solo se trata de entender una serie de enormes problemas que la sociedad norteamericana padece y adolece por el formato antidemocrático de la política interna norteamericana. Se trata de entender antiguos y nuevos factores que integran una nueva realidad interna y externa de los EEUU, en una coyuntura internacional que permanentemente está socavando y amenazando los pilares principales de la estructura del poder nacional y global yanqui.

El candidato que escoja no el pueblo USA, sino el Deep State (estado profundo) a salir victorioso en las elecciones presidenciales de noviembre 2024, primero deberá llegar vivo al final de la contienda y en una sociedad que no entre a una nueva guerra civil para poder lidiar con una potencia en declive y en la ya iniciada tercera guerra mundial.

Director del Centro Regional de Estudios Internacionales CREI

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Es Donald Trump la carta de Putin en la elecciones USA -2004

¿Es Donald Trump la Carta de Putin en las Elecciones USA 2004?

Manuel Salvador Espinoza Jarquín*

La campaña electoral en los EE. UU arrancó hace seis meses. Como sabemos, técnicamente esta se divide en etapas que van dando forma “lógica” para la comprensión de los cientos de millones, que desde ya por una u otra razón le están dando seguimiento a nivel global. Lo técnicamente básico para quienes deseen comprender este tema del poder   politico gringo es manejar varios aspectos para estar al día.

  1. El sistema electoral y el papel del colegio electoral.
  2. El papel del Estado Profundo en las elecciones presidenciales y las intermedias por el congreso.
  3. Los resultados de las campañas electorales del 2016 y del 2020.
  4. La población Registrada a votar en noviembre del 2024.
  5. Las candidaturas anunciadas por cada partido

Sobre los primeros dos incisos hemos escrito en su momento en la Revista Visión Sandinista, que pueden servir para el propósito arriba descrito: (http://www.visionsandinista.net/2020/11/23/el-mega-fraude-electoral-en-las-elecciones-usa-y-el-nexo-con-el-estado-profundo-deep-state/)y ( http://www.visionsandinista.net/2020/12/19/de-lo-politico-a-lo-geopolitico-el-estado-profundo-en-el-gobierno-de-biden-y-su-filosofia-del-negocio-de-la-guerra/ ).

Sobre el punto tres y cuatro, lo importante es entender con las cifras citadas, lo no democrático de las elecciones USA, en términos de desprecio del voto popular y el manejo y poder de control secreto , que el “Establishment” posee en función de determinar al final quien será el verdadero ganador, que bajo diversos compromisos representará sus jugosos  intereses. Esto solo logra con los 538 miembros del Colegio Electoral, que con 270 de sus votos otorgan el triunfo al candidato del verdadero poder económico y politico. 

    Elecciones 2016   Hillary Clinton (D) Donald Trump (R)Población USAVotos RegistradosCant. Votantes% de participación 
324, 289. 210231, 556. 622137, 053. 91655.4 % 
     
  Votos RecibidosVotos del Colegio ElectoralGanador
  65, 853. 514227 
  62, 984. 829304 
 
    Elecciones 2020   Donald Trump (R)   Joe Biden (D)Población USAVotos RegistradosCant. Votantes% de participación 
328, 239. 523231, 884. 208158, 209. 97866.7 % 
     
  Votos RecibidosVotos del Colegio ElectoralGanador
  74, 223. 251232 
  81, 281. 888306 

Nótese en cifras la cantidad de votos para Hillary Clinton , que superó en casi tres millones de boletas a Donald Trump, pero pierde las elecciones por los 304 miembros del colegio electoral que votaron por Trump en las elecciones del 2016. En las del 2020 la denuncia de robo electoral no desaparece, aun cuando Biden obtiene más de siete millones de votos del electorado y con 74 votos del colegio electoral arriba de Trump. El nivel de fraude obligó a Trump a tomarse el congreso para que no avalaran este oscuro resultado.

Y en cuanto al punto número cinco, se están  completando las candidaturas anunciadas a competir por cada partido incluyendo las de otros partidos que participan como el Partido Libertario o el partido Verde, (muy pocos conocidos) que, junto a otros partidos independientes, logran aglutinar un escaso 5% de los votantes, pero que técnicamente si hace efecto en los números de votos a la hora del conteo final electoral.

Hasta ahora el centro de la atención de los candidatos ha recaído en el actual presidente yanqui, Joe Biden, que por su avanzada edad, por el despiste y torpezas en público que presenta a menudo, entre las que cuentan sus caídas al piso, que a cada rato dice a gritos, que sería el peor candidato de los demócratas y que de hecho con él los demócratas ya perdieron. Su desempeño en la guerra con Ucraina será su factura de liquidación final.

Por los republicanos es Donald Trump, quien se ha ganado el show de entrada a la cerrera electoral. Trump, que de por sí, ya es un ser lo más complejo, pedante y petulante, ha sido notificado de 37 acusaciones, que jurados primero en Nueva York y recientemente en Miami, que le han imputado. Entre estos temas acusativos está el haber retenido y ocultado documentos secretos clasificados en su casa de Florida. De los 37 cargos, 31 corresponden al delito tipificado como retención deliberada de información de defensa nacional.

Entre los delitos más graves que se le imputan están: la obstrucción a la justicia y conspiración, que están penados con un máximo de 20 años de cárcel y multas de hasta 250.000 dólares y los menos graves, como conspiración para ocultar información con 5 años de cárcel y la misma penalidad económica. Algo inaudito aseguran, pues su residencia en Miami, conocida como “Mar-a-Lago” no es un lugar autorizado para el almacenamiento, la posesión, de documentos clasificados.

Para muchos candidatos republicanos y demócratas de esta no se escapan Trump y Biden y su final infeliz está asegurado en esta carrera electoral por la Casa Blanca y por eso su oportunidad de ser elegidos son mayores. Pero para Trump no es más que una crisis, que trae nuevas oportunidades de sacarle ventaja, sobre todo en una contienda contra los demócratas, que han logrado el mayor declive de los EE. UU en las últimas décadas.

Para Trump esta presión del Deep State (Estado Profundo) al servicio del Establishment no es nada nuevo. Durante la campaña electoral de 2016, Donald Trump enfrentó varias acusaciones y críticas por parte de sus oponentes y de algunos sectores de la sociedad. Algunas de las principales acusaciones y controversias fueron:

  • Conducta inapropiada hacia las mujeres: Varios casos salieron a la luz en los que se acusaba a Trump de conducta inapropiada y comentarios denigrantes hacia las mujeres. Esto incluía el famoso video filtrado en octubre de 2016, en el que Trump hacía comentarios vulgares sobre las mujeres. Varias mujeres también lo acusaron de acoso sexual.
  • Discriminación racial: Trump fue acusado de promover la discriminación racial debido a sus comentarios sobre los inmigrantes mexicanos durante su anuncio de campaña en 2015, cuando afirmó que muchos inmigrantes mexicanos eran criminales y violadores. Esta declaración generó críticas y acusaciones de racismo.
  • Conflicto de intereses y evasión fiscal: Trump fue criticado por no liberar sus declaraciones de impuestos durante la campaña electoral, lo que generó dudas sobre sus finanzas personales y la posibilidad de conflictos de intereses una vez en el cargo.

 Relación con Rusia: Un tema a la medida de la Guerra Fría y de paranoia absoluta para quien siente al fantasma de la KGB todo el tiempo detrás de su espalda y la exhalación de su respiración soplándole las orejas. Los rumores inundaron las redes de haber sido hasta reclutado por chantaje y compromiso en su visita a Moscú.

Las acusaciones establecían que la campaña de Trump había tenido contactos inapropiados con funcionarios rusos para influir en las elecciones. Estas acusaciones llevaron a investigaciones posteriores sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 y que continuaron aun durante casi todo el periodo de la administración Trump.

  1. Investigación del Departamento de Justicia: iniciada en 2016 y conocida como la “Investigación del Departamento de Justicia sobre la Interferencia Electoral de Rusia” o “Investigación Mueller”. Fue dirigida por el fiscal especial Robert Mueller y se centró en determinar si hubo colusión entre la campaña de Trump y Rusia, así como en investigar otros posibles delitos cometidos durante las elecciones. La investigación concluyó en marzo de 2019 con un informe que detallaba los hallazgos y las conclusiones del equipo de Mueller. Nada sólido, que pudiera procurar su destitución.
  2. Investigación del Comité de Inteligencia del Senado: también llevó a cabo una investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016. Esta investigación fue bipartidista y se centró en examinar la interferencia rusa, evaluar las medidas de seguridad electoral y determinar si hubo alguna colusión o coordinación entre la campaña de Trump y Rusia. El comité publicó su informe final en agosto de 2020, concluyendo que hubo una interferencia significativa por parte de Rusia, pero no encontró evidencia de colusión entre la campaña de Trump y Rusia.
  3. Investigación de la Cámara de Representantes: llevó a cabo su propia investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones. El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes investigó la posible interferencia rusa, así como cualquier conducta inapropiada por parte de la campaña de Trump. Sin embargo, esta investigación se vio envuelta en controversias políticas y partidistas, y no se llegaron a conclusiones claras debido a la falta de consenso entre los miembros del comité.

En su momento varios articulos y hasta libros se escribieron inclusive hasta del reclutamiento de Trump forzado por del Kremlin donde copas, mujeres rusas al trabajo del FSB, sucesor del KGB habian sido utilizadas en sus halagos quien llegaría a ser el 45-to presidente de los Estados Unidos y puesto a la merced de la voluntad de Putin, el brazo largo del Kremlin y la palma fría del Servicio Exterior de Inteligencia Rusa (SVR).

Pero ni las novelas clásicas de espionaje de la Guerra Fría de John LeCarré o Frederick Forthsike habian sugerido tal grado de penetración al establishment politico y económico norteamericano. Ni en el libro “Quien es más fuerte, la KGB o la CIA” escrito en el 2009 (en ruso) por I.G. Atamanenko, un oficial profesional de la contrainteligencia soviética/rusa se sugiere tal posibilidad.

Lo más cercano a esta confrontación entre los servicios secretos de politica exterior norteamericanos y soviéticos es el tema análogo de, que si Mijail Gorvachev, fue reclutado por la CIA o no.

Pero cuando conoces sobre la operación de carácter global que la inteligencia soviética PGU-KGB realizó para penetrar todos los círculos comerciales, económicos y financiaros unos pocos años antes de la desaparición de la URSS y durante toda la década de los 90 y 2000, te podria excitar a pensar en que pudo haber ocurrido jajaaja. De todas maneras, no sería el primer presidente en el mundo bajo la nómina del Kremlin o de la CIA jajaja.

Aun los libros recientes de los ex directores de la CIA, Jhon Brennan, “Undaunted: MI lucha contra los enemigos dentro y fuera de los EE.UU” (desde el 08 de marzo de 2013 al 20 de enero de 2017), quien de  paso sigue detestando desmedidamente a Trump y aunque aborda desde muchos ángulos el tema de la interferencia rusa no logra aseverar nada sobre una mayor relación comprometida al Kremlin.

O el de Mike Pompeo (23 de enero de 2017 al 26 de abril de 2018), “”Never Give an Inch: Fighting for the América I Love” (Nunca cedas ni una pulgada- Luchando por los EE. UU, que amo”. Pompeo quien ademas de haber sido director en la Central de Inteligencia fue su secretario de Estado no llega a conclusión alguna sobre Trump como carta cercana a Putin.

Lo que significa, que la saga alrededor de la entrega de secretos de alto nivel en materia de seguridad nacional sensible a sus operadores en el Kremlin seguirá inundando los espacios noticiosos de todos los medios de comunicación masiva global sobre todo en las redes sociales. ¿Por qué y no? Es un tema intrigante, especulativo, confrontativo, divertido. Todo un buen negocio publicitario de campaña electoral.

Lo interesante es que Trump ya lidera el espació de atención del ciudadano norteamericano y le lleva ventaja al insípido de Mike Pence, (ex vice – presidente de Trump y quien según este último le traicionó a la hora d refutar el conteo del colegio electoral en las elecciones del 2020. Tambien le lleva ventaja a otro candidato republicano. Ron DeSantis, actualmente gobernador de la Florida.

DeSantis ha entrado de la manera más torpe a iniciativa individual con una ley racista y anti emigrante, que ya promovido la fuga a otros estados del país de la mano de obra barata latinoamericana y causado serios estragos a la economía del Florida.  Todo parece, que las “Big Entrances” (Entradas Exibicionistas) aunque sean repulsivas es una especie de táctica electoral en los republicanos.

Toca esperar como el ejercito de abogados de Trump y los fiscales alegan que si Trump no tenía derecho a tener ese tipo de información clasificada, si mostró o no ese material a personas que no tenían autorizaciones de seguridad para revisarlos y quienes eran estas personas o agencias extranjeras. Y como los juicios son muchos y los cargos muy serios, la bola pica y se extiende a lo largo de toda la campaña electoral.

Toca pues esperar seguir viendo a los fantasmas de la KGB resucitados en los del FSB y SVR ruso seguir pululando en la politica norteamericana y como el FBI, la CIA, la NSA y el departamento de Justicia impiden que estos cómodamente se lleguen a sentar junto con Trump  en la oficina oval de la Casa Blanca en el corazón de poder de Washington D.C. O tras las rejas o con un final a lo Kenndy o esperaremos ver al TOVARISH Donald  Johnovich Trumpov caminando en la Plaza Roja jaja. Como se dice en una película mala de suspenso en Hollywood  “To be continued”. (Continuará)

* Director del Centro Regional de Estudios Internacionales

   (CREI)