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Latino América en el marco de las Operaciones Geopolíticas de Política Exterior (OGPE) de las Potencias de Turno. Por Manuel Espinoza Director del CREI.

Latino América en el marco de las Operaciones Geopolíticas de Política Exterior (OGPE) de las Potencias de Turno.

Por décadas la SUPREMACÍA OCCIDENTAL GLOBAL, basada en su PODERIO MULTIDIMENSIONAL era el factor número uno del análisis sobre PODER GLOBAL en las relaciones internacionales. En 1991, tras la desaparición de la URSS, (HEARTLAND en términos teóricos geopolíticos) ninguna otra zona de influencia geopolítica podía competir en términos económicos, financieros, tecnológicos, culturales y militares contra occidente. Es sobre la base de ese factor multidimensional, que las formulaciones tácticas y estratégicas, las acciones implementadas y resultados, de las OPERACIONES GEOPOLÍTICAS DE POLÍTICA EXTERIOR siempre han sido analizadas.

En realidad, son muy pocos en el planeta, los centros analíticos dedicados al análisis de este tipo de operaciones geopolíticas (que incluyen las geoeconómicas y geo – culturales). De hecho, este es un nivel de análisis estratégico y solo países potencias se dan el gusto de poder realizarlos por su complejidad y capacidad de recursos humanos dispuesto a esta labor. En realidad, este tipo de centros es la segunda tipología, ya que el primer tipo está dedicado a la planificación e implementación de las operaciones geopolíticas de las potencias.

Este primer tipo de centros de planificación y ejecución, se caracterizan por ser un serio entramado de agencias e instituciones, publicas y privadas, ligadas al accionar posterior secreto de los servicios que realizan las operaciones de inteligencia de política exterior a favor de sus Estados potencia y en general de sus zonas geo- culturales de influencia. La bibliografía o fuentes de información abierta sobre este tipo de operaciones no son abundantes y apenas podemos conocer a través de lo que por separado se escribe sobre cada uno de los elementos, que caracterizan el factor multidimensional.

De lo que, si se debe de estar claro, es que los cuatro niveles principales operacionales de la (OGPE) de las potencias, están dirigidos a los países por separados, regiones, continentes y zonas de influencia geopolíticas, que como resultado debe de lograrse la penetración a las zonas geográficas y culturales, así como su debilitamiento y control a largo plazo. De ahí, que la doctrina Monroe y su vigencia actual en la visión de política exterior USA, debe enfocarse entre los objetivos fundamentales de la OGPE- USA hacia nuestro continente.

Constantes Situacionales.

Sin embargo, podemos entender que desde 1991 a la fecha, 31 años han transcurrido y el panorama sobre el BALANCE DE FUERZAS GLOBALES a favor de occidente (constante situacional “A”), ha sufrido serias fracturas desde el surgimiento de China como segunda potencia (Constante situacional “B”) y hoy día, sobre todo, tras el inicio y conducción de diez meses de la Operación Especial Militar (OEM) rusa en Ucrania (constante situacional “C”).

Está más que claro, que, la SUPREMACÍA OCCIDENTAL GLOBAL, producto del Desbalance de Poder Occidental (Constante situacional “A-1”) ante Euro-Asia (zona de influencia geopolítica) afecta su andamiaje de hegemonía, control y dominio sobre L.A y El Caribe.

Hemos visto como la GEOESTRATEGIA GLOBAL norteamericana, con la ayuda del Occidente Colectivo, a la luz de sus operaciones geopolíticas por ejemplo en África (Libia), Medio Oriente (Iraq, Afganistán, Siria, Irán, Yemen), Asia Central (Kazajistán, Armenia, Azerbaizhan), Europa (Ucraina) han sufrido un serio colapso significativo en términos político-militares, económicos energéticos y culturales al aparecer nuevos factores de poderío multidimensional a favor de China y Rusia.

Como resultado anterior, el factor militar situacional coyuntural global se ha activado a niveles de pre guerra entre Rusia y la OTAN y no necesariamente en términos de guerra convencional, sino nuclear táctico. Pensar, que occidente, no tenía planes e intenciones a estos niveles es entonces no entender la planificación geoestratégica de las (OGPE) en sus cuatro niveles. La sorpresa aquí es Rusia en función de contrarrestar las operaciones geopolíticas del Occidente Colectivo a nivel global, sobre todo a partir del 24 de febrero de este año con el inicio de la OEM en Ucraina.

De tal manera que, la OGPE – USA contra Rusia, con la utilización de Europa como tablero, la OTAN como reina y Ucraina como peón de ajedrez, está llegando a momentos de colapso y desarticulación en esta etapa con la incapacidad de destruir en varios ejes de ataque a Rusia (Gobierno- Población, por el desgaste económico y militar y su alianza internacional). Muy al contrario de lo que asegura el oligopolio mediático global occidental, Rusia no solo está venciendo en términos militares a Ucraina y al Occidente Colectivo.

Rusia junto a China están generando nuevas “constantes situacionales” como la FRACTURA DE LA ELITE ANGLOSAJONA – JUDIA y la ELITE EUROPEA (constante situacional “A- 1.1”). El DEBILITAMIENTO DE LA ALIANZA DE LA ELITE OCCIDENTAL CON LA ELITE RUSA” (constante situacional “A.1.2”). Una EUROPA UNIDA PERO DISTANTE A LA ELITE ANGLOSAJONA (constante situacional “A.3”). Una EUROPA DIVIDIDA CON ALEMANIA, FRANCIA E ITALIA MÁS INCLINADA AL FORTALECIMIENTO DE EURO- ASIA. (Constante situacional “A1.4”).

Son estas constantes situacionales principales objetivos de la OGPE de Rusia y China no solo hacia Europa, sino hacia el Occidente Colectivo. Por eso, más de 500 años de influencia occidental está siendo enfrentada por la TENDENCIA DEL CHOQUE ENTRE BLOQUES GEOPOLÍTICOS, GEOECONÓMICOS Y GEO CULTURALES MÁS, QUE EL CHOQUE ENTRE GRUPO DE ALIANZA ENTRE PAISES. (constante situacional “D”)

EL CHOQUE GEO CULTURAL (constante situacional “D-3”), es uno de los factores de mayor movilidad, que tambien están influyendo en el resquebrajamiento del orden unipolar y la gestación de uno de carácter multipolar. Este choque civilizatorio marca una constante a largo plazo y asi se debe de ver no solo en el plano euro – asiático con su diversidad cultural, sino tambien en el plano civilizatorio latinoamericano y caribeño.

Tal como hemos podido observar en el plano europeo y las diferentes constantes situacionales, que se derivan a largo plazo en su relación de unidad de las élites occidentales, producto del surgimiento de China y el resurgimiento de Rusia en la arena internacional como un centro de poder geopolítico activo, (constantes situacionales “A” y “B”) de igual manera están ejerciendo su influencia gradual y a largo plazo en la unidad de nuestro continente hacia el Occidente Colectivo.

Las OGPE de las potencias de turno hacia L.A y El Caribe.

Están más activas, que nunca. Tienen resultados tangibles según los planes de estas de cada potencia. El enfrentamiento de L. A y El Caribe contra los EE. UU. (constante situacional “E”) y el CUADRO DE ACCESO AL PODER GUBERNAMENTAL DE LA IZQUIERDA LATINOAMÉRICA (constate situacional “E-1”) por muy diverso que presenta la izquierda continental en el marco de su unidad, representa por lo menos no solo un mapa añorado desde Bolívar, Martí, Sandino, Fidel, el CHE y Daniel: o desde el Comintern, Lennin, Trotsky y Stalin. Tambien destaca una etapa de traslape y desarrollo a largo plazo en su lucha por la segunda independencia.

Brasil y México reclaman espacios propios dentro del continente. Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia marcan el enfrentamiento directo antiimperialista, mientras en otros países (Argentina, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Honduras) apenas la izquierda llega al gobierno con permiso de la Casa Blanca como parte de su OGPE con una agenda de des-unidad continental y de fractura civilizatoria permanente por diversas formas.

El progresismo, al igual que otras, que le anteceden como la instalación de dictaduras militares, la red de ONG, y la Sociedad Civil, el evangelismo, la penetración a la izquierda continental es una de las ultimas OGPE –USA en L.A y El Caribe, tiene por objetivo el control de la derecha global ultraconservadora en el continente, que amenaza a la instalación de dictaduras de derechas con enfoques ultra religiosos y valores fascistas, bajo la sombra de una izquierda vacía, sin avances sustanciales en la destrucción del sistema de poder imperial. Incapaz de generar orden social y amenaza a la libertad y democracia.

En general L.A y El Caribe siguen presentando serios factores de des-unidad de criterios y acciones, mientras la derecha se fortalece en una alianza, que no necesita criticarse entre sí, sino más bien que se une en el control del poder a favor del imperio. El bolsonarismo, el uribismo, el macrismo, el fujimorismo, los Fox y hasta el pinochetismo estan a la vuelta de la esquina mientras las izquierdas como estas se quieran vestir no realicen resultados tangibles en su estancia en el gobierno. En solo este mes se sentenció a Cristina Kishner en Argentina y el Presidente de Perú, Pedro Castillo fue destituido por su parlamento, demostrando la fragilidad de poder de la “izquierda light”.

Pero aun con todo, las potencias luchan en el plano latinoamericano y caribeño tanto por su influencia directa como indirecta, según la coyuntura global, que asegura un serio declive occidental global. El choque de las constantes situacionales, arriba presentadas en el marco del poderío multidimensional de las potencias enfrentadas en la actual coyuntura debe de darnos un mejor visón sobre nuestro hemisferio a largo plazo.

A medida que el enfrentamiento del eje ruso-chino contra el Occidente Colectivo a largo plazo se encrudezca y agudice, el comportamiento de nuestro continente producto de la ebullición político – ideológico y socio económico asegura una dinámica de cambios profundos que lo puede convertir en una zona de influencia geopolítica activa con avances en su segunda dependencia o en su supeditación al Occidente Colectivo. Sólo la lucha organizada y en alianzas de los pueblos pueden alcanzar un grado mayor de soberanía.

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