Posted on Leave a comment

La creación de una Flota Auxiliar para la Armada Argentina

https://estrategiaydefensadelsigloxxi.blogspot.com/2025/10/la-creacion-de-una-flota-auxiliar-para.html

La creación de una Flota Auxiliar para la Armada Argentina

– 

La liquidación en los 90 de la Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA), la desaparición de la Flota Naval Fluvial y los cambios legales y económicos que se tradujeron en la reducción de la flota mercante argentina – limitada hoy día a 40 buques – afectando también a otro sector estratégico: la industria naval. Aspectos que impactaron en la Defensa Nacional, donde los medios y recursos del Comando de Transportes Navales se redujeron a la mínima expresión. 

Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro

En la década del 90, vino una oleada de reformas, destacándose el decreto 1772/91, que impactaron negativamente en los intereses marítimos nacionales.  La eliminación del Fondo Nacional de la Marina Mercante, afectó seriamente al sector de transporte marítimo como a la industria asociada.  La desaparición de la empresa estatal ELMA respondió más a un criterio político, que una necesidad. En el momento de su liquidación operaba una flota de ultramar de 60 buques y era una empresa competitiva generando importantes márgenes de ganancia.  En este proceso de “cambios” se perdieron más de 30.000 puestos de trabajo y se redujo en un 90% el número de astilleros y talleres navales.  El impacto económico no solo fue la pérdida de mano de obra altamente calificada, capacidades industriales y tecnológicas únicas, sino en el costo que tiene para el país. Unos US$ 5.000 millones se gastan en fletes marítimos, que si hubiera una política de apoyo a la marina mercante, parte de esos recursos podrían quedar en el país, generando empleo e inversión.

La crisis de la Marina Mercante y la industria naval, impacta también en la defensa nacional. La experiencia de Malvinas, puso en valor el contar con una flota mercante, tanto del lado argentino como británico (de 118 buques desplegados, 30 eran de la Flota Auxiliar, 28 mercantes requisados y 22 fletados).  En el caso de nuestro país, durante dicho conflicto, los medios movilizados de la marina mercante cumplieron misiones de inteligencia, abastecimiento, transporte.  Barcos de la estatal ELMA, cumplieron tareas de inteligencia, en áreas cercanas a la isla Ascensión como el caso del ELMA Río de la Plata, en su ruta Bilbao – Buenos Aires.  El Tierra del Fuego II, cumplió también con misiones de inteligencia desde el límite exterior del Río de la Plata, hasta la altura de la ciudad de Río de Janeiro.  Se formó un grupo de tareas formado por buques pesqueros de diversos operadores privados, destacándose el caso del Narwal, atacado por los británicos, siendo la tripulación tomada prisionera, perdiendo la vida en dicha acción el contramaestre Rupp. 

Isla de los Estados, perdido en Malvinas, 1982. 

La flota de YPF (liquidada durante su privatización) fue movilizada en apoyo a los despliegues de la Flota de Mar, con sus petroleros.  Embarcaciones de operadores privados, como de las estatales ELMA, YPF y YCF (Yacimientos Carboníferos Fiscales) cumpliendo misiones de abastecimiento y transporte en los puertos patagónicos.  En el Río de la Plata, el buque Piloto Alsina de la Escuela Nacional de Náutica, cumplió misiones de patrulla y transporte.  Los mercantes también tuvieron su rol logístico en las Islas Malvinas, como también en el sembrado de minas marinas como llevó a cabo el Isla de los Estados.  El buque fue perdido con gran parte de su tripulación, por el fuego naval británico en el Estrecho San Carlos. Estos son ejemplos del valor que tuvo la Marina Mercante en apoyo al esfuerzo de guerra de la Nación.

Los medios de la Marina Mercante, en caso de conflicto pueden cumplir un amplio abanico de funciones, complementando los medios orgánicos de una Fuerza Naval:

Ø  Petroleros auxiliares para reemplazar a los petroleros de flota.

Ø  Petroleros abastecedores de grupos logísticos.

Ø  Buques para transporte de munición y armamento diverso para las fuerzas armadas.

Ø  Buques taller para reparaciones de emergencia en el área de operaciones, con capacidad de mantenimiento de unidades de superficie y aeronavales.

Ø  Buques de transporte de abastecimiento de repuestos y carga general.

Ø  Buque hospital.

Ø  Buques de transporte de aeronaves de reemplazo para la fuerza propia y apoyo a los medios aeronavales embarcados.

Ø  Buques de apoyo de submarinos.

Ø  Buques de rescate y salvamento para remolque de unidades averiadas.

La aparición de los contenedores, sin ninguna duda facilitó la rápida transformación de buques mercantes, en medios de apoyo con fines específicos en cortos períodos de tiempo.

Los buques mercantes, en caso de conflicto, pueden cumplir funciones de control del mar, existen ejemplos durante la Segunda Guerra Mundial, donde fueron armados buques civiles como cruceros auxiliares, pero también los buques mercantes pueden cumplir funciones de aviso para vigilancia de áreas de interés, barreminas, apoyo logístico a medios de combate empeñados en ataques a líneas de comunicaciones enemigas, como en defensa de las propias.

En las operaciones de proyección del poder naval, siendo un ejemplo la conquista de un objetivo determinado, los mercantes con capacidad de transporte tipo roll on – roll off, petroleros como también de buques convertidos en hospital, barreminas, talleres flotantes, contribuyen a las capacidades de una fuerza naval para llevar a cabo una operación anfibia.

La guerra del Golfo Pérsico, fue otro ejemplo de movilización de buques mercantes para el apoyo de una operación militar.  En el caso de Estados Unidos, la reducción de su marina mercante, por cambios en el mercado como de la legislación, obligó al Departamento de Defensa realizar fuertes inversiones para compensar dicha situación.  La drástica caída de los buques que usan la bandera estadounidense, impulsó a adoptar medidas de fomento, especialmente para apoyar el esfuerzo en materia de Defensa Nacional, por medio del Programa de Seguridad Marítima o MSP. El Departamento Federal de Transporte, describe a este como: El Programa de Seguridad Marítima (PSM) mantiene una flota de buques mercantes comercialmente viables y de utilidad militar, activos en el comercio internacional. La flota del PSM está disponible para apoyar las necesidades de transporte marítimo de mantenimiento del Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DoD) en tiempos de conflicto u otras emergencias nacionales. El programa también proporciona al DoD acceso a la red global de transporte intermodal de los participantes del PSM, compuesta por terminales, instalaciones, servicios de gestión logística y marineros mercantes estadounidenses. El presidente Clinton estableció por primera vez el Programa de Seguridad Marítima (MSP) el 8 de octubre de 1996 como parte de la Ley de Seguridad Marítima de 1996. La Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) para el año fiscal 2020 (S. 1790) autorizó al Secretario de Transporte a extender los acuerdos operativos existentes del Programa de Seguridad Marítima hasta el 30 de septiembre de 2035.

Petrolero de 8.000 toneladas diseñado por Astilleros Río Santiago. 

El programa MSP bajo un régimen de incentivos financieros, está formado por una flota de unos 60 buques de bandera estadounidense y tripulaciones del mismo origen, en manos de operadores privados, pero deben estar disponibles bajo una serie de acuerdos con el Departamento de Defensa, en caso de una crisis.  Los mecanismos de apoyo, permiten generar empleos y promover la construcción de buques mercantes, con ciertas características de interés para la Defensa Nacional.

El Reino Unido cuenta con la Royal Auxiliary Fleet  (RFA) componente de la Marina Real, está tripulada por personal civil, cumpliendo funciones de abastecimiento, transporte, asistencia sanitaria, sostén logístico, seguridad marítima y ayuda humanitaria. Esta dependencia cuenta con una flota de unos diez buques, formado por barcos de reabastecimiento, anfibios, apoyo multifunción, y de transporte.  Las tripulaciones de los buques de la RFA generalmente son civiles, pero incorporan llegado el caso personal militar en actividad como de la reserva naval, para operar medios aéreos, plataformas de armas y servicios sanitarios.  La escasez de medios de la RFA impulsó a recurrir a contratistas privados, arrendando buques de determinadas características, pero con tripulaciones de la reserva naval. El programa Transporte Marítimo Estratégico – Futuro (SSL-F), prevé la construcción de nuevos buques de transporte, fletados por el Ministerio de Defensa del Reino Unido a operadores privados.

RFA Proteus. Buque de la Flota Auxiliar británica, transformado para una amplia gama de cometidos. 

China se transformó en los últimos años, en la principal potencia en materia de construcciones navales, esto permitió introducir un concepto novedoso para la defensa de los intereses marítimos nacionales: “la milicia marítima” entidad que existe desde 1965, en el marco de la “Guerra Popular” de Mao.  En 1974 protagonizaron la batalla de las Islas Paracelso contra las fuerzas de Vietnam del Norte. Curiosamente la milicia marítima tenía mayor capacidad de acciones anfibias que la Armada china. Desde 2005, Pekín ha preferido emplear a la Armada en funciones de retaguardia, confiando en cambio en las agencias de aplicación de la ley marítima (Guardia Costera) y la milicia marítima como sus respuestas de primera línea ante disputas y contingencias marítimas.  Esta peculiar organización, es independiente de las fuerzas armadas como de la Guardia Costera, formada por ciudadanos vinculados a la economía marítima, pero reciben formación en el ámbito militar como la Guardia Costera, para realizar tareas que incluyen, entre otras, patrullaje fronterizo, vigilancia y reconocimiento, transporte marítimo, búsqueda y rescate, y tareas auxiliares en apoyo de las operaciones navales en tiempos de guerra.  Las “milicias marítimas” dependen de la Comisión Nacional de Movilización de la Defensa, que tiene distintos niveles que van desde el nacional hasta el local, que coopera con la Comisión Estatal de Defensa Fronteriza y Costera, comparte responsabilidades de movilización de las milicias en zonas fronterizas.  Estas fuerzas participaron en el hostigamiento de medios navales de países vecinos en zonas disputadas o el acoso a buques de guerra de Estados Unidos. En mayo de 2024, en un área disputada con Filipinas, en el Banco Scarborough, un enorme grupo de pesqueros chinos impidieron que medios de la marina del citado país, cumpliera con las tareas de abastecimiento a pescadores filipinos.  Aunque no siempre es reconocido por el gobierno chino, se considera que existe un centenar de buques con apariencia de barcos pesqueros con personal militar, además de medios civiles, cuyo número no se conoce con exactitud.  Esta peculiar herramienta, estuvo detrás de la ocupación temporaria de islotes disputados entre Japón, Taiwán y China, además de irrumpir en aguas disputadas con Tokio o el “enjambre” de embarcaciones en 1978 en las aguas de las islas Senkaku/Diaoyu, también objeto de un conflicto de soberanía entre Tokio y Pekín.

Milicia Naval china 

Las flotas “en las sombras” realizan viajes con la finalidad de realizar actos de presencia en zonas marítimas disputadas, bloquear arrecifes e islas. En los incidentes que protagonizan emplean cañones de agua, embisten a otras embarcaciones en maniobras peligrosas. Generalmente los buques de la milicia navegan juntas para crear riesgos de colisión e impedir el acceso, o se instalan en un arrecife por tiempos prolongados, materializando la presencia de China en área donde tengan intereses. También cumplen funciones de inteligencia, lo que permite a las fuerzas armadas, contar con una poderosa herramienta que provee valiosa información en áreas, donde la presencia militar por razones políticas no sea conveniente.

La mayor parte de los buques de la milicia pertenecen a particulares o empresas, que reciben subsidios del estado. El control de estos medios es bastante difuso y la mayor parte de los barcos no tienen armamento, aunque se sabe que existen embarcaciones armadas con armas de pequeño calibre, defensas antiaéreas de corto alcance, minas navales. Vietnam, desde 2009, como respuesta a este tipo de organización por parte de China, creó su propia milicia marítima con mayores capacidades y recursos, pero no al nivel de Pekín y con un carácter defensivo.

En el caso vietnamita, la ley prevé la existencia de los dân quân en tiempos de paz se dedican generalmente a la pesca, pero que cuentan con entrenamiento militar. Estos forman parte de las Fuerzas de Milicia y Autodefensa de Vietnam, una de las ramas de las fuerzas armadas de dicho país.  En caso de conflicto conformarían unidades para la defensa de la comuna donde viven (organizados en secciones de 30 efectivos o escuadrones de 9-10 tripulantes y un barco de pesca). Las misiones serían propias de guerra no convencional, vigilancia costera y apoyo logístico.  Por otro lado están las “milicias marítimas” propiamente dichas, organizadas por la ley de Fuerzas de Defensa Civil de 2019, formada por barcos y tripulaciones de empresas públicas como privadas. Un ejemplo es la compañía 128 Co. Ltd, del Ministerio de Defensa, dedicada actividades que van desde transporte marítimo, pesca, construcciones navales, apoyo a plataformas off shore, hasta la acuicultura. Cuenta con una flota con pesqueros blindados de unas 400 toneladas, operan junto a embarcaciones de menor tonelaje y han protagonizado diversos incidentes con barcos chinos en áreas marítimas disputadas y en las islas Spartley, además de contribuir la seguridad fronteriza, combatir la pesca ilegal y contribuir a la defensa de los derechos de Vietnam en sus espacios marítimos sujetos a su jurisdicción. Se estima de los más de 100.000 barcos / embarcaciones vinculadas a la pesca y otras actividades económicas en el mar, solo unos 8.000 con sus tripulaciones forman parte de la milicia marítima y organizaciones de defensa costera local.  Asimismo, se diferencia de su contraparte china, dado que los vietnamitas emplean sus milicias navales con tácticas reactivas y defensivas, ante incidentes con barcos chinos tanto de la milicia como de la Guardia Costera.

En los ejemplos citados, el disponer de una marina mercante permite, disponer con medios y personal, en caso de crisis, pueden ser movilizados y permite reforzar/complementar los medios existentes de las marinas militares de una manera flexible. Los ejemplos de China y Vietnam, ponen de relieve el empleo de buques civiles como herramienta para materializar los intereses nacionales en los espacios marítimos, además de implementar estrategias de zona gris, en áreas sujetas a disputa de soberanía, a una escala manejable, evitando conflictos de mayor magnitud y a un costo moderado.

En base a las experiencias descriptas, Argentina, no solo debe reconstruir su marina mercante, que impacta en el desarrollo del país, sino que contribuirá a la defensa de sus intereses marítimos, sino que precisa capacidades en materia de transporte marítimo en el ámbito de las Fuerzas Armadas. El Comando de Transportes Navales e Instrucción (COTN) está en una situación crítica, contando como unidad de transporte el rompehielos ARA Almirante Irízar, reduciendo a la mínima expresión las capacidades de sostén logístico del Instrumento Militar, ni cumplir su misión secundaria, emplear los medios que tenía para el transporte marítimo en áreas de interés nacional.   

rompehielos ARA Almirante Irízar 

La Flota Auxiliar de la Armada Argentina. Propuesta. Concepto.

El Comando de Transportes Navales – creado por el decreto 6340/52 – a instancias del entonces ministro de Marina, almirante Olivieri, donde señala las misiones de dicho organismo: “satisfacer los requerimientos de transporte marítimo para el sostén logístico y operaciones de la marina de Guerra y de las otras Fuerzas Armadas de la Nación”, además de cumplir “la función supletoria de abastecer el tráfico marítimo de interés nacional. De este modo se configuraba un modelo operativo basado en capacidades militares de uso dual: civil y militar.”

En primer lugar, urge la recuperación de capacidades del COTN. A lo largo de su historia, llevó a cabo diversas actividades relevantes tales como el sostén logístico de las bases y puertos ubicados en la Patagonia, de las campañas antárticas de verano, operaciones militares propiamente dichas, transporte comercial, reabastecimiento en el mar, disponiendo de medios adecuados para llevarlas a cabo. La falta de inversiones, trajo aparejado que los medios disponibles al ser dados de baja por la finalización de su vida útil no fueran reemplazados en tiempo y forma, con la pérdida de valiosas capacidades, no solo para las Fuerzas Armadas, sino para el mantenimiento de la presencia del Estado en áreas de valor estratégico.

Nuestra propuesta se inspira en el modelo de la Real Flota Auxiliar de la Marina británica, por el cual el COTN – Flota Auxiliar tenga una amplia gama de misiones, con medios propios como arrendados, compuesto especialmente por tripulaciones civiles, reservistas navales y del cuadro permanente.  Los costos de su mantenimiento, serán compensados por la función supletoria de abastecer el tráfico marítimo de interés nacional, que permitirá no solo apoyar el desarrollo de áreas de importancia estratégica, sino capacitar tripulaciones.

Posible futuro buque polar argentino. 

En cuanto a las capacidades – sobre la base de la Directiva de Defensa de 2021 – se requieren los siguientes tipos de unidades:

Ø  Buque polar.  Existe una propuesta publicitada en diversos medios especializados de Aker Artic. Esta empresa finlandesa presentó su propuesta del Buque Logístico Antártico ARC 133 de unas 5.000 toneladas. Estaba previsto su construcción en Tandanor – CINAR.[1] Creemos conveniente aplicar, llegado el caso que se construya en dicho astillero, se lleve a cabo aplicando el concepto PIFLO, propuesto por el ingeniero Raúl Podetti. [2]

Ø  Buque petrolero. La baja del Ingeniero Krause, como surge del decreto 2041/2015, llevó al Astillero Río Santiago a presentar una propuesta de un barco, el ARS 8000 de 8.000 toneladas.[3]

Ø  Buque de carga general: del tipo ARS RO – LO 7000, propuesto por Astilleros Río Santiago de 7.000 toneladas y 131 metros de eslora. Su configuración permitiría cumplir funciones tanto militares como civiles. Estamos hablando de un buque portacontenedores con capacidad roll on roll off. [4]

Ø  Buque de transporte de contendores tipo feeder entre 5.000 a 10.000 toneladas. Estos son medios que conectas puertos de menor tamaño con otros más grandes, o hub, donde se transbordan contenedores a buques de mayor tamaño.

Ø  Buques tipo LCU (buque de desembarco utilitario) Es ideal para el transporte de personal, equipos, cargas secas, que pueden descargarse mediante Ro -Ro o con una grúa de cubierta. El cuanto a los desplazamientos, surgirá de requerimientos derivados del planeamiento. Estos medios pueden brindar apoyo a pequeñas comunidades costeras (marítimas y fluviales). En caso de conflicto/crisis, son medios aptos para el transporte de tropas, blindados, artillería, medios motorizados, etc.

Ø  Buques tipo Supply (buque de suministro/apoyo): son buques especializados diseñados para operar en el océano y cumplen múltiples funciones. Pueden servir como apoyo a plataformas, manejo de anclas, construcción, mantenimiento, etc.  La Flota Auxiliar británica convirtió un buque de este tipo de 6.000 toneladas en un barco de vigilancia oceánica multifunción o MROSS, convertido para albergar submarinos no tripulados. Entre sus misiones está la vigilancia y seguridad de cables y oleoductos/gasoductos submarinos. Esto es un ejemplo de la versatilidad de este tipo de buques.

Este tipo de buques por sus prestaciones, otorgarían a Transportes Navales un alto grado de flexibilidad en el empleo de los medios, tanto para la defensa nacional, como para acciones de fomento. Esto último permitirá obtener recursos para el sostenimiento de la Flota Auxiliar propuesta, además de contribuir al adiestramiento y capacitación de las tripulaciones, tanto civiles como militares, sumando horas de navegación.  En su momento barcos del COTN llevaron cargas comerciales, entre diversos puertos argentinos como también a países limítrofes. En este contexto, consideramos pertinente que la Armada tenga participación en el desarrollo del Corredor Marítimo Austral, donde buques de la Flota Auxiliar- COTN, del tipo roll on – roll off podrían ser empleados.  El fundamento reside en la posibilidad que las provincias involucradas podrían contribuir a financiar tanto la adquisición de los barcos o su operación. En caso de conflicto o crisis, uno de los buques adquiridos podría ser desplegado en apoyo a las Fuerzas Armadas. Cabe destacar que dicho proyecto fue declarado de interés nacional, por la Ley 26.776 de 2012. Por razones políticas y de presupuesto, no fue puesto en marcha. La reducción de la dependencia de la conexión entre el continente y la provincia de Tierra del Fuego, de utilizar la ruta a través de Chile, tiene su impacto, evitando la posibilidad de interrupciones, además de afectar la libre circulación de mercaderías y personas por los controles aduaneros.  Asimismo, la construcción de terminales y obras portuarias para el citado Corredor, pueden ser también de interés de la defensa nacional.

portacontenedores diseñado por Astilleros Río Santiago. 

El anuncio del establecimiento de una ruta marítima entre Ushuaia y La Plata, por medio de la empresa Patagonia Shipping Lines, es un ejemplo de la necesidad de una ruta de cabotaje entre los puertos del sur y la región del Plata. 

El potencial minero y energético de la Patagonia, sin ninguna duda demandará, inversiones en infraestructura portuaria y una flota de cabotaje para el transporte de minerales, petróleo y otros productos hacia los grandes centros de consumo. Esto puede beneficiar a la Flota Auxiliar – COTN propuesta, dado que sus buques podrán ser contratados por operadores privados o los estados provinciales para cubrir diferentes rutas marítimas nacionales como regionales. Los recursos generados contribuirán a financiar el mantenimiento y operación de las unidades de dicho componente militar.  En cuanto al desarrollo portuario, esto se vincula con la “preparación territorial” un aspecto olvidado en la Defensa Nacional en Argentina, permitiendo la existencia de instalaciones para apoyar el despliegue de medios navales, como también en tiempos de emergencia/crisis, disponer de estructuras aptas para el apoyo logístico de elementos militares de mayor magnitud a los existentes en el teatro de operaciones austral. Ello no impide la necesidad de llevar a cabo la construcción de la base naval Caleta Paula. La legislatura de la Provincia de Santa Cruz aprobó una ley 3939 declaró de interés público provincial la obra y puesta en funcionamiento del astillero de reparaciones y construcciones de Caleta Paula.[5]  La empresa SPI, que opera en dicho puerto, aspira a operar un syncrolift con capacidad de 10.000 toneladas de levante. Estamos frente una obra de impacto estratégico, que por sus prestaciones podrá apoyar los despliegues de los buques de la Armada. Las instalaciones portuarias son aptas para buques de 140 metros de eslora. Por ende, es apto para los buques logísticos propuestos en este trabajo.

Caleta Paula. 

Los Transportes Navales solo operaría en el ámbito marítimo, sino también fluvial, donde la presencia naval es muy limitada. Los medios son exiguos y anticuados. La Armada desarrolla históricamente en localidades ribereñas, la campaña sanitaria, donde intervienen diversas agencias, dado que los beneficiarios, recién apoyos de otras agencias del estado (documentos de identidad, asistencia social, etc.). El incrementar los medios, especialmente con capacidad de transporte, permitirá el incremento de los medios destinados a dichas Campañas, facilitar el despliegue de las fuerzas armadas en casos de emergencias y también brindar apoyo a las fuerzas de seguridad, además de satisfacer requerimientos de transporte civil, con su impacto para el desarrollo de poblaciones ribereñas y en el entrenamiento de tripulaciones.

La Flota Auxiliar – COTN, podrá ser una herramienta para el entrenamiento de reservistas.  Los egresados de la Escuela de Náutica, son oficiales de la reserva naval. Esto facilitará en caso de conflicto, ser movilizados y quedar bajo jurisdicción militar. El marco legal vigente, habilita también, con un curso correspondiente que egresados de las escuelas Nacional Fluvial y Nacional de Pesca, puedan ser reservistas navales. Los beneficios de ser parte de la Flota Auxiliar, no solo será percibir la remuneración que otorgue la Armada, sino en los casos que los buques y tripulaciones sean contratados para actividades comerciales, deben percibir una compensación que los equipare con las tripulaciones de operadores privados.

El desafío de financiar la construcción de la Flota Auxiliar.

El área de Defensa tiene un presupuesto fagocitado por costos de personal, agregándose el clima de austeridad fiscal, que impide plantear incrementar el gasto público para adquirir nuevos medios. El Fondo Nacional de Defensa, constituiría una herramienta ideal para financiar la adquisición de nuevos buques. Consideramos pertinente crear un fondo fiduciario, con aportes del Tesoro Nacional y recursos provenientes de la venta de bienes estatales, destinado exclusivamente a financiar la construcción de los barcos para la Flota Auxiliar.

Los estados provinciales interesados en impulsar líneas de cabotaje marítimo/fluvial, podrían ser fuente de financiamiento en la construcción de buques para la Flota citada. En otras palabras, el ahorro se canaliza en el impulso a la industria, generando empleo, unido al desarrollo de capacidades de interés tanto para el desarrollo de áreas de valor estratégico como la defensa nacional.

Las líneas marítimas/fluviales donde operen medios de la Armada, tendrán como finalidad el fomento, por ende, estará destinada a complementar al sector privado, no a competir con este.  El abrir la posibilidad que armadores privados contraten buques de la Flota Auxiliar, permitirá obtener recursos para su mantenimiento, además de incentivos económicos para sus tripulaciones.

En base al modelo MSP de Estados Unidos, proponemos crear algo similar en Argentina, lo que requerirá algunos cambios en la legislación. El programa de buques de reserva naval (BRN) consistiría en:

Ø  Incentivos fiscales y líneas de crédito para la construcción de buques de ciertas características y capacidades por parte de operadores privados. Aspectos que podrán incluir deducciones en ganancias e IVA por inversión en la adquisición de nuevas embarcaciones.

Ø  Incentivos en materia de seguridad social, con deducciones/créditos fiscales para la contratación de personal para tripular buques adquiridos en el marco del Programa BRN.

Ø  Los buques, pabellón y tripulación deben ser argentinos.

Ø  La adhesión al programa significará disponibilidad de los buques para necesidades de la Flota Auxiliar en emergencias y/o crisis. El Estado Nacional pagará el gasto que corresponda el fletamiento/charteo de los buques movilizados.

Ø  El número de buques sujetos al programa dependerá del planeamiento correspondiente.


LCU 40 ofrecido por Swiftships al mercado internacional. Una opción para la Argentina y factible de construirse en el país 

La Nueva Flota Auxiliar de la Armada Argentina

La Directiva de Defensa de 2021, sostiene la necesidad de incrementar las capacidades de transporte táctico y estratégico, en el marco de las misiones principales y complementarias, destacándose la importancia del apoyo logístico a la presencia en el Sector Antártico Argentino.  El “Escenario Sur” la citada Directiva la considera un área de carácter autónomo en el marco de la Misión Principal del INSTRUMENTO MILITAR y cooperativa en cuanto al apoyo a otras agencias del Estado en el marco de las Misiones Complementarias. Tal como fue descrito en el Capítulo II de la presente Directiva, este último escenario constituye un sistema geoestratégico que comprende a la PATAGONIA ARGENTINA, al SECTOR ANTÁRTICO NACIONAL, al ATLÁNTICO SUR y a las ISLAS MALVINAS, GEORGIAS DEL SUR y SÁNDWICH DEL SUR Y LOS ESPACIOS MARITÍMOS E INSULARES correspondientes. Ello tiene una serie de desafíos, especialmente en materia de infraestructura, donde cobra relevancia el transporte marítimo. La situación actual es crítica, donde prácticamente el Comando de Transportes Navales solo existe en el papel.

Las políticas en nombre de la “reforma del Estado” y la “desregulación” en un sector de valor estratégico, terminó con la marina mercante reducida a la mínima expresión – unos 40 buques de diversos tipos – impactando en el desarrollo del país, como también en la defensa nacional. Una crisis de magnitud, sería imposible movilizar los recursos de la marina mercante como lo fue en 1982.  Hemos llegado a una situación donde no solo está afectado el sostén logístico de las bases en el sur del país, sino las campañas antárticas, esfuerzo que recae mayoritariamente en el rompehielos ARA Almirante Irízar.

En este trabajo proponemos reconstruir el Comando de Transportes Navales, como una Flota Auxiliar, con mayores capacidades, destinadas a no solo a satisfacer aspectos logísticos de las Fuerzas Armadas, sino incrementar la presencia del Estado en áreas de valor estratégico desarrollando una serie de actividades, que irán desde participar en la conexión entre el continente y la provincia de Tierra del Fuego, líneas marítimas y fluviales de fomento, campañas de apoyo a la comunidad, junto con el desarrollo de una nueva base naval (Caleta Paula), que contribuirá a extender el radio de acción de la Flota de Mar (FLOMAR).  Ello demandará una serie de medios con ciertas capacidades, que van desde un buque polar para las campañas de verano; un buque tanque, vinculado a brindar apoyo a los medios de la FLOMAR; buques de carga general, aptos para cubrir la línea Buenos Aires – Ushuaia; buques tipo Supply, medios aptos para el empleo de submarinos autónomos, apoyo a buzos, operar como buque taller, etc; barcos LCU (embarcación de desembarco utilitaria), aptos para operaciones anfibias, como también poder ser empleados en apoyo a poblaciones ribereñas; Buque de transporte de contendores tipo feeder.  Las tripulaciones estarán compuestas por personal de marina mercante, reservistas como personal del cuadro permanente.

La Flota Auxiliar, permitirá entrenar personal de la reserva naval, como también de la marina mercante, siendo este último caso, tanto para el ámbito civil, como también eventuales reservistas de la Armada en caso de crisis.

Los recursos impedirán disponer de todos los medios necesarios, es por ello, a través de un programa de incentivos, la marina mercante podrá complementar con sus barcos, capacidades que sean necesarias. Esto servirá también como herramienta para promover la expansión de la flota mercante argentina e impulsar las construcciones navales, con su impacto en el desarrollo.

 Bibliografía

COSTA CASALINS, Alberto (1958): Los transportes navales y la costa sud.  Tesis Doctoral. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Económicas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Disponible en: https://share.google/2mi5IXZGEmrEnrUtD. 

DE LUCA, Cesar Alberto (2021). Los transportes navales modernos para la realización de las operaciones de las Fuerzas Armadas. (Trabajo Final Integrador). Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

FERNANDEZ VEGA, Manuel: “Marina Mercante y Operaciones Navales” en Revista Marina 1/92, Santiago de Chile, 1992. 

LOMO, Diego Gastón (2021): La modernización del Comando de Transportes Navales (COTN) para contribuir al sostén logístico de las Fuerzas Armadas. (Trabajo Final Integrador). Escuela de Guerra Naval. Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Disponible: https://cefadigital.edu.ar/handle/1847939/2105. 

MILIA, Fernando: Estrategia y poder militar: bases para una teoría estratégica. Instituto de Publicaciones Navales. 1965. 

PODETTI, Raúl Rafael y Raúl Eugenio: Industria Naval Argentina – 100 años. Edición del Autor. Buenos Aires, 2018

Posted on Leave a comment

Sospechosa coincidencia de virus en Cuba obliga a recordar el pasado

.

Por Arthur González.

Las autoridades sanitarias cubanas reportan desde julio 2025 la presencia e incremento del virus del Chikungunya, situación que no se detectaba en la Isla desde el año 2015.

El brote actual de esta arbovirosis se detectó en la provincia de Matanzas, donde está enclavada la playa de Varadero, uno de los destinos turísticos de sol y playa más importantes del país, con el mayor número de visitantes al ser considerada entre las mejores playas del mundo según instituciones internacionales, con excelentes hoteles administrados por prestigiosas cadenas internacionales.

Los primeros casos diagnosticados fueron en el municipio de Perico, seguido en el de Máximo Gómez, ambos en Matanzas.
¿Será una causalidad la aparición de este brote en esa provincia, que puede afectar la mayor entrada de divisas al país en momentos de la crisis económica que atraviesa Cuba?

Eso sucedía precisamente en la etapa donde el Ministerio del Turismo cubano lanzaba en varias ferias internacionales de Asia, Europa y América Latina, la campaña de la temporada de verano y de invierno para el turismo internacional.

El brote avanzó rápidamente en los municipios de Matanzas y Cárdenas, donde reside la mayor parte de los trabajadores del turismo en Varadero, los que pueden enfermarse y transmitirla a los turistas, pues el vector son los mosquitos Aedes Aegypti y el Culex, muy abundantes en esta época del año.

Llama la atención que el martes 30 de septiembre de 2025, el gobierno de Estados Unidos haya emitido una alerta sanitaria para sus ciudadanos en Cuba ante el brote de Chikungunya, cuando los estadounidenses tienen prohibido viajar a la Isla como turistas y el presidente Donald Trump eliminó las licencias que permitían visitar Cuba, lo que traslada una alarma a todos los posibles visitantes de otras partes del mundo.

Dicha alerta fue respaldada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), subrayando “la necesidad de reforzar las precauciones para quienes tienen prevista una estadía en el país”, compartido por la embajada en La Habana bajo el argumento de dar asistencia consular a los ciudadanos estadounidenses. A la nota le añadieron los síntomas, riesgos específicos y directrices sanitarias, recomendando no viajar a mujeres embarazadas, adultos mayores, recién nacidos y pacientes con enfermedades crónicas como diabetes o afecciones cardíacas.

¿Por qué esta alerta cuando es mínimo el número de visitantes estadounidenses a la Isla?

El CDC publicó en su sitio web una información relevante para viajeros, en la cual invita a consultar el apartado específico sobre “Chikungunya en Cuba”. Además, Vax-Before-Travel en su actualización sanitaria de septiembre de 2025, incluyó a Cuba junto a otros países con brotes activos, entre ellos varias regiones de África y Asia.

Este brote nos obliga a recordar lo sucedido en mayo de 1981, cuando se detectó de manera similar la epidemia de Dengue Hemorrágico, sepa Nueva Guinea 1944-02 creada en laboratorios yanquis, donde en poco más de cuatro meses se diagnosticaron 344,203 casos del serotipo 2 del virus del Dengue, que causó la muerte de 158 personas, de ellas 101 niños.

Los primeros casos fueron detectados en el municipio Boyeros, donde está enclavado el Aeropuerto Internacional José Martí, algo similar al brote del Chikungunya en Matanzas, también cerca del Aeropuerto Internacional Juan Gualberto Gómez, por el que arriban y parten más del 70 por ciento de los turistas que visitan el balneario de Varadero.

Nunca podremos olvidar lo que declaró en la Corte de New York en 1984 Eduardo Arocena, asesino terrorista de origen cubano y miembro de organizaciones anticubanas al servicio de la CIA:

“Pertenezco a un grupo cuya misión era la de obtener ciertos gérmenes patógenos e introducirlos en Cuba”. (página 2189, 1984. Expediente 2 FBI-NY 185-1009).

William Turner, exagente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y Warren Hinckle, destacado periodista, escribieron un libro donde afirman que Estados Unidos utilizó la guerra biológica contra Cuba durante la administración de Nixon y que la CIA comprometió a Estados Unidos, en una guerra secreta no declarada e ilegal contra Cuba durante más de 20 años.

Cuba ha sido víctima de decenas de acciones de guerra biológica de Estados Unidos para afectar su economía, como fue la fiebre porcina africana por la cual hubo que sacrificar en dos ocasiones la masa porcina y el actual brote también puede afectar el turismo, un sector que desde hace algunos años es blanco de fuertes campañas mediáticas para tratar de impedir la entrada de dinero al país e incluso presiones sobre líneas aéreas, agencias de reservaciones y otros receptivos que promocionan el turismo hacia la Isla.

El Chikungunya se detectó por primera vez en 1952 en Tanzania y Cuba nunca padeció de ese virus hasta hace muy pocos años.
Por tanto, estas epidemias no pueden ser tan casuales, porque la guerra biológica contra Cuba tiene larga data y siempre con el fin de dañar su economía.

No se equivocó José Martí al apuntar: “Las verdades reales son los hechos”.

Posted on Leave a comment

Ucrania ¿la suerte está echada?

Publicado por Dr. Suarez Saponaro

el

El mundo tuvo sus ojos puestos en la ciudad de Anchorage, en el estado de Alaska, Estados Unidos. El presidente Donald Trump de Estados Unidos y su par ruso, Vladimir Putin, se sentaron a dialogar sobre la guerra de Ucrania. Los grandes ausentes de este proceso: Ucrania y la Unión Europea. Desde el punto de vista simbólico, el Kremlin, obtuvo una victoria… que Washington dialogará de igual a igual con Rusia.

Por el Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Especial para LA POLIS. Desde Buenos Aires

La reunión entre los jefes de Estado de Rusia y Estados Unidos se llevó a cabo en Fort Richardson y se estima que duró unas tres horas. El presidente Trump señaló que lograron “grandes avances” pero el ansiado alto el fuego en Ucrania no fue alcanzado. El líder estadounidense dio un claro mensaje a Kiev y Bruselas, que no “ponga piedras en el camino” ni “hagan provocaciones”. El presidente Zelensky de Ucrania, hizo un llamado para alcanzar una paz justa y poner fin a la guerra. Trump dejó en claro que no negociaría en nombre de Kiev y en el caso de negociar intercambios territoriales, era una cuestión entre Ucrania y Rusia. Escenario que el gobierno ucraniano rechaza de plano con apoyo de la UE, especialmente de Francia, Alemania y Reino Unido.

La cuestión del alto el fuego, el presidente Trump responsabiliza al presidente ucraniano. Entendemos que un mecanismo de presionar a Kiev para sentarse a la mesa de negociaciones. Este es el escenario que busca la Casa Blanca, para mostrar su liderazgo en la solución del conflicto. Esto se inserta en una cuestión ideológica, donde el nacionalismo trumpista busca revitalizar el concepto de “estado – nación” frente al globalismo y planteando un nuevo enfoque de las relaciones internacionales de Estados Unidos. Postura que se remonta a la polémica que hubo en torno al candidato conservador Pat Buchanan, cuyas ideas retomó Trump veinte años después.  Desde su perspectiva, el liderazgo de Estados Unidos en el mundo está decayendo, abriendo las puertas al abuso por parte de aliados y adversarios. Asimismo, ha sido un duro crítico de las intervenciones en el exterior, especialmente en Afganistán (donde lideró la retirada de Estados Unidos y el triunfo talibán) e Irak.  La Casa Blanca bajo la administración “trumpista” se apega al concepto de realismo en materia de política exterior, donde prevalece por, sobre todo, la seguridad e intereses. Hay un cuestionamiento al orden internacional basado en valores e instituciones – por ejemplo, la ONU es eje de duras críticas – y sostienen que las grandes potencias mundiales buscarán de manera inevitable, establecer sus propias zonas de influencia. El reconocimiento y la consideración de Trump por la oposición de Rusia a la adhesión de Ucrania a la OTAN pueden interpretarse como un reflejo de este enfoque por parte del propio jefe de estado estadounidense. Cabe destacar que el “trumpismo” rechaza de plano el wilsonianismo o internacionalismo liberal de Wilson, que marcó a la política exterior de Estados Unidos, en particular los tres principios o ejes de dicha corriente: la concepción legalista del orden internacional (eje legalista); el multilateralismo institucionalizado (eje multilateralista o institucionalista); y la defensa de la democracia en el mundo (eje democrático).

Trump aboga por un orden internacional basado en el poder y no en el Derecho Internacional. Considera el mismo tiene en la política exterior y la política internacional un papel de regulación mínima entre estados. Existe una aversión clara al multilateralismo y esto queda reflejado en la actitud que tiene el presidente norteamericano con Zelensky y la Unión Europea.  El nacionalismo de Trump, no tiene lugar para el derecho internacional, que está por debajo de su concepción de soberanía. En otras palabras, no cree en las instituciones internacionales, ni que pueda existir un ordenamiento superior al concepto de Estado. Sin ninguna duda una visión muy diferente que tienen los aliados de Estados Unidos en Europa. El concepto de “America First” conduce al unilateralismo, agregándose una narrativa por la reivindicación de la política exterior de Estados Unidos de fines del siglo XIX, que sirve de sustento para fuertes inversiones en el campo militar y también para movilizar la opinión pública doméstica.

La alianza China y Rusia está fuera de discusión.

La experiencia empresarial de Trump, impacta en las decisiones políticas, que son de carácter “transaccional” y esto se traduce en la política internacional. Generalmente parte de una propuesta radical, rozando la amenaza, como punto de partida en sus negociaciones. Los ejemplos evidentes, la cuestión de Groenlandia para evitar la influencia china y el Canal de Panamá, que quedó en manos la gestión de sus puertos de una empresa de Estados Unidos. La “teoría del loco” aplicado en su momento por Nixon, es empleada por Trump, explotando su carácter imprevisible para desorientar a propios y ajenos, y estar una mejor posición a la hora de negociar. Zelensky lo vivió en carne propia en un encuentro que dio la vuelta al mundo.

Los aspectos centrales de la cumbre Trump Putin en Alaska.

El presidente Putin, como Trump, no dieron detalles de la reunión como de los puntos discutidos en la reunión, solo hablaron en términos generales. El líder ruso señaló que las conversaciones fueron “constructivas”. En la reunión participaron Trump por su jefe de la diplomacia, el Secretario de Estado, Marco Rubio y el enviado especial para Rusia, Steve Witkoff, y Putin por el titular de Exteriores del Kremlin, Serguéi Lavrov y el consejero diplomático Yuri Ushakov.  En la rueda de prensa, Trump señaló «Llamaré a la OTAN dentro de un rato, llamaré a las personas que considero oportunas y, por supuesto, llamaré al presidente Zelenski para informarles sobre la reunión de hoy. En última instancia, la decisión depende de ellos».

El presidente ruso en la conferencia de prensa, luego de la reunión con su par estadounidense, hizo hincapié en la vecindad de ambos países y los lazos entre Estados Unidos y Rusia, destacando la ayuda de Washington en la Segunda Guerra Mundial. Sobre dicha “herencia” el presidente Putin señalo que “nos hará construir vínculos mutuos beneficios (…) incluso en este momento, hasta en las peores condiciones”.  En el discurso del líder ruso, podemos destacar los siguientes aspectos:

  • Destacó los altibajos en las relaciones entre ambos países, señalando la importancia de restablecer el diálogo y la buena sintonía en las conversaciones con su par norteamericano.
  • La guerra de Ucrania es una tragedia, resaltó el origen común con Rusia.
  • Destaca que ambas partes quieren poner fin al conflicto
  • Necesidad de eliminar las raíces principales del conflicto.
  • Establecer un acuerdo de seguridad, restableciendo un equilibrio, que incluya a Europa y todo el mundo.
  • Coincidencia sobre la necesidad de establecer garantías de seguridad para Ucrania.
  • Voluntad para un camino para alcanzar una paz duradera, siempre y cuando la Unión Europea y Ucrania: “Espero que el acuerdo al que hemos llegado juntos nos ayude a acercarnos a ese objetivo y allane el camino hacia la paz en Ucrania. Esperamos que Kiev y las capitales europeas lo perciban de manera constructiva y no pongan trabas al proceso.”
  • Destaca si en 2022, si Trump hubiera sido presidente, la guerra de Ucrania se pudo haber evitado.
  • Abrir el diálogo para la cooperación económica y tecnológica, señalando que existe un enorme potencial en materia de inversiones, especialmente en el Ártico y el Lejano Oriente ruso. Ante de ello hay que “dar una vuelta de página”.

Asimismo, Putin invitó a Trump a Moscú, quién le contestó: “»Que interesante (sonrisa) me tomó de sorpresa, quizás sea”. En cuanto al presidente estadounidense, señaló que la reunión con su par ruso, que hubo avances importantes en las conversaciones, siempre en buena sintonía, a pesar de los intereses encontrados entre las partes. El presidente estadounidense dijo que las negociaciones están encaminadas alcanzar importantes acuerdos, asumiendo la responsabilidad de comunicar los resultados de la reunión al presidente ucraniano Zelensky y a los aliados de la OTAN. Destacó el potencial en materia de negocios e inversiones, y señaló que tiene una “relación fantástica” con su par ruso. Existen “buenas oportunidades” cuando “esto se acabe (guerra)” agregando que “tenemos grandes oportunidades, no lo logramos hoy, pero estamos en el camino” en referencia que no hubo un acuerdo definitivo sobre la guerra de Ucrania.

La cumbre significó para Rusia, una victoria política. Dicho país rompió con el aislamiento internacional y Putin logró que Estados Unidos mantuviera excluido de las negociaciones a Ucrania, logrando el estatus de gran potencia.  La advertencia de la Casa Blanca de aplicar sanciones en caso de no alcanzar un acuerdo sobre Ucrania, quedó sin efecto, siendo otro triunfo para el Kremlin.  El presidente Trump al parecer se mostró favorable a la tesis de Rusia de hablar de un acuerdo de paz duradero por sobre un alto el fuego.

President Donald Trump and Russian President Vladimir Putin speak Friday, Aug. 15, 2025, at Joint Base Elmendorf-Richardson in Anchorage, Alaska. (Photo by James Brooks/Alaska Beacon)

La respuesta dada por Trump a un periodista de Fox News sobre las posibles concesiones territoriales que darían a Rusia y eventuales garantías de seguridad de Estados Unidos para Ucrania: «Bueno, creo que esos son puntos que negociamos y en los que en gran medida estamos de acuerdo», constituyen una prueba que, en el futuro Ucrania, deberá aceptar cambios territoriales y realizar concesiones para alcanzar la paz. En los principales medios internacionales, trascendió que el presidente Trump les dijo a los líderes europeos, que la condición que impone Rusia para alcanzar la paz, es la cesión de la región del Donbás. Putin asumió el compromiso, en caso de aceptar sus exigencias, cesarían los ataques y mantendría las líneas de frente en el resto de Ucrania, siempre manteniendo las exigencias sobre la reducción de las capacidades militares de Kiev, el no ingreso a la OTAN y un estatuto de neutralidad.

Los jefes de estado y de gobierno del grupo Nórdico-Báltico Ocho, emitieron un comunicado como respuesta a la cumbre de Alaska: “no se debe tomar ninguna decisión sobre Ucrania sin Ucrania, y no se debe tomar ninguna decisión sobre Europa sin Europa (…) Para lograr una paz justa y duradera, el siguiente paso debe darse junto con Ucrania. Solo Ucrania puede tomar decisiones respecto a su futuro”. Asimismo, señalaron que el presidente Putin no es de fiar y que la responsabilidad de la guerra, es exclusivamente de Rusia y rechazaron cualquier veto de Moscú al ingreso de Ucrania a la Unión Europea y la OTAN. Los estados de dicho grupo asumieron públicamente el compromiso de seguir enviando ayuda militar. Un escollo para Trump, cuando busque consensos para incorporar a los estados europeos a un hipotético proceso de paz.

El presidente Zelensky planea reunirse con su par estadounidense, siendo posible que sea acompañado por un líder europeo. El presidente de los Estados Unidos, declaró que buscará una reunión con participación de líderes de Ucrania, Rusia y la nación norteamericana.  

La realidad en el campo de batalla, más allá de las narrativas de las partes involucradas, indican que las cosas no están saliendo bien para Kiev.  Es por ello que se alzaron voces favorables a la paz, cuando hasta no hace mucho, apostaron por la escalada. Ejemplo de ello, lo tenemos con el primer ministro canadiense Mark Carney, quién tiene profundas diferencias políticas con Trump, declaró sobre las negociaciones para alcanzar la paz entre Kiev y Moscú, está “creando la oportunidad de poner fin a la guerra ilegal de Rusia en Ucrania”.

El tímido acercamiento Moscú – Washington, reflejando en Alaska, no solo se inserta con la visión “trumpista” de la política internacional como señalamos anteriormente, sino como parte de una maniobra mucho más compleja, buscar de alguna manera generar fisuras en la alianza China – Rusia.  El presidente Trump considera que el principal desafío para su país lo constituye el ascenso de Pekín, la segunda economía del mundo. Es muy poco probable que el Kremlin, tome distancia de su aliado chino, que ha sido la principal válvula de escape para eludir sanciones internacionales. Putin es consciente de la dependencia generada por las sanciones internacionales y busque de manera inteligente, incrementar las fuentes de inversión, entre ellos con capitales de Estados Unidos, especialmente en el Lejano Oriente ruso, el área desde la geopolítica rusa, más vulnerable y reducir el clima de confrontación en el Ártico. En dicho espacio, Moscú impulsa una nueva ruta marítima, favorecida por el cambio climático, siendo una suerte de alternativa a las rutas controladas por China y otros actores en conflicto o competencia geopolítica con Estados Unidos y sus aliados.

¿La suerte está echada?

La decisión de Donald Trump de impulsar un diálogo bilateral con Rusia respecto a Ucrania, sin ninguna duda se conecta con la situación militar.  Existen avances en la zona de Pokrovsk, un importante nudo de comunicaciones en la región del Donbás. Las fuerzas ucranianas oponen una fuerte resistencia, pero al parecer el avance ruso continúa. Kiev tiene serios problemas de reclutamiento y reposición de pérdidas de personal. La tasa de deserciones se incrementó sustancialmente (años de guerra afectan la moral de combate). La 155ª brigada “Ana de Kiev” instruida en Francia, tuvo 1.700 desertores, de un total de 5.000 efectivos. La guerra “devoró” profesionales de carrera, que han sido reemplazados por reservistas con una formación que no es adecuada a las exigencias del campo de batalla. La dependencia del asesoramiento de los países de la OTAN es total por parte de Ucrania, dado que existen serios problemas en materia de planeamiento, gestión logística y administración.  La ofensiva sobre Kursk, en Rusia, insumió valiosos recursos, por una razón meramente política, sin resultado en el plano estratégico. Las fuerzas del Kremlin cuentan con un sistema de rotación, incentivos a voluntarios – muchos soldados provienen de minorías étnicas y con una carga de resentimiento hacia los eslavos, los hace especialmente agresivos con los ucranianos – y una amplia reserva de recursos entrenados.  La corrupción es un mal endémico, donde hubo un escándalo donde quedó al descubierto un aceitado sistema donde por dinero, muchos podían eludir ir al frente, como también los sobreprecios de los proveedores del Ministerio de Defensa ucraniano. Esto le costó en 2024 el cargo a su titular Oleksiy Reznikov y la presión abierta de la OTAN de modificar el sistema de adquisiciones y gestión logístico de las fuerzas ucranianas.

Zelensky se aferra al apoyo que brindan Reino Unido, Francia y Alemania, de negarse a cualquier concesión territorial y adoptar posturas intransigentes como la adhesión a la OTAN.  Los europeos – excepto Hungría – se muestran favorables a endurecer las sanciones contra Rusia. Esto entra en colisión con la postura del presidente Trump, siendo Estados Unidos el principal apoyo al esfuerzo de guerra de Kiev, quién está presionando para que Ucrania alcance un acuerdo. El presidente estadounidense, tiene promesas de campaña que cumplir a sus electores en materia de política exterior, donde la cuestión de Ucrania tiene un papel relevante. Trump asumió el compromiso de poner fin a la guerra, es una cuestión de prestigio personal, además, tal vez, exista el temor que Kiev en algún momento empiece a ceder aún más, dado la sangría que implica la guerra, donde claramente su frente interno está agotado y con signos de desmoralización.

La guerra es un gran negocio para poderosas corporaciones, que seguramente deben haber hecho contribuciones a muchas carreras políticas en la Unión Europea, unido al impacto que tienen las industrias de defensa en la economía de muchos países europeos al generar empleos, ante economías golpeadas por la competencia china y la “guerra arancelaria” de Trump. Seguramente existen poderosas “influencias” para que el drama de la guerra continúe.  Rusia explota con habilidad las contradicciones que hay en el seno de la OTAN y aumentar la presión sobre Ucrania. El Kremlin se ha mostrado sumamente hábil en el manejo del “tempo estratégico” o sea la gestión del tiempo enfocado a las acciones que contribuyen a la planificación y ejecución de objetivos a largo plazo: la anexión de los territorios orientales de Ucrania y evitar la incorporación de este país a la OTAN.

En el marco de este drama, observamos como las instituciones internacionales están completamente ausentes. Kiev se aferra a los europeos, que han sido marginados por Trump en las conversaciones bilaterales con Rusia. Zelensky parece no querer ver, desde el punto de vista de la Casa Blanca, no es un aliado, sino un mero peón del ajedrez geopolítico y llegado el caso, si es necesario, Washington no dudará en sacrificarlo para preservar sus propios intereses.

Compártelo:

https://widgets.wp.com/likes/index.html?ver=20250924#blog_id=157535647&post_id=6206&origin=lapolisuy.wordpress.com&obj_id=157535647-6206-68d34f92defac

Relacionado

Ucrania: la hora de pagar los “favores” de Occidente26 febrero, 2025En «Internacional»

Guerra de Nervios. La crisis de Ucrania27 enero, 2022En «Análisis»

Putin: Un Zar para todas las Rusias.13 julio, 2020En «Internacional»

destacadoDonald TrumpEstados UnidosGuerra de UcraniaOtanRusiaUnión europeaVladimir Putin

Navegación de entradas

Entrada anteriorElecciones en Bolivia, ¿continuidad o cambio?

Entrada siguienteLa Guerra de Irán – Irak: el conflicto que consolidó la revolución islámica iraní

Deja un comentario

Búsqueda:

Buscar:

Contenidos por categoría:

Contenidos por categoría:  Elegir la categoría  Análisis  Argentina  Gráficos y mapas  Internacional  Opinión  Reseña de libro  Sin categoría 

Posted on Leave a comment

Estados Unidos da asilo en su territorio a decenas de terroristas y prófugos

by Agaton miércoles, agosto 24, 2011

**** Promotor de una llamada “lista de países patrocinadores del terrorismo” que tiene como real propósito de denigrar a países que rechazan sus políticas de dominio, Estados Unidos da asilo a decenas de terroristas, prófugos y estafadores de todos tipos reclamados por distinto países de América Latina.

El sitio web contrainjerencia.com ha establecido, desde principios del año, una lista de los fugitivos más conocidos.

Son unos sesenta los delincuentes que identificó como prófugos latinoamericanos radicados en territorio estadounidense, la mayoría de ellos con pasado terrorista.

Con la comunidad cubanoamericana de Miami, el “Fichero” tuvo que limitarse a los más “famosos” de los terroristas y sicarios. 

La caída del régimen de Fulgencio Batista, sostenido por Washington, marco la llegada al sur de la Florida de miles de cómplices de la dictadura que la CIA luego reclutó para las operaciones terroristas que ejecutó y encubrió contra la revolución cubana.

Varios cómplices de accciones terroristas ocurridas en Venezuela, en los últimos años, han encontrado en EEUU un asilo seguro tal como varios de los autores de la conspiración asesina de Santa Cruz, Bolivia.

Entre otros individuos que promovieron el uso del terror en distintos países del continente y que hoy radican en Estados Unidos con el conocimiento y la aprobación del Departamento de Estado, contrainjerencia.com identifica los siguientes personajes (por orden de inscripción):

  • Alejandro Melgar, cabecilla de la conspiración de Santa cruz, este negociante boliviano, radicado en EEUU con la entera complicidad de las autoridades migratorias.
  • Angel de Fana Serrano, participó en 1997, en Isla Margarita, a un complot para asesinar al lider cubano Fidel Castro durante la durante la Cumbre Iberoamericana. Socio de Luis Posada Carriles. De Fana conspiró también para asesinar al presidente Chavez.
  • Armando Valladares, cómplice del intento de magnicidio de Santa Cruz, Bolivia, y de varios actos terroristas,fue preso en Cuba por poner bombas en tiendas y retomo su trabajo con la CIA desde su salida de la isla.

–  Carlos Alberto Montaner, vive desde varias decadas de sus prestaciones contra Cuba. Prófugo de la justicia cubana por poner bombas en tiendas y cines en 1960, fue miembro de la red terrorista de Orlando Bosch. Tiene residencias en EEUU y España.

  • Gaspar Jiménez. asesino del diplomatico cubano Dartagnan Díaz Díaz, cómplice de Luis Posada Carriles y condenado por terrorismo en Panamá. radicado en Miami con protección del FBI.

–  Guillermo Novo Sampoll, terrorista,cómplice del asesinato del ex ministro chileno Orlando Letelier, torturador del plan Cóndor, asesino de dos diplomáticos cubanos en Argentina, cómplice de Luis Posada Carriles y condenado por terrorismo en Panamá. Radicado en Miami.

–  Huber Matos,traidor cubano conocido por haber dirigido acciones terroristas. Sus lazos con el mundo del narcotráfico centroamericano son tan conocidos como los de su hijo, refugiado en Costa Rica. Radicado en Miami.

–  Hugo Acha Melgar, financista de la pandilla terrorista conformada por neonazis hungaros y croatas que intentaron asesinar al presidente boliviano Evo Morales en 2009 en el complot de Santa Cruz. Radicado en EEUU.

–  Joaquim Chaffardet, ex directivo de la policía secreta venezolana, vinculado al terrorista internacional Luis Posada Carriles. fue formado por los servicios de inteligencia de EEUU en la Escuela de las Americas (SOA). radicado en EEUU.

–  Jose Antonio Colina Pulido, responsable de atentados con bombas contra oficinas diplomáticas de España y Colombia en Caracas en 2003. Radicado en Miami con varios complices.

–  Nelson Mezerhane, financista estafador, accionista de Globovision,aparece entre los principales sospechosos del asesinato del fiscal Danilo Anderson. Desapareció de Caracas robándose siete millones de dolares. Radicado en EEUU.

  • Patricia Poleo, cómplice del asesinato del fiscal venezolano Danilo Anderson. Se encuentra detrás de distintas operaciones CIA realizadas con lala embajada norteamericana de Caracas contra la revolución bolivariana. Radicada en Miami.

–  Pedro Remón, sicario de la CIA, asesino de Félix García Rodríguez y Eulalio Negrin, en Nueva York; cómplice de Luís Posada Carriles, condenado por terrorismo en Panamá. Radicado en Miami con protección del FBI.

–  Luís Posada Carriles, agente de la CIA y terrorista internacional. Tiene un interminable historial de crímenes. Reclamado por Venezuela por los 73 homicidios del avión cubano destruido en pleno vuelo. Radicado en Miami.

  • Reinol Rodríguez, asociado a Luís Posada Carriles: cómplice del asesinato en Puerto Rico de Carlos Muñiz Varela. Actual jefe militar del grupo terrorista Alpha 66, tolerado por el FBI. Radicadoen Miami.
  • Roberto Martín Pérez, hijo de uno de los mas famosos esbirros de la dictadura de Batista, ex jefe del Comité paramilitar de la Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA).

–  Raúl Díaz, condenado por ataques con explosivo C4 a dos embajadas en Caracas, ocurridos en el 2003. Radicado en Miami.

  • Carlos Yacaman, hondureño, asesino del ex ministro de vivienda de la administración Zelaya, Roland Valenzuela. Se encuentra en miami.
  • Branko Marinkovic, lider opositor boliviano de Santa Cruz, principal financista y cómplice de la banda terrorista desarticulada en 2009. Marinkovic entrego 200 mil dólares a los terroristas para la compra de armas. Vive en Miami.

–  José Guillermo García, general salvadoreño, ex ministro de defensa, torturador y responsable del asesinato de cuatro monjas norteamericanas. Asilado en EEUU.

  • Carlos Vides Casanova, ex jefe de la guardia nacional de El Salvador, torturador y responsable del asesinato de cuatro monjas norteamericanas. Asilado en EEUU.

–  Michael Townley, oficial de la policía secreta de Pinochet, cómplice del asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier. Radicado en Miami.

–  Santiago Álvarez Fernández Magriña, terrorista y traficante de armas cubanoamericano, cómplice de Posada Carriles. Radicado en Miami.

  • Osvaldo Mitat, terrorista y traficante de armas cubano, cómplice de Posada Carriles.Radicado en Miami.

–  Hector Alfonso Ruiz alias Héctor Fabian, terrorista cubano, coloco bombas en sedes diplomáticas, asociado a Posada Carriles, radicado en Miami.

  • Ramón Saúl Sánchez, sicario de Omega 7, cómplice de Eduardo Arocena y Pedro Remón. Radicado en Miami.

–  Rodolfo Frómeta, terrorista cubano, jefe de comandos F4, autor confeso de acciones terroristas contra Cuba, radicado en Miami.

  • Roberto Guillermo Bravo, militar argentino, responsable de la masacre de Trelew que costó la vida a 16 jovenes revolucionarios; vive en Miami.

–  Virgilio Paz Romero, cómplice del asesinato del canciller chileno Orlando Letelier y su colaboradora Ronni Moffitt, indultado por George W. Bush, Radicado en Miami.

–  José Dionisio Suárez Esquivel alias Charco de Sangre,cómplice del asesinato del canciller chileno Orlando Letelier y su colaboradora Ronni Moffitt, liberado por George W. Bush. Radicado en Miami.

  • Félix Rodríguez Mendigutía alias El Gato, agente CIA, ordenó el asesinato de Ernesto Che Guevara, cómplice de Posada Carriles en base salvadoreña de Ilopango en trafico armas contra cocaína. Radicado en Miami.

–  Salvador Romani, presidente de la terrorista Junta Patriótica cubana en Venezuela, asaltante de la embajada cubana en Caracas, cómplice del asesinato del fiscal Anderson. Radicado en Miami.

  • Johan Peña, ex comisario de la DISIP venezolana, colocó la bomba que mató al fiscal Anderson. Vive en Miami.

–  Jaime García Covarrubias, ex jefe represor de Pinochet, acusado de torturas y asesinatos, hoy profesor en academia del Pentagono, en Washington, EEUU

–  José Basulto, terrorista cubanoamericano, agente de la CIA, jefe de Hermanos al Rescate, y autor de provocaciones asesinas. Vive en Miami.

  • Inocente Orlando Montano, coronel salvadoreño reclamado por justicia española por asesinato de jesuitas. asilado en EEUU.

–  José Guevara, ex agente de la DISIP venezolana. Participó desde Miami en el complot para asesinar fiscal venezolano Danilo Anderson. asilado en EEUU bajo proteccion del FBI.

En Miami, decenas organizaciones cubanoamericanas vinculadas al terrorismo siguen activas aunque el FBI conoce perfectamente su relación con actividades violentas. 

Los grupos terroristas Alpha 66 y Comandos F4 predican abiertamente el uso del terror contra Cuba mientras las actividades de apoyo a acciones terroristas de directivos de la FNCA y del Cuban Liberty Council ha sido denunciadas públicamente en distintas oportunidades.

Nada sorprende a nadie en esta materia en el estado del representante Connie Mack quién sugirió el asesinato del presidente venezolano Hugo Chávez, y de su colega Ileana Ros-Lehtinen quién propuso en una entrevista con la televisión británica la eliminación física del líder cubano Fidel Castro.

Ros-Lehtinen es Presidente honorario del Fondo de defensa del terrorista Luis Posada Carriles. 

Su colega del Senado, Robert “Bob” Menéndez se reunió el último 17 de mayo con Luis Posada Carriles, en un restaurante de West New York, para celebrar su indulto por un tribunal tejano.

JEAN-GUY ALLARD –

Posted on Leave a comment

Marco Rubio, la política exterior de EE. UU. y el recrudecimiento de la agresión hacia Cuba

Marco Rubio, la política exterior de EE. UU. y el recrudecimiento de la agresión hacia Cuba
José Díaz, Las Palmas de Gran Canaria
Lectores@DiarioSigloXXI jueves, 11 de septiembre de 2025, 09:42 h (CET)
La política exterior de Estados Unidos se ha caracterizado durante mucho tiempo por sus intentos de dominar la vida política y económica de América Latina. Desde el siglo XIX y la Doctrina Monroe, Cuba ha sido un objeto central de estas ambiciones imperiales. Aunque muchos políticos estadounidenses han desempeñado papeles en el mantenimiento del bloqueo y el aislamiento de La Habana, el senador Marco Rubio destaca como uno de los más fervientes defensores de las medidas punitivas. Su carrera política revela no solo la persistencia de las mentalidades de la Guerra Fría, sino también cómo motivaciones personales y electorales convergen para perpetuar una política de agresión contra Cuba. En defensa de Cuba, es necesario criticar el papel de Rubio, no solo como legislador individual, sino como representante de una hostilidad arraigada y como figura que obstruye activamente la soberanía, la independencia y el derecho a la autodeterminación de la isla.
Hijo de inmigrantes cubanos, Marco Rubio se ha presentado constantemente como una voz de las comunidades de exiliados en Florida. Sin embargo, en lugar de representar la diversidad del exilio cubano, ha optado por amplificar a los sectores más conservadores y radicales, en particular aquellos comprometidos con el derrocamiento del proyecto socialista cubano. Su capital político se ha construido a partir de convertir el dolor del exilio en una plataforma que demoniza al Estado cubano, mientras ignora la larga historia de agresión estadounidense. Rubio suele presentarse como defensor de la democracia y los derechos humanos, pero su retórica es inseparable de la continuación del embargo, una política condenada año tras año por abrumadoras mayorías en las Naciones Unidas como violación del derecho internacional y de la dignidad humana.
Hay que reconocer que Marco Rubio no actúa de forma aislada. El embargo estadounidense, formalizado en 1962, ha persistido bajo administraciones tanto demócratas como republicanas. No obstante, Rubio ha tomado medidas extraordinarias para garantizar que cualquier intento de normalización se revierta. Cuando el presidente Barack Obama inició un deshielo en las relaciones, abriendo embajadas y flexibilizando restricciones de viaje, Rubio encabezó la oposición, presentando el acercamiento como una capitulación ante una dictadura. Bajo la presidencia de Donald Trump, la influencia de Rubio fue evidente en la reversión de las políticas de la era Obama: restricciones a las remesas, limitaciones a los vuelos y medidas punitivas dirigidas al acceso de Cuba a las finanzas internacionales fueron impulsadas con el respaldo de Rubio. Lejos de ser un senador marginal, Rubio actuó como arquitecto de una política que aseguró que la hostilidad permaneciera en el centro de las relaciones con La Habana.
Ver másTienda Siglo XXIProductos de belleza naturalesSeguridadLugaresRubio enmarca su postura anticubana en el lenguaje de la promoción de la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, este discurso es profundamente contradictorio. Critica el sistema político de Cuba mientras guarda silencio sobre las alianzas de Estados Unidos con regímenes autoritarios en todo el mundo —desde Arabia Saudita hasta Egipto— donde los abusos de derechos humanos son sistemáticos y a menudo facilitados por armas estadounidenses. La selectividad de Rubio evidencia que su oposición a Cuba no se debe a la democracia, sino a la supresión de un modelo de soberanía que rehúsa la dominación estadounidense. En este sentido, Cuba representa un agravio simbólico: una pequeña isla que ha resistido más de sesenta años de presiones, intentos de invasión y operaciones encubiertas, y que aún mantiene su independencia. La hostilidad de Rubio, por lo tanto, se dirige menos al sistema de gobierno cubano y más a castigar la posibilidad misma de autonomía en el Sur global.
Defender a Cuba implica también poner en primer plano el costo humano de las políticas que Rubio apoya. El embargo, endurecido bajo su influencia, ha restringido el acceso a medicinas, tecnología y redes financieras, todo lo cual afecta directamente a los cubanos de a pie más que al aparato estatal. Por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19, Cuba desarrolló sus propias vacunas —un logro científico extraordinario para una nación pequeña bajo bloqueo—, pero el acceso a jeringas y materias primas necesarias fue obstaculizado por las restricciones estadounidenses. Rubio, mientras acusaba al gobierno cubano de supuesta mala gestión, omitía reconocer que las mismas carencias eran agravadas por las políticas que él ayudó a intensificar. Hablar de democracia mientras se priva a la gente de recursos vitales no es solo hipocresía; es una forma de crueldad disfrazada de política exterior.
La postura radical de Rubio también es inseparable de los cálculos políticos internos. En Florida, donde los votantes cubanoamericanos tienen una influencia electoral desproporcionada, la retórica anticubana funciona como un movilizador confiable de apoyo. Al presentarse como guardián contra el socialismo, Rubio vincula la política hacia Cuba con narrativas conservadoras más amplias sobre la política interna de EE. UU., especialmente al avivar temores sobre movimientos de izquierda. Su agresión hacia Cuba no es, por tanto, solo cuestión de política exterior, sino también de supervivencia política. Esta postura oportunista subraya la vacuidad de sus apelaciones morales: Cuba no es tratada como un vecino con el que es posible dialogar, sino como una herramienta electoral que se manipula para obtener votos.
La resiliencia de Cuba ante la hostilidad estadounidense es en sí misma una forma de desafío que merece reconocimiento y solidaridad. El papel de Marco Rubio en la perpetuación de la agresión demuestra cómo los intereses políticos arraigados en Washington continúan castigando a una nación simplemente por afirmar su independencia. Su retórica de democracia y derechos humanos se derrumba bajo el escrutinio, revelando en su lugar una política de castigo, oportunismo electoral y continuidad imperial. Defender a Cuba es afirmar el principio de que las naciones pequeñas tienen derecho a trazar su propio camino sin ser estranguladas por las políticas de una superpotencia.Rubio puede afirmar que actúa en nombre de la libertad, pero en realidad representa la perpetuación de la coerción. La lucha de Cuba, por tanto, sigue siendo no solo contra embargos y sanciones, sino también contra figuras como Rubio que encarnan la persistencia de la agresión imperial estadounidense
Posted on Leave a comment

Neutralizar a Dos: Cómo Irán e Israel Son Llevados Juntos al Altar del Capital

Renan Guevara Serrano
Candidato a Doctorado en Estudios Estratégicos

Lo que está ocurriendo entre Irán e Israel no es una erupción espontánea del caos, sino una operación meticulosamente planificada. Israel, con el respaldo incondicional de Washington, ha lanzado ataques masivos que han devastado centros de investigación nuclear, infraestructuras críticas y viviendas civiles. No se trata de autodefensa. Son asesinatos selectivos. Y sin embargo, el coro mediático en Occidente insiste en vestir esta agresión con el ropaje del “choque de civilizaciones”o “el programa nuclear de Irán”.

No es una guerra en sentido estricto. Es una campaña de desmantelamiento, diseñada no para vencer a un enemigo militar, sino para quebrar la columna vertebral de un Estado soberano. Irán es castigado no por lo que hace, sino por lo que representa: una resistencia relativa, incómoda, al orden neoliberal regional dirigido desde Tel Aviv, Riad y Wall Street. Israel tampoco sale indemne. También sangra, también se desgasta. Porque en esta dinámica, la destrucción es un negocio. Cuanto más se arruina, más rentable se vuelve la reconstrucción… bajo condiciones impuestas, claro.

No se trata de ideología, religión ni seguridad. Se trata de capital. Los misiles abren paso a los contratos. Tras los bombardeos llegarán los tecnócratas, los fondos de inversión, los bancos del Golfo. No vendrán con tanques, sino con memorandos de entendimiento. Habrá promesas de “ayuda” y “modernización”, pero el precio será la subordinación económica, la pérdida de autonomía, la reconversión forzada. En nombre de la estabilidad, se sembrará dependencia.

Y eso, conviene decirlo con claridad, no es un accidente. Es el guión. Lo han hecho antes, y lo volverán a hacer. La tragedia es que muchos aún lo llaman paz.

El 12 de junio, Israel -armado hasta los dientes, financiado sin condiciones y diplomáticamente blindado por Washington- lanzó una ofensiva aérea masiva bajo el nombre de “Operación León Naciente.” Más de cien objetivos en Irán fueron alcanzados: instalaciones nucleares, fábricas de misiles balísticos, y las viviendas de altos mandos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. No fueron actos de defensa. Fueron ejecuciones extrajudiciales. Entre las víctimas hubo científicos nucleares y líderes militares, figuras centrales de la soberanía iraní frente a un orden internacional estructurado para mantener la supremacía occidental.

La respuesta iraní no fue un arrebato irracional, sino el ejercicio legítimo y calculado de su derecho a la autodefensa. Teherán ha estado ejecutando una ofensiva precisa y cuidadosamente calibrada con misiles y drones, que no sólo desbordó los sistemas de defensa israelíes, sino que logró lo impensable: perforar la tan glorificada Cúpula de Hierro y golpear con fuerza zonas estratégicas en pleno Tel Aviv. Fue una operación quirúrgica, no simbólica, que demostró capacidad técnica, soberanía operativa y voluntad política.

Pero esto no es un caso de destrucción mutua asegurada. No es locura. Es cálculo. Lo que se está llevando a cabo es una desestabilización meticulosamente gestionada. Irán no está siendo derrotado: está siendo atacado por negarse a arrodillarse. No es su amenaza nuclear la que enfurece a las potencias occidentales, sino su negativa a convertirse en otro Estado cliente y ejercer su soberanía.

En esta campaña no se busca la paz, ni siquiera la victoria. Se busca el colapso. La “reconstrucción” llegará después, ofrecida como caridad neoliberal por los mismos actores que financiaron la destrucción. Y si los iraníes se resisten a ser domesticados, serán presentados como fanáticos o terroristas. Es un guión viejo. Lo han hecho antes.

Llamar “incontrolable” a la actual escalada es confundir el escenario con el guión. Esto no es una crisis que se desborda; es la ejecución milimétrica de una estrategia. Y no fue concebida ni en Teherán ni en Tel Aviv, sino en los despachos de estrategia occidental y las oficinas de corretaje financiero del Golfo. La devastación que hoy azota tanto a Irán como a Israel no es producto del caos, sino de un agotamiento planificado. Ninguno de los dos Estados está siendo “derrotado” en el sentido clásico. Ambos están siendo drenados, desarmados, debilitados, no mediante diplomacia, sino mediante desgaste.

Esto no es una guerra para ganar o perder. Es una guerra para erosionar, hasta hacer desaparecer, los últimos vestigios de soberanía militar efectiva en Asia Occidental. Irán no se está colapsando: está siendo empujado, paso a paso, hacia un “nuevo orden regional” no impuesto por la razón, sino por la promesa condicionada de reconstrucción.

Las monarquías del Golfo -Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar- se han presentado ante el mundo como las nuevas “fuerzas de moderación” en el conflicto. Se ofrecen como mediadores imparciales, gestores de reconstrucción y garantes de estabilidad regional. Pero sería ingenuo -o deliberadamente ciego- tomar este gesto por filantropía. Lo que se anuncia como ayuda es, en realidad, inversión estratégica. Quien financie la reconstrucción de la infraestructura iraní o la rehabilitación del sistema de defensa israelí no estará prestando asistencia: estará comprando acceso, moldeando políticas y asegurando subordinación.

Estas no son donaciones. Son apuestas geopolíticas con retorno esperado. Los fondos soberanos del Golfo -entre los más grandes del mundo- ya han sido movilizados en otras zonas devastadas, desde Siria hasta Gaza, siempre con condiciones. Hoy, frente a una región extenuada por el fuego cruzado y las sanciones, los contratos de “reconstrucción” se convierten en los nuevos instrumentos de dominación.

El Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo no actúa como un cuerpo de paz, sino como un consorcio de intereses. Quienes se integren a sus esquemas financieros lo harán a costa de su soberanía. El proyecto no es reconstruir para liberar, sino reconstruir para domesticar.

El Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo no actúa como un cuerpo de paz, sino como un consorcio de intereses económicos y estratégicos. Quienes se integren a sus esquemas financieros lo harán a costa de su soberanía. El proyecto no es reconstruir para liberar, sino reconstruir para domesticar. Lejos de consolidarse como una fuerza de paz, el Consejo opera como el fideicomisario de una dependencia regional cuidadosamente administrada. No necesita desplegar tanques; le basta con licitaciones. Así es como se neutraliza la soberanía en el siglo XXI: no con cañones, sino con contratos.

Frente a esta maquinaria, los BRICS -en particular Rusia y China- ofrecen una alternativa incipiente, aún limitada, pero históricamente significativa. Mientras Occidente disfraza el saqueo como “reformas estructurales” y los Estados del Golfo se presentan como filántropos de posguerra, Pekín y Moscú han promovido principios básicos de respeto a la soberanía, no-intervención y desarrollo mutuo. La Iniciativa de la Franja y la Ruta, plantea una lógica distinta: integración sin destrucción previa. Cooperación sin bombardeos como prólogo.

Pero el enemigo es persistente. Ya no se requieren tropas de ocupación ni planes del FMI: basta con la penetración del capital especulativo. Aquí es donde actúa el verdadero arquitecto de la dependencia: el Capital Financiarizado Global. Una vez agotadas las capacidades militares de Irán e Israel, ese capital se desplegará, no como gesto de paz, sino como instrumento de domesticación. Lo que no logró la guerra, lo impondrá la deuda. La política exterior se redactará, no en nombre de la dignidad nacional, sino al ritmo de los mercados.

Incluso Gaza, durante décadas símbolo moral de la dignidad árabe, está siendo transformada. Ya no como bandera de resistencia, sino como activo financiero en el portafolio de las monarquías del Golfo. La “reconstrucción” será financiada por Riad, Doha o Abu Dabi, pero no como acto de justicia, sino como inversión con retorno. Si Israel acepta integrarse a la lógica del capital, Gaza no será liberada: será explotada.

En este contexto, China y Rusia representan -con todas sus limitaciones- una contención parcial al despojo globalizado, una resistencia estructural al poder de los bancos y los fondos. No se trata de idealizarlos, sino de reconocer que, en un mundo donde los contratos reemplazan a la soberanía y las bombas preparan el terreno para BlackRock, cualquier atisbo de orden alternativo merece ser defendido.

Esto no es paz. Es pacificación. Y no se impone con drones ni tanques, sino con calificaciones crediticias y garantías de liquidez. El objetivo no es resolver los conflictos de la región, sino volverlos manejables, previsibles y, en última instancia, rentables.

Estamos presenciando el acto final de una operación largamente preparada. El modelo de resistencia en Asia Occidental no está siendo debatido ni reformado: está siendo desmantelado de forma sistemática. La ilusión de disuasión mutua -invocada durante años para explicar la tensa estabilidad entre las potencias regionales- se ha derrumbado. Lo que queda es una convergencia controlada: los dos últimos Estados de la región capaces de sostener una resistencia militar autónoma -Irán e Israel- están siendo neutralizados al unísono. No porque compartan valores, sino porque representan, de distintas maneras, un obstáculo al nuevo orden post-soberano que se está imponiendo en la región.

Esto no marca el fin de la guerra, sino el comienzo de una paz gerenciada, donde la violencia abierta es sustituida por un orden tecnocrático diseñado para preservar la arquitectura de poder. El vacío dejado por unas fuerzas armadas exhaustas no será llenado por movimientos de liberación ni por diplomacia desde abajo, sino por burócratas financieros, organismos multilaterales y empresas privadas con contratos en la mano. La autonomía estratégica de Irán está siendo progresivamente erosionada bajo la presión de sanciones, aislamiento y promesas condicionadas de reconstrucción. Israel, por su parte, no está siendo derrotado por la resistencia árabe, sino humillado por la caída del mito de su invulnerabilidad militar, y contenido -no por principios- sino por el capital del Golfo, que va a exigir estabilidad para proteger sus inversiones.

Ambos Estados están siendo rediseñados para ajustarse a un nuevo marco regional donde la moneda de cambio no es la legitimidad ni la autodeterminación, sino la liquidez. La región no se encamina hacia una reconciliación basada en justicia, sino hacia una recalibración funcional al mercado: una paz de gestoría, no de principios. En este nuevo paradigma, la soberanía es tolerada sólo si no interfiere con los flujos de capital. Y quienes se resistan, serán marginados. O reconstruidos.

La llamada “influencia” de Estados Unidos en este conflicto no responde a intereses nacionales ni a principios democráticos. Es, sencillamente, la extensión práctica del poder del capital financiero global, que utiliza a Washington como su ejecutor político y militar. No hay ninguna decisión que se tome en nombre de la justicia, la legalidad internacional o la paz. Lo que se impone es un sistema en el que el bombardeo prepara el terreno para el contrato, y la devastación garantiza la obediencia.

En este esquema, las monarquías del Golfo ya no son simples beneficiarias del paraguas militar estadounidense: se han convertido en cómplices activos y codiseñadores del nuevo orden regional. Arabia Saudita, Emiratos y Qatar no están “equilibrando” el poder regional, lo están capitalizando. Su papel es claro: ofrecer reconstrucción a cambio de subordinación, comprar influencia con licitaciones, imponer condiciones políticas mediante inversiones. Están reconfigurando su lugar en el sistema mundial no como actores soberanos, sino como administradores regionales del capital transnacional. En un mundo que se encamina hacia la multipolaridad, el Golfo ha decidido no desafiar el orden existente, sino convertirse en su gerente regional.

Al mundo se le dirá que esto es paz. No lo es. No es reconciliación. Es un reinicio. Y no concebido en Teherán o Tel Aviv, sino en Davos y Dubái. Quienes lo diseñan no hablan el lenguaje de la justicia, de la dignidad ni de la liberación. Hablan únicamente en la lengua fría y precisa del análisis costo-beneficio y del retorno de la inversión futura.

Y ese, desde el principio, fue el plan.

Posted on Leave a comment

La guerra de Irán – Irak: “El horrible sacrificio”

  • agosto 24, 2025

Este es un adelanto de nuestro libro “IRÁN y sus Fuerzas Armadas. Su particular Sistema de Defensa y Seguridad”, donde transcribimos el primer capítulo de dicha obra, que pronto estará a la venta como también gratis en PDF.  Transcribimos el capítulo dedicado a la Guerra Irán Irak, cumpliéndose este 2025, 45 años de su inicio. 

Por el Dr Jorge Alejandro Suárez Saponaro

Mg. en Defensa Nacional.

La guerra desatada en 1980, siendo la justificación una serie de reclamaciones territoriales, escondía intereses mucho más complejos tanto de actores regionales como extrarregionales. El detonante fue la denuncia del Tratado de Argel por la cuestión del Shatt al-Arab, por parte de Irak, escalando el conflicto, en atención que consideraba que Irán bajo el nuevo gobierno revolucionario, estaba completamente vulnerable. El resultado fue la consolidación del régimen establecido en 1979, con el derrocamiento de la dinastía Pahlevi y una verdadera “escuela” donde se forjaron los futuros mandos de las Fuerzas Armadas iraníes, especialmente el Ejército de los Guardianes de la Revolución Islámica (“pasdaran”).

Las pérdidas sufridas, el aislamiento internacional que padeció Irán durante el conflicto, sin ninguna duda marcó el pensamiento en materia de Defensa Nacional para Teherán. En este capítulo de manera sintética, hablaremos los puntos más destacables del conflicto.

Los objetivos de los beligerantes, tomando en cuenta la bibliografía existente:

a)       Irak.

  • Control efectivo sobre la vía fluvial Shatt el Arab, dejando sin efecto las obligaciones del Acuerdo de Argel de 1975.
  • Ocupación de la provincia iraní de Juzestán, con una importante población árabe y rica en recursos petroleros.
  • Proyección sobre el Golfo Pérsico.
  • Eliminación del régimen revolucionario iraní instaurado en 1979.

b)      Irán.

  • Mantenimiento del statu quo resultado del Acuerdo de Argel de 1975 respecto al Shatt el Arab.
  • Proyección de la Revolución Islámica, dado que la mayor parte de la población de Irak es chií.
  • Mantener el control de la provincia de Juzestán.

Las Fuerzas Armadas de Irán, durante el reinado del sha Mohammad Reza Pahlevi, habían alcanzado teóricamente un alto nivel de desarrollo, gracias a los ingresos petroleros y la estrecha alianza con Occidente, permitiendo adquirir modernos sistemas de armas, pero con una fuerte dependencia del asesoramiento extranjero para su operación y mantenimiento. Las inversiones se orientaron a las fuerzas terrestres y aéreas, bajo los sueños del sha de convertir a Irán en la primera potencia del Próximo Oriente.  En este proceso, también se sentaron las bases para el desarrollo de una industria de defensa local.

El despliegue de las fuerzas armadas estaba orientado, especialmente hacia la frontera con Irak, considerado la principal hipótesis de conflicto, por el viejo conflicto del Shatt al-Arab. Esto tuvo sus ventajas a la hora de responder ante el ataque iraquí.

El triunfo de la Revolución Islámica de 1979, significó una crisis para las Fuerzas Armadas, por las deserciones, purgas, ejecuciones de altos mandos y el exilio de muchos cuadros capacitados. El retiro de millares de asesores extranjeros, afectó también la operación de sistemas de armas complejos, especialmente para la Fuerza Aérea.  

Los grupos paramilitares islamistas, se transformaron por orden del ayatolá Jomeini, en la base de un nuevo ejército, que en una primera instancia iba absorber las fuerzas armadas heredadas de tiempos del sha. Finalmente, se transfomó en otra fuerza armada, con rango constitucional: el Ejército de los Guardianes de la Revolución Islámica, cuyo proceso de expansión en plena guerra con Irak incluyó la creación de las armas aérea y naval, además de una milicia popular, conocidos como Basij.[1]

El liderazgo iraquí consideró que la delicada situación de las fuerzas armadas iraní y la inestabilidad derivada del nuevo régimen imperante en Teherán, jugaba a su favor en el marco de una acción militar.  Irak tenía fuerzas armadas modernas, pero su alto mando, estaba altamente politizado y los ascensos estaban marcados por lealtades de clan, influencias políticas, más que por talento profesional. La personalidad de Saddam Hussein no ayudaba, siempre temeroso de un golpe de estado, llevó a cabo violentas purgas y ejecuciones de altos oficiales, afectando la conducción estratégica y operacional de las fuerzas armadas de Irak.

Primera fase de la guerra (22 de septiembre de 1980 – enero de 1981)

En septiembre de 1980,[2] las fuerzas de Irak, lanzaban la Operación Kadisiya, en honor a la batalla librada por las tropas árabes en 637, que derrotaron a las fuerzas del imperio persa sasánida.

En cuanto al despliegue inicial de las fuerzas en el Teatro de Operaciones, en las fases iniciales de la guerra:

a). Frente Norte, siendo el centro de gravedad: Kirkuk.  Los iraquíes desplegaron cuatro divisiones de infantería, siendo la reserva un Cuerpo de Ejército. Lo iraníes contaban con dos divisiones de infantería.

b) Frente Centro. El centro de gravedad era Bagdad: los iraquíes tenían dos divisiones de infantería, una división mecanizada y una división blindada. Irán contaba con una división de infantería y otra blindada.

c) Frente Sur. Centro de Gravedad: Kasiriya. Irak contaba con dos divisiones mecanizadas, dos divisiones blindadas y un Cuerpo de Ejército como reserva.

d) Reserva Estratégica: Irak contaba con una división blindada y formaciones de apoyo en Bagdad. Irán en Teherán, tenía dos divisiones mecanizadas y una blindada.

El Objetivo Estratégico Operacional fijado por Irak fue la conquista y ocupación de las ciudades iraníes de ciudades de Abadan y Khorramshar, eventualmente Ahwaz y especialmente, la ciudad de Dezful, la terminal petrolera de la isla Kharg y el puerto de Bandar Chapur. Esto estaba en consonancia con la materialización de los Objetivos Político y Militar: el control del Shatt al- Arab y de la provincia iraní de Juzestán.  De lo enunciado se desprenden dos Direcciones Estratégicas Operacional Principal y Secundaria.

En cuanto a las Direcciones Estratégicas:

a) Estratégica Operacional Principal: ubicada en el sur del Teatro de Operaciones se materializa en el eje Basora – Khorramashar – Abadán. Estaba en relación con los objetivos fijados por los reclamos de Irak. Estaban asignados los medios con suficientes capacidades para llevar alcanzar los objetivos fijados por el nivel estratégico, incluyendo la ocupación de la provincia iraní de Juzestán.

b) Estratégica Operacional Secundaria: ubicada en el Frente Centro, con eje en Bagdad – Ghasr e Chirin, abriendo la posibilidad de la prolongación hacia el interior de Irán.

En el sector Sur, los iraquíes no concentraron todo su poder de combate, a pesar de ser el principal objetivo de la guerra.  Asimismo, la distribución de objetivos responde al concepto de “ataque frontal” y no la clásica maniobra de envolvimiento, rodeo o ruptura, siendo lo ideal en este tipo de operaciones militares.  Las razones posibles que el alto mando iraquí adoptó la división del teatro de operaciones en tres sectores y optara por la idea de un ataque frontal, se debía posiblemente a cuestiones internas del país. En el norte, la población kurda tenía una relación conflictiva con Bagdad y podía impulsar a Irán apoyar una rebelión de mayor magnitud. También estaban los importantes pozos petroleros de Kirkuk.  En la región central, Bagdad está a solo 150 km de la frontera iraní.

El Objetivo Estratégico Operacional desde el lado de Irán, consistió en la recuperación de los territorios ocupados por el enemigo y la ocupación de lugares puntuales en Irak, debilitando su capacidad ofensiva, garantizando el mantenimiento de las regiones recuperadas. La captura de la terminal petrolera de Fao, el intento de capturar los pozos petroleros de Kirkuk y el asegurar el control del Shatt el Arab, con la ocupación de Basora. Los iraníes en una primera instancia, a diferencia de los iraquíes, adoptaron un criterio de economía de fuerzas, sin buscar cubrir todo el frente. Organizaron un dispositivo de defensa en profundidad, por medio de escalones y con una adecuada reserva dispuesta para acudir cuando sea necesario en cualquier punto del frente.

Tropas iraníes usando máscaras. Irak hizo un empleo extensivo de armas químicas, prohibidas expresamente por el derecho internacional. 

Las fuerzas iraquíes lanzaron operaciones aéreas a escala contra la industria petrolera iraní y bases de la Fuerza Aérea Iraní.  En el frente norte, Irak mantuvo una actitud defensiva. La ofensiva en el sur perdió empuje, dado la enconada resistencia iraní, impulsando a Bagdad a lanzar acciones en Judeimaniyeh y Marivan.  En dicho sector la principal victoria de Irak fue la captura del puerto de Khorramashar en octubre de 1980, luego de un mes de dura resistencia iraní. Esta localidad era la llave de acceso a las ciudades de Ahwaz y Abadan, y por ende significaba la conquista de Juzestán.  La eficaz defensa iraní, permitió el repliegue del ejército de manera ordenada. El régimen internacional de sanciones a Irán, obligó a los estrategas de Teherán a reorganizar la logística, apelar el mercado negro y movilizar los recursos nacionales para apoyar el esfuerzo de guerra.

En esta etapa del conflicto, las fuerzas iraquíes sitiaron la ciudad de Abadan, sede entonces de una de las refinerías más grandes del mundo, donde la resistencia en una primera etapa estuvo en manos de los pasdaran y milicias Basij. En estas batallas, se formaron jóvenes mandos de dichas organizaciones militares, que operaban separadas del ejército. Recién en 1982, comenzaron a funcionar de manera conjunta (en el plano táctico) cosechando numerosos éxitos en el campo de batalla.

La Operación Morvarid (Perla) llevada a cabo de manera conjunta entre la Armada y la Fuerza Aérea iraní, desarrollada en noviembre de 1980, tuvo como resultado la destrucción de las dos terminales petroleras más importantes de Irak: Mina al Bakr y Khor-al-Amaya, además de la destrucción de gran parte de la Marina iraquí e instalaciones de radar. Este tipo de operaciones, puso en evidencia, que los cuadros que sobrevivieron a las violentas purgas y ejecuciones de los primeros días de la Revolución, eran competentes y buenos profesionales.

Piloto iraní y el F 14, poderoso caza adquirido en tiempos del sha. 

Pronto las fuerzas iraquíes adoptaron una postura defensiva, una vez cumplido los objetivos a la espera de iniciar un proceso de negociaciones.  En el sector central, los iraquíes capturaron Qasr el Chirine y Mehran, desaprovechando las ventajas para poder seguir avanzando hacia el interior de Irán, donde la defensa iraní era claramente inconsistente.

El ataque al puerto iraquí de Fao, por parte de comandos navales iraníes en noviembre de 1980, puso en evidencia la capacidad en el campo de las operaciones especiales de las fuerzas armadas persas. Irak se vio obligado a enviar su petróleo vía Siria, siendo objeto el oleoducto empleado para tal fin de una sofisticada operación de fuerzas especiales iraníes.

Los iraníes tenían serios problemas en el plano estratégico, dado el enfrentamiento entre el presidente Banisadr, el Consejo de Defensa Nacional y el liderazgo religioso, que se reflejaba en el campo de batalla, siendo el resultado la derrota de la batalla de Defzul.  Asimismo, se observa el desarrollo de tácticas, mal llamada de “oleada humana” protagonizadas por las milicias Basij. Esto consistía en el empleo de grupos de tiradores de veinte efectivos, avanzaban hacia objetivos específicos, dando la impresión de “oleada” para abrumar defensas iraquíes en puntos débiles. Estas tropas con equipo ligero, actuaban generalmente de noche, combinando la infiltración y la sorpresa, a pesar del alto costo en vidas – millares murieron en los campos de batalla – generaron serios contratiempos a los iraquíes. Los combatientes fueron instruidos en técnicas de infiltración, logrando en muchos casos golpear centros de comunicaciones y puestos de mando. Dicha táctica permitía rodear a grandes unidades de combate, permitiendo a los iraníes llevar a cabo una verdadera guerra de maniobras.

La falta de armas pesadas y los problemas de coordinación en el nivel estratégico entre los dos “ejércitos” iraníes, impidieron llevar a cabo batallas decisivas. No obstante, en el plano táctico, las distintas ramas militares iraníes actuaron de manera coordinada.

La táctica de “oledada humana” fue empleada a escala en la ciudad de Bostan, en el marco de la Operación Tariq al Quds (Camino a Jerusalén). En la conducción participó el competente teniente general Ali Sayyad Shirazi. Esta batalla fue un antes y después de la guerra a partir de ese momento, Irán tomó la iniciativa, llevando a cabo unas 70 ofensivas, centrándose especialmente en el frente sur, con el objetivo de capturar la ciudad de Basora y hacerse con los importantes pozos petroleros, que impactaría directamente en el esfuerzo de guerra iraquí y en segundo lugar, en el frente norte, los iraníes con apoyo de grupos armados kurdos, buscarían también ir por la ciudad de Kirkuk y la importente actividad petrolera, afectando la economía de Irak y obligando a dividir fuerzas.  

El competente general Ali Sayyad Shirazi, comandante en jefe del Ejército iraní en la guerra de Irán Irak. 

Esta fase de la guerra se cerró con el ataque iraní a la base aérea H 3 de Irak, ubicada a 430 km de Bagdad, en pleno desierto. Una fuerza formada por ocho cazabombarderos F-4 Phantom, cuatro F-14 Tomcat (posiblemente empleados como mini AWACS) tres aviones cisterna de reabastecimiento Boeing 707 y un avión de mando Boeing 747, destruyeron más de 27 cazas iraquíes. Las sanciones internacionales limitaron la operatividad de la Fuerza Aérea iraní, que mantuvo un rol netamente defensivo y que impulsaría el desarrollo de tácticas con misiles balísticos.

Tapa del libro próximo aparecer, donde publicamos uno de sus capítulos en este Blog como adelanto. 

Segunda Fase. Reorganización de las Fuerzas Armadas iraníes. Contraofensiva (enero de 1981- diciembre de 1982).

En esta fase se destaca por la liberación de la provincia de Juzestán.  El régimen consideró que la paz solo podría alcanzarse con la caída del gobierno del Baas de Saddam Hussein, exportando la revolución islámica a Irak, quedando reflejado la aspiración de constituir un eje Beirut, Damasco, Bagdad y Teherán.  Muchos años después este proyecto se mantuvo vigente en el marco del llamado “Eje de la Resistencia”.

La Operación Fath-ol-Mobin (Victora Innegable) liderada por el general Ali Sayyad Shirazi que culminó en la batalla de Sush, liberando el sur de Irán de la presencia iraquí.  Los iraníes mostraron capacidad para operaciones de armas combinadas, destacándose acciones de asalto aéreo con helicópteros CH 47 Chinook.

La Segunda Batalla de Jorramashahr – Operación Beit ol-Moqadda – fue una victoria iraní, observándose una mayor cooperación entre los dos “ejércitos” y las milicias Basij.

En materia de operaciones especiales, los iraníes mostraron especial talento en acciones contra la red de oleoductos que conectaban los pozos iraquíes con Siria y Turquía (enero de 1982). Esto impulsó a Irak a construir alternativas a través de Arabia Saudita, con sus costos asociados. Las acciones fueron llevadas a cabo no solo en Irak, sino en los territorios de Líbano y Turquía. La inteligencia iraní sin ninguna duda tuvo un papel destacado y supo explotar con habilidad la vulnerabilidad (salvo Siria que era afín a Teherán) de los actores involucrados para infiltrar tropas tipo comando.  Las fuerzas iraníes cosecharon una amplia experiencia, incluyendo el denominado Departamento 900, un organismo especial de inteligencia, germen de la futura Fuerza Quds de los pasdaran.

Prisioneros iraquíes. 

Tercera Fase. Desgaste mutuo. Operaciones en el ámbito del Golfo Pérsico y la guerra de los “tanqueros” (1983-1988)

Irak recibió apoyo occidental, incluyendo a Estados Unidos, proveyendo inteligencia y equipamiento. Europa también vendió armamento y las monarquías del Golfo Pérsico, brindaron generosos préstamos. Incluso se vendieron productos químicos, que Irak le daría un uso militar, ante la indiferencia de Occidente.  El gobierno de Bagdad hizo un llamado a las negociaciones y un cese del fuego, rechazado por Irán, quién exigió el cambio de régimen político, apoyando la creación de un gobierno en el exilio con su rama militar. 

Los beligerantes no tienen la capacidad de imponerse a su adversario.  El objetivo iraquí de provocar un colapso del régimen, tuvo un efecto contrario. La guerra movilizó a la población iraní y Jomeini consolidó su posición en su llamado a la “resistencia” y “guerra santa” contra los invasores. Las conquistas territoriales iraquíes, de por sí limitadas, comparadas con los medios empeñados y objetivos fijados por el nivel estratégico, fueron perdidas por la contraofensiva iraní.

En 1984, Irak gracias al reequipamiento de su Fuerza Aérea, pronto recuperó capacidades y declaró que todos los buques destinados a puertos iraníes serían objetivos militares. El primer ataque fue contra la isla de Kharg, importante terminal petrolera iraní. El objetivo era provocar que Teherán cerrara el Estrecho de Ormuz y ello motivara la intervención de Estados Unidos. Situación que no ocurrió, en cambio, si bloqueó el tráfico mercante dirigido a Irak.  Las Fuerzas Navales de los pasdaran comenzaron a desarrollar tácticas de guerra asimétrica en el mar con lanchas rápidas, generando importantes daños al tráfico mercante. A pedido de Kuwait, sus buques fueron protegidos por la Armada de Estados Unidos.[3] Los seguros marítimos se dispararon.

Entre los años 1985-86 se produjeron reuniones secretas entre Teherán y Washington. El acercamiento fue motivado, entre otras cosas, por la necesidad de lograr la liberación de siete rehenes estadounidenses retenidos en Líbano, en manos del grupo terrorista Hezbollah, controlado por Irán.  Por razones políticas, el presidente Reagan asumió el compromiso de su liberación ante su electorado. En la venta de las armas para Irán, intervino Israel y el dinero iba ser destinado a financiar la insurgencia (los “contras”) que luchaba contra el régimen sandinista de Nicaragua.  En su momento fue un escándalo nacional en Estados Unidos. Los iraníes obtuvieron un importante lote de misiles antitanque TOW, vitales para lidiar contra la amenaza blindada iraquí, además de misiles antiaéreos Hawk y algunas fuentes mencionan repuestos para los poderosos cazas F-14 Tomcat. 

La guerra de las ciudades, fue iniciada por Irak en 1984, no solo con ataques aéreos, sino con misiles balísticos, centrándose en grandes ciudades, tanto contra objetivos civiles como industriales. Irán llevó a cabo represalias contra Mosul, Kirkuk y Bagdad. Irak en 1987 lanzó un ataque químico contra la ciudad de Sardasht. A pesar de las protestas de Irán, la comunidad internacional no hizo nada y no se adoptaron sanciones contra el empleo de armas prohibidas expresamente por el derecho internacional.  El entonces presidente del parlamento iraní, el influyente Hashemi Rafsanjani, declaró abiertamente sobre la necesidad que su país desarrollada armas nucleares.  Miles de civiles murieron durante la llamada “Guerra de las Ciudades”.  En dicho año, las fuerzas iraníes intentaron capturar Basora, movilizando a 100.000 efectivos, logrando alcanzar el río Tigris.

En 1985 se libró la Batalla de las Marismas de Howeszah, encabezada por la División Iman Hussein de la Guardia Revolucionaria y con apoyo de las 92 División Blindada del Ejército. Esta tuvo un alto costo en vidas humanas por parte de los iraníes, dado que muchos de los combatientes, eran simples milicianos Basij, con instrucción básica y por el empleo a escala de armas químicas por parte de Irak.  Los iraníes a pesar de las enormes pérdidas – se estima en más de 20.000 – logró ocupar la isla Majnun, donde se ubicaban importantes yacimientos petroleros.  Las mejoras en materia de defensa estática de las tropas iraquíes, impulsaron a los mandos iraníes a perfeccionar tácticas de infiltración, combate nocturno, operar en zonas pantanosas y guerra de montaña.  Los pasdaran recibieron instrucción anfibia para operar en las marismas del sur de Irak, además de perfeccionar tácticas de asalto aéreo.

Soldado iraní en las marismas del sur de Irak. by Alfred Yaghobzadeh 

Las fuerzas especiales iraníes adquirieron valor, para compensar las limitaciones materiales. Dos brigadas de comandos navales llevaron a cabo operaciones exitosas de reconocimiento, señalando objetivos iraquíes y realizando a cabo golpes de mano.

Los iraquíes consideraban las marismas como una barrera defensiva difícil de sortear y confiaron en su poder de fuego y aviación táctica, como herramientas disuasivas. El ataque iraní sorprendió a los mandos del ejército iraquí.  El objetivo era la captura de Basora, acción que se había visto frustrada por la Operación Amanecer V.

La Ofensiva Kheibar – como denominaron los iraníes la batalla de las Marismas – con 250.000 efectivos, pero las limitaciones en materia de apoyo aéreo, artillería y blindados, impidieron cumplir con el objetivo de tomar Basora. El contraataque iraquí, permitió recuperar la isla de Majnun, pero a costa de grandes pérdidas, estimándose en 12.000 soldados (9.000 de ellos muertos) y el tener que recurrir a las armas químicas.

En la guerra, los iraníes, empezaron a utilizar los drones Mohajer 1, empleados para misiones de reconocimiento. La Guardia Revolucionaria y los Basij, adquirieron una estructura más convencional, mejoras en el entrenamiento y armamento.  En todo el país se crearon centros de instrucción de voluntarios de todas las edades, incluso mujeres, tomando en cuenta las lecciones de campo de batalla.

Los iraquíes habían mejorado su capacidad de combate, pero el alto costo de las operaciones, llevó al mismo Saddam Hussein, a plantear la idea de alcanzar una solución negociada en el marco de las Naciones Unidas.  Irán rechazó esta postura, el conflicto sirvió para fortalecer el régimen revolucionario, aglutinar a la población en torno a una causa nacional. Teherán consideraba viable una ofensiva para capturar la misma capital iraquí, Bagdad, apoyaba la insurgencia kurda como herramienta para debilitar el frente interno iraquí.

En abril de 1985, Bagdad fue atacada con misiles balísticos por parte de Irán, a lo largo de doce dias. Dichas armas fueron provistas por Libia. En este conflicto, dado las limitaciones de la Fuerza Aérea iraní por los embargos, comenzó a desarrollarse la doctrina militar sobre el empleo de este tipo de sistemas en manos del entonces recién creada Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria.

Irak sentía el peso de la guerra en su economía y tenía problemas de reponer las cuantiosas pérdidas en vidas humanas. Ello no impidió recuperar terreno perdido y mejorar sus defensas, gracias a compras millonarias de armamento tanto occidental, como soviético y chino. Las fuerzas armadas iraquíes, mostraron mejor organización que los iraníes, que hacían uno uso masivo de importantes reservas de recursos humanos. El fervor religioso no podía suplir las carencias materiales iraníes, por los embargos internacionales.

En 1986, los iraníes lanzaron la Operación Wal Fajr 8, a través de un asalto anfibio en el Shatt al- Arab por varios puntos en al sureste de la ciudad iraquí de Fao, con la finalidad de bloquear la salida de Irak al mar. Este fue rechazado por una dura defensa iraquí, costándole a Irán importantes pérdidas.  Por su parte, las fuerzas de Teherán rechazaron los contraataques iraquíes para reconquista las islas Majnun y Umm Al- Rattas situadas al norte de Fao.  En estas acciones los iraníes denunciaron el uso de armas químicas, negadas por Irak.

En 1987 los bandos en pugna, no buscaban una derrota, sino obligar al adversario a sentarse a la mesa de negociaciones, teniendo como objetivo minar la moral en el frente interno.  Los iraníes lanzaron la última gran ofensiva: Kerbala V, con el objetivo de conquistar Basora. Batalla librada entre el 8 de enero de 1987 al 26 de febrero de dicho año, sin éxito, por la resistencia iraquí.  Por la cantidad de efectivos, bajas y magnitud de los combates, es considerada la batalla más grande de la guerra.

La Operación Conquista 5, esta vez tuvo como objetivo incentivar la insurgencia kurda, buscando distraer fuerzas a Bagdad y quebrar el frente interno iraquí.  Los iraníes comenzaron a desarrollar su peculiar estrategia de apoyar “proxies” o agentes desestabilizadores, por medio de “guerras por delegación.” Cabe recordar que esos años, un naciente Hezbollah en Líbano recibía el apoyo de los Pasdaran.

En las últimas etapas de la guerra, Irán tenía signos de agotamiento, la población mostraba signos de cansancio, dado las enormes bajas en el frente de batalla. Irak se vio reforzado que pudo reconstruir sus fuerzas armadas. Esto le permitió sostener acciones defensivas, generando graves pérdidas a los iraníes, como quedó reflejado en la Operación Kerbala 5, uno de los intentos de capturar Basora.  La moral comenzó a decaer. No cabe duda que el uso de armas químicas por parte de los iraquíes contra civiles y militares iraníes, minó el espírituo combativo.  Los embargos internacionales, llevó a Irán a desarrollar una importante industria, capaz de producir misiles balísticos (Shabab 1), drones, misiles antitanque, misiles antibuque, municiones y piezas de artillería.

Las milicias Basij y los Pasdaran que se nutrían de voluntarios, no podían reclutar suficientes soldados para mantener la táctica de “oleadas” y el esfuerzo recayó en el ejército de reclutamiento obligatorio.  El comandante del los Guardianes de la Revolución, Mohsen Rezaee, anunció el fin de los ataques a gran escala, reemplazado por el apoyo a la oposición armada en Irak, acciones de infiltración y ataques limitados.  El frente norte cobró mayor relevancia, al apoyar a los guerrilleros kurdos.  En la guerra de montaña, los iraníes se mostraron competentes y las diversas ofensivas les permitieron llegar a ciudades como Suleimanya, rechazados por el uso a gran escala de armas químicas  por parte de Irak. Las fuerzas combinadas kurdo-iraníes amenazaron la ciudad petrolera de Kirkuk.

En 1988 en la última edición de la “guerra de las ciudades” las fuerzas iraquíes, emplearon misiles balísticos, muchos con armas químicas que provocó la salida del 30% de la población de Teherán.  La Fuerza Aérea iraquí, contaba con munición guiada, mejorando su precisión, unido al empleo de tripulaciones extranjeras, mejor entrenadas, los daños a la infraestructura económica iraní fueron mayores.  Las últimas operaciones iraníes volvieron a centrarse en el norte, llegando a las puertas de Kirkuk. La incapacidad iraquí de rechazar la infiltración iraní, los llevó al uso de armas químicas – prohibidas por el derecho internacional humanitario – obligó al repliegue de los supervivientes. La población kurda de Halabja, fue objeto de una atroz venganza, donde miles murieron por un ataque químico ordenado por Saddam Hussein.

Tropas iraníes en el norte de Irak en 1987. 

Los iraquíes recuperaron el puerto de El Fao y todo el sur de Irak, controlado por los iraníes, haciendo un uso extensivo de armas químicas.  Estados Unidos en el mes de abril lanzó la operación Mantis Religiosa, como represalia por los serios daños a una fragata de la Marina estadounidense por una mina marina iraní. El enfrentamiento generó serios daños a instalaciones petroleras iraníes, la pérdida de una fragata, buques lanzamisiles y otras embarcaciones. No obstante, las fuerzas navales de los pasdaran siguieron operando con sus lanchas artilladas.  

En el final de la guerra los iraquíes lanzaron la Operación Tawakalna ala Allah (Ponemos confianza en Dios) entre los meses de abril a julio de 1988.  La grave situación de las fuerzas iraníes, llevó a poner énfasis a expandir la insurgencia en Irak, siendo exitoso esta política en Kurdistán, donde Irán mantuvo un alto grado de control.  El uso masivo de armas químicas, provocó terribles pérdidas en las tropas iraníes. En junio de 1988, las fuerzas de Teherán atacaron el palacio presidencial en Bagdad con su aviación de combate. A pesar de las terribles pérdidas y una moral menguante, el Consejo de Defensa iraní ordenó un contraataque con batallones pasdaran, pero la superioridad iraquí en equipamiento, le permitió llevar a cabo acciones en el frente central, generando una dura derrota a Irán. En esta victoria iraquí, las armas químicas fueron un factor decisivo.

En el norte la organización guerrillera marxista MEK (Mujahadeen-e-Khalq o Combatientes del Pueblo) lanzó una ofensiva arrollando en Mehran una división de los pasdaran. La respuesta vino del ejército regular bajo el mando del competente general Shirazi, lanzando la Operación Mersad, que terminó en la muerte de 4.000 insurgentes y la liberación de las localidades ocupadas por dicha organización.

Los iraquíes llegaron avanzar 30 km dentro de territorio iraní en el frente central, tomando varios miles de prisioneros. Finalmente, el líder supremo iraní, ayatolá Jomeini aceptó el cese el fuego aprobado por la resolución 598 de Naciones Unidas. El 20 de agosto habían cesado los combates, semanas después, las fuerzas iraníes evacuaban el Kurdistán iraquí.  En 1990, fue alcanzada la paz entre las partes en el mes de agosto, sobre la base del status quo ante bellum.

Ataque iraní a la base aérea H 3

El horrible sacrificio

A diferencia del régimen iraquí, que hizo todo lo posible por proteger a su pueblo de los efectos de la guerra, los líderes religiosos de Teherán vieron la guerra con entusiasmo, considerándola una oportunidad para unir a la nación tras la revolución, eliminar la oposición interna y promover la visión de Jomeini de exportar el mensaje islámico iraní a todo el mundo. El conflicto con Irak tuvo su impacto en las luchas por el poder entre las facciones revolucionarias, siendo ejemplo de ello, la salida de Bani Sadr como presidente, que terminó en el exilio.

Los líderes iraníes desconfiaban de las fuerzas armadas, por ser una herencia de la época imperial. Esto quedó reflejado por las purgas, ejecuciones, que diezmaron los cuadros de las fuerzas armadas. A pesar de su buen nivel profesional, optaron por dar impulso al Ejército de los Guardianes, creado sobre la base de milicias islamistas, el régimen de Jomeini, no tuvo otra opción que aceptar el papel del Ejército para contener la invasión. La desconfianza, continuó, a tal punto que recién en julio de 1988, fue creado el Estado Mayor General común para los dos “ejércitos”. Esto tuvo un alto costo en vidas humanas, ante la inexistencia de una conducción operacional conjunta y la dispersión de medios y recursos – por cierto, muy escaso – en dos organizaciones militares, con misiones similares.

La narrativa del régimen iraní describió la guerra a la ciudadanía como una prueba para la determinación y el compromiso nacional, como una cruzada contra el régimen hereje de Irak. Esto se tradujo en una lucha implacable e inflexible – como quedó reflejado en la negativa de aceptar el cese del fuego – llevando al país al límite. En palabras de Jomeini: «La victoria no se logra con espadas, solo se puede lograr con sangre… se logra con la fuerza de la fe». El Líder Supremo sabía muy bien de qué hablaba. Si bien no unificó a la nación de la noche a la mañana, la invasión iraquí galvanizó la combinación única de fervor religioso y profundo sentimiento nacionalista generado por la Revolución Islámica, e hizo de Irán una nación con una moral más fuerte y estable que el enemigo iraquí, tanto en el plano militar como nacional. Esto quedó reflejado en las operaciones hasta 1987, cuando el fervor revolucionario empezó a disminuir, especialmente por el uso de armas químicas, los bombardeos contra objetivos civiles y la aguda crisis económica impuesta por el aislamiento internacional del país.

Las victorias iraníes entre los años 1981-82, no se debieron al valor de los soldados pasdaran o Basij, sino a la incorporación de estas ramas militares en operaciones de armas combinadas bajo una conducción profesional competente.  Cuando la guerra derivó por razones políticas en asaltos frontales, el poder de Irán comenzó a declinar al no poder romper la sólida defensa iraquí.

La guerra demostró que el empleo solamente del poder aéreo, no era garantía de victoria, como intentó hacer valer Irak en la “guerra de las ciudades”. Esto llevó al gobierno iraní, a lanzar ofensivas, con falencias en la planificación, con el objetivo de reducir la presión sobre el frente interno. Esto desgastó a las fuerzas de Teherán, abriendo paso al contragolpe iraquí de 1988, que permitó el fin de la guerra.

El empleo de armas químicas por parte de Irak, fue tolerado por razones políticas por las grandes potencias, a pesar de estar expresamente prohibido. Desde la Primera Guerra Mundial que el mundo no era testigo del empleo de este tipo de armas. Esto abrió las puertas para un peligroso antecedente, sobre la ausencia de sanciones reales ante la violación flagrante del derecho internacional humanitario. Asimismo, el uso de misiles balísticos impulsó a diversos actores regionales a buscar este tipo de ingenios, además de desarrollar arsenales químicos.

Muertos por armas químicas iraquies en la operación contra la ciudad  kurda iraquí de Halabja. 

El frente interno iraní tenía problemas, resultado de la insurgencia kurda y de la organización marxista Combatientes del Pueblo o MEK. Esta última lanzó una campaña de terror que le costó la vida a más de un millar de líderes religiosos y políticos, que desencadenó una ola de represión con 5.000 ejecuciones. Hubo revueltas, manifestaciones, duramente reprimidas. Ese convulso frente interno, hizo creer a muchos que Irán se derrumbaría e Irak siguió recibiendo apoyo de los estados árabes, la Unión Soviética y algunos países occidentales, como Estados Unidos que en algunos momentos estuvo detrás de uno y otro bando.

La pérdida de base social del régimen – los sectores populares – especialmente hacia 1987, cuando Irán no podía imponer una victoria, a pesar de mantener la inicitativa y ocupar parte del sur de Irak, fue una señal de alarma de los líderes de la Revolución para buscar una salida.  Las enormes pérdidas marcaron profundamente a la sociedad iraní y a sus dirigentes. El país perdió a más de 260.000 personas, de las cuales se estima que 120.000 eran combatientes y entre 11.000 a 16.000 civiles. Cientos de miles quedaron afectados en su salud por las lesiones recibidas en el campo de batalla, bombardeos, ataques de armas químicas. La guerra de las ciudades dejó grandes destrucciones en la infraestructura, la economía estaba al borde del colapso por las sanciones internacionales, el desempleo tenía niveles de vértigo.

La guerra puso en evidencia la capacidad de adaptación de la nación iraní a una situación excepcional. El sector agrícola no fue descuidado, sino que se adoptaron medidas creando la “Campaña de Reconstrucción”, con personal exento de prestar servicio militar, fueron adoptadas medidas inteligentes en la importación de bienes no esenciales para el ahorro de divisas y rutas alternativas para el petróleo y eludir sanciones y posibles ataques (Turquía se benefició de ello y permitió desarrollar un aceitado sistema para eludir sanciones por parte de Teherán).  El régimen logró articular el sistema educativo con las necesidades de la movilización, permitiendo hacer funcionar plantas industriales, producir equipos militares (incluso para los modernos aviones de combate heredados de tiempos del sha).

Si los iraquíes alguna vez habían considerado socavar el régimen revolucionario en Irán, para 1988 hacía tiempo que habían renunciado a ellos. En cambio, la República Islámica mostró un compromiso inquebrantable con el concepto de guerra hasta la victoria (que implicaba el derrocamiento del régimen del Baas) hasta los últimos días de la lucha. El aceptar por parte de Irán de la Resolución 598 del Consejo de Seguridad, no fue una cuestión táctica, sino estratégica. El régimen entendió que poner fin al conflicto significaba la supervivencia de la Revolución. Los estrategas iraníes entendieron que no era factible moldear el Próximo Oriente según la visión islámica y por ende aceptaron el statu quo establecido por el sha en 1975.  Teherán comprendió que no era viable exportar la revolución, a pesar del mantenimiento de la narrativa de la “umma islámica” y no había otra opción que adaptarse a las circunstancias. Esta prueba de pragmatismo lo veremos a lo largo de los conflictos sostenidos por Irán.  El objetivo final siempre será la preservación de la unidad nacional y del sistema político heredado de la Revolución de 1979.

infantería iraní. 

El mantenimiento del proxy Hezbollah en Líbano, le permitió a Irán, mantener cierta injerencia en la política del Próximo Oriente. El atentado contra el cuartel de la Fuerza Multinacional de Paz en el Libano, ocurrido en 1983, costándole la vida a 241 militares de Estados Unidos y 58 franceses, es un ejemplo del empleo de agentes desestabilizadores con apoyo iraní. En el seno del alto mando de los pasdaran, durante la guerra con Irak,fueron creadas una serie de unidades, destinadas a entrenar y asistir a organizaciones armadas extranjeras, como las guerrillas kurdas, la creación de una unidad de exiliados iraquíes o en el entrenamiento de las milicias de Hezbollah. La valiosa experiencia adquirida, le permitiría años después a Irán, construir las bases del Eje de la Resistencia y el concepto de la “Defensa Avanzada” por medio de agentes proxy.

El fin de la guerra impuso la necesidad de la reconstrucción nacional, prevaleciendo el criterio de un mayor grado de apertura económica y de protagonismo del sector privado. Años de sanciones y aislamiento, tuvieron un fuerte impacto en la sociedad iraní, pero también dejaron valiosas lecciones para el régimen para el desarrollo de una estructura para eludir sanciones a través de terceros actores.

En el campo internacional, los iraníes fueron pragmáticos y finalizada la guerra lanzaron una estrategia para romper el aislamiento, primero con la Unión Soviética, para compensar en parte la amenaza de Estados Unidos. Luego de 1991 con la implosión de la URSS, Teherán se proyectó discretamente sobre Asia Central, además de mantener buenas relaciones con Rusia. Esta estrategia de largo plazo tuvos sus frutos, donde los países de dicha región y el Kremlin, con válvulas de escape para romper el aislamiento y sanciones derivados del plan nuclear. Sin embargo, a pesar del pragmatismo, el régimen de los ayatolás, siguió apostando a una política exterior independiente, autosuficiencia en lo económico, siguiendo de alguna manera los lineamientos fijados por Jomeini.

La decisión de Irak, de aceptar los términos del Tratado de Argel de 1975, al poco tiempo de invadir Kuwait, fue visto como una victoria por parte de Irán. A pesar de las victorias iraquíes en 1988, no significó el cumplimiento de los objetivos fijados al inicio de la guerra: la ocupación de Juzestán y el colapso del régimen revolucionario.  La República Islámica había logrado contener una potencia regional en ascenso – Irak – que tuvo pleno respaldo de Occidente, los estados árabes y la Unión Soviética, librando una terrible guerra de desgaste. Los líderes iraníes, por medio de su narrativa, mostraron este terrible conflicto, en un escenario en el cual se demostraba al mundo que la revolución estaba dispueta a promocionar el nacionalismo, su ideología y la necesidad de supervivencia como Estado, dejando manifiesta su intención de conseguir un rol de poder en la región a través del enorme sacrificio material y espiritual de los iraníes.

El horrible sacrificio, como lo define Moisés Gaduño García,[4] al conflicto librado entre Irán e Irak, a nuestro entender, tuvo un hondo impacto en la política de defensa iraní. Durante el conflicto, no solo se forjaron muchos de los altos mandos iraníes, sino que comenzó a gestarse una nueva doctrina militar, el empleo de proxies para desgastar el frente interno del adversario, el uso de misiles balísticos, la guerra asimétrica en el mar.  A pesar de los años de guerra, las pérdidas materiales y humanas, las fuerzas armadas iraníes no fueron destruidas y sobrevivieron. Por otro lado, el régimen para mantener adhesiones, no impuso las medidas de austeridad a sectores tan influyentes como el Bazar, una prueba de pragmatismo en la política interna.

La guerra impulsada por intereses que buscaban la destrucción de la naciente república islámica, tuvo un efecto inverso, en el plano político el régimen se consolidó, movilizó la opinión pública y tuvo argumentos para aplastar de manera implacable la oposición política. La Revolución quedó fortalecida, a pesar de los enormes daños generados por años de guerra y las fuerzas armadas iraníes, poseedoras de una valiosa experiencia.


[1] El término Basij significa en persa, “Movilización” el nombre completo de la organización era: Sâzmân-e Basij-e Mostaz’afin u Organización para la Movilización de los Oprimidos. Estuvo nutrida por voluntarios y se hizo célebre por los niños soldados y jóvenes que se lanzaban contra las defensa iraquíes, llevando consigo llaves de plástico, conocidas como “las llaves del Paraíso”, dado que su sacrificio, era considerado “martirio” por la fe.  En 1981, la organización fue integrada al Ejército de los Guardianes de la Revolución Isámica o Pasdaran. Nota del Autor.

[2] La fecha fue elegida por razones climáticas, que facilitaran las operacionese. Nota del Autor.

[3] Se estima que más de 500 buques fueron dañados y unos 430 marinos mercantes perdieron la vida. Nota del Autor.

[4] GARCIA GADUÑO, Moisés: Las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán: una aproximación a su historia, ideología y armamento estratégico.  Tesis. El Colegio de México.  Disponible en https://repositorio.colmex.mx/concern/theses/c534fp149?locale=es. Consultado 21 de agosto de 2025.

Posted on Leave a comment

El legado revolucionario de Fidel Castro: una voz desafiante contra el imperialismo

José Díaz Licenciado con Honores en Política Internacional por la Universidad de Stirling (Reino Unido)

Pocas figuras del siglo XX han dejado una huella tan indeleble en la política mundial como Fidel Castro Ruz. Arquitecto de la Revolución cubana y líder del Estado cubano durante décadas, Castro sigue siendo uno de los dirigentes más destacados de la historia moderna. El Comandante en Jefe, Fidel Castro, emerge de manera inconfundible en la lucha global contra el imperialismo, en la transformación de Cuba en un referente de soberanía y su impacto duradero en los ideales de justicia social y solidaridad. El legado revolucionario de Fidel perdura no solo por la transformación radical que trajo a Cuba, sino también por la fuerza simbólica con la que desafió las estructuras de dominación más poderosas del mundo.

Como parte indivisible del legado revolucionario de Fidel Castro, se encuentra la Revolución cubana de 1959, un acontecimiento sísmico que derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista. Esta victoria no fue simplemente una transferencia de poder, representó la recuperación de la soberanía nacional después de décadas de subordinación a la influencia económica y política de Estados Unidos. El éxito de Castro fue histórico precisamente porque ocurrió bajo la sombra de una potencia que había tratado a la isla como colonia informal. Al arrebatar el control a la dominación extranjera, Castro otorgó a los cubanos un sentido de pertenencia sobre el destino de su nación.

El simbolismo de la Revolución trascendió las fronteras cubanas. Para pueblos de América Latina, África y Asia, Fidel Castro encarnó el ejemplo y la posibilidad de que naciones pequeñas resistieran la hegemonía de grandes potencias. La Revolución cubana se convirtió así en un punto de referencia para los movimientos antiimperialistas en todo el mundo. En este sentido, el legado de Fidel Castro trasciende el ámbito de su isla natal, situándolo como un líder en la lucha histórica por la independencia y la dignidad de los pueblos oprimidos.

Los logros de la Revolución cubana son inseparables de sus profundas reformas sociales, que transformaron de manera radical a la sociedad cubana. Tras asumir el poder, Fidel Castro emprendió campañas ambiciosas en educación y salud, sectores que se convirtieron en emblemas de la Revolución. La campaña de alfabetización de 1961 erradicó prácticamente el analfabetismo en un solo año, situando a Cuba en una de las tasas de alfabetización más altas del mundo. En el ámbito sanitario, el gobierno estableció un sistema universal que se transformó en modelo para naciones en vías de desarrollo y que produjo médicos que luego servirían en misiones de solidaridad internacional.

Estos logros no fueron meras reformas técnicas, sino actos ideológicos. Representaban la convicción de Fidel Castro de que la dignidad humana dependía del acceso universal al conocimiento y a la salud, más allá de las fuerzas del mercado o la caridad extranjera. Al redistribuir recursos, ampliar oportunidades y colocar en el centro a los desposeídos y los marginados, la Cuba de Fidel Castro constituyó una radical reimaginación de la justicia social. En una época en que las políticas neoliberales profundizaban la desigualdad, Cuba se destacó como contraejemplo, demostrando que los derechos sociales podían priorizarse por encima del lucro.

Otro pilar del legado revolucionario de Fidel fue su visión internacionalista. A diferencia de muchos líderes que se replegaron tras consolidar el poder, Castro extendió de manera constante los recursos de Cuba para apoyar movimientos de liberación en el exterior. El caso más notable fue su participación en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, mediante la contribución de tropas y recursos en la batalla de Cuito Cuanavale en Angola, considerada un punto de inflexión en el debilitamiento del régimen sudafricano. El propio Nelson Mandela reconoció la trascendencia de la solidaridad cubana en la liberación de su país; subrayando el impacto moral y político del internacionalismo cubano.

Médicos, maestros y soldados cubanos fueron enviados a América Latina, África y otros lugares no con fines de lucro, sino en nombre de la solidaridad humana. Esta exportación de la Revolución, tanto con armas como con asistencia humanitaria, convirtió a Cuba en un actor único en la política mundial, con un peso muy superior al de una pequeña nación caribeña. Mediante estos actos, Fidel Castro forjó una autoridad moral para Cuba, erigiéndola en un faro para los pueblos oprimidos en todo el planeta.

Quizás la característica más notable del legado de Fidel Castro sea su espíritu desafiante. A pesar de los incesantes esfuerzos de Estados Unidos por aislar y derrocar a su gobierno −mediante embargos, sabotajes e incluso intentos de asesinato− Castro sobrevivió. Su resistencia se convirtió en símbolo de la resistencia misma. Mientras muchos líderes se comprometían o capitulaban ante presiones externas, Fidel Castro mantuvo una postura revolucionaria durante décadas, sin abandonar jamás su compromiso con la soberanía y el socialismo.

La capacidad de Cuba para resistir bajo su liderazgo es aún más llamativa durante el llamado «Período Especial» tras el colapso de la Unión Soviética. Ante la devastación económica, Cuba logró sobrevivir y adaptarse, desarrollando prácticas agrícolas sostenibles y confiando en la creatividad de su pueblo. Esta capacidad para sobreponerse a desafíos aparentemente insuperables consolidó aún más la reputación de Fidel como un dirigente de voluntad férrea y principios inquebrantables.

A pesar de sus críticos, así como los esfuerzos de la contrarrevolución, además del paradigma de la política estadounidense desde la Doctrina Monroe, cabe destacar que la Cuba de Fidel Castro era y sigue siendo una pequeña isla que desafiaba la fuerza de una superpotencia a tan solo 90 millas de distancia. Dentro de este crisol de constante presión, Castro forjó un experimento revolucionario que aún hoy inspira debates, admiración y emulación. Esa capacidad de irradiar ejemplo explica tanto la hostilidad estadounidense como la relevancia histórica de Castro.

Su legado se encuentra no solo en los logros tangibles de la sociedad cubana, sino también en los ideales que defendió: humanidad, internacionalismo y solidaridad. Para los desposeídos y marginados, Fidel Castro representó una voz de desafío y esperanza. Sus discursos siempre fueron una llamada a la convicción y un recordatorio de que la historia podía ser moldeada por el coraje de los pueblos oprimidos.

El legado revolucionario de Fidel Castro es uno de resiliencia, transformación y profundo simbolismo. Redefinió el significado de la soberanía para una pequeña nación bajo el dominio imperial, transformó la sociedad cubana con reformas sociales sin precedentes, extendió la solidaridad por varios continentes y se mantuvo desafiante frente a adversidades colosales. Su significación histórica y política como líder revolucionario es innegable: encarnó la posibilidad de que los pueblos pudieran emanciparse y desafiar la lógica de la dominación. Ese ejemplo, más allá de los juicios políticos, constituye la esencia de su legado. La vida de Fidel Castro nos recuerda que la lucha por la justicia y la independencia no es sencilla, pero sí esencial. Para quienes siguen buscando alternativas a la dominación y la desigualdad, el legado de Fidel Castro perdura como guía e inspiración.

Podéis enviarnos vuestros artículos o cartas vía email a la dirección iritzia@gara.net en formato Word u otro formato editable. En el escrito deberán constar el nombre, dos apellidos y DNI de la persona firmante. Los artículos y cartas se publicarán con el nombre y los apellidos de la persona firmante. Si firma en nombre de un colectivo, constará bajo su nombre y apellidos. NAIZ no se hace cargo de las opiniones publicadas en la sección de opinión.

Posted on Leave a comment

¿Qué busca el ‘todopoderoso’ Marco Rubio en su visita a Daniel Noboa en Ecuador?

Fotografía de archivo del presidente de EE.UU., Donald Trump, detrás del secretario de Estado, Marco Rubio.- FotoEFE Autor:

Alejandro Ribadeneira

Actualizada:

31 Ago 2025 – 21:51 ÚNETE A NUESTRO CANAL La inminente visita a Quito de Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos y hombre de absoluta confianza de Donald Trump, es crucial para el Gobierno de Ecuador en su lucha contra el crimen. Pero, además, ser aliado internacional de Washington puede resultar estratégico frente a la política arancelaria del Gobierno de EE.UU., que impacta en las exportaciones ecuatorianas.

La comunidad internacional no ha estado tan cerca de Carondelet. El punto más bajo constituyó la Cumbre Iberoamericana de noviembre de 2024, realizada en Cuenca sin ningún mandatario. El manejo que dio el presidente Daniel Noboa a sus diferencias con la vicepresidenta Verónica Abad, sancionada por un Ministerio que se arrogó funciones, fue solo el epitafio de otros hechos que no fueron pasados por alto.

Uno de ellos fue el asalto a la Embajada de México en Quito, el 5 de abril de 2024, para detener a Jorge Glas. Otro fue la develación de la opinión de Noboa sobre presidentes como Nayib Bukele, Gustavo Petro y Javier Milei en entrevista con el periodista Jon Lee Anderson para la revista estadounidense The New Yorker, por citar dos casos.

Congresistas de Estados Unidos llegaron a Ecuador, previo a la visita oficial de Marco Rubio Sin embargo, ese escenario ha cambiado desde que Daniel Noboa obtuvo la reelección y la Cancillería, con Gabriela Sommerfeld al frente, ha logrado un deshielo en el campo diplomático. Por supuesto, México y algunos aliados ideológicos de la presidenta Claudia Sheinbaum siguen mirando a Ecuador con recelo y mantienen rotas las relaciones. 

Pero, a cambio, se han abierto embajadas y misiones diplomáticas en otros países, se ha avanzado en acuerdos, los encuentros con gobernantes aliados se incrementaron y el país será, en 2027, el anfitrión de la VI Cumbre de Países Amazónicos.

Rubio, una visita estratégica Pese a estos avances, la relación con Estados Unidos es crucial para no perder fuelle. Luego de una década de distanciamiento en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017) y de acercamiento a China y el chavismo venezolano, Ecuador regresó la mirada a Estados Unidos con los gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso.

No obstante, en parte por la coyuntura geopolítica, en parte por natural afinidad, Daniel Noboa se ha constituido en un sólido aliado de Estados Unidos y Donald Trump en la región, en especial ante el desastre de la Colombia del presidente izquierdista Gustavo Petro en el control de sus fronteras. 

Rubio dice que los carteles de Latinoamérica, incluyendo los de Ecuador, son un peligro para Estados Unidos Trump, Rubio y Noboa comparten, además, el desprecio hacia el régimen del venezolano Nicolás Maduro, al que desconocen como gobernante legítimo de su país y lo consideran, oficialmente tanto en Estados Unidos como en Ecuador, líder de un cartel. 

Marco Rubio, el 72.º Secretario de Estado de los Estados Unidos y que no solo dirige la diplomacia estadounidense, sino que ha sumado funciones tan dispares como dirigir el cierre de Usaid, custodiar los Archivos Nacionales y encargarse de la seguridad nacional, llegará al país luego de mencionar a Ecuador como parte segura de una coalición internacional de lucha contra los carteles de drogas de Colombia y Venezuela. 

El presidente Daniel Noboa ha buscado combatir el recrudecimiento de la violencia de pandillas vinculadas al narcotráfico en Ecuador y ha colaborado con la administración Trump en la reducción de la inmigración ilegal.

Un alto funcionario del Departamento de Estado declaró a la prensa que, si bien Ecuador había avanzado en ciertos aspectos de la inmigración, como la decisión de exigir visas de tránsito, aún quedaban temas por abordar, como la gestión de las personas de terceros países que no pueden regresar a su país de origen.

Aunque no es estrictamente un tema de la cartera de Rubio, es probable que las políticas arancelarias de Trump también se aborden en sus conversaciones. Ecuador ha sido afectado con aranceles del 15%, aunque el Gobierno afirma que trabaja para revertir esta medida.

La cuestión de China Además de los temas en ‘agenda’, como la lucha contra el narcotráfico y la inmigración irregular, se prevé que Rubo hable con Noboa sobre la posibilidad de que Ecuador se aleje más de China, según lo informó un funcionario estadounidense a la agencia AFP.

Marco Rubio concluyó su gira en Centroamérica marcada por la migración, el Canal de Panamá y China China sí es un punto en que no existe total sintonía, pues Noboa no se ha mostrado tan radical. Rubio, en cambio, ha pregonado abiertamente en sus viajes que desea “contrarrestar a los actores malignos extracontinentales”, como llama a China. 

En ese sentido, se espera que el Gobierno de Ecuador informe al secretario de Estado sobre todas las necesidades par reducir la excesiva dependencia que, según Washington, se generó con China durante el mandato de Rafael Correa.

Finalmente, la visita de Marco Rubio también constituye un paso previo para el encuentro oficial de Daniel Noboa con Donald Trump este año. Por todo esto, que el secretario de Estado sea huésped de Noboa constituye un logro diplomático que el Gobierno Nacional no debe desaprovechar.