
Centro Regional CREI felicita a Prensa Latina por su aniversario

Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro
Director Diario EL MINUTO para Argentina
La Guerra de Malvinas formalmente se inició con el desembarco argentino en las citadas islas el 2 de abril de 1982. Fuera de Argentina, muchos ignoran que el conflicto de soberanía no solo incluye a las Islas Malvinas, sino también las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur. En marzo de 1982, un buque de la Armada, fletado por una empresa argentina, arribó a las islas Georgias del Sur, desembarcando un grupo de obreros para el demantelamiento de instalaciones balleneras en desuso, sobre la base de un contrato firmado por el empresario argentino Constantino Davidoff y una firma británica, con conocimiento de autoridades británicas y argentinas.
Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro
Director Diario EL MINUTO para Argentina
Antecedentes del “Incidente Georgias”
En 1978 atrajeron la atención, los dichos de un contramaestre, al empresario argentino Constantino Davidoff, quien le comentó sobre la existencia en las islas Georgias de Sur de importantes cantidades de piezas metálicas de las antiguas factorías balleneras que allí habían funcionado. Esa información lo incentivó a obtenerlas, para lo cual realizó –sin éxito- gestiones ante el Embajada Británica en Buenos Aires. Davidoff probó entonces suerte ante el gobernador británico de las Islas Malvinas, quién por intermedio de su secretario lo puso en contacto con la firma Christian Salvensen Limited (con sede en Edimburgo), propietaria de las instalaciones. En 1979 Davidoff y la citada empresa firmaron un contrato de venta de las instalaciones. La existencia del contrato fue informado a las autoridades británicas en Malvinas.
En Argentina, Davidoff constituyó una sociedad, Islas Georgias del Sur SA, dedicada al desguace de las instalaciones ubicadas en Puerto Leith, e inició gestiones para contar con un transporte para las islas. Buscó contratar el buque polar británico HMS Endurance, sin éxito. Luego contrató un velero de bandera panameña, el Caimán, pero cambios en las condiciones pactadas por el capitán del buque, el viaje se suspendió. En esos días nos dice el Dr. Lanús que el citado buque polar estaba a punto de ser retirado, porque todavía no se conocía en Gran Bretaña la exacta naturaleza del desafío argentino.
En 1981, Davidoff fue convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de explicar los alcances de su proyecto comercial en las islas Georgias del Sur y sus contactos con los británicos. A instancias del embajador Carlos Lucas Blanco, fueron iniciadas gestiones ante la Armada Argentina a fin de obtener un transporte. En aquel momento el alto mando naval gestaba la idea de instalar una estación meteorológica en San Pedro – isla principal de las Georgias – tal como se había hecho en 1976 en la isla Thule en Sándwich del Sur. En cooperación con determinados niveles de la Cancillería se formó el Grupo Alfa (civil – militar) para desembarcarlo al final de la campaña antártica.
En diciembre de 1981, Davidoff visitó las instalaciones de Puerto Leith a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar. Su evaluación de las instalaciones lo llevó a renegociar el contrato con la Salvensen, con el objeto de extender el contrato dado la magnitud de los trabajos a realizar. A su arribo a Buenos Aires, el empresario fue convocado por la embajada británica, donde le recriminaron no haberse presentado ante las autoridades británicas en King Edward Point, a fin de registrar su llegada. El empresario citado pidió instrucciones a la legación británica a fin de no omitir trámites y/o evitar inconvenientes. Cabe destacar que al realizar el viaje, Davidoff, a bordo de un buque del Estado argentino, impedía cumplir con los requisitos solicitados por los británicos de reportarse en King Edward Point, separado a más de 40 km por un macizo montañoso y glaciar, de los puertos donde se hallaba la chatarra que pretendía retirar por Davidoff: Así comenzaba la historia, que llevaría a la Argentina a la guerra.
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Jorge Alejandro Suárez Saponaro | Director Diario El Minuto para Argentina
| Jorge Alejandro Suárez Saponaro es Director de Diario El Minuto Argentina.
17 jul 2017This is a “For Official Use Only” 2006 training video produced by the Defense Intelligence Agency (DIA) about the case of Ana Belen Montes, a Cuban spy who rose to become DIA’s top analyst for Cuban affairs. Montes was trained by Cuban intelligence in polygraph countermeasures and passed a DIA polygraph screening “test” while spying for Cuba. Regarding the Montes case and DIA polygraph policy, see “Ignoring Science After Cuban Spy Ana Belen Montes Beat the Polygraph, DoD IG Recommended More Polygraphs”:
21 mar 2017
12.350 visualizaciones • 21 mar 2017Cubainformación TV – Basado en un texto de Pascual Serrano – Le Monde Diplomatique.- El pasado año, en un concierto en Galicia, el trovador Silvio Rodríguez sorprendía al auditorio al dedicar una canción a Ana Belén Montes, presa en EEUU. Edición: Ane Lópes. Fuente: http://www.cubainformacion.tv/index.p…
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Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro* / Especial para VSOA
Distinguido Analista Internacional (Argentina) Colaborador del CREI
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Ellos,
incubaron los huevos
de la serpiente de mil cabezas
y talaron los retoños de la inocencia.
Ellos desordenaron
el tablero de damas de arena
y ahuyentaron
las cabras del pobre pastor.
Ellos sembraron
La primera piedra
Para alzar el monumento a la desdicha
Y estrangularon
Con perfidia la razón
Una mañana de noviembre.
Ellos adulteraron
la leche de las camellas
con las lágrimas
de los caminos de la peregrinación.
Ellos,
desterraron el eco de nuestros pasos
hacia las mudas colinas de la muerte.
Mohamed Salem Abdelfatah (Ebnu).
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Pensamientos a cuarenta años de los fatídicos Acuerdos de Madrid
Fueron ellos los que durante años hicieron promesas de autonomía e independencia, e hicieron promesas de defender la tierra saharaui. Incluso un joven rey voló a El Aaiún, apenas muerto El Caudillo y asumió su compromiso de defender el derecho inalienable del pueblo saharaui a decidir sobre su destino. Pasaron cuarenta años y todavía esperamos saber que fue de aquella promesa….
Ellos defendieron con todos los elementos ante la Corte Internacional de Justicia para probar que el Sahara Español nunca fue parte de Marruecos ni Mauritania. Y así fue, la Corte en un dictamen histórico demostró que el pueblo saharaui nunca fue parte de Marruecos y de la “entidad” mauritana.
Ellos desde Rabat y Nuakchot mintieron a sus pueblos sobre lo que dijo la Justicia Internacional. El reclamo del Sahara en verdad era una maniobra de otros intereses, de los cuáles ellos eran simples títeres.
Ellos para conservar su poder, sus privilegios no dudaron en complicidad con aquellos intereses inconfesables en llevar a la guerra a sus pueblos, en vez de invertir en el desarrollo de sus pueblos, decidieron invertir llenar los bolsillos de los mercaderes de la muerte para embarcarse en una aventura militar, condenando a millares de jóvenes a la muerte y a sus países a la pobreza.
Ellos ocultaron la verdad de lo sucedido en el Sahara Español, mientras hacían promesas hasta el último minuto, estaban haciendo las maletas.
Ellos movilizaron a millares detrás de una mentira, montando un show conocida como “la Marcha Verde” para ocultar una invasión militar, violando el derecho internacional, con dinero prestado por otros, endeudando a sus países, hipotecando a generaciones enteras.
Ellos mintieron a las Naciones Unidas, hicieron promesas de llevar a cabo el referéndum. Hecho que no olvidaría el Secretario General de aquellos años turbulentos, Kurt Waldheim, que las Naciones Unidas estaban listas para asumir la administración del territorio y convocar el tan esperado referéndum. Sin ninguna duda otra hubiera sido la historia…..
Ellos un 14 de noviembre de 1975 sellaron el destino de toda una nación, sin consultarla, olvidándose de las promesas, de las obligaciones que impone el Derecho Internacional.
Ellos aquel 14 de noviembre en Madrid se olvidaron del derecho de los saharauis a decidir su propio destino, condenando a toda una nación a la catástrofe, al exilio y a la muerte.
Ellos aquel 14 de noviembre de 1975, a quienes consideraban como sus iguales, pasaron a ser extraños y se olvidaron completamente de ellos…como sin nunca hubieran existido.
Ellos miraron hacia otro lado con la brutal invasión y no hicieron nada ante el robo, las violaciones y las muertes sin razón.
Ellos que firmaron un documento donde reconocían el derecho de que los saharauis de ser oídos en la farsa de Madrid, no dudaron de olvidar todo y tratar de borrar a los saharauis de la faz de la tierra.
Ellos decidieron de la noche a la mañana borrar sus rastros y evacuaron todo lo que era prueba de su presencia: gobierno colonial, soldados, símbolos, colonos y hasta los cementerios fueron exhumados, en un intento de borrar la Historia.
Ellos que pensaron que la invasión sería un paseo no sabían que había todo un pueblo dispuesto a todo por la defensa de su dignidad nacional. Aquel “paseo” que habló el coronel marroquí Dlimi serían 16 años de guerra, la derrota y caída del régimen de Mauritania cuando sus militares vieron que el país estaba al borde del abismo, y la aceptación por parte de Marruecos de la intervención de las Naciones Unidas a fin de evitar la catástrofe y el fin de su régimen corrupto.
Ellos hace cuarenta años, fueron los responsables de los destinos de España, Marruecos y Mauritania y son los responsables de la tragedia colectiva que vivieron y que viven los saharauis. Son los responsables de la guerra y de traer tantas lágrimas a tantos hogares.
Ellos son los que deben rendir cuentas por tantos crímenes…
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