Category: Nota Analitica
El Estado Profundo en el gobierno de BidenPor Manuel J. Espinoza
Donald Trump dio un importante discurso que nos permite develar la falta de democracia y la profunda corrupción sistémica en los Estados Unidos. Lo primero no nos interesa, pero lo segundo tiene que ver con el negocio de la guerra, la destrucción y esclavitud de los pueblos.
El primer discurso fue durante su toma de posesión el 20 de enero del 2017. Ese día desenmascaró al famoso “Establishment” (Élite de poder) que hoy conocemos como el “Estado Profundo” (Deep State) como una cruda realidad del poder en la sociedad norteamericana.
“….Durante demasiado tiempo, un pequeño grupo en la capital de nuestra nación ha cosechado las recompensas del gobierno, mientras que la gente ha asumido el costo. Washington floreció, pero la gente no compartió de su riqueza. Los políticos prosperaron, pero los trabajos se fueron y las fábricas se cerraron”.
“El Establishment se protegió a sí mismo, pero no a los ciudadanos de nuestro país. Sus victorias no han sido tus victorias; sus triunfos no han sido tus triunfos; y aunque celebraron en la capital de nuestra nación, hubo poco que celebrar para las familias en apuros en toda nuestra tierra”. “Todo eso cambia, comenzando hoy aquí….esta carnicería estadounidense se detiene aquí y se detiene ahora mismo”.
Trump se refería al ejercito de burócratas, tecnócratas y políticos en el congreso y gubernaturas que desde sus posiciones a todos los niveles del gobierno USA le hacen el negocio lucrativo al verdadero capital mono y oligopólico; lo que convierte al final al gobierno en una marioneta que baila al son de enormes sumas de dólares.
Trump vs el Estado Profundo
Por eso al día siguiente, Trump visitó la Central de Inteligencia (CIA) y presentó a Mike Pompeo, su nominado al puesto de Director, un republicano de Kansas, miembro del Tea Party dentro del Partido Republicano y miembro de la Cámara de Representantes de 2011 a 2017. Pompeo había criticado a Hilary Clinton durante las audiencias sobre lo ocurrido en Bengasi, una de las mayores acciones de ataque mediático de los republicanos contra la candidatura presidencial de Clinton.
La visita tenía la urgencia de darle a entender a toda la comunidad de inteligencia (entre estas el FBI y la NSA) quién era el jefe principal ahora y que de igual manera que estaba sustituyendo al Director en la CIA, John Brennan, lo haría con los directores del resto de agencias secretas, sobre todo de aquellas que estaban iniciando el ruido de la “injerencia rusa a favor de su victoria electoral”, que ya empezaba a tener eco en los medios de comunicación norteamericana.
Trump, que viene del Establishment, conocía a ciencia cierta los métodos de presión y chantaje que instituciones como el FBI, la CIA, NSA, suelen implementar contra los mismos presidentes de EEUU en función de autorizar los contratos de compra por parte del Estado federal del armamento y tecnología para las guerras abiertas de intervención y toda una gama de acciones ilícitas internacionales para complacer los bolsillos de sus verdaderos jefes empresarios en el establishment.
Estos métodos de coerción que implementan los servicios secretos a través de los escándalos políticos prolongados, son parte de su arsenal permanente y su modus operandi. Como ejemplos recientes, están los escándalos de Hilary Clinton siendo Secretaria de Estado sobre la muerte del embajador USA Christopher Stevens, varios soldados y funcionarios en Bengasi y el famoso descubrimiento del mal manejo de sus correos oficiales electrónicos, que la mantuvieron bajo el escrutinio público durante toda la campaña electoral creándole toda una situación adversa de opinión pública.
Una filtración decisiva
A partir del 28 de octubre del 2016, a tan solo 11 días de las elecciones, el escándalo fue mucho mayor. Los medios corporativos difundieron una filtración del republicano Jason Chaffetz, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, sobre que el FBI había encontrado más correos electrónicos de Hillary en la computadora de Anthony Weiner (esposo de una asistente de Hillary Clinton), que permitían reabrir el caso. Como resultado, la ventaja de Clinton sobre Trump en las encuestas descendió del 5.9% al 2.9%. En los estados indecisos, su ventaja se redujo del 4.5% al 1.7%.
Trump entendió que la “involuntaria y necesaria” comunicación del FBI al congreso para informarle lo encontrado, había contribuido a darle el golpe final a las aspiraciones presidenciales de Hillary Clinton y a dos términos de administración demócrata. Desde luego, Trump –que conoce esos métodos– no los creía tan “involuntarios” porque desde la oficina del FBI en Nueva York le habían filtrado sobre eso dos días antes al ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, republicano y amigo personal de Trump, quien prontamente apareció en el canal Fox News y dijo que Trump tenía “una sorpresa o dos de las que escucharían en los próximos dos días”.
Trump entendió con claridad que la filtración del FBI en Nueva York era el mensaje del nivel superior del “Estado Profundo” que apoyó a Hillary al inicio pero que ya la había descartado como futuro presidente de EEUU y que su apuesta estaba ahora en su futura administración presidencial. Por eso, como en toda película de mafiosos, solo era cuestión de ponerse de acuerdo en el futuro y no romper las reglas de un juego corrupto ya institucionalizado y con serios jugadores en el gobierno norteamericano. Solo que había un detalle y es que Trump era un magnate que no se iba a subordinar a funcionarios burócratas.
Trump entendió lo que se traían entre manos los servicios secretos tras varios encuentros con el director del FBI, James Comey, (quien fue el que comunicó “involuntaria” pero necesariamente al congreso sobre el redescubrimiento de más correos electrónicos de Hillary) y que inmediatamente, tras haber ganado las elecciones en noviembre del 2016, le compartió a Trump sobre la investigación inicial acerca de “la injerencia rusa” en la campaña del magnate, donde participaban también la CIA y la NSA, entre otras agencias del club de inteligencia.
Y es sobre este nivel burocrático gubernamental del “Estado Profundo” al que se refiere Jason Chaffetz en su libro de 2018, publicado bajo el nombre “El Estado profundo: cómo un ejército de burócratas protegió a Barack Obama y está trabajando para destruir la agenda de Trump”. En su obra, explica cómo el gobierno federal se había convertido en una rama del Partido Demócrata en la última década y cómo le ayudó a sobrevivir a la administración Obama de los escándalos prolongados y por qué luchan dentro del sistema para su propio beneficio.
Trump se desprende de sus mentores
De ahí, que Trump hizo hasta lo imposible para despedir desde su llegada a la Casa Banca a tantos funcionarios especialistas heredados del gobierno federal de la era de Obama, que se conocen como el “BLOB” (la elite de política exterior). Con esto aseguraba cierto nivel de lealtad personal y política con los nuevos contratados, no sin dejar de caer en la mediocridad de las decisiones y acciones de política exterior que con bastante lógica le acusan hoy dentro y fuera del país e inclusive hasta sus aliados y por la que ahora paga un precio muy serio en su revés electoral.
Basta con repasar la problemática crítica de funcionabilidad del ejecutivo en sus primeros seis meses al no poder ubicar a verdaderos especialistas en su gabinete como fue el caso de su secretario de Estado o el consejero de Seguridad nacional. Sobre mucho de su irracionalidad personal y política y de su actuación mediocre en todas las esferas de su administración, basta con leer el libro de John Bolton de junio de este año: “La oficina donde sucedió: una memoria de la Casa Blanca”.
Pero su lucha contra apenas ese nivel burocrático del Deep State parece, que no ha tenido un final feliz. La deserción permanente hasta hoy día tras su evidente derrota electoral, la fuga de información, el resentimiento interno y asolapado de los funcionarios a todos los niveles por su soberbia y egocentrismo debilitaron mucho a la administración Trump.
La estrategia de ser el único interlocutor entre capital financiero y la industria militar, tecnológica y energética y no a través de cuadros intermedios parece tener ya un final con la llegada de Biden. Parece resistirse aun a reconocer que el “Estado Profundo” utiliza tanto a los partidos en el poder como en la oposición para sus beneficios corporativos de lucro. Al final el BLOB y el mismo son productos del mismo sistema.
El retorno de la mafia de la política exterior
Hoy, ese enorme complejo de burócratas, tecnócratas y plutócratas que algún día Trump creyó expulsar del gobierno, han hecho un enorme capital desde las empresas privadas y centros (o fábricas) de pensamiento (“Think Tanks”), que los contrataron al terminar el periodo de Obama. Mientras Trump lucha por impedir “jurídicamente” la llegada de Joe Biden a la casa Blanca, los de la mafia de la política exterior (BLOB, por sus siglas en inglés) están instalándose rápidamente en el gabinete de Biden y en todos los niveles del gobierno. Desde ya amenazan no solo los vestigios de política exterior que herede la administración Trump, sino que también al mundo entero.
Al revisar a los ya anunciados funcionarios a integrar la administración Biden en los puestos claves entorno a la seguridad nacional, uno puede comprobar la conexión entre los tres niveles principales del “Estado Profundo”. El primero de forma ascendente, compuesto por los funcionarios del gobierno norteamericano que junto a los del segundo nivel que integra a los estudiosos en los centros de pensamiento, inventarán las supuestas amenazas de seguridad nacional y recomendaran e implementaran las acciones necesarias para la seguridad de EEUU.
Esto solo se puede conseguir si se asegura la compra del armamento necesario con la tecnología adecuada y para eso están los productores, fabricantes y empresas vendedoras de dichos productos de muerte con sus ejércitos de contratistas y cabilderos que tienen por comprador número uno al Estado federal. Estos son los repartidores de la “gratitud” sin límites del nivel superior del “Estado Profundo”.
Un pequeño ejercicio analítico al revisar las fichas técnicas de por lo menos cuatro de los funcionarios propuestos que ocuparán cuatro puestos clave que involucran permanentemente a EEUU con sus guerras rapaces, nos pueden esclarecer qué grado de continuidad o cambio tendrá la política exterior que conducirá la administración Biden. Sobre todo, si entendemos que estos ya estuvieron en puestos similares hacia Libia, Siria y Yemen durante los dos términos de la sangrienta administración Obama.
Los criminales escogidos por Biden
Jacob Jeremiah Sullivan. Propuesto para Asesor de Seguridad Nacional. Fue Vice Jefe de gabinete del Hillary Clinton como Secretaria de Estado. Desde el 4 de febrero de 2011 hasta el 4 de febrero de 2013 fue Director de Planificación de Políticas. Eso lo involucra con la generación de las guerras contra Libia y Siria. Entre 2013 y 2014 fue Consejero de Seguridad Nacional del Vicepresidente de los Estados Unidos Joe Biden. Aconsejó al Gobierno estadounidense en la elaboración del acuerdo nuclear con Irán. Tras la derrota electoral de Hillary Clinton se unió a la empresa Macro Advisory Partners, que se especializa en asesoría de riesgos. Asesoró a las empresas Lyft y Uber.
A partir de 2020, es un “distinguido” miembro no residente de Carnegie Endowment for International Peace. Es el centro de pensamiento “Think tank” número uno de carácter global con sedes en Beirut, Bruselas, Beijín, Kazajstán, Moscú y la India desde donde ejecutan sus programas regionales y continentales. El presidente de la organización es el ex subsecretario de Estado de EEUU William J. Burns.
Avril Danica Haines anunciada como Directora de Inteligencia Nacional, que supedita a la comunidad de inteligencia USA (16 agencias). Con una larga carrera de servicio en asuntos legales primeramente en el Departamento de Estado, luego para la parte demócrata del comité del Senado sobre Relaciones Exteriores, cuando el presidente del comité era Joe Biden.
Regresó de nuevo al Departamento de Estado. En 2010, Haines fue nombrada como Asistente Adjunto del Presidente y Consejero del Presidente para Asuntos de Seguridad Nacional en la Casa Blanca. En 2013 fue seleccionada como vice directora de la CIA. En 2015 fue nombrada Asesora Adjunta de Seguridad Nacional. Tuvo mucha relación en la determinación de la política de la administración Obama sobre “asesinatos selectivos” por drones, ejecutado a través de 563 ataques a en Paquistán, Somalia y Yemen, con el resultado de unas 3,797 asesinadas.
La relación de Haines con el Estado Profundo se rastrea en Palantir Technologies, ubicada entre las más valiosas empresas privadas de tecnología de Silicon Valley. Es una empresa de software que se especializa en análisis de tecnologías de big data, conocida por proyectos como Palantir Gotham, que es utilizado por analistas antiterroristas y cibernéticos en guerra de información en oficinas del club de inteligencia y del Departamento de Defensa. Con Obama, a partir de 2013, los clientes de Palantir incluían a la CIA, DHS, NSA, FBI, CDC, el Cuerpo de Marines, la Fuerza Aérea y el Comando de Operaciones Especiales. Palantir es una de las cuatro grandes empresas de tecnología que han comenzado a trabajar con el Servicio Nacional de Salud para en relación al Covid-19 y varios países han utilizado su métodos para “rastrear y contener el contagio”.
Haines fue empleada de WestExec Advisors, una empresa de asesoría en estrategia política. Extrañamente, desde junio de este año ella eliminó las referencias en internet de sus vínculos con Palantir y otras corporaciones para evitar develar su relación. ¿Por qué?
Anthony John Blinken esta propuesto para Secretario de Estado. Durante la administración de Bill Clinton sirvió en el Departamento de Estado y en puestos de alto nivel en el personal del Consejo de Seguridad Nacional. Entre los cargos ocupados en su dilatada trayectoria, están: (2001-2002) miembro relevante del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales; (2002-2008) Director de personal demócrata del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos; (2009-2013) asistente adjunto del presidente y asesor de seguridad nacional del vicepresidente Joe Biden.
Blinkien fue uno de los principales colaboradores en el diseño de la política Obama hacia Afganistán, Pakistán y el programa nuclear de Irán. Apoyó la intervención militar de 2011 en Libia y la guerra proxy con los rebeldes sirios. De 2014 a 2016 sustituyó a William Joseph Burns como subsecretario de Estado. Está involucrado en la asistencia económica a Israel para reponer su arsenal de misiles “Iron Dome” usados contra los palestinos. Es el arquitecto del proyecto de desestabilización de Ucrania y de todo el apoyo a Arabia Saudita en su guerra contra Yemen. En su concepción, prevalece el criterio de lidiar posiciones con el uso de la fuerza y no con la negociación.
En el sector privado, Blinken cofundó WestExec Advisors, y es socio de una empresa de capital privado “Pine Island Capital Partners” de la cual renunció este año para integrar la administración de Biden; también es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y analista de asuntos globales para CNN.
Las fábricas de pensamiento como el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y el Consejo de Relaciones Exteriores, se especializan en dibujar futuros escenarios en las relaciones internacionales, su dinámica de conflicto y los cambios necesarios en la balanza de poder a favor del poderío y de la supremacía norteamericana. Desde ahí se han procurado las dos guerras mundiales, la Guerra Fría y las artificiales “revoluciones de color” y “primavera”. El Consejo de Relaciones Exteriores es lo que se llama un bróker (agente) de desestabilización.
Michèle Flournoy también estuvo en la lista de los principales prospectos a ser nombrada Secretaria de Defensa pero su papel en la fundación de la empresa WestExec Advisor y su extensa relación profesional adquirida como funcionario del gobierno de Obama, ha puesto en evidencia el circulo vicioso de interés y corrupción de empresas privadas, centros de pensamiento y funcionarios ubicados en puestos claves con el verdadero núcleo del capital del Estado Profundo del Complejo Militar Industrial, Silicón Valley y Wall Street o sea la industria de la defensa, las empresas de capital privado y los fondos de cobertura.
En su manera de actuar, WestExec Advisor es igual a la empresa Kissinger Associates y muy asociada al capital judío para el apoyo a Israel. Entre la lista de clientes de WestExec Service están Jigsaw de Google, la empresa israelí de inteligencia artificial Windward y Fortune 100 types. Todo parece que Flournoy tendrá que esperar a que los resultados electorales sean definitivos a favor de Biden y que en Georgia se logre crear un desbalance a favor de los demócratas en el congreso, ya que de lo contrario los republicanos ya están listos a no aceptar muchas de las nominaciones a los cargos claves en el gobierno de Biden.
Lloyd James Austin III es el nuevo candidato a ser Secretario de defensa. Un general de cuatro estrellas retirado. Encabezó la invasión de Irak en marzo de 2003. Desde ese año hasta 2005, fue comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Combinada 180, durante la Guerra de Afganistán y como comandante general de la 10ª División de Infantería Ligera. Ascendido a teniente general, entre 2006 y 2008 asumió el mando del XVIII Cuerpo Aerotransportado. De 2008 a 2010 fue el segundo jefe de la fuerza Multinacional en Iraq dirigiendo las operaciones de aproximadamente 152 mil soldados. Entre 2010 y 2011 asume como Comandante General de las tropas intervencionistas Iraq. De 2011 a 2013 fue vicejefe de personal del ejército. De 2013 a 2016, Jefe del Comando central CENTCOM. Tuvo mucho que ver con el involucramiento del ejército USA en Siria.
Una vez retirado, en el sector privado destaca como miembro de dirección Raytheon Technologies, una empresa contratista militar. Miembro de la junta directiva de Nucor y director independiente de Tenet Healthcare una empresa de consultoría.
Los análisis retocados hablan de la procedencia afroamericana o latina de muchos de los posibles altos funcionarios del posible gobierno de Biden. Pero eso deja de ser relevante porque en primer lugar el problema racial y de discriminación a las minorías no se soluciona así. El problema para el mundo entero es su nivel de psicología imperial y el grado de corrupción a la que están ligados. Este tipo de burócratas jamás estarán preocupados por nuestros problemas. Lo único que persiguen es la supremacía norteamericana a toda costa.
El mar de sangre de Iraq con más de 150 mil muertes, Afganistán más de 100 mil muertes, Libia 25 mil, Siria con más de 570 mil muertes, Yemen con 233 mil muertes, Ucrania con más de 15 mil muertes y el hambre en Irán y Venezuela llevan su firma.
El Mega Fraude Electoral en las Elecciones USA y el nexo con el Estado Profundo (Deep State)
Manuel S. Espinoza J. (*)
Permanentemente los gobiernos norteamericanos se llenan la boca demandando a todas las naciones del planeta “elecciones libres, democráticas y transparentes”, como si ellos fueran el crisol de la democracia mundial. Esta vez como nunca el tiro le salió por la culata. Su doble moral en política internacional ha quedado al descubierto en las recién elecciones fraudulentas en ese país. No sé con qué nivel de desfachatez van a demandarnos a los nicaragüenses en nuestras elecciones del 2021.
Desde el 3 de noviembre el planeta entero ha podido presenciar una de las elecciones más amañadas de la historia en los Estados Unidos de Norteamérica. Como siempre el oligopolio mediático global occidental ha presentado éstas como el mayor SHOW TIME del momento como si estas elecciones fueran las más importantes para toda la humanidad.
Por desgracia millones caen en ese engaño global y los casi 160 millones de ciudadanos norteamericanos votantes creen que han decidido el futuro de su nación y hasta del mundo entero, pero esto está lejos de ser cierto. Si hablamos de poder y realismo político como principal objeto de análisis en estas elecciones olvidémonos del análisis de factores sociológicos que integran a tantos tipos de votantes norteamericanos. De hecho, ya están llenos los sitios de internet donde se pueden encontrar serias estadísticas sobre estos indicadores, pero aun con esto las causas reales de los resultados electorales siempre serán otras.
Raíces Históricas del fraude electoral USA.
Ha sido esa capacidad de diseñar las leyes electorales y todo tipo de subterfugios las que a lo largo de dos siglos les ha permitido engañar a su propio pueblo. En términos técnicos esto se le conoce como “Gerrymandering voting districts” (Manipulación de las circunscripciones electorales de un distrito) o territorio, uniéndolas o dividiéndolas, con el objeto de producir los resultados electorales deseados a favor de un partido “X”.
No es algo nuevo en las elecciones norteamericanas. El término Gerrymander proviene de principios del s. XIX, por el nombre de Elbridge Gerry, gobernador de Massachusetts quién, en 1812, decidió unificar varios distritos en uno solo. El mapa resultante de la unión de estos distritos tenía la forma de una salamandra (en inglés: salamander), al que pusieron por nombre Gerry-mander. El término se usa para designar cualquier forma de manipulación de los distritos electorales con fines partidistas.
El “gerrymanderismo” se puede entender con mayor facilidad al apreciar en los colores estáticos de rojo Republicano o el azul demócrata en el mapa permanente electoral de cada elección. También en el comportamiento de los estados batalla (battle ground) o de los estados oscilantes o indecisos (swing states), que históricamente no están marcados por el favoritismo mayoritario a uno de los dos partidos, pero sí hoy enormemente influenciados por el capital invertido en donaciones de campaña, por el factor de las redes sociales y las fake news (noticias falsas) llenas de todo tipo de acusaciones y acciones de desprestigio entre los contendientes electorales a nivel presidencial y por el congreso.
Hoy el “gerrymanderismo” moderno tiene la capacidad de diseñar e implementar todo el show electoral convertido siempre en fraude con la venia de un sistema corrupto que pasa no solo por las leyes electorales en cada Estado, sino en la capacidad de cada partido de movilizar a las urnas a sus electores cautivos, la utilización de los fondos recaudados para motivar a los indecisos y hasta otros factores menos fáciles de analizar.
Este mecanismo y su show electoral desde luego están basados en el manejo mediático de la estructura socioeconómica, política e ideológica de cada Estado. De ahí que cada Estado elabora su propia ley electoral. Lo que viene a explicar con mayor claridad la estructura de poder a favor de uno u otro de los dos partidos monopólicos de la supuesta “democracia USA”. La perfección del “gerrymanderismo” hoy día es el ya famoso sistema del Colegio Electoral que modifica la elección popular a una de forma indirecta donde 538 electores determinan al candidato ganador con 270 votos sin importar la cantidad de ciudadanos que votaron por cada contrincante.
El Colegio Electoral.

Mayoritariamente, los miembros del Colegio Electoral se designan y eligen bajo las leyes estatales. Es un sistema donde “The winner takes it all” (Todo se lo lleva el ganador). Los votantes eligen entre las listas de los electores del estado para que voten por el candidato a la presidencia y a la vicepresidencia y así, el candidato que recibe la mayoría de los votos del estado “gana” todos los votos emitidos por los ciudadanos de ese estado. De ahí la importancia de los llamados estados oscilantes o indecisos (swing states).
Lo anterior se explica porque la batalla campal “del fraude” desde hace meses se decía sería en ocho estados que serían los que al final darían el gane a Biden o a Trump. El modus operandis de los 538 electores se percibe más en los famosos swing states (estados indecisos) que hemos podido apreciar y que fueron la piedra del zapato para Hillary Clinton en el 2016 y este año para Trump en el conteo final por la carrera de los 270 votos y más del colegio electoral.
Por ejemplo, en las elecciones de 2016 Hillary Clinton (demócrata) obtuvo 65 millones 853 mil 514 votos y Donald Trump consiguió 62 millones 984 mil 828 votos. Sin embargo, con casi 3 millones de votos menos que Clinton, Trump logró 304 votos del colegio electoral a su favor vs los 227 que consiguió su rival y esto lo hizo ganador. En el 2000 ocurrió algo similar, con el gran robo a favor de George W. Bush para impedir que el demócrata Al Gore, vicepresidente de Bill Clinton, se hiciera inquilino de la Casa Blanca.
Según el promedio de encuestas el candidato demócrata Joe Biden mantuvo una amplia ventaja nacional (arriba de 9 puntos) y lideró en la mayoría de los Estados de los cuatro en los Grandes Lagos en donde Trump cambió a su favor en 2016 un día antes de las votaciones. Ahora Michigan, Pensilvania y Wisconsin se inclinaron fuertemente hacia Biden y hasta finales de septiembre no se creía que ningún Estado cambiara.
El problema hoy es que no se sabe a ciencia cierta si toda esa información a favor de Biden era producto de encuestas falsas, noticias infladas a favor del candidato demócrata o el empleo de mayores recursos económicos utilizados por los demócratas que generaron la reacción votante esperada con la ayuda popular cosechada en contra de todas las trastadas de la administración Trump.
Los republicanos aseguran que han sido los Medios de Información Masiva los que le dieron el gane anticipado a Biden haciéndolo público, porque el conteo aún continuaba. Pero también es dudoso el hecho que Trump había denunciado con anticipación las irregularidades e ilegalidad a la que conllevaría la votación anticipada y por correo electrónico. ¿Cómo saber si éste no estaba preparando al público para su declaración de fraude por parte de los demócratas, tal y como términó haciéndolo?
En todo caso Trump necesitaría ganar en los estados restantes aún en disputa y voltear al menos uno de los Estados de inclinación demócrata para reelegirse, pero no son los votos o la Corte Suprema los que realmente decidirán los resultados finales y al candidato ganador. Será el “Estado profundo” (DEEP STATE) o “Gobierno Sombra”, que también es el verdadero poder tras bastidores de la sociedad norteamericana que los instalará en la Casa Blanca y en sus asientos en el Congreso.
El DEEP STATE y su poder electoral.

La realidad es que estas elecciones solo importan a las élites de poder USA y aquellos que de alguna forma o nivel de relación tienen que ver con estos grupos de interés que disputaron el poder político que emana desde La Casa Blanca y el Capitolio (congreso). Es la disputa por el poder económico a través del político y su reconfiguración lo que ha estado en juego en las elecciones presidenciales y para el congreso.
La votación de tantos millones solo ha servido para ocultar la mayor legalización de las futuras transacciones multibillonarias de capital que el “Estado Profundo” (Deep State) en sus diferentes manifestaciones realizarán a su favor utilizando al gobierno federal estadounidense como su caballito de batalla. Y entre más difícil se tornan los resultados para uno u otro partido las posibilidades de mayor participación del Deep State en el control futuro del candidato presidencial ganador y los congresistas serán mayores. Simplemente significa mayores inversiones en las negociaciones de última hora a favor de un partido u otro y mayores compromisos a futuros de éstos con sus “filantrópicos donantes”.
¿De dónde creen que provienen los pagos de USD 200.000 y hasta USD 300.000 dólares que reciben ex presidentes como Barack Obama, Bill Clinton, y ex Secretarios de Estado como Hillary Clinton, Condoleezza Rice y similares solo por discursos en universidades o centros de pensamiento? ¿ Ya ni se diga congresistas, gobernadores, que en su momento apoyaron las acciones de política exterior con la aprobación de las asignaciones presupuestarias de miles de millones de dólares que están requerían?
¿Quién es tan filantrópico como para pagar tan caro las reflexiones y memoria de los ex funcionarios del gobierno norteamericano? ¿Quién solo por amor partidario hace enormes donaciones de decenas de millones de dólares a las campañas presidenciales y de gobernadores? Bien se dice que con la plata baila el mono.
Me refiero a todo lo que integra Wall Street, al capital de especulación y financiero, al Silicón Valley, al Complejo Militar industrial (CMI), al Oligopolio Petrolero, al oligopolio de los Medios Masivos de Comunicación (MMC), al extenso aparato del Complejo de Seguridad Nacional (CSN), inclúyase aquí, a la CIA, FBI, NSA.
Home Land Security y a los miles de multimillonarios donantes en las campañas electorales, contratistas, lobistas etc. Es todo el mecanismo de poder del sistema oligopólico norteamericano que integra también y de manera muy intrínseca al capital financiero inglés y judío.
Eso explica porque ninguna enmienda para abolir el colegio electoral y que la votación sea directa, ha visto ni la luz del día ni siquiera las puertas abiertas del congreso. Ha sido imposible que llegue hasta ese nivel de discusión. ¿Por qué? Porque probablemente no solo surgirían nuevos partidos políticos y sus estrategias ya no sería ganar en Estados indecisos sino en los más poblados y la participación general de los votantes probablemente sería mayor de lo que es hoy. Pero sobre toda las cosas sacaría del juego a muchos de los miembros del “Deep State” y desquebrajaría el nivel de influencia que tiene éste sobre el gobierno federal.
¿Por qué es necesario el show electoral?
La lógica general supone que Biden debería ser el ganador. Pero el sistema corrupto de la política norteamericana, organizado tras bastidores, puede dar la sorpresa haciendo por magia que gane de nuevo Trump un segundo mandato.
La razón principal de la ventaja de Biden sobre Trump es simplemente porque las condiciones de 2016 no son las de este año, aun a pesar que hasta inicios del 2020 la administración republicana había realizado una buena gestión económica de base, sobre todo a largo plazo para fortalecer la industria y otras esferas competitivas económicas y comerciales de Estados Unidos. Esa es la estrategia base del famoso MAGA, “Make America Great Againg”.
Pero llegó su cisne negro y Trump tenía que perder por lógica común. El Covid-19 y su pésima respuesta, con 240 mil fallecidos y más de 1 millón de contagiados. El racismo de Trump y su claro apoyo a la supremacía blanca. Los demócratas con enorme influencia en lo que se conoce como “The Inner Cities” (Ciudades internas) han jugado bien la carta afroamericana como en una réplica de “Golpe Suave”. Es más, no hay duda que los servicios secretos norteamericanos actuaron contra Trump. La deteriorada economía norteamericana de post-pandemia, la elevada deuda pública que superó los $26 billones un record histórico más 10 millones de desempleados.
En cualquier país realmente democrático con todo este caudal de elementos negativos no deja ni un solo espacio de duda que Trump debía perder. El voto temprano de los demócratas con amplia superioridad entre los más de 80 millones ya efectuados antes de las elecciones y la enorme diferencia en la recaudación de fondos de campaña a favor de los demócratas, no son más que más caldova la lógica derrota de Trump.
Joe Biden otro títere del DEEP STATE.
Está comprometido con los planes de enormes inversiones disfrazadas en acciones de política exterior bajo la estrategia de seguridad nacional. Baiden o Trump ni siquiera pueden ufanarse en personalizar dichas estrategias porque están hechas para que ambos partidos independientemente de cual esté en la Casa Blanca o en el Capitolio las implemente. A eso ellos le llaman estrategias Bipartidistas de política Exterior.
Estas están hechas para desviar los enormes recursos económicos que por décadas se asignaran a los mega programas de seguridad nacional donde las empresas contratistas del Deep State tiene aseguradas las asignaciones presupuestarias por parte del ejecutivo y respaldadas presupuestariamente por el Congreso. Ejemplo de estas mega estrategias de seguridad nacional para mantener y consolidar la supremacía USA podemos mencionar algunas de vieja data y aún vigentes.
El proyecto sobre Seguridad Nacional “Forjando un Mundo de Libertad bajo Leyes” de la universidad de Princeton. (2006)
La estrategia “ Pívot o Rebalance para la región del Pacifico del Sur de Asia” (2009)
El Proyecto para “una Norteamérica Unida y Fuerte” (2013)
“Ampliando el poderío norteamericano: Estrategias para expandir el compromiso norteamericano en un orden mundial competitivo)” (2016).
Lo que sucede es que comúnmente los que tratan de analizar la política exterior norteamericana lo hacen muchas veces desde sucesos, situaciones y acciones presentadas en las noticias, discursos o artículos diversos y no de los documentos base de los cuales se desprenden realmente aquellas estrategias globales, regionales y definidas a países concretos. Les confunde el hecho que cada administración trate de atribuirse como creadora, pero no son más que la continuación de estrategias ya trazadas a favor del DEEP STATE y que con otros nombres y acciones diversas deberán seguir al pie de la letra sobre el papel de único líder que debería jugar Estados Unidos en el mundo.
Las cuatro Mega estrategias desde el 2006 tenían a China en la mira colocándola como el primer adversario global. Lo que necesitaban era una mentira a la medida como han inflado la situación del COVID-19 en ese país facilitándoles echarle toda la culpa a China. Pero que en síntesis, se trataba del intento de evitar la pérdida efectiva de peso relativo y absoluto de los EE.UU. en la política y la economía de la región y el mundo. La vigencia de la estrategia “ Pívot o Rebalance para la región del Pacifico del Sur de Asia” (2009) originada en el gobierno demócrata de Obama ha sido fielmente seguido por la administración con retoques personales que han confundido la opinión y percepción de muchos.
China, fortalecida en sus nexos con Rusia, representa la amenaza a la medida que tanto buscaba el DEEP STATE tras fallar en su estrategia global anti-terrorista. Es la causa base para la justificación no sólo de nuevas políticas sino de nuevos gastos. La implementación y ejecución por décadas de estas megas estrategias de política exterior estadounidense se apoyan en acciones militares, paramilitares, diplomáticas, culturales, económicas, comerciales, financieras y político-ideológicas, que le abren la puerta de participación a las cientos de empresas monopólicas y a sus miles de contratistas en una región de primer importancia estratégica para los EE.UU.
Esa región con su propia dinámica ya trasciende su zona natural. Sus economías, que ya alcanzan más del 40% del PNB mundial, y ya ni se diga sus avances tecnológicos. Posee más del 60% de la población mundial con enorme cercanía gravitacional entre Euro-Asia y la Gran Euro-Asia lo que aumenta en términos exponenciales sus capacidades regional y global.
El nivel de la dinámica comercial la convierte en la zona de mayor vitalidad económica del mundo con más de 600 mil millones de dólares. Su PIB mundial se pronostica para el 2025 sea de un 60%. Y unos 148 billones en 2050. Asia es el principal socio comercial de EE.UU. con un 38% del total del comercio de este en bienes en 2013 comparado con un 30% para América del Norte y el 20% para Europa. Cinco de los siete principales tratados de defensa de los EE.UU. están firmados con países de la región.
De ahí la plataforma de Trump de “America First”, (Norteamérica es Primero) o “Let´s Make America Great Again” (Hagamos a Norteamérica Grande otra Vez) o la que ya está anunciando Biden sobre: “Made in America plan” (El Programa Hecho en Norteamérica) y otras similares como “Hacer a EE.UU. de nuevo más” contra el liderazgo chino en producción de todo tipo de mercancía y capacidad de comercio es “la producción y la innovación en EE.UU”. Los lemas de campaña “Compre en América”, “Fabrique en América”, “Invierta en América” al final deberán procurar lo mismo, sólo que en periodos diferentes con administración demócrata.
EEUU desprecia a América Latina
Pero en términos de progreso y bienestar, para los pueblos del continente que continúe Trump o que llegue Biden, no implicará mayores cosas. El cambio será intervencionismo descarado, vulgar y crudo de Trump versus el cosmético discursivo de especialistas diplomáticos de Biden desde el Departamento de Estado. Latinoamérica continuará tan relegada como hasta ahora. No es una región prioritaria en la confrontación geopolítica mayor con Euro-Asia.
Seguirán viendo a la región con desprecio por sus niveles de pobreza, corrupción, crimen organizado, narcotráfico, atraso en los niveles educacionales y de salud sobre todo en el período de post pandemia con mayores problemas de endeudamiento, desempleo y criminalidad impune a la que ellos han venido cerrando los ojos y callando a más no poder. El muro se seguirá construyendo aun sin Trump, pero con el mismo desprecio hacia los latinos. Son nuestros recursos estratégicos de petróleo, gas, agua y otros y la posición geográfica que ocupan Cuba, Nicaragua y Venezuela en el caribe continental, lo que verdaderamente les preocupa.
Sobre todo, la presencia de China y Rusia en la región en términos de finanzas, comercio y asistencia militar, ya probada en la lucha por recuperar sin éxito a Cuba, Venezuela y Nicaragua y las proyecciones geopolíticas que han hecho hacia México, Bolivia, Argentina, Chile, y Brasil. El dilema para nuestros pueblos en las relaciones de EEUU con la región es que su preocupación nos resulta más cara que el abandono.
El nivel de enfrentamiento geopolítico actual entre China y Rusia supera el vivido en los 80 a nivel centroamericano entre la URSS y Estados Unidos. Ahora es por los países de mayor peso en Latinoamérica y sin contenido ideológico que lo sustente como en el periodo de la Guerra Fría. El detonante no es el supuesto abandono permanente de las administraciones USA al hemisferio, sino el fracaso de su estrategia de hegemonía global neoliberal como aseguran estudiosos como Stephen M. Walt.
Los financiamientos otorgados por China superan a todos los créditos juntos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y la Corporación Andina de Fomento (CAF). El intercambio comercial con los chinos es de unos 300 mil millones de dólares; la inversión directa es de más de 75 mil millones. China es el primer socio comercial de los grandes productores de materias primas (commodities) como Argentina, Brasil, Chile y Perú.
De 2000 a 2017 se desarrollaron 69 proyectos de infraestructura de China en América Latina, con montos en miles de millones de dólares que generaron miles de empleos directos e indirectos. Muchos otros más integran la lista de lo que podemos ver en el futuro.
Hacia Nicaragua, una administración demócrata en la Casa Blanca continuaría con su política antisandinista, cerrando los ojos a nuestros avances y logros y a todos los problemas profundos estructurales que afrontan nuestros vecinos centroamericanos, con el único fin de cercarnos en una alianza intervencionista regional en nuestros asuntos. Los temas migratorios, corrupción, violación de los derechos humanos, la desigualdad socio económica de la región, pasan a un segundo plano.
Es un error garrafal pensar que es mejor que pierda Trump y gane Biden para nosotros o lo contrario. ¡Unos hasta han llegado a sentir pesar por Trump!. Sandinistas y no sandinistas debemos estar claro que es lo mismo o será siempre peor. De los gobiernos norteamericanos jamás debes esperar nada bueno más que su clara intención de dominio y control por cualquier medio. Lamentablemente hay muchos que creen y sueñan que con ellos se puede negociar y hasta ganar y llegar a ser parte de ellos. Vean el claro ejemplo de lo que ocurrió en Serbia, Libia con Gadafi y Siria. Todo eso fue con un gobierno demócrata en Washington y con la plena aceptación de Biden.
En vano se alegran unos u otros con la victoria presidencial de Trump o Biden pues no les preocupamos para nada, excepto que estamos vivos y con plena conciencia histórica de soberanía y con aliados muy cercanos aun cuando la distancia geopolítica es enorme. La única elección que nos debe importar y sobre todo en asegurar el triunfo electoral sandinista es la de noviembre del 2021. ¡Adelante, que la victoria es nuestra!
(*) Manuel Salvador Espinoza Jarquín. Especialista en Relaciones Internacionales
El triunfo del “Estado Profundo” en las elecciones de EEUUPor Manuel Espinoza J. | Radio La Primerísima
odo un ejército de analistas ha enfocado el tema de las elecciones en Estados Unidos desde diferentes perspectivas, lo que al lector global le ha permitido de diversas formas una idea de los muchos aspectos que integran y describen a lo largo y ancho el proceso electoral 2020 en ese país. Sin embargo, según el sesgo de su inclinación política-ideológica, su pertenencia socio-económica, su especialidad y su preparación sobre ese país hace que varíe en 180 grados toda esa enorme cantidad de propuestas analíticas.
Los menos arriesgados se convierten en cronistas de las noticias que leen en los medios de comunicación de su predilección sin aportar criterio alguno. Otros entran por el camino tortuoso del análisis de los factores demográficos y otros tantos más como si su dominio absoluto fuese igual o mejor que los centros analíticos, que con todo un andamiaje estructural y un cuerpo interdisciplinario de especialistas pueden interpretar y reproducir todo lo que encierran las características de cada distrito, Estado, estrategias partidarias y a los candidatos contendientes. Los más atrevidos se lanzan a pronosticar que candidato triunfará y hasta con cuantos votos electorales.
«Sigue el dinero»
Si se conoce a la sociedad y gobierno norteamericanos y su claro patrón de análisis para todo de “Follow the money” (Sigue al dinero) entenderemos con mayor facilidad más por qué los resultados electorales siempre terminan en uno de los dos partidos monopólicos. La respuesta no es difícil pues tras estos resultados está el poder oculto del capital, que ahora lo conocemos de varias formas como el “Establishment”, “Gobierno Sombra”, “Estado Profundo” o en inglés el Deep State. En adelante, lo vamos a llamar de cualquiera de esas cuatro maneras.
Peter Dale Scott, profesor de la Universidad Berkeley, publicó en 2014 su libro, “The American Deep State“, (El Estado Profundo Estadounidense) que enfatizaba el papel de los contratistas de seguridad, las compañías petroleras y las firmas financieras. El 30 de julio de 2015, Philip Giraldi, un ex oficial de la Central de Inteligencia (CIA), publicó un artículo titulado “Deep State America“, (El Estado Profundo de Estados Unidos), lo que disparó el interés investigativo académico sobre el tema.
Según Giraldi, “algunos creen que este Estado Profundo surgió de una operación secreta de la OTAN llamada “Gladio”, que creó una infraestructura para las llamadas «operaciones tras bastidores» si Europa Occidental fuera invadida por la Unión Soviética y sus aliados. Hay cierta lógica en esa suposición, ya que un estado profundo tiene que organizarse en torno a un centro de poder oficial y aceptado públicamente, lo que significa que normalmente incluye a altos funcionarios de la policía y los servicios de inteligencia, así como al ejército. Para la Policía y las agencias de inteligencia, la propensión a operar en secreto es una condición sine qua non para el estado profundo, ya que brinda cobertura para el mantenimiento de relaciones que en otras circunstancias serían consideradas sospechosas o incluso ilegales”.
De igual manera y con bastante profundidad sobre la influencia del Establishment en la política norteamericana, Mike Lofgren uno de los mejores estudiosos del tema sin ser de izquierda escribe en su libro del 2016: “The Deep State: The fall of the Constitution and the Rise of a Shadow Government” (El Estado Profundo: la caída de la Constitución y el surgimiento de un gobierno en la sombra) todo el nexo corrupto entre la burocracia corrupta desde el presidente y los congresistas hasta el último de los funcionarios de todo nivel del gobierno.
Quiénes forman parte del Gobierno Sombra
Muy bien resumida la caracterización anterior lo explica Giraldi de la siguiente manera: “viven concentrados alrededor de Nueva York y Washington, y se alimentan del nexo fértil con el gobierno y el poder corporativo; son asistentes y legisladores del Capitolio que cobran dinero como cabilderos; ex políticos que ganan millones hablando con los bancos o consiguiendo sinecuras con ellos; tecnócratas que rebotan entre Goldman Sachs y el Departamento del Tesoro; hacedores de reyes multimillonarios, repartidores de donaciones políticas; pensadores cuyos tanques (se refiere a los think tanks o centros de pensamiento), son financiados por corporaciones con un interés financiero en su investigación”.
En abril de este año, David Rohde, ganador del Premio Pulitzer por su obra “In Deep: The FBI, the CIA, and the Truth about America’s Deep State” (“En lo profundo: el FBI, la CIA y la verdad sobre el Estado profundo de Estados Unidos”) explica hasta la saciedad como la supuesta democracia norteamericana enfrenta su mayor crisis de legitimidad. Los estadounidenses frustrados desconfían cada vez más de los políticos, los funcionarios no electos y los periodistas que creen que establecen unilateralmente la agenda política del país.
Explica Rhodes, que, para los conservadores, el “Estado profundo” es una burocracia gubernamental en constante crecimiento, un “estado administrativo” que incansablemente invade los derechos individuales de los estadounidenses. Los liberales temen al “complejo militar-industrial”; una camarilla de generales y contratistas de defensa que creen que habitualmente empujan al país a guerras interminables. Cada presidente estadounidense moderno, desde Carter hasta Trump, se ha involucrado en luchas de poder con el Congreso, la CIA y el FBI”.

Raíces históricas del fraude electoral USA
Desde el 3 de noviembre el planeta entero ha podido presenciar una de las elecciones más amañadas de la historia en Estados Unidos de Norteamérica. Como siempre el oligopolio mediático global occidental ha presentado estas como el mayor Show Time del momento como si estas elecciones fueran las más importantes para toda la humanidad. Por desgracia, millones caen en ese engaño global y los casi 160 millones de ciudadanos norteamericanos votantes creen que han decidido el futuro de su nación y hasta del mundo entero, pero esto está lejos de ser cierto.
Si hablamos de poder y realismo político como principal objeto de análisis en estas elecciones, olvidémonos del examen de factores sociológicos que integran a tantos tipos de votantes norteamericanos. De hecho, ya están llenos los sitios de internet donde se pueden encontrar estadísticas serias sobre estos indicadores, pero aun con esto las causas reales de los resultados electorales siempre serán otras.
Ha sido esa capacidad de diseñar las leyes electorales y todo tipo de subterfugios las que a lo largo de dos siglos les ha permitido engañar a su propio pueblo. En términos técnicos esto se le conoce como “Gerrymandering voting districts” (Manipulación de las circunscripciones electorales de un distrito o territorio), uniéndolas o dividiéndolas con el objeto de producir los resultados electorales deseados a favor de un partido “X”.
No es algo nuevo en las elecciones norteamericanas. El término Gerrymandering proviene de principios del siglo 19 por el nombre de Elbridge Gerry, quien en 1812 cuando era gobernador de Massachusetts (desde 1810), decidió unificar varios distritos en uno solo que de ese modo obtendrían menos escaños en la legislatura. El mapa resultante de la unión de estos distritos tenía la forma de una salamandra (en inglés: salamander), al que pusieron por nombre Gerry-mander. El término se usa para designar cualquier forma de manipulación de los distritos electorales con fines partidistas. Por cierto: ese año, Gerry fue electo Vicepresidente de EEUU como mancuerna de James Madison, pero no pudo gozarlo mucho porque murió en 1814. Gerry fue uno de los firmantes de la Declaración de Independencia de Estados Unidos y de los Artículos de la Confederación. Fue uno de los tres hombres que se negaron a firmar la Constitución porque no incluía una Carta de Derechos.
El “gerrymanderismo” se puede entender con mayor facilidad al apreciar en los colores estáticos del rojo republicano o el azul demócrata en el mapa permanente electoral de cada elección. También en el comportamiento de los estados batalla (battle ground) o de los estados oscilantes o indecisos (swing states), que históricamente no están marcados por el favoritismo mayoritario a uno de los dos partidos, pero hoy enormemente influenciados por el capital invertido en donaciones de campaña, por el factor de las redes sociales y las fake news (noticias falsas) llenas de todo tipo de acusaciones y acciones de desprestigio entre los contendientes electorales a nivel presidencial y por el congreso.
Hoy el “gerrymanderismo” moderno tiene la capacidad de diseñar e implementar todo el show electoral convertido siempre en fraude con la venia de un sistema corrupto que pasa no solo por las leyes electorales en cada Estado y la capacidad de cada partido de movilizar a las urnas a sus electores cautivos, la utilización de los fondos recaudados para motivar a los indecisos y hasta otros factores menos fáciles de analizar.
Este mecanismo y su show electoral desde luego están basados en el manejo mediático de la estructura socio-económica, política e ideológica de cada Estado. De ahí que cada Estado elabora su propia ley electoral. Lo que viene a explicar con mayor claridad la estructura de poder a favor de uno u otro de los dos partidos monopólicos de la supuesta “democracia USA”. La perfección del “gerrymanderismo” hoy día es el ya famoso sistema del Colegio Electoral que modifica la elección popular a una de forma indirecta donde 538 electores determinan al candidato ganador con 270 votos, sin importar si la cantidad de ciudadanos que votaron por cada contrincante.
El Colegio Electoral, mecanismo del Estado Profundo
En el artículo anterior publicado en la Web de Radio La primerísima titulada, “¿Qué podemos esperar de quien gane las elecciones en EEUU?” (https://radiolaprimerisima.com/opinion/que-podemos-esperar-de-quien-gane-las-elecciones-en-eeuu/) explicamos con mayor ampliación sobre lo técnico del colegio electoral y su mecanismo de póker donde todo se lo lleva el ganador. De ahí la importancia de los llamados estados oscilantes o indecisos.
Lo anterior explica por qué la batalla campal del fraude que desde hace meses se decía ocurriría en ocho estados que serían los que al final darían el gane a Biden o a Trump. El modus operandi de los 538 electores se percibe más en los famosos swing states (estados indecisos) que según hemos podido apreciar, fueron la piedra en el zapato de Hillary Clinton en 2016 y este año en el de Trump en el conteo final para conseguir la mayoría de votos en el Colegio Electoral.
Según el promedio de encuestas, Biden mantuvo una amplia ventaja nacional (arriba de 9 puntos) y lideró en la mayoría de los Estados de los cuatro ubicados en los Grandes Lagos en donde Trump cambió a su favor en 2016 un día antes de las votaciones. Ahora Michigan, Pensilvania y Wisconsin se inclinaron fuertemente hacia Biden y hasta finales de septiembre poco se creía que alguno cambiara de preferencia electoral. (Los estados de los Grandes Lagos son Illinois, Indiana, Ohio, Míchigan, Minnesota, Nueva York, Pensilvania y Wisconsin).
El problema hoy es que no se sabe a ciencia cierta si toda esa información a favor de Biden era producto de encuestas falsas, noticias infladas a favor del candidato demócrata o el empleo de mayores recursos económicos utilizados por los demócratas que generaron la reacción votante esperada, con la ayuda de la reacción popular cosechada en contra de todas las trastadas de la administración Trump.
Los republicanos aseguran que han sido los medios de información masiva los que le dieron el gane anticipado a Biden haciéndolo público, porque el conteo aún continuaba. Pero también es dudoso el hecho que Trump haya denunciado con anticipación las irregularidades e ilegalidad a la que conllevaría la votación anticipada y por correo electrónico. ¿Cómo saber si Trump no estaba preparando al público para su declaración de fraude por parte de los demócratas, tal y como terminó haciéndolo?
En todo caso Trump necesitaría ganar en los estados restantes aún en disputa y voltear al menos uno de los estados de inclinación demócrata para reelegirse, pero no son los votos o la corte suprema los que realmente decidirán los resultados finales y al candidato ganador. Será el “Gobierno Sombra”, que también es el verdadero poder tras bastidores de la sociedad norteamericana, que los instalará en la Casa Blanca y en sus asientos en el Congreso.

Con la plata baila el mono
La realidad es que estas elecciones solo importan a las élites de poder de EEUU y a aquellos que de alguna forma o nivel de relación tienen que ver con estos grupos de interés que disputaron el poder político que emana desde La Casa Blanca y del Capitolio (congreso). En realidad, se trata de la disputa del poder económico a través del poder político y su reconfiguración es lo que ha estado en juego en las elecciones.
La votación de tantos millones solo ha servido para ocultar la mayor legalización de las futuras transacciones multibillonarias de capital que el “Estado Profundo” en sus diferentes manifestaciones realizarán a su favor utilizando al gobierno federal estadounidense como su caballito de batalla. Y entre más difícil se tornan los resultados para uno u otro partido, son mayores las posibilidades de mayor participación del Gobierno en la Sombra en el control del que ocupe la Casa Blanca y de los congresistas designados. Simplemente significa inversiones más a fondo en las negociaciones de última hora a favor de un partido u otro y compromisos futuros más relevantes los ganadores con sus “filantrópicos donantes”.
¿De dónde creen que provienen los pagos de 200 mil y hasta 300 mil dólares que reciben ex presidentes como Barack Obama y Bill Clinton, o de ex Secretarios de Estado como Hillary Clinton, Condoleezza Rice y similares, solo por discursos en universidades o centros de pensamiento? Ya ni se diga lo que también reciben congresistas y gobernadores, antiguos o en ejercicio, que en su momento apoyaron las acciones de política exterior, aprobando las asignaciones presupuestarias de miles de millones de dólares que esas requerían.
¿Quién es tan filantrópico como para pagar tan caro las reflexiones y memoria de los ex funcionarios del gobierno norteamericano? ¿Y quién solo por “amor partidario” hace enormes donaciones de decenas de millones de dólares a las campañas presidenciales y de gobernadores? Bien se dice que con la plata baila el mono.
Esos que financian, los que ponen la plata para que el mono baile, son todas las corporaciones que integran Wall Street, el capital de especulación y financiero; las gigantescas empresas tecnológicas del Silicon Valley; el Complejo Militar industrial (CMI); el oligopolio petrolero, los medios corporativos de comunicación social; el extenso aparato del Complejo de Seguridad Nacional (CSN), entre los cuales hay que incluir a la CIA, FBI, NSA, Home Land Security; y los centenares de multimillonarios financiadores de las campañas electorales, contratistas, lobistas, etc. Es todo el mecanismo de poder del sistema plutócrata norteamericano que integra también, y de manera muy intrínseca, al capital financiero inglés y judío.
¿Por qué es necesario el show electoral?
La lógica general supone que Biden debería ser el ganador. Pero el sistema corrupto de la política norteamericana organizado tras bastidores, puede dar la sorpresa haciendo por magia que gane de nuevo Trump un segundo mandato.
La razón principal de la ventaja de Biden sobre Trump es simplemente porque las condiciones de 2016 no son las de este año, aun a pesar que hasta inicios de 2020 la administración republicana había realizado una buena gestión económica de base, sobre todo a largo plazo, para fortalecer la industria y otras esferas competitivas económicas y comerciales de Estados Unidos. Esa es la estrategia base del famoso MAGA, “Make America Great Againg”.
Pero llegó su cisne negro, el Covid-19, y Trump tenía que perder por lógica común. El coronavirus y su pésima respuesta con 240 mil fallecidos y más de 1 millón de contagiados arrasó con las expectativas del millonario inquilino de la Casa Blanca. Como consecuencia, la economía se deterioró a niveles alarmantes, la ya elevada deuda pública que superó los $26 billones de dólares y se estableció un record histórico con más 10 millones de desempleados.
A ello hay que sumarle el evidente racismo de Trump y su claro apoyo a la supremacía blanca. Los demócratas con enorme influencia en lo que se conoce como “The Inner Cities” (ciudades internas) han jugado bien la carta de simpatías por los afroamericanos como en una réplica de “Golpe Suave”. Es más: no hay duda que los servicios secretos norteamericanos actuaron contra Trump.
En cualquier país realmente democrático con todo este caudal de elementos negativos no deja ni un solo espacio de duda que Trump debía perder. El voto temprano de los demócratas con amplia superioridad entre los más 100 millones que ejercieron ese derecho y la enorme diferencia en la recaudación de fondos de campaña favor de los demócratas, no son más que más caldo a la lógica derrota de Trump.

Cómo opera el Gobierno en la Sombra
Está comprometido con los planes de enormes inversiones disfrazadas en acciones de política exterior bajo la estrategia de seguridad nacional. Biden o Trump ni siquiera pueden ufanarse en personalizar dichas estrategias porque están hechas para que las implementen ambos partidos, independientemente de cual esté en la Casa Blanca o sea mayoría en el Capitolio. A eso ellos le llaman estrategias bipartidistas de política exterior.
Están hechas para desviar los enormes recursos económicos que por décadas se han asignado a los mega programas de seguridad nacional para mantener y consolidar la supremacía USA, donde las empresas contratistas del Deep State tiene aseguradas las asignaciones presupuestarias por parte del ejecutivo y respaldadas presupuestariamente por el Congreso. Podemos mencionar algunos ejemplos de estrategias bipartidistas:
► El proyecto sobre Seguridad Nacional “Forjando un Mundo de Libertad bajo Leyes” de la Universidad de Princeton (2006)
► La estrategia “Pívot” o de rebalanceo para la región del Pacifico del Sur de Asia” (2009)
► El Proyecto para “Uuna Norteamérica Unida y Fuerte” (2013)
► “Ampliando el poderío norteamericano: Estrategias para expandir el compromiso norteamericano en un orden mundial competitivo (2016).
Lo que sucede es que comúnmente los que tratan de analizar la política exterior norteamericana lo hacen desde sucesos, situaciones y acciones presentadas en las noticias, discursos o artículos diversos y no apoyados en los documentos base de los cuales se desprenden realmente aquellas estrategias globales, regionales y definidas a países concretos.
Les confunde el hecho que cada administración trate de atribuirse como creadora de una estrategia de política exterior por su corolario doctrinario, pero que no son más de la continuación de estrategias ya trazadas a favor del Estado Profundo y que con otros nombres, estilos, discursos y acciones diversas deberán seguir al pie de la letra sobre el papel de único líder que deberían jugar Estados Unidos en el mundo.
Por ejemplo: desde 2006 esas cuatro mega-estrategias tienen a China en la mira, colocándola como el primer adversario global. Lo que necesitaban era una mentira que les ayudara para sembrarlo en la opinión pública, y les cayó a la medida el Covid-19 que apareció primero en China, facilitando echarle toda la culpa al gigante asiático.
En síntesis, se trata del intento de evitar la pérdida efectiva de peso –relativo y absoluto– de EEUU en la política y la economía de Asia y del mundo. La vigencia de la estrategia “Pívot o Rebalanceo para la región del Pacifico del Sur de Asia” (2009) originada en el gobierno demócrata de Obama, ha sido fielmente seguida por la administración Trump, con retoques personales que han confundido la opinión y percepción de muchos.
Asia, región estragégica
China, fortalecida en sus nexos con Rusia, representa la amenaza a la medida que tanto buscaba el Gobierno en la Sombra tras fallar en su estrategia global antiterrorista. Es la causa base para la justificación no solo de nuevas políticas sino de nuevos gastos. La implementación y ejecución por décadas de estas mega-estrategias de política exterior estadounidense se apoyan en acciones militares, paramilitares, diplomáticas, culturales, económicas, comerciales, financieras y político-ideológicas, que le abren la puerta de participación a las cientos de empresas monopólicas y a sus miles de contratistas en una región de primera importancia estratégica para EEUU.
Esa región con su propia dinámica ya trasciende su zona natural. Sus economías, que ya alcanzan más del 40% del PNB mundial, y ya ni se diga sus avances tecnológicos. Posee más del 60% de la población mundial con enorme cercanía gravitacional entre Euro-Asia y la Gran Euro-Asia lo que aumenta en términos exponenciales sus capacidades regional y global.
El nivel de la dinámica comercial la convierte en la zona de mayor vitalidad económica del mundo con más de 600 mil millones de dólares. Su PIB se pronostica que para 2025 sea el 60% de la riqueza que el mundo produce cada año. Y alcanzará unos 148 billones de dólares en 2050.
Según cifras de 2013, Asia es el principal socio comercial de EEUU con un 38% del total del comercio de bienes comparado con un 30% para América del Norte y 20% hacia Europa. Cinco de los siete principales tratados de defensa han sido firmados por Washington con países de la región.
De ahí surge la plataforma de Trump de “America First” (Primero Estados Unidos), o “Let´s Make America Great Again” (Hagamos a Estados Unidos grande otra vez) o la que ya está anunciando Biden sobre “Made in America plan” (Programa hecho en EEUU) y otras similares como “Hacer a EEUU de nuevo más” contra el liderazgo chino en producción de todo tipo de mercancía y capacidad de comercio es “la producción y la innovación en EEUU”. Los lemas de campaña “Compre en Estados Unidos”, “Fabrique en Estados Unidos”, “Invierta en Estados Unidos” al final deberán procurar lo mismo solo que con administración demócrata.
Si se desea conocer al Deep State, su nexo con la élite de política exterior de EEUU y saber cómo se cocinan las políticas y acciones de política exterior basada en intereses económicos, chantajes, mentiras y artimañas de esa elite mejor conocida como “The Blob”, una obra de lectura obligatoria es el libro de Stephen M. Walt; “The Hell of Good Intentions: America’s Foreign Policy Elite and the Decline of US Primacy del 2018 (El infierno de las buenas intenciones: la élite de la política exterior estadounidense y el declive de la primacía norteamericana). Al final se entiende que todos tienen un mismo patrón, que no es la nación o la constitución y, más que avanzar, fracasan en sus intentos de mantener la hegemonía neoliberal.
Permanentemente los gobiernos norteamericanos se llenan la boca demandando a todas las naciones del planeta “elecciones libres, democráticas y transparentes”, como si ellos fueran el crisol de la democracia mundial. Esta vez, como nunca antes, el tiro les salió por la culata. Su doble moral en política internacional ha quedado al descubierto en estas elecciones fraudulentas. No sé con qué nivel de desfachatez van a demandarnos a los nicaragüenses que hagamos de tal o cual manera nuestras elecciones de 2021 para que sean transparentes. La respuesta es sencilla: ¡no exijan lo que no tienen!
¿Qué podemos esperar de quien gane las elecciones en EEUU? Por: Manuel Espinoza J.
El oligopolio mediático global en manos de las élites de poder mundial bombardea e inunda al planeta entero con noticias y análisis como si estas elecciones fueran las más importantes para toda la humanidad. La forma en que se presenta la información sobre la campaña electoral y los datos que arrojan es para atraer la atención y generar la sensación que, tras sus resultados, la vida de todas las naciones cambiará.
En cambio, sí se puede hablar hasta la saciedad sobre los indicadores permanentes que facilitan la proyección de posible triunfo de los dos partidos monopólicos de la seudo-democracia norteamericana en cada uno de los 50 estados.
Perfil del votante según indicadores principales
También se pueden abordar otros factores que en su conjunto facilitan una más fácil comprensión general de todo el desarrollo de la campaña electoral a nivel nacional. Me refiero al perfil del votante estadounidense en el marco de sus de sus desigualdades sociales y raciales:
- Nivel educativo (secundaria incompleta, secundaria terminada, universitarios y de postgrado o superiores), por su nivel de ingresos familiares, el factor demográfico, grupos etarios, las minorías étnicas (blancos no latinos, afroamericanos, los latinos, asiáticos). Por ejemplo, los latinos constituyen la primera minoría étnica de EEUU, pues con más de 60 millones equivalen a un 18% de la población; de ellos, más de 30 millones podrán votar en noviembre, lo cual los convierte en la primera minoría electoral.
- Las leyes electorales en cada Estado, la capacidad de cada partido de movilizar a las urnas a sus electores, los fondos recaudados.
- Otros factores menos fáciles de analizar, como el comportamiento de los estados batalla (battle ground) o de los estados oscilantes (swing states, que históricamente no están marcados por el favoritismo mayoritario a uno de los dos partidos), o el factor redes sociales y hasta el clima el propio día de las elecciones.
Estos factores e indicadores base sirven para desarrollar toda una serie de análisis comparativos de la actual campaña electoral con las anteriores o por lo menos con la más reciente, la de 2016. Y aunque es muy temprano para fijar cifras terminadas las diferencias entre una y otra elección no siempre son tan abismales.
1) Estados Unidos presenta los índices más bajos de participación electoral ciudadana. En 2016, votó el 55.4% de los ciudadanos en edad de hacerlo.
2) La diferencia la marca la juventud entrando a votar y aquellas situaciones de carácter extraordinario que impacten en la población votante.
3) Hay mucha variación en las tasas de participación de un estado a otro.
4) La abstención es otro factor y sobre todo en los llamados estados oscilantes.
5) Son cada vez menos los que cambian de bando entre una elección y otra.
Sin embargo, a pesar de que cada partido lucha por atraer a los votantes independientes o reacios a votar, al final no es el voto popular el que definirá al ganador sino los famosos votos electorales. De cualquier forma, los datos de población total del país y los electores inscritos son el punto de partida de cualquier proyección analítica.
Aunque según el promedio de encuestas el candidato demócrata Joe Biden (ex vicepresidente de Barack Obama) tiene una amplia ventaja nacional y lidera en la mayoría de los estados, de los cuatro estados de los Grandes Lagos en donde Trump cambió a su favor en 2016, hasta un día antes de las votaciones Michigan, Pensilvania y Wisconsin se inclinan fuertemente hacia Biden. Hasta finales de septiembre no se creía que ningún Estado cambiara.
Trump necesitaría ganar en los estados restantes aún en disputa y voltear al menos uno de los estados de inclinación demócrata para reelegirse y todo por el famoso sistema del Colegio Electoral.
El Colegio Electoral
Este es otro nivel de análisis si realmente de manera técnica se desean entender las elecciones de EEUU. El Colegio Electoral está constituido por 538 electores. En nombre de los votantes, ese grupo debe elegir al presidente y vicepresidente una vez concluida la votación. Lo que ocurre es que los ciudadanos votan por esos electores, que se han comprometido a votar en sus respectivos estados a favor del candidato presidencial y vicepresidencial de sus partidos favoritos.
Ese método convierte prácticamente en indirecta elección presidencial. El candidato a la Casa Blanca gana con 270 votos de los 538 de los electores, sin importar si la cantidad de ciudadanos que votaron por cada contrincante.
Por ejemplo, en las elecciones de 2016 Hillary Clinton (demócrata) obtuvo 65 millones 853 mil 514 votos y Donald Trump consiguió 62 millones 984 mil 828 votos. Sin embargo, con casi 3 millones de votos menos que Clinton, Trump logró 304 votos del colegio electoral a su favor vs los 227 que consiguió su rival y esto lo hizo ganador.
En el 2000 ocurrió algo similar, con el gran robo a favor de George W. Bush para impedir que el demócrata Al Gore, vicepresidente de Bill Clinton, se hiciera inquilino de la Casa Blanca.
Por la alta probabilidad de ese tipo de resultados ilógicos y sorprendentemente antidemocráticos para toda la población votante, es que el objetivo de las estrategias de campaña electoral presidencial de cada partido es ganar el voto popular en una serie de Estados que arrojen una mayor cantidad de votos de los electores, en vez de tratar de ganar el mayor número de votos de la población a nivel nacional.
Mayoritariamente, los miembros del Colegio Electoral se designan y eligen bajo las leyes estatales. Es un sistema donde “The winner takes it all” (Todo se lo lleva el ganador). Los votantes eligen entre las listas de los electores del estado para que voten por el candidato a la presidencia y a la vicepresidencia y así, el candidato que recibe la mayoría de los votos del estado “gana” todos los votos emitidos por los ciudadanos de ese estado. De ahí la importancia de los llamados estados oscilantes o indecisos (swing states) y también la enorme abstención de los votantes inscritos por no creer en ese tipo de sistema electoral.
Desde luego que existen más formas tanto por la cámara de representantes como por el senado de elegir a los candidatos a presidente o vicepresidente en caso de que ninguno logre una mayoría de los votos electorales. Aunque eso ya es más técnico y eventual tampoco se debe desconocer porque así cómo está la disputa actual por la presidencia no se descarta tampoco que tenga un desenlace bastante reñido. El no reconocimiento del triunfo del adversario está sobre el tapete de las posibilidades.
¿De qué democracia se ufanan los gringos?
Lo importante es destacar lo lesivo a la democracia real del papel que juega el colegio electoral bajo la tónica de un sistema federal. Ninguna enmienda para abolir el colegio electoral y que la votación sea directa, ha visto ni la luz del día ni siquiera las puertas abiertas del congreso. Ha sido imposible que llegue hasta ese nivel de discusión. ¿Por qué? Porque probablemente surgirían nuevos partidos políticos y sus estrategias ya no sería ganar en Estados indecisos sino en los más poblados y la participación general de los votantes probablemente sería mayor de lo que es hoy.
Al final de cuentas el Colegio Electoral es otra cara de la corrupción política, pues los miembros son libres de escoger a los candidatos a la silla presidencial, aunque no sea el que ganó en el estado que representa, e inclinar su voto al otro lado de la balanza. Entonces, ¿de qué democracia hablan los gringos?
La ventaja de Biden ha venido disminuyendo en cada estado y en el total de la sumatoria desde un 17 hasta 9 puntos porcentuales, según el promedio de encuestas. Pero la tendencia electoral a favor del candidato demócrata se mantiene hasta el momento. La lógica general supone que Biden debería ser el ganador. Pero el sistema corrupto de la política norteamericana, organizado tras bastidores, puede dar la sorpresa haciendo por magia que gane de nuevo Trump un segundo mandato.
La razón principal de la ventaja de Biden sobre Trump es simplemente porque las condiciones de 2016 no son las de este año, aun a pesar que hasta inicios del 2020 la administración republicana había realizado una buena gestión económica de base, sobre todo a largo plazo para fortalecer la industria y otras esferas competitivas económicas y comerciales de Estados Unidos. Esa es la estrategia base del famoso MAGA, “Make America Great Againg”.
Los estorbos de Trump
Pero varios estorbos impredecibles se le atravesaron a Trump este año:
- El Covid-19 y su pésima respuesta, lo tiene contra las cuerdas y con pocas esperanzas. Los demócratas lograron hacer viral las comparecencias de Trump diciéndole al pueblo norteamericano que todo estaba bajo control, lo cual contrasta con la prolongada cuarentena, el aumento permanente de fallecidos hasta unos 237 mil y los infectados superando los 9 millones.
- El racismo de Trump que le inspira su claro apoyo a la supremacía blanca es la segunda razón más tangible que pueda llevar a la victoria a Biden. Los demócratas han jugado bien la carta afroamericana como en una réplica de “Golpe Suave” tras los asesinatos de muchos negros después de la muerte de George Floyd. La orden de uso de la fuerza y represión policial continúa para controlar los levantamientos.
- La deteriorada economía norteamericana, que junto a la pandemia y las protestas masivas han empobrecido más al país y elevado la deuda pública, el desempleo, la reducción del PIB y las dificultades del mercado internacional son elementos claves que le restaran sin duda votos a Trump.
- A mediados de octubre pasado, el Departamento del Tesoro reportó que el déficit presupuestario de Estados Unidos alcanzó un récord de 3,132 billones de dólares durante el año fiscal 2020, más del triple del déficit de 2019, como resultado del enorme gasto de rescate a la economía debido al coronavirus. La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) también espera que el déficit presupuestario federal alcance los $ 3.7 billones para fines del año fiscal 2020 y la deuda nacional ya superó los $26 billones un record histórico.
En cualquier país realmente democrático con todo este caudal de elementos negativos en desfavor de una administración presidencial no dejaría ni un solo espacio de duda que este pueda perder. El voto temprano de los demócratas con amplia superioridad entre los más de 80 millones ya efectuados antes de las elecciones y la enorme diferencia en la recaudación a favor de los demócratas, no son más que más caldo a la lógica derrota de Trump.
En fin de cuentas, no solo es que tan democráticas son las elecciones en Estados Unidos, sino que más importante es entender qué le depara al planeta entero y, sobre todo, a nuestra región y países como el nuestro, en un contexto de declive internacional y serias fisuras estructurales a lo interno en Estados Unidos, que día a día profundizan su debilitamiento como potencia.
No en balde, políticamente se dice que si Estados Unidos se resfría, la región contrae pulmonía y es esa dependencia aun vigente en términos económicos y políticos lo que obliga a vigilar con lupa los procesos electorales de los dos partidos políticos únicos que ostentan el poder en ese país.
En América latina cada miembro de la elite de poder tiene a su propio gringo y por eso los resultados electorales trastocan las estructuras de poder político y económico regional.
Biden no es mejor que Trump
Es un error garrafal pensar que es mejor que pierda Trump y gane Biden para nosotros o lo contrario. Sandinistas y no sandinistas debemos estar claro que es lo mismo o será siempre peor. De los gobiernos norteamericanos jamás debes esperar nada bueno más que su clara intención de dominio y control por cualquier medio. Lamentablemente hay muchos que creen y sueñan que con ellos se puede negociar y hasta ganar y llegar a ser parte de ellos. Vean el claro ejemplo de lo que ocurrió en Libia con Gadafi, y eso fue con un gobierno demócrata en Washington.
Pero en términos de progreso y bienestar, para los pueblos del continente que continúe Trump o que llegue Biden, no implicara mayores cosas. El cambio será intervencionismo descarado, vulgar y crudo de Trump versus el cosmético discursivo de especialistas diplomáticos de Biden desde el Departamento de Estado. Latinoamérica continuará tan relegada como hasta ahora. No es una región prioritaria en la confrontación geopolítica mayor con Euro-Asia. En el plano de las ligas mayores jugara la futura relación EEUU con potencias regionales como:
México, con mucha cercanía geográfica, tiene muchos problemas en su amplia relación con EEUU y con posibilidades que se profundicen a medida que López Obrador radicalice su posición nacionalista.
Brasil, aunque dócil por ahora con Bolsonaro pero que en próximas elecciones podrá de nuevo virar a un cuadro más cercano de izquierda continental anti-hegemónico, tras el mal manejo de la economía y la pandemia. Bolsonaro no se lleva del todo con Biden, por el tema climático; sin embargo, los intereses estadounidenses en Brasil van más allá del fascista de Bolsonaro. Los cinco países del llamado BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica), Venezuela, Argentina, China son temas de mayor interés para la política exterior EEUU donde Brasil es un aliado importante.
Colombia hoy es muy importante por la guerra contra Venezuela, más que por la lucha contra el narcotráfico o las guerrillas. Trump o Biden seguirán cerrando los ojos a tanto crimen y asesinato a diario de los líderes sociales y de indígenas y creando un símil de Israel en el hemisferio. Ni el tema de derechos humanos o el de fumigar los cultivos de coca con glifosato serán de mayor peso del interés yanqui como la prioridad imperialista de acabar con Venezuela con el apoyo colombiano.
EEUU desprecia a América Latina
Seguirán viendo a la región con desprecio por sus niveles de pobreza, corrupción, crimen organizado, narcotráfico, atraso en los niveles educacionales y de salud sobre todo en el periodo de post pandemia con mayores problemas de endeudamiento, desempleo y criminalidad impune a la que ellos han venido cerrando los ojos y callando a más no poder. Son las diásporas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, nuestros recursos estratégicos de petróleo, gas, agua y otros y la posición geográfica que ocupan nuestros tres países en el mapa caribe continental, lo que verdaderamente les preocupa.
Y sobre todo, la presencia de China y Rusia en la región en términos de finanzas, comercio y asistencia militar, ya probada en la lucha por recuperar sin éxito a Cuba, Venezuela y Nicaragua y las proyecciones geopolíticas que han hecho hacia México, Bolivia, Argentina, Chile, y Brasil.
El dilema para nuestros pueblos en las relaciones de EEUU con la región es que su preocupación nos resulta más cara que el abandono. Mientras tanto, China y Rusia están utilizando otro tipo de diplomacia que interactúa en función de minimizar las fracturas y la división entre los países de la región que crea y organiza la diplomacia norteamericana.
El nivel de enfrentamiento geopolítico entre China y Rusia supera el vivido en los 80 a nivel centroamericano entre la URSS y Estados Unidos Ahora es por toda Latinoamérica y sin contenido ideológico que lo sustente como en el periodo de la Guerra Fría. El detonante no solo es el supuesto abandono sino el fracaso de su estrategia de hegemonía global neoliberal como aseguran estudiosos como Stephen M. Walt.
Los acuerdos de libre comercio como el NAFTA y el DR-CAFTA, y sus sistemas de crédito financiero y programas de asistencia no han sacado al continente adelante. Más bien lo han empobrecido. Es ilógico que la relación de cercanía geográfica de América Latina con Estados Unidos desde inicios del siglo pasado no haya situado a todo el hemisferio en un lugar de mayor competitividad como lo han hecho con sus socios en Asia o Europa.
China en América Latina
Los financiamientos otorgados por China superan a todos los créditos juntos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y la Corporación Andina de Fomento (CAF). El intercambio comercial con los chinos es de unos 300 mil millones de dólares; la inversión directa es de más de 75 mil millones. China es el primer socio comercial de los grandes productores de materias primas (commodities) como Argentina, Brasil, Chile y Perú.
De 2000 a 2017 se desarrollaron 69 proyectos de infraestructura de China en América Latina, con monto de US$56.1 millones de dólares que generaron 400 mil 104 empleos directos e indirectos. Muchos otros más integran la lista de lo que podemos ver en el futuro como es la inversión para un ferrocarril en México, o lo que harán en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil.
Es correcto que el análisis de la futura interrelación de Estados Unidos (demócrata o republicano) tras las elecciones de noviembre con Latinoamérica debe verse en el contexto de haber colocado a China como el primer adversario global para Estados Unidos, sobre todo ahora que Trump ha descargado toda la culpa de la pandemia a los gobernantes chinos. Ay de aquellos países que amplíen más sus relaciones con China o con Rusia. Las únicas transacciones que les pueden permitir son aquellas que desgasten económicamente a China.
De ahí que la retórica de la política exterior (discursos, enfoques, expresiones, alusiones, mensajes y tonos) estará en función de la recuperación de la imagen de EEUU en la región, lo cual le urgiría más a Trump que a Biden.
Pero dado su discurso para ganar los votos de las diásporas cubana, venezolana y nicaragüense en la Florida, la visión neo-imperial de Trump quedará intacta en un eventual segundo término. Casualmente es lo que le podrá dar 29 de los 270 votos electorales que necesita de ese swing state (estado oscilante).
En general América Latina no ha pintado nada en los debates presidenciales. La mayor información sobre el análisis a futuro de la política exterior EEUU hacia la región se describe en los medios de información masiva y los famosos Think Tanks (centros de ideas y propuestas) donde los especialistas de la élite de la política exterior de EEUU (el conocido BLOB) están afilando los cuchillos una vez que haya cambio de administración.
La continuidad de la política exterior demócrata basada en el MAGA republicano “Hacer a EEUU de nuevo más” y contra el liderazgo chino en producción de todo tipo de mercancía y capacidad de comercio es “la producción y la innovación en EEUU”. Los lemas de campaña “Compre en América”, “Fabrique en América”, “Invierta en América”.
No habrá cambios, sino retoques cosméticos
Hacia Nicaragua, una administración demócrata en la Casa Blanca continuaría con su política anti-sandinista, cerrando los ojos a todos los problemas profundos estructurales que afrontan nuestros vecinos centroamericanos, con el único fin de cercarnos en una alianza intervencionista regional en nuestros asuntos. Los temas migratorios, corrupción, violación de los derechos humanos, la desigualdad socio económica, pasan a un segundo plano con la condición de plegarse a su política imperial.
El reforzamiento del multilateralismo de los demócratas o un mayor desprecio republicano después de las elecciones de Trump, solo serían un retoque de enfoque pero que en lo básico la OEA y otros formatos regionales seguirán usándose como punta de lanza contra nuestros países anti hegemónicos.
En vano se alegran unos u otros con la victoria presidencial de Trump o Biden pues no les preocupamos para nada excepto que estamos vivos y con plena conciencia histórica de soberanía y con aliados muy cercanos aun cuando la distancia geopolítica es enorme.
La única elección que nos debe importar y sobre todo en asegurar el triunfo electoral sandinista es la de noviembre del 2021. ¡Adelante, que la victoria es nuestra!
Octubre Victorioso de 1986: No solo se derribó a Hasenfus, sino también al gobierno yanqui
Manuel S. Espinoza J. (*)
Cada año en octubre conmemoramos unas de las efemérides de la historia de nuestro país en su lucha por su soberanía, que por sí sola marca un hito de victoria sandinista en la guerra impuesta por la administración de Ronald Reagan en la década de los 80.
El 5 de octubre de 1986, en la zona del Tule, unos 30 kilómetros de la Ciudad de San Carlos en el Departamento Río San Juan, colindante con costa Rica, se derribó un avión tipo C-123K, procedente de la base de Ilopango en El Salvador y que transportaba pertrechos militares para abastecer a las tropas contrarrevolucionarias del Comando Regional Jorge Salazar #2, que operaban en ese momento al sur de Nicaragua bajo el mando de Israel Galeano Cornejo, alias “Franklin”. La tripulación se componía de cuatro tripulantes. Tres de ellos norteamericanos y un nicaragüense. Como resultado del derribo dos norteamericanos y el nicaragüense murieron.
William Cooper (piloto), Wallace Blane Sawyer (copiloto), Eugene Hasenfus (estibador) y el nicaragüense Fredy Vílchez, (radio-operador de la contra). Los norteamericanos eran mercenarios contratados por la CIA a través de una red de empresas privadas clandestinas, que ya le habían servido en operaciones similares en el sudeste asiático sobre todo en el periodo de la guerra en Vietnam.
Hasenfus saltó antes del impacto y logró sobrevivir. Posteriormente fue encontrado y capturado en una choza abandonada al día siguiente por tropas del Ejército Popular Sandinista, destacándose el recluta Raúl Antonio Acevedo del Servicio Militar Patriótico (SMP), que al verlo le grito:
– Rendíte gringo o te volamos verga!!!

En vano trataban de evitar a los radares sandinistas a unos 700 o más metros de altura. Los cohetes anti-aéreos tierra-aire C2M de fabricación soviética o “flechas” como en la tropa se le denominaba. Estas podían colimar y abatir blancos aéreos a mayor altura. Fue el flechero José Fernando Canales y Byron Montiel, quien tras recibir la orden de disparar sus «flechas» logra dar en la nave de fabricación norteamericana. El avión transportaba 13 mil libras de armas, 100 mil cartuchos para fusiles AK-47, 60 AK-47 plegables, 60 RPG-7 y 150 pares de botas marca «jungla».
Esta es la parte que más se conoce de este capítulo de la guerra de la administración Reagan contra la Revolución Sandinista en la década de los 80. En todo caso las imágenes de un yanqui mercenario, capturado, conducido atado y con los tres cachorros del SMP, que se destacaron en esta acción heroica es la que por décadas ha recorrido el mundo como muestra de la heroicidad del pueblo nicaragüense ante la intervención yanqui como la demostración viva que marcó Sandino, que son y serán siempre vencidos por nuestro pueblo en nuestro territorio nacional.
Muy poco se desconoce sobre muchos antecedentes importantes y muchos otros después del derribo, que hacen que ese flechazo estremeciera al gobierno norteamericano a su más alto nivel y derrotara a los directores intelectuales principales de la guerra sangrienta contra nuestro país. La emboscada anti-aérea colocada con exactitud tuvo resultados más complejos que la simple interrupción del abastecimiento a las fuerzas contrarrevolucionarias, la captura del gringo, la cantidad de armas recuperadas y la destrucción de un medio aéreo enemigo.
Inmediatamente tras el derribo del avión de Hasenfus , William Casey, Director de la Agencia Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) llamó al Coronel Oliver North alto funcionario del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) quien estaba a cargo de realizar junto con oficiales de la CIA dos operaciones secretas de Política Exterior del gobierno USA contra Nicaragua. Casey le sugirió que las terminara inmediatamente y limpiara todo rastro de ellas.
EL Director de la CIA entendió que los documentos, que se presentaron en la conferencia de Prensa en Managua tras la revisión del avión de nuevo involucrarían a los EE. UU en su guerra secreta contra Nicaragua y esta vez con una gran posibilidad de develar dos operaciones macros ultra-secretas a la espalda del congreso norteamericano. La primera era mantener el financiamiento económico a la “Contra”, que el congreso había suspendido. La segunda la liberación de los rehenes norteamericanos en Beirut. Ambas operaciones estaban interconectadas entre sí.
La develación de estas operaciones venía a aumentar los enormes problemas que ya tenía la administración Reagan tras el reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en de la Haya el 27 de junio de ese mismo año. La Haya falló declarando culpable a los EE.UU por la guerra directa de desgaste económico impuesta a nuestra nación y sentenciándolos a pagar 17 mil millones de dólares por acciones de terrorismo de Estado como la producción del manual de operaciones psicológicas elaborado por expertos de la CIA (léase operaciones de terror contra el pueblo de Nicaragua) así como por las voladuras de los tanques de petróleo y el minado en varios puertos de Nicaragua y otras acciones más que se detallan en el documento del fallo. Si las partes no alcanzaban acuerdos al respecto, la Corte misma determinaría el monto correspondiente.
Lógicamente que este fallo no cortaba ni finalizaba la guerra yanqui contra nuestra revolución y que la desvergüenza imperial norteamericana violatoria permanente del Derecho Internacional no se acabaría. Las señales eran evidentes, pues antes de concluir el fallo el embajador yanqui abandonó la sala de la corte. Posteriormente el Gobierno USA declaró que la Corte no tenía jurisdicción sobre los EE.UU y la oprobiosa embajadora estadounidense ante la ONU, Jeanne Kirk Patrick, descalificó a la HAYA como un «cuerpo medio legal, medio jurídico y medio político que las naciones a veces aceptan y a veces no.
Ante tal actitud y con el siempre objetivo de frenar la guerra sangrienta contra nuestro pueblo, seguir evidenciando el nivel de involucramiento del gobierno de Reagan y someterlo a la presión jurídica y moral internacional es que la operación del derribo de un avión con tripulación norteamericana se hacía necesaria. Es un error colosal pensar y afirmar, que el derribo del C-123K en el que viajaba Hasenfus fue tan solo un golpe de suerte del EPS.
Hay que darle lugar a una serie de acciones conspirativas de los órganos de inteligencia sandinistas, que fueron echadas a andar para llegar a este resultado e iniciar una nueva etapa en la develación internacional de la agresión norteamericana.

Escribe Glenn Garvin en su libro “The CIA and the Contras”, que todo esto coincidió con que hacía ya muchos meses atrás la CIA ya había alertado sobre las dudas de enorme infiltración de la inteligencia sandinista en los altos círculos de mando de la Contra. Unas de estas señales recaían sobre la amante del contra en Honduras Armando López, conocido como Policía López o L-26, un ex teniente de la guardia Nacional (GN) de Somoza. A quien le recomendaron alejarse de ella por ser informante sandinista. Por eso se le trasladó a la Base de Ilopango en El Salvador para desde ahí coordinara con Richard Secord, un general en retiro contratado por Oliver North para dirigir vuelos con fachada de compañías privadas de transporte de carga, pero que en realidad eran de abastecimiento a las fuerzas contrarrevolucionarias que operaban a lo interno de Nicaragua. El L-26, desobedeciendo la advertencia de la CIA logró llevársela posteriormente a la base aérea. Ese preciso día su amante conocida como “Estrella” al ver que eran norteamericanos los que ese día volarían hacia Nicaragua activó su canal de comunicación secreto y avisó a Managua.
Como no siempre los pilotos norteamericanos hacían esos vuelos de abastecimientos la señal sobre la presencia de pilotos gringos a bordo de la nave es captada en Managua y se pone en función de su derribamiento después de varias veces que las emboscadas anti-aéreas con los C2M que desde hacía meses se habían instalado y que inclusive varias veces aun cuando otros vuelos fueron colimados a tal punto de poderlos bajar, no se recibía la orden de disparo.
Desde luego que lo anterior descrito es apenas un resumen de varias docenas de juegos operativos (operaciones) de la inteligencia y contrainteligencia sandinista en función de los vuelos de abastecimiento a la Contra.
No pasó mucho tiempo cuando se revelaron que parte de los documentos encontrados en el avión sacaban a la luz una triangulación de venta de armas para inyectar fondos a la “Contra” entre los EE.UU, Israel e Irán a espaldas del congreso norteamericano y violando las ya mencionadas enmiendas Bolands, que establecía la prohibición de utilización de cualquier tipo de gastos para derrocar al gobierno en Nicaragua (1982) y las acciones de cualquier agencia en actividades de inteligencia para derrocar al gobierno nicaragüense (1984).
Inmediatamente tras el derribo del C-123K y la conferencia de prensa en Managua en todos los medios de comunicación USA, la respuesta de la Administración Reagan en la voz del entonces sub-secretario de Estado para los asuntos interamericanos, el triste y celebre Elliot Abrams (actual inquisidor en los asuntos de Venezuela) fue que el gobierno norteamericano no tenía relación alguna con esos vuelos. Tal falsedad le costaría a Abrams cinco años de investigación por parte del congreso, diversas comisiones y jueces de corte en busca de su propio involucramiento en este tipo de actividad ilícita.
El 10 de octubre, tan solo cinco días después del derribo del avión de Hasenfus, Elliott Abrams era llamado a testificar sobre lo ocurrido. Ni siquiera se daba cuenta, que la inteligencia soviética según el libro “La Estación en Washington”, que escribe Yuri Shvets un ex – oficial de ese servicio ya poseía información sobre:
ventas de armamento a Irán para poder financiar a la Contra.
Favorecer el ingreso del tráfico de drogas del cartel de Medellín para igual financiar a la Contra.
Que parte del excedente de la venta de armas quedaba en manos de los oficiales que conducían la operación.
Que era cuestión de echarle carnita a esa info de inteligencia para que el ejército de periodistas en los EE. UU hicieran explotar una bomba mediática colosal .

Shvets describe que además de lo encontrado en los restos del avión por la parte nicaragüense también habían documentos bien cocinados por el Departamento de Medidas Activas (El Servicio – A) de la inteligencia de política exterior soviética. El propósito para los soviets era crear las premisas para un escándalo mediático en contra de Reagan quien seis días después debería encontrarse con Mijaíl Gorbachov en la cumbre de Reikiavik.
En medio del escándalo mediático que se armó entre el 5 y el 11 de octubre, Reagan necesitaría una especie de victoria mediática en esa cumbre con Gorbachov y este último a su vez usaría esa información a su favor contra Reagan. Al transmitirle Gorbachov, que tenía toda la información que vinculaba a su administración en acciones ilícitas
clandestinas pero que no la usaría en su contra, como muestra de buenas intenciones. Así el 14 de octubre los voceros oficiales norteamericanos aseguraron que la cumbre había sido todo un éxito en la generación de confianza y credibilidad entre ambos gobernantes.
Sin embargo, el 3 de noviembre la revista Al- Shiraa en el Líbano devela la operación de ventas secretas de armas a Irán con la intermediación de Israel para liberar a cambio los rehenes norteamericanos. Ese mismo día la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución para presionar al Gobierno de Estados Unidos a pagar la multa fallada por la HAYA. Únicamente El Salvador e Israel votaron en contra de esta resolución.
El 19 de noviembre producto de la presión mediática que ya había echado raíces a nivel político interno, Reagan se equivocó en una conferencia de prensa al mencionar la cantidad de armamento y los países involucrados en esta operación lo que generó mayor rumor de la prensa.
El 21 de noviembre, el Director de la CIA William Casey comparece ante el Comité de Inteligencia del senado y la cámara de Representantes. Ese día tras escuchar que durante la comparecencia, el procurador general Edwin Meese 3ro expresó que el presidente Reagan le sugirió conducir una investigación, Oliver North comienza a triturar documentos en su oficina.
El 23 de noviembre Oliver North comparece ante el procurador general Meese y aborda de manera incompleta el desvío de fondos a la Contra.
25 de noviembre Temerosos que el escándalo se generara en un nuevo Watergate provocando la destitución del Presidente Reagan, este aparece junto a Meese en una rueda de prensa negando todo conocimiento de esta operación. Además, anuncia que producto de esto el Almirante John Poindexter, consejero de Seguridad Nacional ha puesto su renuncia y que el coronel Oliver North funcionario del Consejo de Seguridad Nacional ha sido relegado de sus funciones.
Meese reconoció que en el marco de la operación de transferencia de armamento a Israel y este país a Irán cierta cantidad de dinero del excedente había sido enviado a la Contra nicaragüense. Así dio origen a uno de los escándalos más agudos de crisis política en la historia de los Estados Unidos conocidos como el Irán – Contra.
El 26 de febrero de 1987, la comisión Tower entregó su informe donde se detalla había interrogado a 80 testigos, incluyendo al propio presidente Ronald Reagan, y a dos de los intermediarios del comercio de armas: Manucher Ghorbanifar y Adnan Khashoggi. En él se ponían en tela de juicio las acciones de John Poindexter (Consejero de Seguridad Nacional 1985-1986), del Coronel Oliver North (del Consejo de Seguridad Nacional y Enlace con la Contra) Gaspar Weinberger (Secretario de defensa 1981-1987) y otros. La comisión determinó que Ronald Reagan no tenía conocimiento detallado del programa y en especial sobre la financiación con esos fondos a los Contras nicaragüenses. Una tremenda mentira al estilo norteamericano.
En sus memorias “Bajo Fuego” Oliver North describe con amargura y enojo que al final Reagan logró escaparse, pero muchos funcionarios del ejecutivo no. Desde el derribo del avión de Hasenfus y todavía cinco años después la investigación a lo interno del gobierno norteamericano prosiguió logrando inculpar a finales de 1991 a otro tanto de funcionarios.
Así el 16 de marzo de 1988 Oliver North y John Poindexter del NSC fueron acusados de múltiples cargos. En 1990, Poindexter fue condenado de varios cargos de conspiración, por mentirle al Congreso de los EE. UU, obstrucción a la justicia, y alterar o destruir documentos relativos a la investigación. Caspar Weinberger fue condenado por mentirle al consejero independiente de Estados Unidos, Lawrence E. Walsh,
Muchos de los otros funcionarios condenados son personajes renombrados. Elliott Abrams (Sub Secretario de Estado para Asuntos Interamericanos) se le encontró culpable de dos acusaciones de uso de información privilegiada. Otto Reich (jefe de la Oficina de Diplomacia Pública para América Latina y el Caribe). John Negroponte (Embajador en Honduras). Clair George (Jefe de Operaciones de la CIA) Duane R. Clarridge (Jefe de la División para L.A de la CIA). Alan Fiers (Jefe de la Fuerza de Tarea Centro América dentro de la División para L.A de la CIA). Robert McFarlane (Consejero de Seguridad Nacional 1981- 1983)
Para mayor de su desgracia y amargura Ronald Reagan se negó a darles el indulto y no fue hasta 1992, que el nuevo presidente George H. W. Bush perdonó a los seis altos funcionarios de la administración Reagan, Elliott Abrams, Alan Fiers, Clair George, Robert McFarlane, y Caspar Weinberger.
Sin duda alguna el estremecedor y demoledor impacto que derribó ese avión de Hasenfus sigue en su sonido ensordecedor a la espera de más filibusteros que se atrevan a ensangrentar a nuestro país y con la capacidad de explotar en el corazón de los autores intelectuales de atentar contra nuestra libertad y soberanía.
(*) Manuel Salvador Espinoza Jarquín. Especialista en Relaciones Internacionales
Red Internacional y Métodos de Financiamiento Encubierto electoral USA a la Oposición anti-sandinista
Manuel S. Espinoza J. (*)
Septiembre en nuestro país es el mes del Espíritu Independentista, libertario y anti-imperialista. EL acto heroico de los indios flecheros de Matagalpa y la pedrada de Andrés Castro al filibustero gringo se inmortalizaron en nuestra lucha anti esclavista y anti hegemónica contra los gobernantes de EE. UU de Norteamérica.
A lo largo de la historia y soberanía nicaragüense, la Batalla de San Jacinto se ha repetido en cientos de formas y una de estas es la intervención electoral USA en nuestras elecciones presidenciales. A la fecha, muy pocos compatriotas conocen de los métodos que fueron empleados por los EE. UU en la campaña electoral de 1990, en contra de la Revolución Popular Sandinista.
En la cruda realidad fue contra todo el país. Reagan le dio la orden al Jefe de la CIA: “regrésemelos a la edad de piedra”. Hoy estamos claros de estos propósitos y de sus estrategias de siempre. En esta coyuntura pre electoral es urgente crear una catedra abierta y extensa sobre sistemas de desestabilización contra Nicaragua que, de manera sencilla, clara y con información científica llegue a nuestra militancia y al pueblo en general.

Es inverosímil, que, a estas alturas de nuestra historia, miles de universitarios además que desconocen casi por completo sobre la sangrienta guerra de agresión USA en los años 80, no puedan explicar qué sucedió en abril del 2018 y lo antipatriótico del financiamiento externo a una gansteril y malinchista cúpula de la mal llamada “Sociedad Civil”. Si esto resulta difícil, entonces está más que clara la imposibilidad de que puedan ver lo intangible de la agresión por la vía del financiamiento clandestino de las agencias norteamericanas para derrocar al gobierno actual.
El detalle del financiamiento abierto de las agencias norteamericanas en las elecciones del 90 y para la promoción del Golpe Suave en el 2018, ha abierto una seria discusión sobre que si se debe volver a permitir esto como muestra de un proceso democrático, o se debe cerrar por completo su flujo en términos de soberanía e independencia.
Aun cuando existen muchos críticos a la decisión del gobierno sandinista de los 80 de aceptar el financiamiento abierto USA vía la National Endowment for Democracy (NED) en las elecciones de 1990 a la oposición anti-sandinista, pasando esta por el Banco Central (BCN) y el Consejo Supremo Electoral (CSE) bajo las leyes de Nicaragua; no se puede comparar toda la situación de los 80 con la actual ya que las realidades en curso y la visión de futuro marcan el contrapeso en la decisión.
Se debe de entender siempre de manera transversal a la hora de criticar la historia, que la lucha y el anhelo de alcanzar la paz por nuestro pueblo y expresado en todos los discursos del Cmte. Daniel Ortega es la máxima ecuación que subordinara a muchas tácticas y estrategias de todos los tiempos para nuestro país.
Mentiras made in the White House.
En aquel entonces, para septiembre de 1989 Jimmy Carter sirvió de enviado especial del Gobierno de George Bush padre, quien aseguraba que a cambio de permitir el financiamiento abierto a la oposición anti-sandinista vía la (NED) no se realizaría ningún tipo de financiamiento encubierto que influenciaría el resultado de las elecciones.
Desde luego que mintieron.

En agosto de ese mismo año $ 9 millones de dólares habían sido aprobados por el congreso norteamericano para el financiamiento electoral a la oposición en Nicaragua. En general, para esa fecha ya circulaba una supuesta cifra para ese propósito. Variaba un tanto porque provenían de dosfuentes diferentes: el Carmen Group y la NED. Se hablaba de un presupuesto entre unos $ 4 millones 297, 500 dólares y $ 4 millones 453, 732 dólares. (ver imagen 2).
De manera ingenua se dice que el Congreso estadounidense cayó de nuevo en la trampa republicana del “proyecto contra”. Si la primera vez, en 1980-1981, la Casa Blanca le aseguró que no crearían ninguna fuerza militar para desestabilizar al gobierno nicaragüense, sino que solo se armaría a 500 hombres para impedir el tráfico de armas a El Salvador; esta vez, el cuento era que los 9 millones serían el único financiamiento abierto que la oposición recibiría.
Al final, la NED utilizó $7.7 millones de dólares (de los $ 9 millones autorizados por el Congreso) y, por su parte la Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) canalizó $ 11 millones de dólares en financiamiento encubierto. De las cifras públicas que ellos mismos admiten, un total de $ 18.7 millones de dólares es lo que fue invertido en la campaña electoral antisandinista, haciendo en mucho incontrolables las diversas operaciones de carácter político – electoral dirigidas por la CIA.
Lo importante no es si los yanquis desde el Congreso o desde el ejecutivo incumplieron su promesa de no influenciar el proceso electoral con el uso del financiamiento clandestino a la oposición a lo interno de Nicaragua. Lo importante es conocer los métodos y formas utilizadas en aquel entonces para tener una clara idea de su accionar actual. Ellos jamás mudarán la piel. Ellos actualizarán esa aplicación.
Tras la nueva realidad política y de la guerra misma después de los acuerdos de Esquipulas, la nueva estrategia política-electoral de la CIA se montó en toda una red de organizaciones ya existentes para el apoyo al “proyecto Contra” dentro de los EE. UU; sobre todo operando desde Miami y otras ciudades en varios países de la región como Costa Rica y Venezuela, así como en Europa. Sobre este financiamiento encubierto no informaron al gobierno sandinista.
Por ejemplo, los $ 5 millones de dólares para sufragar todos los gastos posibles de infraestructura, movilización, equipos y muebles, así como salarios a los líderes opositores que, desde abril hasta septiembre del 1989, se realizaban bajo un programa especial.
Otro fondo no tan ventilado, fueron los $ 6 millones de dólares que Bush padre pidió días después de haberse aprobado los 9 millones por parte del congreso norteamericano. Con esto se pagaría a periodistas extranjeros por todo el mundo, publicitando acciones de propaganda electoral armada de la Contra dentro del territorio nicaragüense y otras acciones más que violaban por completo todo el compromiso adquirido con el gobierno sandinista.
Otra operación en curso y con fondos clandestinos de la CIA era la procuración del retorno a Nicaragua de por lo menos unos 100 altos jefes y líderes de la Contra, para que se integraran de lleno a la lucha política electoral. Entre estos estaban Alfonso Róbelo, Adolfo Calero, Bosco Matamoros, Azucena Ferrey, Alfredo Cesar, Antonio Ibarra vinculado a la Freedom House y al instituto para la religión y la Democracia (IRD). Unos $ 600.000 dólares serían utilizados para este plan especial denominado “Programa para el retorno del Exilio Nicaragüense” (NERP).
Ya en enero de 1990 de nuevo Bush vuelve a romper su supuesta promesa al solicitarle a republicanos y demócratas la ayuda económica para facilitar el triunfo de la UNO ya que los fondos de la NED eran insuficientes.
Tampoco se integran los $ 67 millones de dólares que a finales de abril del 1989 del 88 fueron aprobados por el congreso y estaban siendo utilizados para el financiamiento de la Contra para mantener intacta a sus fuerzas y su capacidad de guerra durante todo el proceso electoral y procurar la no desmovilización a pesar de los acuerdos presidenciales de Esquipulas IV (1987) como en Costa del Sol en El Salvador (1989), Tela Honduras (1989),) y San Isidro de Coronado (1989) también en Costa Rica. y los de Sapoá entre Contras y sandinistas en Nicaragua (1988).
Esos $67 millones incluían $49.75 en ayuda humanitaria, $7.7 en transportación de todo tipo. $ 4.16 millones en asistencia médica y $ 5 millones en costos administrativos. “Democratización antes de la Desmovilización” era la estrategia central de Washington. Esta le permitiría influenciar en toda la región montañosa del país donde se libraba la guerra. Un 25% del electorado vivía en esa zona.

Para lograr su estrategia en agosto del 89 la “Resistencia” anunció una movilización jamás dada de unos 6,000 hombres a lo interior del país completada en octubre. La cantidad de combates se estimaba en unos 300 por mes. Prácticamente el triple de inicios del año y veces más comparado con los ocurridos en 1988.
Eso les permitió realizar el programa de “acciones de propaganda electoral armada de la Contra dentro del territorio nicaragüense” entre las que se destacaba: Distribución de propaganda política a favor de la UNO.
Amenazas al campesinado de regresar después de febrero del 90 y vengarse si no votaban por la UNO. Que no había tal desmovilización alguna. Al contrario, habría Contra para rato.
Dejar claro que de no ganar la UNO, la guerra continuaría junto con la penuria de 10 años en el campo. Campaña de terror y asesinatos a los colaboradores sandinistas. Esto psicológicamente fue tan letal como la misma invasión a Panamá en el 89 ya que le sirvió de oportunidad a la UNO de expresar que si ellos ganabas jamás los EE. UU atacarían a Nicaragua.
La Red Local desde EE. UU
Desde Miami la organización recolectora y canalizadora de los fondos era El Carmen Group, fundado en 1982. Este jugó un papel importante en la promoción de la “guerra Contra” desde su inicio. No era para menos pues uno de sus fundadores fue Max Hugel ex director de las operaciones clandestinas de la CIA tras la victoria de Reagan en las elecciones del 80.
Siempre usando el método de crear organizaciones que sirvan de tapadera a la participación intervencionista norteamericana se procedió a crear y escoger finalmente a una organización que tuviera la cara nicaragüense. Entre estas figuraron la Fundación Nacional Nicaragüense Norteamericana (FNNN) de Adolfo Calero, Bosco Matamoros y Álvaro Rizo, la Fuerza de tarea Civil de Nicaragua (FTCN) de Antonio Alvarado, la que posteriormente la CIA convirtió en el Comité para las Elecciones Libres y la Democracia en Nicaragua (CELDN) o mejor conocido como el Comité de Miami.
A esta última organización le crearon un consejo directivo honorifico con Jef Bush, quien brindó la oficina donde estaría ubicada y Donald Trump entre otros ya conocidos. Se inició financiando al Comité reduciendo los gastos de mantenimiento de las oficinas de la resistencia en Washington y Miami. La Contra estaba ya en otro plano.
El Carmen Group se dedicó a la recaudación de fondos paralelos a los dados por el congreso. Estos fondos provenían de un sinnúmero de actividades de relaciones públicas dentro de los EE.UU. Desde tours políticos para la Violeta Barrios de Chamorro hasta la organización de cenas y banquetes que costaban desde $1,000 hasta $ 5,000 la entrada, pasando por donaciones desde $10,000 y hasta $145,000 dólares por congresistas y millonarios estadounidenses. Se estipula, que entre $600.000 y un millón de dólares fueron recolectados y utilizados para el financiamiento electoral sin que pasara por el CSE o en BCN.
Ya ni se diga las recolectas paralelas que desde la UNO en Managua se orientaba realizar de manera independiente a varios delegados nicaragüenses que tampoco fueron reportados. Decenas de miles lograron recolectar en campañas de radio y televisión, conferencias simposios que de igual manera no enteraron a las autoridades nicaragüenses.
La Red Tica.
Desde Costa Rica operaba otro enjambre de organizaciones norteamericanas y ticas con el mismo fin anti-sandinista. La NED operaba a través de la American Development Foundation (ADF) que desde Esquipulas comenzó a recibir fondos para la “Promoción de la Democracia” trasladando una parte al Centro de Asesoría para la Democracia (CAD) de origen tico. Unos $ 250.000 fueron usados para el programa de “Entrenamiento y Educación Cívica” a los líderes de la oposición anti-sandinista, y creando una macro estructura política opositora. Desde el CAD se accionaria con el Grupo Delphi que a su vez asistía al Centro de Formación Juvenil (CEFOJ) y al periódico La Prensa. la Federación Internacional de Sistemas Electorales (IFES) y el Instituto de Sindicatos Libres (FTUI).
Por su parte el Instituto Republicano para las Relaciones internacionales, (NRI) fundó en 1986 en Costa Rica la Asociación para la Defensa de la Libertad y la Democracia (ADLD) del Partido Social Cristiano Unido (PSCU). A esta le destinaria unos $500.000 dólares de no ser por las protestas del Partido Liberal Nacional (PLN) de Oscar Áreas, quien sintió en carne propia el intervencionismo político USA. Pero que no le importaba cooperar en contra de la Revolución Sandinista. Como siempre la doble moral de la Política exterior de Costa Rica.
El Centro de Asistencia para la Promoción Electoral (CAPEL) era financiada por la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) lo que hoy se conoce como USAID. Creada en 1984 con $ 3.1 millones de dólares. Sus objetivos macros eran coordinar la asistencia técnica y financiera en los procesos electorales en C.A y el Caribe.
CAPEL coordinó con Nicaragua unos $150,000 dólares para el proceso electoral a través del CSE. Pero no coordinó los $ 500.000 dólares que le dio la AID para el mismo proceso. Eso le facilitó a CAPEL financiar a la Federación Internacional de Sistemas Electorales (IFES) en su momento creado por la NED. IFES creó en Nicaragua la “Vía Cívica” y los registros de votos que junto con los equipos de CAPEL distribuidos por toda Nicaragua entrenaron a los miembros de la UNO por todo el país.
La embajada tica también era un puesto de apoyo a la oposición anti-sandinista dado al militantismo de su propio embajador Farid Ayales, quien daba todo tipo de cenas y reuniones a los opositores. Para ese tipo de menesteres tenía asignado un presupuesto de $ 5,000 dólares mensual. Negoció a favor de la reapertura del diario La Prensa y hasta publicaba artículos y editoriales en contra del gobierno sandinista.
Radio Impacto ubicada en Costa Rica fue otra fuente receptora de fondos para unirse en la campaña mediática en contra del gobierno y la revolución sandinista.
Posteriormente entre 1988 y 1989 crearon la Academia Centroamericana de Entrenamiento (ACE) con bases en cada capital del istmo. El monto asignado eran unos $ 226.000 dólares. Su labor principal era organizar comités y grupos políticos que apoyaran la política exterior norteamericana inclusive en caso de una intervención militar directa contra Nicaragua. Entre otras tareas estaba canalizar fondos a la UNO a través de cuentas abiertas en Miami a diversos centros y organizaciones creados por ellos mismos y con las mismas características como el Centro de Estudios Económicos, Políticos y Sociales (CEEPS), el Instituto para la Promoción y la Capacitación Electoral (IPCE) etc.
La Red Venezolana.
Desde las diversas agencias de financiamiento desde Washington se manejaban otra red de organizaciones venezolanas en función de la desestabilización del proyecto revolucionario y la facilitación de la victoria electoral antisandinista en las elecciones del 90.
Desde Venezuela funcionaban la Fundación Nacional Democrática (FND) y la Fundación Rómulo Gallegos y se costeaban con los 200 mil dólares mensuales que servían para mantener la oficina de la Contra en Miami. Estas eran parte de un esquema que desde 1988 el Departamento de Estado por medio del Secretario de Planificación Política para América latina Luigi Enaudi había creado para el apoyo de la oposición nicaragüense. Posteriormente este llegó a ser el embajador USA en la OEA.
EL esquema era el mismo solo que usando de enlace al cardenal Obando y Bravo y a otros miembros de la UNO para poder generar asistencia técnica y económica a la oposición. Los miembros del FND se inscribieron como observadores electorales ante el CSE lo que les permitiría el contacto directo con la oposición. Entre estos observadores estaba Tor Halversen hombre convocado por la CIA y que desde el inicio de la guerra Contra en 1981 financió un viaje a Caracas al directorio de la Contra para crear campañas anti sandinistas a través de los Comité de defensa de la Democracia en Nicaragua. No había pues tales observadores imparciales mucho menos independientes.
Desde luego que para la inteligencia y seguridad sandinista este era el pan de cada día y el lector entenderá lo harto difícil de lidiar con este tipo de acciones y sus modalidades. Hoy día el accionar es el mismo solo que muchas organizaciones han mudado su nombre y en las próximas entregas las compartiremos.
Aprovechando la coyuntura electoral nacional, el caso del financiamiento encubierto de las agencias norteamericanas y sus métodos en las elecciones del 90 sirve como cartilla para nuestro pueblo en función de que se mantenga el firme convencimiento de que como se ataca a Nicaragua, como se lesiona su soberanía, quienes y como lo hacen y quienes en Nicaragua se lucran permitiéndoselo al yanqui intervencionista.
Lo anterior es muy importante si logramos generar conocimiento y conciencia en el pueblo trabajador, en el nicaragüense humilde y honrado. El campesino, el zapatero, el barbero, la vivandera, el albañil, el carpintero, el busero, los estudiantes y los docentes deben de saber dimensionar el nivel de lucro, la cantidad de dinero que ganan los malos nicaragüenses que reciben dinero del financiamiento yanqui. Como deben entender el dominio y el saqueo a los que nos someten las estrategias norteamericanas.
Es este tipo de traslado de información, a través de la cátedra sobre sistemas de desestabilización propuesta e impartida en cada centro universitario, hará que miles de Andrés Castro se reproduzcan en el devenir histórico de Nicaragua. ¡Arroja de nuevo la piedra Andrés!
(*) Manuel Salvador Espinoza Jarquín. Especialista en Relaciones Internacionales
La Guerra Política Electoral USA contra el FSLN (1823-2021)
Por Manuel S. Espinoza J.
A medida que se acercan las elecciones presidenciales en nuestro país el intervencionismo norteamericano en forma de guerra política electoral se hace más claro por su desfachatez e impunidad. Éste ha iniciado abiertamente con clara urgencia de realizar “las acciones necesarias” financiadas por parte de los Estados Unidos para evitar a toda costa, que el FSLN gane en las elecciones del 2021.
Ningún partido en Centroamérica puede compararse con el partido rojo y negro. Con su nivel de apoyo popular. Con su grado de organización y disciplina. Ningún partido como el FSLN ha dado la batalla anti-imperialista en la región como el partido de A. C. Sandino y de Carlos Fonseca. Ningún partido en la región lucha por décadas contra el intervencionismo gringo como el FSLN.
Antecedentes delIntervencionismo Político USA.
Las premisas de la intervención yanqui en nuestro país siguen siendo las mismas que se establecieron en 1823 con la doctrina Monroe.
La presencia extra continental en nuestro hemisferio por parte de otras potencias de turno. Llámense España, Inglaterra, Portugal, Francia, Alemania, en aquel periodo o la URSS en tiempos de la Guerra Fría o Irán, Rusia o la República Popular China de estos tiempos.
2. La ruta canalera descubierta tras la fiebre del oro en 1848 y su deseo firme de no permitir la construcción de un canal interoceánico que no sea el de Panamá u otro construido, controlado y administrado exclusivamente por ellos.
3. El resto de dinámicas que la geografía y el territorio nicaragüense por sí mismo generan y que se pueden entender a través de la geopolítica y las acciones de política exterior norteamericana hacia nuestro país.
William Walker el 12 de julio de 1856 se proclamó presidente de Nicaragua después de asesinar a los liberales y conservadores. Después que decretó el inglés como idioma oficial y querer instalar el esclavismo; el gobierno en Washington lo reconoció inmediatamente como el presidente de Nicaragua.
1928, cuando los yanquis intervinieron por cuarta vez en Nicaragua, los norteamericanos además de organizar las elecciones fueron supervisadas por el General Frank R. McCoy. Este personaje encabezaba la Comisión Electoral Nacional, (el Consejo Supremo Electoral, que conocemos hoy) Esta estaba integrada por tres miembros: Uno del Partido
Conservador, uno del Partido Liberal y un estadounidense. Los tres, sin embargo, debían ser nominados por el presidente USA. Las urnas y centros de votación eran atendidos por infantes de la marina USA y estos al final contaban los votos. Así decidían ellos a quien instalarían en la silla presidencial del gobierno nicaragüense.
Instalaron a Somoza García como premio por haber asesinado al Generalde Hombres Libres Augusto C. Sandino. Posteriormente Somoza dió un golpe de Estado en 1934 y su dinastía se pasó a manos de su Hijo Anastasio Somoza y en forma de dictadura militar duróhasta ser derrocado por el FSLN en julio de 1979. Un régimen sangriento con las elecciones más viciadas de toda la historia nacional, pero nuncasancionado por Washington.
El poder gubernamental en Nicaragua se disputa desde 1961 entre el FSLN y el gobierno gringo de turno. Sobre todo, con el derrocamiento de la dictadura somocista en 1979 y con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista (RPS). Olvidémonos de cualquier oposición política local. La oposición local sin el apoyo injerencista yanqui no son nada. Simplemente son un producto más “made in USA”. Por mucho que la oposición quiera demostrar un origen nacional, una fortaleza popular no son más que el cúmulo del esfuerzo del poderío económico, paramilitar y psicológico yanqui contra la maquinaria política popular del FSLN.
El Intervencionismo Electoral en la Década de los 80.
Desde 1983 la Fundación Nacional para la Democracia (NED) por sus siglas en inglés comenzó a desarrollar una nueva forma de intromisión política abierta que en cierto modo sustituyera a la que venía realizando la Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) de forma encubierta.
Prácticamente las batallas electorales presidenciales a partir de 1984 se dan entre el candidato del FSLN y el nicaragüense seleccionado por la Casa Blanca. Ese año en medio de la guerra de agresión el pueblo votó masivamente por el FSLN y su candidato el Cmte. Daniel Ortega Saavedra.
Tras la firma de los acuerdos de Paz en la ciudad de Esquipulas en Guatemala el 7 de agosto de 1987 la NED inicia a desarrollar todo un programa de desestabilización política para Nicaragua. La causa principal es el serio revés que la administración Reagan sufre en su guerra de agresión al gobierno sandinista en lo que conocimos como el “Conflicto de Baja Intensidad”. El objetivo principal lograr generar el odio político entre los nicaragüenses.
Ante la sorpresa de la Casa Blanca y producto del anhelo de paz del pueblo nicaragüense, el gobierno sandinista firma los acuerdos de Paz mejor conocidos como Esquipulas II, lo que obliga a los EE. UU y sus aliados centroamericanos a comprometerse a cumplir con una serie de acuerdos, que prácticamente le cortan el brazo de la guerra a Reagan y que lo obliga a modificar su estrategia de agresión armada cardinalmente en una dirección política y no militar.
Prácticamente el FSLN había creado un sistema de defensa nacional de la Revolución Popular Sandinista (RPS) de todo el pueblo. El proyecto “Contra” estaba en las ruinas con serias sanciones de suspensión de las asignaciones de fondos por parte del Congreso norteamericano y tanto los Contras como Reagan eran mal vistos nacional e internacionalmente. El apoyo mundial hacia la RPS era casi total. La derrota de los EE. UU en la Corte Internacional de Justicia en la Haya por su guerra terrorista contra Nicaragua y el escándalo Irán-Contra le pusieron un sello de final infeliz al proyecto de la “Contra”, llamado por la CIA como el “proyecto Nicaragua”. Además, el juego de oposición de demócratas y republicanos estaba en su punto por las elecciones presidenciales venideras.
El final de la “Contra” fue lógico, un día después de finalizar la operación DANTO, la “Contra” se sentó a negociar el primer cese al fuego en la Ciudad de Sapoá en el departamento de Rivas al sur de Nicaragua. Su final había sido sellado.
Los norteamericanos estaban claros que tanto una victoria de la “Contra” o la invasión directa no resolvería el problema ya regionalizado. Si algo demostró la defensa de la revolución fue la posibilidad de extender el conflicto a nivel centroamericano. De ahí el cambio radical en su política exterior hacia Nicaragua, sobre todo en la forma de la guerra de agresión.
La triada diabólica del financiamiento abierto estaba compuesta por la Fundación Nacional para la Democracia (NED), el Instituto Nacional Demócrata para las relaciones internacionales (NDI), el Instituto Nacional Republicano para las relaciones exteriores (NRI) todos por sus siglas en ingles.
El papel de éstas sería construir una estrategia con acciones políticas, que logre el mismo objetivo que el proyecto “Contra” no logró; Derrocar al FSLN del gobierno a corto plazo, desmantelar a la RPS a mediano plazo y finalmente destruir como fuerza política al sandinismo a largo plazo. O sea, la continuación de la guerra en un frente mucho más amplio.
Objetivos, Métodos y Formas del Intervencionismo Electoral.
Tras la firma de Esquipulas, el NDI lanzó el llamado “Programa para el Desarrollo Democrático”. Su presidente Bryan Atwood estableció, “que se disponían a unificar a la oposición y a orientar sus actividades anti sandinistas”. Cabe destacar que el NDI por ser demócrata y por estar en la oposición de una administración republicana se oponía a la estrategia de “la Contra” de Reagan (republicano) y mantuvo relaciones con la oposición nicaragüense desde el inicio de la Revolución Sandinista. Su propuesta era crear un centro democrático o una tercera vía que se ubicara entre los extremos de “La Contra” y el FSLN.
En octubre de 1987 el NDI realizó una encuesta de la cual se generó un informe interno de 16 páginas que detalló la situación en Nicaragua y a al final elaboró toda una agenda concreta para las acciones de intervención política en el país.
En el informe se detalla que en Nicaragua había un ambiente favorable que favorecía a la oposición cívica. La Economía en ruinas. La pobreza y la desesperación era evidente. El mal manejo sandinista era notable a lo largo y ancho del país. El país se bañaba en sangre a diario y la oposición política no tenía la imagen de muerte de la “Contra”. Tampoco se le acusa por el mal manejo y la situación deplorable de la economía. Había pues que UNIFICARLOS y CONSTRUIR la organización o coalición por excelencia tal como se había creado a la “Contra” con mandos y liderazgos verticales.
El cuadro disperso de la oposición se podía entender con la existencia de varios partidos en pugna, como el partido liberal, conservador y demócrata cristiano con diversas facciones en cada uno y otros como el social demócrata, el comunista y el socialista. A estos se les sumaban dos facciones de la unión centroamericana,así como otras tres organizaciones políticas en el extranjero.
En general existían dos grupos de alianzas de centro derecha y centro izquierda enfrentadas entre sí, una alianza giraba en torno a la Coordinadora Democrática Nicaragüense (de extrema derecha) y otro alrededor de los partidos socialcristiano, liberales independientes, comunistas y socialistas. Ante ese cuadro de división, la estrategia era la UNIFICACION bajo un marco operacional que permitiera:
- Crear organizaciones políticas gradualmente que pudieran enfrentar al FSLN por medio de su propia fortaleza y no por medio de la confrontación con éste.
- Proveer a la oposición de una definición política que fuera más allá de la vaga retórica anti sandinista.
- Acuerparlo de contenido político
La administración Reagan entendió la necesidad del cambio de estrategia e introdujo a su componente interventoral plan anti sandinista del NRI, que junto con el NDI y la NED ampliaran elprograma de acción hacia Nicaragua. Lafuente de financiamiento sería la NEDcon los primeros $ 600.000 dólares, que serían utilizados en:
- Visitar a la oposición dentro y fuera del país.
- Informar a los países en la región para lograr el respaldo regional.
- Organizar diversos seminarios para la oposición dentro y fuera del país, que incluyeran los temas y entrenamiento en:
- Formulación de estrategias organizacionales.
- Planificación de tareas tácticas de las actividades opositoras.
- Planificación partidaria.
- Creación y organización de las circunscripciones electorales.
- Formación de al ianzas y coaliciones.
- Reclutamiento de adeptos.
- Elaboración y transmisión de mensajes coherentes.
- Identificación y expansión de la base de apoyo.
- Técnicas de comunicación compatible con la cultura política del país.
En conclusión, PREPARACION, FINANCIAMIENTO con presión para que se unifiquen y ASESORAMIENTO. Para finales de 1987 los partidos políticos de oposición en Nicaragua comenzaron a agruparse alrededor tanto del DNI como del NRI. Estos dos grupos por separado se hacían llamar el grupo de los siete y el grupo de los ocho.
En una reunión clave en Washington entre funcionarios de Departamento de Estado y la NED establecieron que se debía de trabajar con el congreso para la ampliación del programa para Nicaragua y que al mismo tiempo cooptara a los demócratas. La medida estaba dirigida a lograr el apoyo del congreso que la administración Reagan no había logrado con el proyecto “Contra” desde su inicio en 1981.
Además, aun con todo el cuadro caótico que presentaba la situación en Nicaragua, por lo menos el 60% de la población se mostraba indecisa a votar a favor de la oposición. Urgía entonces la promoción de incentivos que atraerían el voto de los indecisos. Por eso se apresuraron a unificar a los cuadros de mayor y medio nivel de estos partidos en función de unificación de acciones en conjunto y unificación del objetivo final. ¡Un papel muy importante jugó el embajador norteamericano Richard Melton, quien promovía las acciones en las calles como marchas y caravanas al estilo Nandaime va!
Como principal receptor y canalizador de los fondos se seleccionó al Grupo Financiero Delphi. Un viejo contratista de la Agencia Norteamericana de Información (USIA), la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) y posteriormente de la NED, que había participado en una operación de plebiscito en Chile. Este grupo tendría por objetivo “Construir a la oposición” en base a la implementación del “Programa Amplio de Coalición Nacional”.
Como el núcleo político de partida seleccionaron a la Coordinadora Democrática Nacional (CDN de extrema derecha) Para eso a través de la concesión No. 88-524-P-039-57-2 se le entregaron $ 44.000 dólares en dospartidas. A fin de cumplir los objetivos, esta organización debía de:
- Abandonar y deponer sus posiciones extremas.
- Trabajar en pro de la unificación.
- Crear la oposición cívica.
- Promover cambios en la ley electoral.
- Crear líneas de contacto con los sectores privados.
En su informe final el Grupo Delphi aseguró haber cumplido la misión. Para 1988 el NDI y el NRI lograron unir a la oposición nicaragüense en el grupo de los 14 partidos políticos.
Una vez alcanzado este nivel los nuevos objetivos eran:
- Crear el apoyo internacional a la oposición nicaragüense.
- Sobre todo, mediática y discursiva.
- Crear un cuerpo político de líderes civiles.
- Iniciar la creación del frente político.
Finalmente, de este grupo de 14 partidos surgió la Unión NacionalOpositora (UNO) la coalición contrincante del FSLN en las elecciones presidenciales del 25 de febrero de 1990.
Lo anterior es muy importante entender porque a partir de lo anterior descrito toda retorica electoral como “elecciones democráticas”, “elecciones libres”, “elecciones justas y transparentes” “elecciones con supervisión extranjera”, “temores de fraudes electorales”, “respeto al voto ciudadano” es mero ejercicio exógeno desde Washington y nada democrático, mucho menos nacionalista. Es un burdo disfraz de lo que persiguen tanto los yanquis como sus títeres peleles locales.
Para muestra un botón. Recordemos cuando en las elecciones presidenciales del 2001 el embajador norteamericano Oliver Garza hasta se metió dentro de las instalaciones del Consejo Electoral para supervisarlas y que con su influencia los magistrados del Consejo Supremo Electoral respetaran la decisión de Washington y ganara su candidato.
Analogía del Financiamiento en las Elecciones del 1990 y el 2021.
Actualmente los EE.UU. están interviniendo electoralmente de la misma forma que lo hicieron en los 80 para llevar al poder a la Violeta Barrios de Chamorro. No es ni exageración, ni fantasía política.
n febrero de este año Donald Trump declaró que Estados Unidos presupuestó más $ 10 millones de dólares en donación para Nicaragua para apoyar la lucha de la sociedad civil en materia de democracia parael año fiscal 2021. En otras palabras, para que de nuevo su candidato gane en las elecciones del 2021. El uso de esta asignación será a partir del 1 de octubre del 2020 al 30 de septiembre del 2021. Este monto deberá haber sidototalmente gastado faltando un mes para las elecciones presidenciales de noviembre del 2021.
En realidad, no solo es ese el monto que el gobierno USA viene asignando para la oposición anti-sandinista para este propósito. Ese monto aun no lo tocan. El que están usando es el del presupuesto para el año fiscal (octubre 2019 a septiembre 2020) que fue de $ 6 millones de dólares y para el año fiscal (octubre 2018 a septiembre 2019) fue de $ 11. 61 Millones de dólares. Mucho se especula sobre un monto mayor de más de 19 millones de dólares, que se han quedado los bolsillos de dirigentes de mayor voracidad de la oposición.
Ósea que en total desde octubre 2018 tras su fallida estrategia de derrocar al gobierno vía “El Golpe Suave” de Gene Sharp hasta noviembre del 2021, el gobierno norteamericano habrá invertido durante estos tres años $ 27.1 millones de dólares de manera abierta para procurar la derrota electoral del FSLN e instalar a su vasallo de turno.
El actual programa «Gobierno Justo y Democrático» con un financiamiento de U$4,065,179. comprende, los siguientes «componentes»:
- Programas de Liderazgo democrático – con U$ 970, 000 dólares.
- Partidos Políticos – con U$ 415, 179 dólares.
- Supervisión de la aplicación de losprogramas –U$ 102, 821 dólares.
- Participación Cívica/Gobiernos Municipales U$1, 500, 000 dólares.
- Construcción de capacidades para defensa de la Sociedad Civil – con U$ 600, 000 dólares.
- Programa de Fortalecimientopara la Prensa Independiente – con U$ 580, 000 dólares.
- Diseño de Programas para aprendizaje – con U$ 50, 000 dólares.
- Apoyo al Programa de Aprendizaje con U$ 102, 181 dólares.
- Promoción del Desarrollo Económico y Social / FUNIDES – con U$ 834, 421 dólares.
- El sitio web Confidencial, recibió donaciones de Open Society Foundations, la suma revelada es de U $175, 000 dólares.
Nicaragua ya experimentó una agresión política similar desde 1987 hasta 1990 con esa misma cantidad de financiamiento. En esos dos años y medio el gobierno norteamericano invirtió (según en su informe de octubre 16, de 1989, el Boston – based group Hemisferic Initiatives, que se inscribió como observador ante el Consejo Supremo electoral en las elecciones del 90), $ 26.5 millones de dólares en financiamiento abierto y clandestino que se invirtieron en las elecciones nicaragüenses. Otras fuentes aseguran que fueron unos 30 millonesde dólares.
Y no solo es el monto de los $30 millones que usaron para financiar las elecciones de 1990 lo que hace repugnante la acción de política exterior, sino la desfachatez con que el congreso durante semanas debatió sobre cuál sería la mejor estrategia para que a través de la Agencia para la Promoción de la Democracia (NED) y la Agencia internacional para el Desarrollo (AID) invirtieran $ 9 millones de dólares en la campaña electoral nicaragüense tras la solicitud que en septiembre de 1989 hiciera la administración Reagan. En todo caso no es la soberanía de Nicaragua lo que valoraban sino como eficazmente lograr su intervencionismo con el triunfo electoral sobre el gobierno sandinista
Ese monto se destinó para crear todo el andamiaje electoral para la oposición antisandinista. Unos $ 5 millones de dólares serian administrados por el Instituto Nacional Demócrata para las relaciones internacionales (NDI) y el Instituto Nacional Republicano para las relaciones internacionales (NRI). Unos $ 2.9 millones de dólares fueron utilizados a discreción por la NED y 1 millón de dólares para el pago a los grupos de observadores internacionales entre los más destacados como el Centro Carter y el Centro Allen Weinstein para la Democracia. La Freedom House con $ 358,000 dólares y la Delphi Internacional Group con otro tanto. Al final los EE. UU solo a través de la NED invirtieron $12.5 millones en las elecciones en Nicaragua.
La AID no se quedó atrás le entregó $ 4.166.000 millones de dólares a la iglesia proveniente de un fondo que estaba destinado a los “Contras” para ayudar a su desmovilización y gastos médicos y que fueron redirigidos a la iglesia para apoyar la elección de la Violeta Chamorro.
Lo importante de esa operación lesiva de nuestra soberanía era como enmascarar todo el flujo de dinero que recibirían los partidos y organizaciones cívicas y políticas de la oposición. Para tal propósito se creó el Instituto para la Promoción y la Capacitación Electoral (IPSE) con una junta de directores como Alfredo Cesar quien era consejero del jefe de campaña de la UNO, (yerno de Doña Violeta), Luis Sánchez (vocero oficial de la UNO) Guillermo Potoy, Silviano Matamoros (líder del PSD) y Adán Fletes (líder del PND) todos miembros de la coalición de la UNO.
Para que su junta quedara autorizada por la Casa Blanca fueron invitados a Washington D.C a un supuesto “Entrenamiento Internacional de Actividades Política-Electorales” donde la realidad era patentizar la firma que les convertiría en los receptores de los fondos del NDI y el NRI, que tanto la NED como la AID les entregarían durante la campaña electoral. Ese viaje fue financiado por la Freedom House con un monto de 10,900 dólares.
Era tanto el afán de controlar el financiamiento por parte de la elite, que estaba alrededor de Doña Violeta, que las escuadras de contadores de la empresa Price Water- House que vinieron desde Washington a verificar el movimiento y la entrega de los fondos no podían comprender cuando el dinero iba al IPSE o a los directivos de la UNO. Pero se hicieron de la vista gorda con tal de alcanzar el objetivo. Siempre hubo dinero para todos.
Una vez unificada la oposición en 14 partidos que integraban la Unión Nacional Opositora (UNO) con Doña Violeta Barrios de Chamorro como candidata escogida por el Departamento de Estado su vicepresidente, Virgilio Godoy tuvo que ser elegido en una reunión en la embajada norteamericana tras una serie de encuentros fallidos de los líderes de la oposición para ponerse de acuerdo si debería ser Enrique Bolaños o Godoy. Se asegura que en esa reunión cada líder de partido salió con $ 10 mil dólares para comprar las voluntades de aquellos que apoyaban la candidatura de Bolaños y aceptar a Godoy.
Lo escalofriante es que en esos 3 años (1987, 1988 y 1989) que antecedieron a las elecciones de 1990, el monto de $ 26.5 millones de dólares incluía el financiamiento abierto y el clandestino. La pregunta del millón ahora es cuál es el financiamiento clandestino ahora si hasta ahora el monto asignado de manera abierta (oficial) para el mismo propósito desde el 2018 hasta el 2021 será de 27.1 millones de dólares es casi igual que en los 80?
La agresión yanqui y las elecciones de 2021
En mayo de 2020 la Agencia Norteamericana para el Desarrollo Internacional (USAID y sucesora de la AID) elaboró el documento RFTOP No. 72052420R00004 sobre la “Asistencia Sensible en Nicaragua” (Responsive Asistance in Nicaragua – RAIN). Se ha difundido pública y masivamente la Sección “C” de este documento titulado “Declaración del trabajo”.
Ahí se describe bien sin ningún respeto a la soberanía nacional los pasos a seguir en el cumplimiento de la “Misión
del objetivo marco estratégico”, que no, es más, que la construcción de la unidad opositora que al igual que en los 80 se encuentra dispersa y dividida como fuerza política, la construcción y selección de su liderazgo político y los candidatos presidenciales y organizaciones que derroque al FSLN en noviembre del 2021.
Para este propósito el Programa RAIN contará con un financiamiento de $ 540 mil dólares que es parte de una suma total que se desconoce y está destinada a la desestabilización del país o lo que en el documento se menciona como “crear el AMBIENTE para la transición democrática”. “Para la creación de las CONDICIONES propicias” el RAIN proveerá de manera rápida, sensible y relevante la asistencia necesaria.
Lista de mentiras
El documento de la USAID en ningún momento incluye un escenario donde el FSLN gane por elecciones justas, libres y trasparentes con reformas a la ley electoral en acuerdo con la OEA. Solo brindan tres escenarios donde los únicos ganadores deben ser los opositores, de lo contrario serán invalidadas. Para cumplir con el plan inmediato del documento, la primeramentira es:
a) Crear la imagen de una enorme crisis que vive el país y que es agudizada por la pandemia del Covid-19, sobre la que los norteamericanos proponen a la oposición agarrarse como excusa central para iniciar el levantamiento que genere violencia y caos a nivel nacional y la presión internacional, donde la OEA, la Unión Europea y los países vecinos en la región jugarán un papel importante.
b) Que producto de la crisis creada la oposición tenga fuerza para demandar la renuncia del presidente y el desmantelamiento total del gobierno con la promesa de elecciones adelantadas.
Es muy peligroso para la estabilidad económica, social y política de todo el país, lo que en el penúltimo párrafo de la página 7 y el primero de la página 8 se anuncia. En general se habla de servir para “realizar cambios abruptos”, “tener la habilidad de responder rápidamente a las nuevas demandas” y “responder rápidamente en el periodo más cercanoa lo inmediato”. Será tan violento el “ambiente” que crearán en el periodo de elecciones que se avecinan, que visualizan varios escenarios caóticos que hasta incluye la necesidad posterior de reconciliación en todo el territorio nacional al final.
Según Ben Norton, periodista de Grayzone, ESTADOS UNIDOS INTENTARA OTRO GOLPE DE ESTADO EN NICARAGUA… … Norton anota, que el director de la USAID, John Barsa, es hijo de inmigrantes cubanos… en coordinación con el Secretario de Estado y el ex Director de la CIA MikePompeo, Barsa ha convertido a USAID en un arma de presiones e injerencias financiando abiertamente los esfuerzos de golpe contra los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua…
Su fin justifica sus medios de guerra
En la Revista Visión Sandinista del mes de mayo del 2020 No. 301 se publica un artículo del periodista Fabrizio Casari “Nicaragua y el virus del golpismo”, que aporta parte de la posible estrategia golpista. Sin embargo, a las luces de la urgencia de crear toda una situación de crisis a favor de la oposición se debe de partir que están en los planes de agresión acciones mucho más agresivas.
Cabe subrayar, que RAIN en inglés se traduce como lluvia y solo Dios sabe que lluvia de drones y cohetes atacarán objetivos claves políticos, como la Secretaría del FSLN en el Carmen, los cuarteles y casas de los mandos militares del Ejército y la Policía u objetivos económicos de infraestructura y comunicaciones (puertos, puentes, edificios hospitales nuevos) y religiosos (iglesias, imágenes religiosas, la vida de sacerdotes opositores) acciones de secuestro en fin, que logren incitar al levantamiento en función del derrocamiento del gobierno. Puede ser el incendio de todo un hospital o mercado completo, una planta eléctrica o de agua potable. Solo recordemos que para ellos “el fin justifica la forma y los medios”.
Veamos el caso de la explosión en Beirut, capital del Líbano, de 2,750 toneladas de nitrato de amonio que generó un cráter de 43 metros de profundidad y tuvo la misma intensidad que un sismo de magnitud 4.5 en la escala de Richter. Se compara con un 10% de la bomba en Hiroshima. Arrasó a barrios enteros dejando a más de 300 mil personas sin hogar y causó más de 200 muertos, 6 mil heridos y decenas de desaparecidos.
Hasta el más ingenuo sabe que eso fue un ataque provocado planificado y dirigido desde el exterior que al final logró que la oposición se agarrara de ese tema y lo capitalizara con protestas de calle a pesar del estado deplorable de la crisis económica y los daños de la explosión. Las protestas no cesaron hasta que lograron que el gobierno dimitiera. Para los que técnicamente asesoran las transiciones en función de cambios de régimen, ésta es una operación exitosa.
Recomendaciones de más guerra
Aunque se desconoce qué organización dirigirá el programa RAIN para la USAID, que se anuncia en el documento RFTOP, el American Enterprise Institute (AEI), ha estado publicando muchas recomendaciones nefastas de acciones de política exterior contra nuestro país en más de una docena de artículos escritos por Ryan C. Berg, Roger F. Noriega, Margatet Mccarthy y Jaime Daremblum los analistas sábelo todo encargados de Nicaragua.
El AEI es un centro de investigación neoconservador, creado en 1938 para defender al “capitalismo democrático, el gobierno limitado, la empresa privada” etc. (imagínense cuál es su credo). Entre su staff profesional de política exterior han sido parte los halcones como Jeane Kirkpatrick, Elliot Abrams, Dick Cheney, Jhon Bolton, Paul Wolfowitz de quienes los pueblos nada bueno deben esperar. El AEI tiene un presupuesto anual de más de $ 80 millones de dólares y está cerca de la embajada nicaragüense no muy largo del DuPon Circle en Washington DC.
Después del documento RAIN de mayo; el AEI publicó el 14 de julio aparece un artículo titulado “The US is confronting Nicaragua’s dictator(s) without a game plan” (EEUU está enfrentando la Nicaragua de los dictadores sin ningún Plan de Juego” y el 28 julio un nuevo documento de 35 páginas más agresivo y lesivo a nivel de “recomendaciones” fue publicado con el título de “Restaurando la Democracia en Nicaragua” – (Aumentando los esfuerzos contra el Régimen Ortega-Murillo):
- más sanciones económicas bien elaboradas por el tesoro norteamericano y aprobadas por el congreso norteamericano,
- p r e s i ó n i n t e r n a c i o n a l , instrucciones específicas a la OEA, una diplomacia USA más activa que genere alianza internacional contra el gobierno nicaragüense sobre todo de la Unión Europea,
- la instalación de un representante especial para Nicaragua que coordine las acciones entre la oposición anti-sandinista y el Departamento de Estado,
- el apoyo y presión especial a la iglesia y al COSEP para que se mantengan en la oposición
- medidas de desmantelamiento de la policía nacional y el ejército nicaragüense.
En fin, unas elecciones con un gobierno made in Washington de lo contrario no será ni legitimo ni mucho menos democrático.
Para estos y más fines en agosto se reunió la delegación opositora con subsecretario de Estado de Estados Unidos, Michael Kozak. Trasladando como propios todos los temas y propuestas que recogen los documentos de la USAID.
¿Y si no son solo sanciones?
Está muy fresca la forma en que la OEA logró quitarle la victoria electoral a Evo Morales en Bolivia y en estos días la están aplicando igual en las actuales protestas en Bielorrusia tras las elecciones presidenciales a favor de presidente Lukashenko. Tienen el mismo fin que la oposición en Bolivia, Beirut, Hong-Kong, Venezuela o Nicaragua. El lunes 17 su método esta puesto en marcha en Argentina. Simplemente es un nuevo formato de guerra política que les funciona por todo el mundo.
Recordemos que en la Orden Ejecutiva 13851 emitida en noviembre de 2018, el presidente Trump declaró que “la situación en Nicaragua era una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos”. Y el nefasto John Bolton calificó nos incluye en “La troika de la tiranía” en el hemisferio occidental, Bolton prometió que: “El régimen nicaragüense, como Venezuela y Cuba, se sentirá plenamente peso del sólido régimen de sanciones de Estados Unidos”. ¿Y si no son solo sanciones?
En aquel entonces no conocíamos sus métodos y estrategias electorales. Ahora conocemos y estamos al tanto de las nuevas modalidades e instrumentos de guerra política. De sus planes y objetivos políticos y paramilitares.
En aquel entonces estábamos en zafarrancho de combate en la defensa militar de la Revolución. Hoy estamos dedicados al frente de lucha político por la victoria electoral sandinista por eso no podrán triunfar en el 2021.”¡contra la Intervención yanqui electoral, Frente Sandinista de Liberación Nacional!”.
(*) Manuel Salvador Espinoza Jarquín. Especialista en Relaciones Internacionales
41años de Victorias Sandinistas contra la Guerra Encubierta USA
Por Manuel S. Espinoza J.
El triunfo de la Revolución Popular Sandinista (RPS) el 19 de julio de 1979 fue acogido con gran alegría y esperanza por todos los pueblos del planeta. La imagen de represión e impunidad dictatorial proyectada por la dictadura somocista por más de 40 años de dinastía había sido destruida. En Nicaragua había vencido la cohesión popular alrededor de un proyecto político–social de bienestar, progreso y futuro de paz vanguardizado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). La lucha costo más de 40 mil vidas y décadas de pobreza, injusticia, subdesarrollo bajo una de las más crueles tiranías cimentadas en la represión y muerte a su propio pueblo con el respaldo imperial por parte de los Estados Unidos de Norteamérica.
Una similar situación vivían muchos pueblos alrededor del mundo y de ahí, que la segunda verdadera revolución popular continental en Nicaragua después de la revolución cubana vendría a reavivar los ánimos de lucha por la liberación y los sueños de victoria de naciones y pueblos enteros.

En los primeros meses de la Revolución Sandinista el comandante Daniel Ortega Saavedra declaró el 28 de septiembre de 1979, desde el pódium de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que “fue inevitable la alegría de pueblos hermanos por el triunfo revolucionario. Y que este era un modesto aporte pero resonante triunfo también de los pueblos que luchan por una verdadera democracia y la paz”.
Si la Revolución Socialista de Octubre (1917) fue la chispa y la Revolución Cubana (1959) la llama continental; la Revolución Popular Sandinista se convirtió en el fuego y la hoguera que reencendería los corazones libertarios del planeta en su feroz lucha contra la dominación e injusticia capitalista y el imperialismo norteamericano.
Como estableció el Comandante Fidel Castro Ruz en su discurso el 26 de julio de 1979 “¿De qué hablar, de que otra cosa se podía hablar, que acontecimiento más extraordinario en estos tiempos, que hecho de mayor relevancia histórica de mayor significado y connotación ha ocurrido en estos últimos tiempos que la victoria sandinista en Nicaragua?”
Prácticamente la correlación de fuerzas a favor de la lucha popular continental había sido fortalecida con una nueva revolución genuina y progresista de izquierda en el corazón de América Latina; una región que torpe y vulgarmente ha sido denominada siempre por los EE.UU como “su patio trasero”.
No le gustó al gobierno de Reagan las aspiraciones de justicia, democracia paz, libertad y desarrollo de la Revolución Sandinista. No le gustó la nueva realidad política en la el país y en la región. Con temor vieron las nuevas relaciones internacionales de Nicaragua con países como la URSS, Cuba, Vietnam, Palestina, los países del campo socialista y el Movimiento de los Países no Alineados (NOAL). Tampoco les gustó el discurso solidario e inspirador a todos los pueblos del mundo en su lucha por la libertad en Centroamérica, América del Sur, África y Asia.
La Guerra Encubierta de Washington de 1979-1990
La inminente respuesta agresiva, revanchista y reaccionaria desde la Casa Blanca se hizo inmediata por parte de la administración de Ronald Reagan y sus vasallos en Centroamérica. Entendieron que sus pueblos veían como faro de libertad a la nueva Nicaragua revolucionaria y que inevitablemente sacudiría también el sistema de injusticia social y represión político militar en países como Guatemala, El Salvador y Honduras.
Tan solo una semana y media después del triunfo de la revolución sandinista en Washington comenzaron los planes contra Nicaragua. Nuevamente se abría una nueva etapa de la lucha antiimperialista como la que exitosamente libró el General de Hombres Libres Augusto C. Sandino (1927 – 1934) y que colocó a Nicaragua en el centro de la atención internacional.
Se le encargó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) dirigir su guerra clandestina contra la RPS. Desde 1980 junto con el gobierno argentino acordaron juntos atender el proyecto “Contra.” Este estaría compuesto por políticos y familiares ligados al somocismo y ex guardias somocistas (GN) derrotados que pululaban y delinquían en Centroamérica, lográndolos reclutar y reunirlos a todos en este plan macabro. Posteriormente iniciaron el entrenamiento militar en Argentina y Honduras.
El papel del apoyo argentino era encubrir el verdadero rol tras bastidores de la administración Reagan. Así los pueblos del mundo y de América Latina verían como un enfrentamiento entre los mismos latinoamericanos y no una guerra más de intervención norteamericana contra un país pequeño como la Nicaragua sandinista. Ocultaban que los EE.UU darían la plata.

El asesoramiento militar argentino estaba ligado a la Liga Mundial Anti- Comunista y el Batallón de Inteligencia 601, dos organizaciones muy conocidas por su participación en la tenebrosa “Operación Cóndor” en Sur América donde miles de sudamericanos fueron asesinados y desaparecidos por tener una visión política diferente. También terroristas cubano-gusanos reconocidos como Posada Carriles y otros que eran oficiales de la CIA misma que habían participado en operaciones terroristas contra Cuba.
Crearon e instalaron un sinnúmero de bases militares en Honduras a lo largo de la frontera con Nicaragua, así como toda una red de casas de seguridad y domicilio para la jefatura de la “Contra”. El apoyo de los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala lo venderían internacionalmente como que también Centroamérica desaprobaba al gobierno en Nicaragua porque se sentían amenazados y de igual manera los EE. UU no tenían nada que ver. Los “Contras” no esperaron mucho para repetir el horror que la GN hacía en tiempos del dictador Somoza.
Desde abigeo, asaltos y robos pasaron a asesinar a los brigadistas de alfabetización y a los campesinos que apoyaban la revolución. Bajo el financiamiento oficializado por el gobierno USA, realizaron el reclutamiento de campesinos bajo la modalidad de la desinformación y el desprestigio a la revolución obteniendo un incremento rápido de la fuerza contrarrevolucionaria de 500 a más de 3,000 en los dos primeros años.
Otro eje de engaño era hacer ver que se trataba de una guerra del campesinado resentido por las medidas de reforma agraria del gobierno sandinista, pero en realidad por lo menos unos 450 guardias somocistas integraron el escalón de mando de la fuerza contrarrevolucionaria. Todo su odio, rencor y resentimientos fueron los motores y valores que trasladaron en su enseñanza a la “Contra campesina” y que a lo la largo de la guerra implementarían en su actuar contrarrevolucionario. Para adoctrinar a los campesinos la CIA inventó la historia del Cmte. “Dimas” Pedro Joaquín González y lo bautizó como el padre de la “Contra campesina”, cuando en realidad este había sido un traidor del FSLN y del Ejército Popular Sandinista (EPS).
Desde escaramuzas fronterizas en 1980 y voladura de puentes en 1981 hasta las incursiones militares a lo interno del país en 1982, llevando el dolor y la muerte como al matrimonio Barreda de Estelí que se encontraban cortando café y quienes fueron secuestrados y torturados cruelmente en sus bases en Honduras o la masacre de 23 jóvenes de la Juventud Sandinista 19 de Julio en la comarca de San José de las Mulas en el departamento de Matagalpa y tantas barbaridades más a lo largo de toda una década.
Ese iba a ser el rostro dantesco de la guerra de agresión norteamericana en toda la década de los 80. Cuando los “paladines de la Libertad” como los llamó Reagan a los mejor conocidos como “Contras” no podían cumplir las misiones, los comandos de la CIA las ejecutarían con sus propias manos. El minado de los puertos, la voladura de los tanques de gasolina en Corinto y la elaboración del manual de operaciones psicológicas donde todo tipo de acciones de tortura y asesinato se recomendaba con los sandinistas capturados y los planes de asesinato a la dirigencia sandinista entre estos el intento de asesinato al canciller nicaragüense, Padre Miguel D’Escoto Brockmann.
También incluyeron a los terroristas cubano-norteamericanos gusanos reconocidos, como Posada Carriles y otros que eran oficiales de la CIA misma que habían participado en operaciones terroristas contra Cuba como la voladura de un avión repleto de deportistas cubanos o el asesinato del Che Guevara. Estos se harían cargo de las operaciones de abastecimiento aéreo y del tráfico de drogas y armas para buscar el financiamiento alterno a la “Contra” cuando el congreso de los EE.UU prohibió la asistencia económica vía las enmiendas Boland.
Nunca ningún país del continente había, ni ha enfrentado una guerra de ese nivel en su lucha contra el imperialismo norteamericano. Después de la guerra de la CIA contra la URSS en Afganistán, la guerra en Nicaragua era el segundo mayor proyecto de la Central de Inteligencia a finales de la Guerra Fría. Nicaragua llegó a ser tan importante, que el jefe de toda la División que atendía al continente entero en la CIA Duane Clarridge se ocupó personalmente de Nicaragua y Centroamérica y creó toda una fuerza de tarea con 500 oficiales de inteligencia en su cuartel general en
Langley, Virginia para que atendieran a Nicaragua. El resto de países de todo el continente lo atendería el vice jefe de la División.
La estación de la CIA más grande en todo el continente por alojar el mayor número de oficiales de la CIA estaba en Tegucigalpa y muchos más asesorando en las bases militares contrarrevolucionarias. Desde Guatemala, EL Salvador y Costa Rica la cantidad de oficiales CIA en función de Nicaragua en las embajadas USA también era numeroso. Al final lograron armar a más de 30 mil contrarrevolucionarios y financiar a más de un centenar de organizaciones públicas y privadas en toda la región, que enfilarían su ataque contra Nicaragua.
La Defensa Popular de la Revolución
El mundo volvería a comprobar la firme decisión de lucha y libertad del pueblo nicaragüense heredada del General Benjamín Zeledón, quien luchó contra los marines yaquis hasta morir, de las tropas del General Sandino que victoriosamente expulsaron a la intervención militar USA de nuestro territorio soberano, de los guerrilleros del comandante Carlos Fonseca Amador, que derrocaron a la dictadura somocista instalada por los EE.UU y de los miles de jóvenes cachorros de Sandino que desde 1979 hasta 1990 se levantaron en pie de lucha en defensa de la RPS y la búsqueda de la paz.
Desde su inicio la victoria del pueblo organizado en la defensa del proyecto revolucionario dio sus primeros resultados y la primera víctima de misma política yanqui fue el primer jefe de la CIA en Honduras, encargado de construir el “Proyecto contra” y quien secretamente preparaba la instalación de las futuras bases contrarrevolucionarias en Puerto Lempira. Este fue descubierto y develado en los medios internacionales, obligando a sus jefes en la CIA a ordenarle a no regresar nunca a ese país.

Cabe destacar el papel de Los órganos del pueblo de la Seguridad del Estado dentro del Ministerio del Interior (MINT) bajo la dirección del Cmte. Tomas Borge Martínez, (DGSE) Coronel Lenin Cerna Juárez, Dirección Quinta (DV) Cmte. Luis Guzmán A, Contra Inteligencia Militar (CIM) Omar Halleslevens, Glauco Robelo y la Inteligencia Militar (IM) Julio Ramos, entre otros jefes y oficiales, que jugaron un papel decisivo en cortar los planes de la CIA y las fuerzas contrarrevolucionarias y hacerles pagar por sus acciones criminales contra nuestro pueblo.
En ocasión del 30 aniversario de los Órganos de Seguridad Sandinista el padre Miguel D´ Escoto Brockmann canciller de la dignidad declaró “Sin los Órganos de Seguridad del Estado, la Revolución no hubiera podido sobrevivir”. Jamás pudieron organizar un frente interno, que junto con la guerra “Contra” y la amenaza de una invasión militar pudieran destruir a la revolución. Cabe subrayar el apoyo internacionalista de servicios amigos extranjeros de Cuba (G-2/DGI), la URSS (PGU del KGB, GRU) y la RDA (Stassi/ HVA) entre otros.
Se cortaron los planes de la CIA en abrir un segundo frente militar peligroso desde Costa Rica con la organización contrarrevolucionaria ARDE y que el Cmte. Edén Pastora figurara como el jefe máximo de todo el proyecto “Contra” incluyendo al FDN que habían creado en Honduras. Esta última táctica tenía por objetivo limpiarle la imagen de guardia somocista que tenía la “Contra” para engañar a la comunidad internacional y al movimiento revolucionario internacional sobre la supuesta desviación de los comandantes en la Dirigencia del FSLN de los verdaderos objetivos de la revolución y que los EE.UU como siempre solo apoyaban una nueva causa libertaria genuina para Nicaragua.
Prueba de la eficaz labor de los órganos arriba mencionados, en la segunda mitad de la guerra contrarrevolucionaria el mismo jefe de la División de Operaciones de toda la CIA Claire George y el jefe para Latinoamérica Duane Clarridge junto a varios altos funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional como Oliver North, su jefe John M. Poindexter y funcionarios del Departamento de Estado como el nefasto Elliott Abrams, que continua agrediendo a Venezuela hoy día, terminaron enjuiciados producto del escándalo Irán-Contra con multas arriba de los 100 mil dólares y casa por cárcel. Ni ellos mismos se pudieron explicar nunca las verdaderas causas de su debacle.
Bajo el eufemismo del Conflicto de Baja Intensidad, toda una década de guerra de agresión sangrienta imperial de las administraciones Reagan y Bush padre fue dirigida contra el pueblo nicaragüense. Más de 11 mil combates se registraron durante esa década. Una guerra de la cual parecía nunca acabaría para Nicaragua. El costo de la guerra financiada por Washington le costó al pueblo nicaragüense más de 50 mil vidas y un atraso económico total que nos trasladó a la nación más empobrecida del continente solo después de Haití.
Además del frente oculto y el militar, la batalla diplomática de la política exterior del gobierno sandinista desde 1979 fue uno de los frentes más importantes contra la agresión norteamericana. La primera estrategia de la revolución para lograr la paz tuvo como resultado el imposibilitar las intenciones de aislar a la RPS de la comunidad internacional. El bloqueo comercial, financiero, el aislamiento político, el minado de nuestros puestos por comandos de la CIA, las enormes campañas de desinformación y desprestigio contra la revolución no pudieron prevalecer.
La diplomacia sandinista abrió la posibilidad permanente, que diferentes expresiones continentales diplomáticas participaran en la búsqueda de la solución del conflicto en la región como el Grupo de Contadora obligando así a las administraciones yanquis a mantenerse en la negociación, los encuentros en Esquipulas y sus tratados, atándole así los deseos de lanzar la invasión final militar. La razón histórica de la lucha del pueblo nicaragüense y sandinista derrotó estos y otras muchas formas de agresión. El ejemplo más claro fue la sentencia de la Corte Internacional de Justicia en la Haya, que declaró culpable a los EE. UU de implementar una guerra abierta y de desgaste económico contra Nicaragua.
Bajo el liderazgo del FSLN el pueblo pudo enfrentar con sudor, sacrificio, hambre, desvelo, fuego y sangre el ataque de la Casa Blanca. Con la conducción del FSLN pudo desarmar en el campo internacional las intenciones norteamericanas. La comunidad internacional se vistió de rojo y negro sandinista y se prestó a brindar todo su apoyo solidario multiforme en función de la sobrevivencia del proyecto revolucionario y la derrota de la guerra yanqui. Hasta el último día del gobierno sandinista y aun después la comunidad internacional estuvo al lado del pueblo nicaragüense.
La estrategia política de conquistar la paz del gobierno sandinista en función de lograr la paz definitiva basada en la apertura de las pláticas con la “Contra” y su desarme definitivo a través de un proceso electoral transparente derrotó de nuevo la política yanqui y su estrategia militar y paramilitar fue llevada a su más mínima expresión. Lamentablemente la situación coyuntural global de cambio del balance de fuerzas con el proceso del derrumbe del campo socialista y el desgaste de 10 años de cruenta guerra condujo a la derrota electoral en 1990 pero de igual manera se logró la paz.
La guerra descubierta oficializada 1990-2007
Desde 1990 hasta el 2007 la política neoliberal USA se vio reflejada en los tipos de gobiernos que en esos 17 años imperaron en Nicaragua. El desempleo. El hambre y la pobreza se apoderaron del país entero. El Frente Sandinista mantuvo su bandera de lucha a favor de los más empobrecidos y marginados y se convirtió de nuevo en la esperanza del pueblo marginado. Por eso los planes de la política norteamericana para Nicaragua en ese periodo fueron encargados de conducirlos al Departamento de Estado y a la CIA desde su embajada en Managua.
Los nuevos esquemas encubierta de guerra 2007-2020.

Desde el 2007 hasta el 2018 el tono del accionar agresivo de esta red desestabilizadora de ONGs y Partidos Políticos (PP) de oposición estuvo en función de crear las bases informativas de desprestigio alrededor de las políticas gubernamentales, que incentivaran e incrementaran la oposición popular contra el (GRUN). Han intentado en revivir el “proyecto
Contra” en el campesinado; Planearon y organizaron en abril del 2018 el derrocamiento violento del gobierno por medio de un “GOLPE SUAVE” según los manuales de desestabilización a regímenes que se oponen a la voluntad de Washington y que ejecutaron en las mal llamadas “Revoluciones de Color” y “Primavera”.
De igual manera, esta macabra estratagema fue derrotada por el FSLN. Por su ambición de poder desmedido y el grado de horror y violencia con que pretendieron usurpar el poder del pueblo, fueron de nuevo derrotados por cuatro generaciones de sandinistas que a 41 años de revolución se han fundido en el traspaso generacional de los valores y los ideales revolucionarios una patria digna, soberana y una patria libre.
Hoy como plan inmediato continúan con las intenciones de repetir con mayor crudeza el golpe como plan “A” y como plan “B” a mediano plazo es ganarle al sandinismo en las elecciones del 2021. El Plan “C” de la CIA es en 5 años destruir al partido sandinista y en 10 al sandinismo como corriente de pensamiento imperante en la sociedad nicaragüense. Actualmente todas las ONGs y partidos golpistas continúan recibiendo un fuerte financiamiento abierto y clandestino, creando organizaciones dentro y fuera del país, agrupando a una oposición dividida en retazos y seleccionando al candidato que más le beneficie a la Casa Blanca tal y como lo hicieron para las elecciones de 1990.
41 años de guerra encubierta contra la Nicaragua sandinista es el vivo reflejo de una política de agresión permanente contra los pueblos en nuestro continente. Pero también las victorias del FSLN contra la guerra encubierta USA es prueba de que la Revolución Popular Sandinista es irreversible. La causa de miles y los sueños de millones de nicaragüenses que ofrendaron su vida por la Patria y la revolución no pueden ser borradas por mandato de Washington. Tampoco los millones de sandinistas vivos lo permitirán.
En Nicaragua esa posibilidad se terminó el 19 de julio de 1979. Al conmemorar el heroísmo del genera Sandino el 18 de Mayo del 2020, la Cra. Rosario Murillo vicepresidente de la República afirmó, en el 125 aniversario de su natalicio que “Glorioso el pueblo nicaragüense, que no sabe vender la patria, que ama a su patria y que vive desde amor con valentía el sentido de libertad y de humanidad de nuestra Nicaragua”… ”Somos libres y jamás volveremos a ser esclavos”!
El declive de EEUU en América Latina
Manuel Espinoza J. (*)
Desde la independencia de las 13 colonias en 1776 hasta La guerra hispano-estadounidense en 1898 y la guerra filipino-estadounidense de 1899-1902, los Estados Unidos alcanzaron el espacio territorial que hoy conocemos. Su voracidad por el dominio de nuevas tierras y nuevos espacios están bien definidas en su corolario de doctrinas de política exterior y geopolítica.
En su afán del dominio de América Latina, la más conocida es la Doctrina Monroe promulgada en 1823. Esta tuvo dos niveles de desarrollo: primero, evitar el dominio europeo en el hemisferio occidental; segundo, la extendieron para impedir a cualquier otra potencia del mundo.
El resto de doctrinas de política exterior, desde las más antiguas como “La de las Cañoneras”, “La del Gran Garrote”, “la del Buen Vecino”, “la Diplomacia del Dollar” hasta las más recientes, se subordinan a la Doctrina Monroe; estas se aplican en tiempo y forma según su necesidad imperialista en el hemisferio.
También hay teorías y doctrinas de corte geopolítico como la teoría de “las Fronteras Móviles” y “de Ventanas y Puertas Abiertas” de Frederick Jackson Turner, la del “Imperio Norteamericano” de Brooks Adams y la del “Poder Marítimo” de Alfred Mahan, que vienen a reforzar la mal llamada Doctrina Monroe a nivel global.
En el caso de la teoría de “las Fronteras Móviles” y “de Ventanas y Puertas Abiertas”, la lógica es sencilla. “Las fronteras deben ser abiertas a los intereses de dominio USA en el globo y hay Estados que deben servirles de ventanas y puertas para la penetración a las diversas regiones y continentes en su afán de la construcción de las Balanzas de Poder”.
La Doctrina de Mahan del poder marítimo se basa en la flota militar, en la flota mercante y bases marítimas militares en todo el mundo. En función del aseguramiento de su comercio global y la rápida respuesta a cualquier levantamiento en la aldea global. Con más de 800 bases en el planeta, el Pentágono es el terrateniente más grande del mundo. Tienen extensas zonas de territorio dentro y fuera de los EEUU que han comprado o alquilan.
Prácticamente desde 1776 hasta 1959 los norteamericanos habían logrado expulsar a las principales potencias europeas que en un determinado periodo dominaron parte del continente por separado. Es el triunfo de la revolución cubana de 1959 que viene a minar todo el andamiaje doctrinario de política exterior y geopolítico norteamericano.
Con la revolución cubana entra a América Latina la Unión Soviética (URSS) y hasta 1991 se logró crear una red política e ideológica de los pueblos de América Latina en contra de la Doctrina Monroe, y entre los más destacados logros de la última etapa es la triunfante la Revolución Popular Sandinista en 1979.
Respuesta histórica autóctona regional
Si bien es cierto que el peligro para los intereses hemisféricos de la Doctrina Monroe era la presencia de potencias foráneas, a lo que ellos vulgarmente califican como “su patio trasero”, con la revolución Bolivariana de 1998, siete años después de la caída del campo socialista, los norteamericanos con gran susto ven surgir desde la misma América del Sur un nuevo y mayor desafío. Sobre todo, por la inmensa cantidad de recursos estratégicos existentes en Venezuela.

A partir de ahí la llegada al poder de la izquierda política latinoamericana se hace con mayor frecuencia como chispas en El Salvador, Ecuador, Brasil, Argentina, Bolivia, y México. Esta es la respuesta histórica autóctona regional a la dominación política norteamericana. Es una nueva etapa en la lucha contra el mandato gringo.
Prácticamente las tres revoluciones continentales triunfantes en Cuba (1959), Nicaragua (1979) y Venezuela (1998) han enfrentado la forma más violenta del imperialismo norteamericano en el continente, pero aún sobreviven triunfantes.
Estas tres revoluciones abrazan la idea de la unidad latinoamericana de Simón Bolívar, el Libertador de América, José Martí y A.C. Sandino. Lo que las hace trabajar en función de objetivos claros y contra el dominio norteamericano en el continente. Prácticamente constituyen la base fundamental de la política exterior de estas tres revoluciones.
Si a esta fortaleza le agregamos la lógica de la teoría geopolítica de Halford Mackinder, conocida como “Heartland”, el destino manifiesto del declive norteamericano en Latinoamérica en las condiciones actuales está asegurado.
En otras palabras, Mackinder habla de zonas geopolíticas del planeta que ejercen enormes cambios en todo el sistema global. Mackinder sitúa a Heartland desde el río Volga hasta el río Yangtze y desde la Himalaya hasta el Artico, prácticamente lo que en su tiempo fue el imperio ruso y luego el imperio soviético. Fundamentalmente Heartland define que “quien domine Europa Oriental domina Heartland; Quien domina Heartland domina la Isla Mundial; quien domina la Isla Mundial domina el Mundo”.
En términos coyunturales ese dominio de Heartland (Euro-Asia) del que supone Mackinder no es más que el poderío nuclear, económico y tecnológico que posee Eurasia a la luz de la alianza estratégica entre Rusia y China por destruir al máximo el poderío global norteamericano, no hay mejor sitio indicado para esto que Latinoamérica.
Si a esta noción de Euro-Asia se la agrega la propuesta doctrinaria de Rusia de la construcción y creación de la Gran Euro-Asia que incluye a la India, más China, Rusia, Mongolia y Kazajistán u otros más de Asia Central, de nuevo podemos entender que un final no feliz en los juegos de poder de los norteamericanos en el hemisferio les espera. Solo es esa región se concentra más de la mitad de la población del planeta.
Ruina en tiempos de o post pandemia
La batalla por Venezuela está planteada y en curso y le corresponde a la Latinoamérica Bolivariana enfrentar la rapacidad yanqui con la furia bolivariana, lo que desde ya proyecta toda una guerra prolongada a nivel continental.
Tanto China y Rusia han venido expresando su firme apoyo político, económico militar y comercial hacia Venezuela a través de un sinnúmero de acuerdos de carácter estratégico de asistencias recíproca, lo que hace muy complejo cualquier aventura de la administración Trump en contra de la revolución chavista, más aún cuando China acaba de ganar la Tercera Guerra Mundial sin disparar un solo tiro. Las guerras modernas ahora son mucho más complejas y sofisticadas que las que pudimos conocer hasta hace poco en Medio Oriente.
El golpe a la economía norteamericana producto de la pandemia del Covid-19 los ha metido en una de las más profundas recesiones económica que los EEUU y el mundo hayan conocido. El tal proclamado liderazgo norteamericano en el mundo y en el continente se vino abajo. Demostraron con la pandemia que los EEUU no han sabido demostrar el verdadero rol de un hegemón.
Un hegemón es aquella potencia que tiene la capacidad de asegurar y garantizar la seguridad y la supervivencia de sus aliados, y esto no se ha visto en ningún punto del planeta y hoy los norteamericanos son los grandes ausentes. De nada les ha servido tener el ejército más poderoso del mundo, dotado con el presupuesto militar más costoso y el armamento más sofisticado y moderno.
Sin embargo, la ferocidad de los EEUU y sus ambiciones de construir un sistema unipolar con sus reglas y métodos, no han acabado. Tanto Trump como el poder oculto gringo urgen de una guerra donde el botín sea el petróleo venezolano o iraní y le sirva de amortiguación a la depresión que se les viene encima.
Pero esa misma obsesión al despojo de los pueblos es parte de su ruina a la vuelta de la esquina en el tiempo de o post pandemia. La batalla continua, pero no se debe renunciar a ella pues su declive moral, político e ideológico está planteado y no es una abstracto.
Desde 1776 hasta 1959 trascurrieron 182 años de validez casi total de la Doctrina Monroe. Desde 1959 a la fecha han transcurrido 61 años donde su validez es seriamente fracturada por tres revoluciones en Cuba, Nicaragua y Venezuela y la presencia activa de Rusia y China en el hemisferio. ¿De qué validez de la Doctrina Monroe se habla entonces?
(*) Especialista en Relaciones Internacionles









