
https://www.voltairenet.org/article217013.htmlhttps://www.voltairenet.org/article217013.html
Por su efecto letal, en el nuevo arsenal de los sistemas de agresión imperial norteamericano y en general de las potencias occidentales, las sanciones económicas (comerciales y financieras) a individuos u organizaciones ocupan un lugar relevante en su geo estrategia global. Al parecer son escasamente pocos los países, que las pueden enfrentar.
Le suelen llamar “Las Guerras Modernas del Departamento del Tesoro Norteamericano” y por más de 3 décadas, las han implementado contra una serie de países a los que los EE. UU consideran rebeldes, autocráticos y dictatoriales y aquellas organizaciones e individuos ligados al terrorismo o al crimen organizado. Un atributo de jueces y gendarmes que ellos mismos se han otorgado en plena contradicción con el derecho internacional.
Es la nueva característica del poderío norteamericano de politica exterior, que somete y compra voluntades de la mayor parte de los miembros del sistema internacional, aprovechando las fuerzas de la globalización, la centralidad del mercado estadounidense, la capacidad de divisa global del dólar, al sector político, privado y los bancos por todo el planeta, logrando así obtener no solo la obediencia politica internacional sino el control y la esclavitud económica casi global.
Es simplemente la “Guerra por otros medios en el campo de la geo economía”. Sobre todo, porque hoy día, las naciones llevan a cabo cada vez más el combate geopolítico por medios económicos. Las políticas que rigen todo, desde el comercio y la inversión hasta la energía y los tipos de cambio, que se utilizan como herramientas para ganar aliados, castigar a los adversarios y coaccionar a los que están en el medio.
Y aunque, la “geo-economía” es el uso de instrumentos económicos para avanzar en los objetivos de política exterior y ha sido durante mucho tiempo un elemento básico de la política de las grandes potencias anglosajonas, el resultado de este campo de guerra se está inclinando bruscamente contra ese Occidente Colectivo Coercitivo y su conjunto de herramientas geoeconómicas por carecer de estrategias claras, que respondan a la naturaleza y el comportamiento cambiante del objetivo (país o nación) a atacar.
Según Richard Nephew, autor del libro “The Art of Sanctions”, (2018) hay pautas básicas para interpretar las respuestas de los países blanco de las sanciones, en función de dos factores críticos:
• DOLOR
• DETERMINACIÓN.
Pues, la eficacia de las sanciones radica en la aplicación de dolor contra un país, pero hay unos, que pueden poseer una determinación colosal para resistir, tolerar o superar ese dolor. Comprender la interacción entre el dolor y la resolución es fundamental para usar las sanciones o enfrentarlas de manera exitosa y humana. Entonces hay que variar no solo la estrategia, sino sus componentes de ataque y de defensa.
La URSS (ahora Rusia), Vietnam Cuba, Iraq, Siria, Venezuela, Irán, Yemen. Corea del Norte y Nicaragua solo son claros ejemplos de naciones sometidas al dolor de las sanciones como estrategias de dominio. Pero tambien de determinación a resistirlas. Esta feroz resistencia de este grupo de países anti-hegemónicos, han logrado, llevar a los norteamericanos no solo al analisis critico de su ineficacia tanto de manera particular asi, como en lo global.
Esta es la nueva tendencia de la autocrítica, si se puede llamarle así en aquellas áreas del gobierno USA, encargadas de evaluar el impacto de la implementación de tales medidas de agresión económica, destrucción y empobrecimiento. Es la tendencia de la producción analitica en los mismos centros académicos anglosajones. Lo único, que no modifican ni quieren sustituir es la visión y misión, que han institucionalizado con estas medidas económicas de ilegalidad internacional.
Obras como: “Treasure Wars”: (Las Guerras del Tesoro), Desatando una nueva era de guerra financiera. Por Juan C. Zarate (2013) como respuesta al ataque a las torres gemelas del 2001. “War by Other Means”: (La Guerra por otros medios) compilados por los autores Robert D. Blackwill y Jennifer M. Harris (2017). “Sanctions as War” (Las sanciones como guerra) de Stuart Davis (2021). “The Economic Weapon” (El Arma Económica) el auge de las sanciones como herramienta de la guerra moderna, escrito por Nicholas Mulder, (enero 2022), claramente nos advierten algo. “Las sanciones son instrumentos de guerra con el fin de destruir por completo al enemigo.”
Sin embargo, la politica de doble rasero y amoral de la Casa Blanca y sus aliados occidentales, venden dichas acciones de terror como una politica libertaria de los pueblos de sus gobiernos dictatoriales. Nunca te dirán la verdad sobre los millones de niños, ancianos y mujeres embarazadas que han muerto por la hambruna producto del bloqueo comercial, que integra el sistema de sanciones en países como Iraq, Corea del Norte o Irán.
Jamás te dirán los millones de muertos por la falta de medicamentos y equipos médicos, que los embargos comerciales, congelamiento (robo) o retención de fondos (en miles de millones de dolares) que le pertenecen a la banca de los países sancionados son descarada e ilegalmente confiscados, para financiar de ahí a la oposición de los regímenes, que quieren derrocar.
Pero si te cubrirán mundialmente, por medio de su oligopolio mediático global, “el descontento natural de los pueblos productos de un régimen opresor, al que están urgidos de derrocar”. La mentira siempre sobre la verdad. La falta de democracia que difundirán y el hambre, desempleo y desolación que producen sus sanciones, será lo que esconderán. Son tan cínicos, que te dicen que son medidas suaves, para no tener, que ir a la guerra.
De ahí, que las sanciones económicas dominan el panorama de la política mundial en la actualidad. Desarrollados por primera vez a principios del siglo XX como una forma de explotar los flujos de la globalización para defender el internacionalismo liberal, su atractivo es que funcionan como una alternativa a la guerra, pero que tras bastidores estan inspiradas en devastadoras técnicas de guerra y muerte.
De ahí que estamos urgidos y demandados a tener una comprensión completa de todas las técnicas del “arte de sancionar” del imperialismo occidental. Tzun Tzu, se quedó corto con su obra “el arte de la guerra”. Si bien es cierto las ambiciones geopolíticas y el choque de zonas de influencia siguen siendo las mismas históricas, mucho ha cambiado en la operatividad del conflicto geopolítico, que surgen desde las primeras medidas de bloqueo de ciudades y puertos comerciales en la guerra entre Atenas y Esparta hace ya varios siglos.
Guerra Económica y sus Dimensiones.
La Guerra de Divisas y las estrategias y apuestas en juego desde la IIGM. El lugar y la dimensión de poder internacional global, que se adquiere. El funcionamiento de las monedas globales en la modificación o preservación de Orden Mundial. Son parte de la misma guerra económica global con profunda relación con el sistema de sanciones.
De igual manera estan asociadas, “las guerras comerciales”, que generan la creciente desigualdad entre las naciones y amenaza la paz internacional con disputas comerciales, que finalmente nos terminan llevando a uso de la fuerza militar. La Guerra, que todos comúnmente conocemos. La guerra, que hace más rico a los países más ricos y más pobres y endeudados a los países, que poseen verdaderamente los recursos naturales y estratégicos, pero que no tienen la maquinita para imprimir los billetes en dolares y desarrollarse económicamente.
Este ha sido el caso del sistema internacional desde el fin de la IIGM. El sistema de Breton Woods, propuesto por el norteamericano Harry Dexter White, (1944), quien se impuso ante ingleses y soviéticos casi al finalizar esta guerra, logró ubicar al dólar gringo como principal divisa global y respaldada en oro, ya que para ese periodo los EE: UU poseían el 80% de las reservas globales de oro.
Vanos ha sido la aparición de divisas como el Deuch Mark, el Euro u otras, como el rublo o el renminbi chino, que no habian podido sacar al dólar del camino desde esa fecha. La lógica y la respuesta es única y sencilla. La estructura financiera de post guerra mundial (1945) como en BM, el FMI, respaldada con el componente político militar (la OTAN) y estructuras bancarias y militares análogas por todo el planeta, han garantizado la existencia del super – imperialismo actual.
Pero necesariamente se le debe atribuir al sistema de sanciones occidentales, el principal causante de un despertar revisionista de Rusia en relación a la necesidad de la transformación del Orden Mundial. La respuesta de Rusia a las más 5,000 sanciones occidentales a partir del 24 de febrero de este año, cuando la Federación rusa ha iniciado la operación militar especial en Ucraina, no tiene otro objetivo, que destruir los cimientos básicos del poderío especulativo financiero global occidental nacido en 1945 y refirmado en 1991 tras la desaparición de la URSS.
A raíz de esta operación militar en Ucrania, aun en marcha (y por lo visto a largo plazo) las sanciones occidentales dirigidas a los sectores energético, financiero y de defensa, han provocado que, Rusia inicie una remodelación profunda en su propio sistema económico y con gran influencia en el sistema global. Con respuestas políticas rápidas para permitir, que el país se adapte a las nuevas circunstancias, fortaleciendo el papel del estado en la economía rusa, alejándose de las relaciones económicas asimétricas exteriores con Occidente y acercandolas a sus aliados en Asia.
Lo anterior demuestra en parte el fracaso de las sanciones occidentales a Rusia en esta coyuntura de crisis en Europa por Ucraina. De hecho, se conocía, que los EE. UU, generalmente logran sus objetivos en menos de un tercio de las veces que se imponen. Y que los costos de estas políticas de sanciones pueden ser significativos inclusive para los estados que las imponen.
Y si antes eran pocos los estudios y obras académicas publicadas sobre la alta tasa de fracaso de las sanciones económicas, hoy con las acciones militares rusas en Ucrania y las medidas comerciales y financieras impuestas por el Kremlin en los últimos dos meses, se evidencian el efecto bumerán y el declive de más de 70 años de sanciones económicas de EE. UU contra Rusia, donde los aliados más cercanos de Estados Unidos suelen ser los peores enemigos de sus sanciones.
Entendiendo la lógica de Nicholas Mulder en su reciente libro: “El Arma Económica”: El auge de las sanciones como un instrumento de la guerra moderna (2022), el uso de sanciones económicas desde los bloqueos de la Primera Guerra Mundial ha sido implementados en periodos de confrontación de entreguerras, cómo una herramienta coercitiva a utilizar. Esta visión adoptada oficialmente como instrumento de mantenimiento de la paz por la Liga de las Naciones y por ende la ONU como su sustituto.
Y tal vez esa sea la paradoja más grande de las relaciones internacionales contemporáneas basadas en un sistema de sanciones y amparadas en el silencio de la organización de gobernanza mundial. Por eso las sanciones económicas no funcionan en los asuntos internacionales tal y como en el imaginario occidental se concibe. Los estados sancionados no cederán, a pesar del costo. Por lo tanto, es mucho menos probable que las sanciones económicas sean efectivas entre adversarios que entre aliados.
Es lo que hemos observado en los últimos meses. Al sancionar a Rusia, los EE. UU, han sancionado a sus socios europeos y estos a sí mismos al seguir el dictado de la Washington. No hay duda, que el Occidente Colectivo Coercitivo, está sacando lecciones sobre cómo usar las sanciones de manera más efectivas contra Rusia en un periodo entre guerras como el actual, sino en el marco de una guerra ya frontal, que de no disminuye, su desenlace será mortal para el planeta entero.
Como explica Michael Cox, un estudioso de la politica exterior USA, en su reciente libro de abril de este año, “Las Agonías del Imperio”, los EE:UU están muy divididos a lo interno. El mundo está escéptico de que sea la “nación indispensable” en la política mundial, pregunta más importante de todas hoy día es: ¿puede EE. UU. seguir dando forma a los asuntos mundiales o se enfrenta ahora a un declive a largo plazo?
El sistema de sanciones del Occidente Colectivo Coercitivo y Punitivo, mantiene toda una serie de líneas de acciones de castigo a todos y cada uno de los países del continente. Ni los más grandes pos su economía o extensión territorial como Brasil y México, o los más pequeños como las islas en el Caribe, se pueden escapar a dichas amenazas.
Ya ni se digan países de alta DETERMINACION SOBERNA, como lo son Cuba, Nicaragua y Venezuela a los que de una u otra manera se mantienen bajo el ataque imperial. Está vez siendo excluidos del encuentro de las américas el proximo junio en California. Sin embargo, tal parece, que el cambio en el sistema internacional a raíz del 24 de febrero, ha generado niveles de revisionismos en nuestro hemisferio. Más de 20 países de la región, rechazan abiertamente la postura de Washington, amenazando, que tampoco asistirán con ese nivel de exclusión.
Desde luego, que el Departamento del Tesoro, junto con la Central de inteligencia, ha realizado, la mejor recopilación de información sobre todas las estructuras de poder y actividades económicas de cada país y sus lados flanco donde a cada uno se les puede apretar y hacerlos gritar. Es más, a muchos el Departamento de Estado solo les tiene, que advertir, para generar obediencia absoluta.
Nuestro país, ha sido golpeado severamente por este régimen de sanciones arbitrarias extraterritoriales de la Casa Blanca y la Unión Europea y sin lugar a duda seguirán intentándolo y haciéndolo hasta doblegarnos. Para su tristeza, existe un gobierno sandinista, defensor de la soberanía nacional, que ha logrado y logrará siempre revertir este tipo de amenazas a nuestro futuro de desarrollo y prosperidad.
Urge entonces maximizar, el conocimiento, sobre este tipo de sistemas made in USA y la UE. Una comprensión profunda popular nos hará más fuerte y decididos a seguirlos enfrentando y venciendo. Debemos crear capacidades de contra-sanciones, económicas y políticas.
No podemos, ni debemos permitir, que se nos imponga un bloqueo criminal como a la heroica Cuba. No podemos, ni debemos permitir, que destruyan nuestra economía como lo hicieron en Venezuela. No pudieron en los 80 con toda una guerra de 10 años y amenaza de invasión directa, mucho menos ahora en tiempos de declive de su hegemonía continental. ¡Por eso, no pudieron, ni podrán!
*Especialista en Relaciones Internacionales. Director del Centro Regional de Estudios Internacionales (CREI)
21 mayo 2022
¿Simples casualidades o hechos deliberado y compartidos para la reducción de la población mundial?
Con el operativo del ejército Ruso en Ucrania nazi quedó al descubierto la gran cantidad de laboratorios biológicos y con ello la fabricación de virus letales para la humanidad probados en ciudadanos y soldados ucranianos , aunque por todos los medios USA a tratado de desviar la atención a este tema lo cierto es que en Washington, el 8 marzo (en Prensa Latina) La subsecretaria de Estado norteamericana, Victoria Nuland, reconoció la existencia de laboratorios en Ucrania donde Washington desarrollaba un programa de armas biológicas financiado por el Pentágono.
De la casualidades de la vida, el explotador de mentes brillantes Bill Gate o míster Microsoft siempre se ha adelantado a los acontecimientos y aunque intenta vender la imagen de buena persona la verdad es que siempre ha opinado y misteriosamente predicho situaciones catastróficas para la humanidad y hasta planteó con la pandemia del covid 19 una causa para la reducción de la humanidad (que raro que él ya sabía de la pandemia). Aún no he podido encontrar la relación de Gate con Hunter Baiden y Ucrania, pero lo que sí es, que el magnate de Microsoft está a favor de Ucrania.
Por otro lado, es muy sospechoso que Bill Gate hablara de hambruna mundial y de nuevo hablara de reducción de la población por causas de una enfermedad mundial, cómo sabía este señor de la Viruela del Mono, que no lo dijo así tan específico, pero se sobre entiende que él ya sabía de ante mano de una enfermedad que por lógica podría llegar a causar hambruna y reducción de la población mundial.
Que sabe este señor o en que participa y no nos damos cuenta? Que vínculos tiene con los laboratorios biológicos en Ucrania? Hay mucho que pensar y que investigar.
Hasta la victoria siempre
Edvert S C Granados
Plomo.
Todas la guerras tarde o temprano llegan a su fin, no importa que duren siglos o décadas como la “Guerra de los cien años” entre Ingleses y Franceses, la Guerra de Arauco entre las tribus mapuches contra el Imperio colonial español o la Guerra de Vietnam, entre este heroico pueblo y las tropas del Imperalismo yaqui.
Cualquier guerra, grande o pequeña, siempre termina con una victoria, una derrota o un acuerdo de paz. La constante es que son los pueblos los que las sufren.
El conflicto militar (Operación Militar especial, OME) no será la excepción, a pesar que Rusia en realidad se enfrenta no sólo a Ucrania -con la cual lucha en el terreno- sino contra las treinta y ocho naciones más importantes del Capitalismo global, principalmente contra los Estados Unidos, Reino Unido, Unión Europea, Canadá, Japón y Australia cuyos gobiernos encabezan un autodestructivo cerco de sanciones económicas y financieras contra el gran país eslavo y multiracial y un “híper-generoso” (según ellos) flujo de recursos financieros hacia las manos del gobierno ucraniano, aunque la mayoría de estos recursos son en calidad de prestamos o directamente en armas, pagadas al complejo industrial-militar estadounidense y europeo.
La OTAN (la organización militar formada por 30 países y en crecimiento) lidera la ofensiva occidental contra Rusia a través de un abierto apoyo militar en armas, equipos, inteligencia e incidencia mediática a Ucrania, en lo que ya se puede denominar una IV Guerra mundial (la tercera fue la llamada “Guerra fría”) y que sólo espera la escalada a un enfrentamiento bélico directo entre la Potencia euroasiática y el agresivo bloque político-militar occidental, que desde ya pretende incidir a nivel global, quizá como factotum de la política mundial.
Ucrania ha resistido más de lo esperado los embates de las Fuerzas Armadas rusas, solamente gracias al inmenso apoyo (previo y actual) de la OTAN y otros países. Esto no es gratuito, pues está en línea con la planeación estratégica global de los Estados Unidos y las economías líderes del mundo capitalista, que tratan de ralentizar el declive del Sistema y de manera inmediata agotar el potencial económico y militar de Rusia, endeudar hasta la esclavitud al pueblo ucraniano y enriquecer aún más a la industria militar occidental.
Sin embargo, si las cosas transcurrieran tal como hasta ahora se desarrollan, Rusia cumpliría en pocas semanas uno de sus objetivos más importantes:
La expulsión de las tropas ucranianas y el completo control administrativo de la totalidad del territorio de las nuevas repúblicas del Donbáss (Donetsk y Lugansk), además de conquistar la mayor parte de los “oblasts” (provincias) de Jersón y Zaparozhe, de gran importancia estratégica, pues garantizan el completo control del Mar de Azov como un mar interno de Rusia y a la vez creando un corredor terrestre que afianza la anexión de la Península de Crimea. Estas victorias por sí asegurarían una posición negociadora muy ventajosa para la Federación rusa en una eventual mesa de negociaciones con lo que quede de Ucrania.
De a allí (podemos especular), Rusia tendría enormes chances también de controlar territorialmente a otras importantísimas provincias de la histórica ” Nueva Rusia”, como Járkov, Odessa, Nikolaev y Dnepropetosk, que son el corazón industrial y comercial de Ucrania. Sin embargo, esta tarea llevaría varios meses, tiempo muy preciado, pues para entonces Ucrania -por lo menos- habrá sustituido con armamento y equipos occidentales todo lo que le queda de su viejo arsenal soviético, empantanado al ejercito enemigo y quizá logrando internacionalizar la guerra en el campo de batalla.
Rusia ha superado los errores tácticos iniciales, ha recalibrado objetivos, aumentado el número de efectivos en el campo de batalla (sin declarar una movilización general ni abandonar su estrategia político-militar de la OME por la guerra declarada y total contra Ucrania) a la vez que el agotamiento de las tropas ucranianas, la falta de medios definitorios en una guerra (aviación, marina de guerra, artillería clásica y reactiva, blindados,…) por la destrucción de los mismos por las FF. AA. de Rusia en el arranque mismo del conflicto, además de otras carencias y debilidades, empiezan a manifestarse en contra de Ucrania que va siendo desalojada de posiciones vitales en el Donbáss y el Sur del país.
Ahí tenemos pues dos escenarios, ambos favorables a Rusia. Empero, de prolongarse la guerra, sobre Rusia se cierne grandes peligros.
Los Estados Unidos, Reino Unidos, Alemania, Francia y otras naciones con potentes ejércitos, están “blindando” a Europa través de los mecanismos previstos en los planes de la OTAN, llevando a las fronteras de Rusia y Bielorrusia a más de cien mil soldados que prontamente pueden crecer y rebasar en cinco veces la cantidad de tropas entrenadas con que actualmente cuentan las FF. AA. de Rusia. A eso debemos de agregar las posibilidades y capacidades de otros países dispuestos a combatir en el bando occidental.
Es decir que lo más avanzado de la tecnología del mundo capitalista se apresta a confrontar a una Rusia, que aunque valiente y equipada puede ser sobrepasada militarmente. Ya hay tropas y equipos de la OTAN en los tres países del Pri-Báltico, en Escandinavia (que incluye a Suecia y Finlandia) y demás países del espacio postsoviético. Como siempre, el Reino Unido y Polonia destacan por sus ganas de provocar el conflicto.
En mi humilde opinión, existen (hasta el momento) cuatro posibles rutas principales hacia la colisión directa con Rusia:
-La colusión del gobierno de Estonia con Rumanía y Ucrania para invadir Transnistria o intentar hundir barcos de la Flota del Mar Negro de Rusia con cohetes potentes proporcionados por Occidente.
-Aupar a Polonia para que “unilateralmente” envié “tropas de paz” a la regiones occidentales de Ucrania, incluyendo a la capital, Kiev.
-Construir un “ataque” ruso a tropas o poblaciones civiles con gases o sustancias químicas prohibidas por las convenciones internacionales.
-Escenificar un “incidente” militar o ataque a población civil en cualquier tramo de los 1,200 kilómetros de la frontera fino-rusa.
-Culpar a Rusia (ya se está haciendo) de una posible hambruna global por “la retención de los cereales ucranianos” y que el “Estado profundo global” ordene a la ONU una intervención de “cascos blancos” con tropas de la OTAN ( no faltaba más!) para intervenir en Ucrania, con el manido pretexto de asegurar los puertos y las vías de transporte terrestre del trigo ucraniano hacia los consumidores globales.
Todos estos escenarios traerían la intervención de las tropas occidentales para evitar la victoria militar de Rusia, que no cumpla con los objetivos de la OME y en última instancia, destruirla y sojuzgarla.
A Occidente no le importa Ucrania, incluso su cereal. Siempre la han visto como una región atrasada, con pueblos casi bárbaros y el hecho que hasta el día de hoy su “ayuda” a ese país ya ronde los 60 000 000 de dólares (sin incluir armas, equipos y entrenamiento proporcionados desde el 2014) que equivale al presupuesto anual en defensa de la Federación Rusa, sólo puede ser un indicativo de la importancia que tiene para el Capitalismo global destruir a Rusia para luego enfrentar -también en solitario- a China.
Como vemos la desesperación por realmente llegar al cacareado “Fin de la historia” con un Occidente triunfante y eterno está cambiando al mundo.
Actualmente, las llamadas ” democracias liberales” han vuelto a la guerra como única forma de preponderar en las relaciones internacionales, donde ha desaparecido la diplomacia, los equilibrios e incluso la disuasión militar de tiempos de la GF; se ha mostrado la inutilidad de la “política” de castigos a través de sanciones económicas, la incapacidad de manipular el discurso de “los Derechos Humanos” y de respetar los viejos acuerdos, presionando a los gobiernos a “suicidarse” económicamente” o poner en peligro su seguridad nacional en aras de alcanzar los objetivos trazados por las élites globales, el Imperialismo yanqui y las naciones más ricas del mundo capitalista.
Para estos, la guerra parece hoy ser la solución a todo y por medio de sus poderosos sistemas mediáticos, incluso ha relativizado el peligro de una catástrofe nuclear, haciendo que el ciudadano común, incluso el más informado, le pierda el miedo a un conflicto de suma cero como prácticamente están planteando.
En el caso extremo de que Rusia sea rebasada militar y convencionalmente y la seguridad de su Estado y sus pueblos se encuentren en peligro de daño irreparable o aniquilamiento, pues el gobierno ruso se verá obligado a usar sus artefactos nucleares tácticos y si eso no es suficiente, pues empleará las armas del juicio final.
Esto está planteado en su nueva doctrina militar y refrendada en las declaraciones de sus más altas autoridades.
Sin embargo, Rusia persiste en finalizar esta guerra de forma convencional y prontamente. Por eso, en este momento, está sumando a su arsenal de combate en los teatros de operación, armas más tecnológicas y de nueva generación que se había venido reservando (aviones Su-57, armas antiaéreas láser, blindados robóticos, cohetes hipersónicos, tanques modernizados T-90M y de ultima generación. T-14”Armata”, armas anticarro, apoyo e infantería, medios de comunicación y demás) a la par que aumenta la cantidad de sus topas tanto en sus fronteras como en el teatro de guerra.
A la par de esto, Rusia sigue insistiendo en la salida negociada al conflicto, donde la prioridad sean la firma de acuerdos de paz (buena vecindad, neutralidad o como quieran llamarle) con Ucrania, un acuerdo continental de seguridad, limitación de armas, abandono de los planes de expansión de la OTAN hacia el Este y colaboración pacifica en todos los campos, abandonando las sanciones y la campaña de desinformación y promoción del odio a Rusia y luchando colectivamente en contra de la ideología neo-fascista y cualquier forma de racismo. Rusia siempre está dispuesta a la paz.
¿Cuánto tiempo durará la guerra? y ¿Cuánto tiempo hará falta para que llegue la paz a Ucrania y a Europa?
A pesar del gran impacto negativo que la economía mundial está sufriendo por el daño ocasionado por las ultimas crisis cíclicas del capitalismo, las secuelas en la producción y la estrés en las cadenas de suministros como resultado de la reciente pandem*a y también por el efecto “bumerang” de las sanciones económicas a Rusia y China, el mundo parece estar en shock postraumático y no reacciona ante la realidad de la guerra víctima del control hamelinesco que ejerce el Estado profundo a nivel global. Por eso no será la comunidad internacional la que detenga el conflicto en Ucrania ni su potencial escalamiento a nivel regional o en el peor de los casos, a escala global.
En realidad las respuestas a estas interrogantes (aunque parezca extrema esta reflexión), sólo dependen de la voluntad de los Estados Unidos y en alguna medida de los gobiernos y élites del Reino Unido, Alemania y Francia. No hay por donde perderse.
con:
Nikolay Mijailov, (Rusia) Director para los programas de las Américas del Fundación Mundo Ruso, (Ruskiy Mir)
Manuel Espinoza, (Nicaragua) Centro CREI
Marcelo Ramírez (Argentina) Director de ASIA-TV
Jorge Capelán (Uruguay) Analista Colaborador CREI