Las relaciones bilaterales entre dos países son positivas cuando horizontalmente son tangibles por su respeto mutuo a su soberanía y a las normas de convivencia internacional que establece el Derecho Internacional y los niveles de la solidaridad mutua. Pero sobre todo por el aval histórico en ellas. En términos generales la presencia del mundo ruso en el espacio geográfico nicaragüense ha sido un proceso casi inevitable en el andar histórico de ambas naciones.
Nicaragua entró en alianza con la URSS, cuando esta última se desangraba luchando contra la Alemania de Hitler durante la IIGM (1941-1945) lo que llamarían los soviéticos como “La Gran Guerra Patria”. En la década de los 80s, la asistencia soviética fue vital para la defensa en la vida o la muerte de la revolución popular sandinista, que se desangraba por una guerra impuesta por la administración norteamericana de Ronald Reagan.
Tras el derrumbe de la URSS en 1991, las relaciones de Nicaragua y la Federación Rusa giraron en relación a los tiempos de una nueva página en la historia internacional. Rusia condonó en diversos periodos (1992, 1996 y 2004) la deuda de Nicaragua por una suma en total de USD 6 mil millones de dólares de asistencia económica y alrededor de 13 mil millones en asistencia militar producidos en la década de los 80s del siglo pasado. Ningún otro país en el mundo ha asistido tanto en la historia de nuestro Estado para defender nuestro decoro nacional y la voluntad de ser libres del imperialismo hemisférico.
Esto aun sin incluir la educación o formación técnico científica como parte de las relaciones entre Rusia y Nicaragua, que se puede analizar en varios momentos y vista en por lo menos tres niveles. Aviones repletos de jóvenes a recibir formación técnica y profesional traducida en centenares cada año rumbo a la URSS. La conexión o influencias que de este formato cultural de transmisión de saberes y conocimientos, se derivan partiendo de la tabla de Mendeleev, que nuestros escolares estudian en la secundaria, hasta una enorme brecha prolongada solo encontrada en tan solo a uno cuantos pocos jóvenes nicaragüenses, que hoy día adquieren formación universitaria en Rusia que se ve tan difusa a la luz del enorme contingente de nicaragüenses que se formaron en la URSS en la década de los 80S.
Para Nicaragua la situación y la forma en la que se revirtió el impacto positivo esperado de ese enorme contingente de profesionales graduados a favor del desarrollo técnico del país en su proceso revolucionario sucumbió al igual que las esperanzas de desarrollo profesional y prosperidad de estos y sus familias. Sometidos al desempleo y al revanchismo político de los gobiernos neo-liberales, muchos se fueron del país y otros por mayores limitaciones se quedaron.
Para el Máster Marcos Casanova Fuertes, egresado en Derecho Internacional del prestigioso Instituto Estatal Moscovita de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO) ese retroceso es parte de las tantas victorias de la CIA contra los objetivos de la Revolución Sandinista y Nicaragua en sí. Sobre todo no solo porque el traslado de valores ideológicos y capacidades técnicas científicas fueron con gran cinismo, ignorancia y egoísmo ilustrado puesta en telas de dudas, bloqueadas hasta su máxima expresión por los políticos de turno, sino por el completo desencanto de la mayoría de estos hacia los políticos y la política nacional hoy día.
Sin embargo para el Poder Blando Ruso, esto es visto con mayor precisión y valoración según la cantidad de empleados y bien establecidos así como de los desempleados o los que emigraron y hacia dónde. Este análisis fue motivado por el estudio del impacto generado a través de ese tipo de cooperación técnico científica y cultural, así por (según la opinión de un funcionario ruso hace muchos años) el deterioro prestigio de sus universidades es injusto y se ve a la luz el egoísmo de la clase política en una sociedad que tanto necesita la preparación técnico-científica.
Pero no todo está perdido. Muchos de estos profesionales han sido los catedráticos educadores de nuevas generaciones de profesionales nicaragüenses egresados en las diversas universidades del país; trasladándoles muchos valores y conocimientos. Además Asociaciones como la de los Profesionales Nicaragüenses Egresados en la URSS (ANPROGEUS) participaron en todas las elecciones presidenciales y municipales desde la derrota electoral del 90, apoyando al FSLN y sus candidatos logrando hasta lanzar a candidatos a diputados a dos de sus miembros y firmar un acuerdo de inclusión laboral a favor de sus miembros una vez llegado al poder político el FSLN. En resumen se puede decir, que los proyectos norteamericanos en esta línea no tuvieron un éxito en tu totalidad.
Ese enorme caudal recuerda de la mejor manera a la URSS y no espera más que ese gran país se recupere y juegue con mayor rol protagónico en el sistema internacional donde el adversario de siempre pretende a fuego y sangre de los pueblos del mundo imponer su voluntad imperial. Ese sentido y gratitud coadyuva a contrarrestar de alguna manera, por lo menos en el espacio geográfico regional las campañas de desprestigio mediático permanente contra Rusia y su liderazgo en su actuar nacional e internacional.
Muchos de estos asisten con gran entusiasmo y expectativas diversas, que van desde facilitar el aprendizaje del idioma ruso a sus hijos o hasta conseguir becas en ese país, tal y como ellos en una vez lo lograron. Ya no se diga aquellas, conmemorativas histórica culturales, que la embajada de la Federación Rusa y la Agencia Federal Rusa de Asistencia Humanitaria Rossotrudnichesvo realiza en el país. A este esfuerzo cultural, se suma el Fondo Mundo Ruso, que abrirá un centro para el aprendizaje del idioma ruso en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) en su sede en Managua.
En la parte oficial de las relaciones entre ambos Estados, desde el 2007 con el gobierno del FSLN, se han incrementado sustancialmente. En Noviembre 2008 se reunieron en Venezuela ambos presidentes Daniel Ortega y Dimitri Medvedev y en Diciembre en su visita a Moscú el mandatario nicaragüense recibió un crédito por mil millones de dólares. Se ha acordado con la Empresa eléctrica “Inter RAO EYES” las construcciones de estaciones eléctricas de 60 a 250 mega-watts y en el 2010 la empresa de comunicación celular YOTA abrió en el país.
La cooperación militar también denota una proyección positiva. Desde el 2012 se trata el tema de la instalación en Nicaragua de una estación para el Sistema de Geo-Localización por satélite (GLONASS) y la firma de acuerdos en el 2015 en el campo de la navegación marítima militar y su abastecimiento logístico en nuestros puertos. En el 2016 Nicaragua ha mejorado su defensa nacional con armamento aéreo, infantería blindada y de transporte militar entre estos 50 tanques T-72, varios vehículos blindados “TIGER” y dos helicópteros MI-17B-5 y 12 piezas de artillería aérea. Otro aspecto tangible y positivo es la eficaz lucha contra el crimen internacional organizado y la asesoría rusa con la instalación de una escuela regional para estos fines.
En el 2014 el presidente Vladimir Putin visitó Nicaragua algo muy significativo en la historia y desarrollo de las relaciones bilaterales. Según los resultados de ese año, Nicaragua habría recibido unos USD 15,1 millones de dólares en asistencia.
En el aspecto comercial, según datos del Comité Federal de Comercio (CFC) de la Federación Rusa, el monto del comercio en el 2016 entre nuestros países es de USD 34,3 millones de los cuales USD 25,4 millones representa la exportación rusa (en trigo, urea, medios de transporte) y USD 8,9 millones es lo que importa Nicaragua (café, cacahuates). Nicaragua ocupa el puesto 126 entre los exportadores a Rusia y el 117 según sus importaciones. Este mismo año se inauguró una planta nicaragüense-ruso para la producción de vacunas que entrará en línea a partir del 2018.
En términos de acercamiento geográfico Nicaragua y Rusia son países muy distantes en el mapa, pero con resultados positivos históricos. Las circunstancias históricas se justifican per sé más que el determinismo del acercamiento geopolítico bien entendido desde aspectos académicos que llevan a la comprensión de una dinámica natural en esta disciplina aun en permanente estudio.
Rusia no ve nuestras relaciones de arriba hacia abajo y menos nosotros. No ha intervenido con sus tropas el país o financiado guerras de baja intensidad. No nos debe 17 mil millones de dólares producto de una sentencia de la corte internacional por su actuar sangriento hacia Nicaragua o ha cercenado nuestro territorio nacional. El beneficio ha sido mutuo y ninguna de las partes lo duda. Con solo esto es suficiente como para que cualquier opinión adversa sea no solo dispensada sino ignorada. Prácticamente ya existen las bases de mayores relaciones bilaterales a futuro vistas a alcanzar el nivel estratégico.
En las nuevas condiciones internacionales las relaciones de Rusia con el resto de los países de Centroamérica es aún mayor, que durante la Guerra Fría. Para estos países, Nicaragua sirve de campo de estudio de tesis no solo en las universidades, sino para las unidades políticas y comerciales de la región. Otro axioma que demuestra la existencia del Espacio Ruso más allá de donde muchos entienden su localidad. Noción ya superada no solo por conceptos como el “Espacio Viviente” sino por la movilidad progresiva euroasiática en el cambiante orden internacional contemporáneo y ya ni se diga en tiempo que la política de la amenaza, chantaje y las gendarmes junto a la doctrina Monroe están siendo revividas hacia nuestro país.
Manuel S. Espinoza J.
29/07/2017